Notas COES de política pública
Nº 4 / Julio 2017
ISSN: 0719-8795
Conflicto Social
en Chile 2015-2016:
disputando mitos
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
2
Observatorio de Conflictos 2015-2016:
disputando mitos
Autores:
Matías Garretón, UAI-COES
Alfredo Joignant, UDP-COES
Nicolás Somma, PUC-COES
Tomás Campos, COES
Equipo de codificación:
Ignacio Díaz, Javier Esnaola, Natalia López,
José Marín, Felipe Olivares, Carolina Rivas.
El presente informe del Observatorio de Conlictos COES, 2017, se estructura en torno
a un debate de mitos y verdades relativos al conlicto social en Chile, articulados con
capítulos que profundizan en distintas temáticas, los que han sido redactados por: el
Equipo del Observatorio de Huelgas Laborales COES-UAH compuesto por Francisca Gutiérrez (UAH-COES), Rodrigo Medel Sierralta (PUC), Domingo Pérez y Diego Velásquez;
Valentina Paredes (FEN-U.CHILE-COES), Ismael Puga (U.CENTRAL-COES), Sofía Donoso
(COES), Mónica Gerber (UDP-COES); Observatorio Regional compuesto por Hugo Romero (UCT-COES), Felipe Castro (UCT), Nathalie Jaramillo (UCT) y Cristian Alister (UCT); Antoine Maillet (INAP-U.CHILE-COES), Gonzalo De La Maza (U. LOS LAGOS-COES), Carolina
Aguilera (UDP-COES), Nicolás Somma (PUC-COES) y Tomás Campos (COES).
RESUMEN
Este informe presenta los principales resultados del Observatorio de Conlictos del
COES utilizando datos de 2015 y 2016. Mediante un relevamiento de varios medios de
prensa a nivel nacional y regional, ponemos a prueba varios supuestos habitualmente
manejados en la discusión pública sobre la conlictividad en Chile. Encontramos que
la conlictividad tiene ciclos anuales y aumenta entre 2015 y 2016; que los conlictos
laborales son los más numerosos pero los vinculados al sistema de pensiones son
los más masivos; que en las localidades con menos votantes la conlictividad es más
intensa; y que la mayoría de los conlictos cuentan con la presencia de organizaciones
formales. El informe también relativiza la centralidad de los estudiantes como principales actores de los conlictos, y muestra que una pequeña fracción de los conlictos
son violentos y reciben represión policial.
ABSTRACT
This report presents the main indings of the Observatory of Conlicts of COES using
data from 2015 and 2016. Through a survey of several national and regional mass media outlets, we examine several frequent assumptions in the public discussion about
conlicts in Chile. We ind that the frequency of conlicts has yearly cycles and incresases from 2015 to 2016; that labor related conlicts are the most common ones but
the most massive are related to the pensions system; that conlicts are more intense
in localities with lower electoral turnout; and that most conlicts exhibit the presence
of formal organizations. The report also shows that students are not necessarily the
main actors of social conlict, and that a small proportion of conlicts are violent and
repressed by police forces.
3
Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
CON
TENI
DOS
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
1. OBJETIVOS Y MÉTODO DE ANÁLISIS
2. RASGOS ESTRUCTURALES DE LA CONFLICTIVIDAD PÚBLICA EN CHILE
A. Acciones de protestas laborales, 2016. Observatorio de Huelgas Laborales
B. Conflictos de Género y Minorías Sexuales. Valentina Paredes
3. PRIMER MITO: LOS CHILENOS SOMOS APÁTICOS
4. SEGUNDO MITO: LA PROTESTA ES ESPONTÁNEA
C. Protestas en torno al sistema de pensiones de AFP en Chile (2015-2016). Articulación y
escalamiento de un conflicto. Ismael Puga
5. TERCER MITO: LOS ESTUDIANTES SON EL ACTOR SOCIAL CON MAYOR PODER DE MOVILIZACIÓN.
D.Conflictos en torno a la educación, 2015-2016. Sofía Donoso
6. CUARTO MITO: LAS MANIFESTACIONES PÚBLICAS SON VIOLENTAS
E. Violencia de Carabineros en acciones contenciosas. Reportes de la prensa en Chile entre
los años 2015 y 2016. Monica Gerber
7. QUINTO MITO: LA DESIGUALDAD GENERA CONFLICTOS
F. Conflictividades en La Araucanía… y más allá. Hugo Romero, Felipe Castro, Nathalie Jaramillo y Cristian Alister
8. SEXTO MITO: LA EXPLOTACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE GENERA CONFLICTOS
G.Protestas en torno a conflictos extractivos en Chile (2015-2016). Algunas tendencias generales y la especificidad del sector forestal. Antoine Maillet, Gonzalo Delamaza
9. SÉPTIMO MITO: SANTIAGO ES LA CAPITAL DEL CONFLICTO
H. Pasados que no pasan. Disputas en torno a los legados de la dictadura: conmemoración,
justicia y reconocimiento. Carolina Aguilera
10. OCTAVO MITO: LOS MEDIOS NACIONALES CUBREN TODO CHILE
I. Medios de comunicación y sesgos en la cobertura de la protesta. Nicolás M. Somma.
11. APARTADO METODOLÓGICO. TOMÁS CAMPOS
12. REFERENCIAS
13. ANEXOS
I - Grupos sociales.
II - Actores.
III - Elementos de demanda.
IV - Campos de Conflictividad.
V - Tácticas de protesta.
4
5
Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
1.OBJETIVOS Y MÉTODO DE ANÁLISIS
¿Es Chile un país conlictivo? De ser así, ¿de qué conlictos estamos hablando? ¿Cuán frecuentes son sus expresiones? ¿Existe una trama detrás de los conlictos? ¿Se
trata de la impugnación del modelo de desarrollo chileno,
o en realidad lo que es posible observar y tipiicar como
manifestaciones de conlictos no pasan de ser acciones
colectivas tan iracundas como esporádicas? ¿No será que
los conlictos observables y que registramos en este informe sugieren un hilo conductor, o constituyen más modestamente manifestaciones de reclamos y quejas que
no guardan necesariamente relación unos con otros?
Para responder estas preguntas, COES constituyó un
observatorio de conlictos, precisamente para discriminar entre juicios de valor e intuiciones y lo que es posible observar en “la realidad”.
¿Qué puede signiicar en este caso “observar” conlictos? Para los efectos de este observatorio, se trata de
algo tan poco evidente como observar de modo sistemático y metódico acciones contenciosas en las que se
encuentran en juego intereses en formato de demandas,
reclamos y quejas en el espacio público. Estas acciones
contenciosas pueden asociarse a diversos tipos de reivindicación colectiva, por ejemplo eventos o procesos
contenciosos referentes a condiciones laborales o salariales, como en el caso de las huelgas.
Este tipo de eventos, en toda su diversidad y riqueza, son
observados y registrados por el Observatorio de Conlictos COES, de lo que se sigue un objeto de observación
y una metodología rigurosa de análisis de eventos de
protesta. El objeto básico de observación son acciones
contenciosas protagonizadas por grupos de individuos
concertados para la ejecución de una manifestación colectiva en el espacio público, que ocurre en un momento
y lugar especíicos (bloqueo de autopistas, manifestaciones, marchas, tomas de ediicios o espacios públicos,
barricadas, huelgas y otros). Pero también se incluyen
actos protagonizados por una sola persona que explicita públicamente las razones de su acción, por ejemplo
suicidios mediante quema a lo bonzo, o hechos espectaculares (como protestar desde lo alto una grúa1). Para
caracterizar estas acciones se considera la naturaleza
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
de sus demandas (laborales, de servicios o seguridad
social, político-ideológicas, socio-ambientales) así como
los repertorios de acción colectiva utilizados (que en este
informe llamamos “tácticas”) y los efectos inmediatos
de estas acciones (daño a la propiedad pública y privada,
heridos, eventualmente muertos). Esto a su vez participa (aunque no podemos medirlo con esta metodología)
de procesos de sensibilización de la opinión pública e
inluencia en los medios de prensa - agenda setting - y
en la política institucional. En suma, los objetos de observación son acciones contenciosas que hacen público
y evidente un conlicto subyacente, el que adquiere de
este modo una connotación social, teniendo un impacto
más amplio que una interacción interpersonal.
Este primer reporte del observatorio analiza las acciones contenciosas que tuvieron lugar en el espacio público chileno durante 2015 y 2016, que han sido reportadas
por al menos uno de los 18 medios de prensa regionales
(los que reportan una gran mayoría de acciones) y nacionales con los que trabajamos. En este informe entregamos los resultados de la observación sistemática de
dos años de acciones contenciosas, de forma descriptiva y exploratoria, apoyándose en una base de datos que
sistematiza diversas perspectivas y temáticas de análisis (ver libro de códigos en el anexo correspondiente
con el que concluye este reporte), mediante un registro
a múltiples niveles (igura 1):
•
•
•
Los reportes de acciones contenciosas, incluyendo
todas las réplicas que éstos puedan tener en distintos medios, lo que da cuenta tanto de su relevancia
social como de los efectos de ampliicación selectiva que son generados por los medios. Este nivel
suma 5.338 observaciones.
Las acciones contenciosas que ocurren en un tiempo y espacio especíicos, en un registro de hechos
únicos, independientemente de cuántas veces haya
sido reportado por medios diferentes. Este nivel
suma 4.033 observaciones.
Los episodios contenciosos de movilización que
pueden comprender una o más acciones explícitamente relacionadas, dentro de una misma jornada.
En este nivel hay 1.978 episodios correspondientes
1.- Que es probablemente lo que originó hace ya varios años el conocimiento de Andha-Chile y la visibilización de los
intereses de deudores habitacionales de origen modesto.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
6
FIGURA 1 - NIVELES DE OBSERVACIÓN DEL CONFLICTO SOCIAL
Día 1
Día 2
Procesos Contenciosos
Episodios relacionados que ocurren
en jornadas sucesivas
Episodios Contenciosos
Movilización que ocurre en una
jornada, en uno o más lugares
Acciones Contenciosas
Manifestación pública en un tiempo
y espacio específico
Reportes Contenciosos
Aparición en prensa
FIGURA 2 - EVOLUCIÓN TEMPORAL DEL NÚMERO DE ACCIONES Y REPORTES CONTENCIOSOS, 2015-2016
2015
2016
Número de Conflictos por semana
180
160
140
120
100
80
60
40
20
0
1
y=0.24x + 20.8
R2=0.12
•
14
27
40
53
66
79
Conflictos únicos
Repetidos prensa
Lineal (Conflictos únicos)
Lineal (Repetidos prensa)
Estos cuatro niveles pueden superponerse entre sí,
por lo que un episodio puede identiicarse a partir de
105
y=0.37x + 30.7
R2=0.13
Trimestres / Semanas
a acciones singulares y 123 episodios combinados,
de entre 242 y 2 acciones vinculadas, con 16.7 acciones en promedio.
Los procesos contenciosos formados por una sucesión de dos o más eventos explícitamente relacionados y que ocurren en jornadas diferentes. Las
variables que permitirán caracterizar este nivel no
están disponibles todavía, ya que para elaborarlas
se requiere un trabajo detallado de seguimiento de
casos, lo que también se puede hacer en el contexto
de investigaciones particulares.
92
un solo reporte y una sola acción, a diferencia de los
procesos contenciosos, identiicados por al menos dos
reportes en días diferentes (igura 1). Para efectos de
este informe, nos concentraremos en el análisis de acciones contenciosas, ya que es un nivel no redundante y
que permite analizar tanto la distribución espacial como
temporal de la conlictividad social. Con este enfoque,
las acciones contenciosas registradas son lo suicientemente elocuentes como para que un medio de prensa
escrita o electrónica (nacional o regional) haya podido
interesarse en ellas. Esto no quiere decir que los medios hayan registrado todos los hechos que tuvieron lugar en los años 2015-2016: signiica simplemente que
estas acciones, es decir, la “realidad” de los conlictos
7
Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
FIGURA 3 - EVENTOS CONTENCIOSOS EN CONURBACIONES Y COMUNAS DE CHILE, 2015-2016
Manifestantes año/
100 habitantes
0
45
Nº conflictos
0
666
Capitales Regionales
que pudimos observar informa también acerca de lógicas de registro medial que constituyen el material sobre
el cual trabaja este observatorio.
El informe a continuación apunta a discutir ciertos posibles mitos acerca de la frecuencia, tipos y características de los conlictos en Chile. Aunque éstos no agotan la
diversidad y complejidad de la conlictividad en el país,
creemos que destacan problemas centrales de nuestra
sociedad, muchas veces considerados con evidencia insuiciente. Los formulamos como “mitos” porque queremos poner a prueba su ajuste con la evidencia empírica que disponemos. Pero, como se verá a lo largo del
informe, en algunos casos concluimos que la evidencia
los apoya. Aunque no pretendemos dar una respuesta deinitiva a estas polémicas, esperamos iniciar aquí
una discusión seria e informada al respecto. A medida
que vayamos discutiendo los 8 mitos que estructuran el
contenido de este informe, el lector podrá ahondar en
conlictos particulares, deteniéndose en algunas viñetas
temáticas que irán apareciendo y que fuesen redactadas por investigadores asociados y adjuntos de COES.
2. RASGOS ESTRUCTURALES DE LA CONFLICTIVIDAD
PÚBLICA EN CHILE
En cuanto a la magnitud del fenómeno, es relevante
constatar que entre el año 2015 y 2016 se evidencia
una tendencia al aumento del volumen de conlictos
registrados semanalmente, tanto desde la perspectiva
de las acciones como de los reportes (igura 2). Sin em-
bargo, en este período se constatan ciclos de alta y baja
actividad contenciosa. En particular, los períodos estivales, entre los últimos meses de un año y los primeros
del siguiente, muestran una fuerte disminución del número de acciones, el que se incrementa notoriamente
entre marzo y septiembre. Este patrón no es regular,
ya que en el año 2016 el período de alta conlictividad
se extiende hasta el mes de noviembre, generando un
aumento tendencial en el que se combina un mayor número de acciones semanales con una mayor duración
de la temporada de alta conlictividad.
Cabe destacar que la tendencia observada representa
un aumento del orden de un 50% anual en el número
de conlictos cada año, tanto para acciones como para
reportes. Como estos últimos son más numerosos, su
incremento en volumen es más pronunciado, lo que da
cuenta de una expansión del eco social de la actividad
contenciosa.
Las acciones contenciosas se localizan principalmente en grandes ciudades (igura 3), lo que resulta lógico
considerando que éstas concentran grandes cantidades de habitantes, incrementando así la probabilidad
de ocurrencia y reporteo de conlictos. De las 4.033
acciones únicas, 2.348 se dan en capitales regionales,
representando el 58% del total de la actividad contenciosa. Sin embargo, si se considera la cantidad de acciones por habitante, también se observa una fuerte
conlictividad en comunas escasamente pobladas y en
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
8
FIGURA 4 - DISTRIBUCIÓN DE TIPOS DE DEMANDA DE ACCIONES CONTENCIOSAS
Número de Acciones
Sistema- Otros
pensiones 5%
5%
Laboralsalarial
36%
Ambientalterritorial
13%
Cantidad de Manifestantes
Sistemapensiones
19%
Otros
1%
Laboralsalarial
18%
Ambientalterritorial
3%
Institucionalideológico
18%
Institucionalideológico
28%
Bienesservicios
23%
zonas extremas, en particular en las regiones de Aisén
y Magallanes. Sólo en 103 comunas de las 345 del país
no hubo reportes de conlicto para ambos años (163
sin reportes el año 2015 y 131 el 2016), lo que no implica necesariamente que no hayan existido acciones
contenciosas, ya que esto puede relejar una cobertura parcial de prensa, pese al considerable número de
medios analizados. Un análisis preliminar de los factores que inciden en la ausencia o presencia de acciones
contenciosas, muestra que el tamaño de la población
es la variable que más incrementa la probabilidad
de que en una comuna ocurran estos hechos, con un
efecto signiicativo para cada año por separado y para
ambos en conjunto. Otro factor relevante, signiicativo
cuando se analiza el total de observaciones pero no
para cada año por separado, es la disminución de la
probabilidad de ocurrencia de acciones contenciosas a
medida que se incrementa la distancia respecto de la
capital provincial.
Las acciones contenciosas relejan una marcada heterogeneidad en las demandas que las motivan, existiendo más de 300 tipos de demandas diferentes registrados en la base levantada hasta ahora. Como una
primera entrada de comprensión de esta diversidad,
los conlictos pueden ser agrupados en cinco categorías muy generales (igura 4). Primero, una categoría
laboral-salarial-sindical, que considera conlictos generados en torno a relaciones productivas y de trabajo.
Segundo, los conlictos generados por demandas de
Bienesservicios
31%
provisión de bienes y servicios, sean éstos públicos o
privados, en torno a insatisfacciones de índole económica o material, lo que incluye, por ejemplo, demandas
de educación, salud y vivienda. Tercero, conlictos de
carácter institucional o ideológico, caracterizados por
demandas de orden valórico (ver viñeta elaborada por
Valentina Paredes) y de justicia, sea ésta de índole penal, histórica o social, y en general referente al buen
funcionamiento de las instituciones, lo que puede incluir reformas al sistema político. Cuarto, conlictos de
índole ambiental-territorial, que comparten un carácter
explícitamente espacial, lo que incluye causas ecologistas, urbanas y regionalistas o de autonomía local. Quinto, una categoría más especíica pero que ha adquirido
una relevancia creciente, que considera las demandas
de reforma al sistema de pensiones, principalmente articuladas por la organización “No+AFP”.
Aunque estas categorías son bastante genéricas y sus
fronteras pueden ser permeables en ciertos casos, permiten delinear un panorama temático de la conlictividad pública en Chile. Considerando el número de acciones, existe una clara dominancia de lo laboral-salarial
(ver viñeta elaborada por el Observatorio de Huelgas),
seguida por demandas de bienes-servicios e institucional-ideológicas, luego por las de carácter ambiental-territorial y en último término las de reforma al sistema
de pensiones (igura 4). Esta jerarquía se modiica considerablemente al considerar la cantidad de manifestantes en cada categoría, relejando una gran masividad de
9
Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
las acciones relacionadas con demandas de reforma al
sistema de pensiones (ver viñeta redactada por Ismael
Puga), una magnitud considerable de las de bienes-servicios y político-ideológicas, una magnitud menor de las
movilizaciones laborales y mucho menor de las ambientales-territoriales. Esto no implica una menor importancia de las últimas, sino que destaca más bien el
eco mediático y la constancia en el tiempo que tienen
acciones que disputan un equilibrio de poderes de índole territorial, pese a que convoquen a un reducido número de manifestantes. Este tipo de asimetrías también se
observa diferenciando conlictos por otras características (ver por ejemplo la tabla 4.1, que distingue acciones
pacíicas, disruptivas y violentas), lo que se traduce en
otras categorías relevantes que serán analizadas con
más detalle en lo que sigue de este informe.
A
.
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
Estos son tres rasgos estructurales de las acciones
contenciosas que tuvieron lugar en Chile en los años
2015 y 2016, y que fueron registradas por la prensa.
Primero, un ciclo anual de alta y baja frecuencia contenciosa, superpuesto con una tendencia basal al alza
de acciones y reportes. Segundo, una concentración
del volumen de acciones en ciudades mayores, aunque
también se observa un alto número de acciones por habitante en ciertas comunas poco pobladas. Tercero, una
gran heterogeneidad del tipo de conlictos, dentro de la
cual los laboral-salariales son más numerosos mientras que los de reformas al sistema de pensiones son
los más masivos. Teniendo presente esta heterogeneidad temporal, espacial y temática de la conlictividad
pública, la información obtenida hasta ahora permite
debatir acerca de ciertos mitos con evidencia relevante.
A Acc oo
a
Para saber más
OBSERVTOO G O
Francisca Gutiérrez, Rodrigo Medel Sierralta, Domingo Pérez, Diego Velásquez
COES - UAH
Las protestas laborales han sido tradicionalmente las más numerosas en sociedades capitalistas avanzadas (Tilly, 1978). Esto ya que surgen como consecuencia de la de la conlictiva cooperación entre capital y trabajo (Edwards, 1990), manifestándose de manera diversa,
tanto en jornadas productivas - por ejemplo, huelgas- como reproductivas -por ejemplo,
marcha de la Coordinadora No+AFP .
Pese a que pueden haber ido perdiendo relevancia frente a los conlictos civiles que han
ido emergiendo de manera creciente en democracias liberales (Schuster et al, 2006), aún
siguen siendo el grueso de las acciones de protesta en Chile tal como demuestran los datos
recolectados por el observatorio de conlictos 2016.
El Observatorio de Conlictos entiende por acción de protesta las manifestaciones contenciosas que ocurren en un tiempo y lugar especíico. Es por lo tanto una unidad de análisis
más ina que los eventos de protesta conectados en el tiempo o espacio, los que pueden dar
lugar a unidades de análisis de un nivel mayor de complejidad, como ocurre, por ejemplo,
en las huelgas laborales3. En cambio, una acción de protesta laboral se considera como
una manifestación visible y aislada de otras, pero asociada a una demanda laboral, independiente de quién la lleve a cabo. Para caracterizar las protestas laborales del 2016, se
propone un repaso general sobre “qué” se demanda cuando se protesta, “quiénes” son los
que protestan, y “cómo” se realizan esas protestas.
2.- Contacto: observatorio.huelgas@gmail.com - http://coes.cl/observatorio-de-huelgas-laborales/.
3.- Para un análisis de las huelgas laborales del 2016, revisar el Informe del Observatorio de Huelgas Laborales, 2017.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
FIGURA A.1 - LAS DEMANDAS DE LAS PROTESTAS LABORALES
17%
Salarios
Negociación colectiva y mesas de diálogo
9%
48%
5%
Pensiones, sistema previsional
Condiciones de Trabajo
21%
Otras demandas laborales
FIGURA A.2 - EVOLUCIÓN DE LA PROTESTA LABORAL
140
120
100
80
60
40
20
Salarios
Condiciones de Trabajo
Negociación colectiva y mesas de diálogo
Otras demandas laborales
Pensiones, sistema previsional
¿QUÉ SE DEMANDA EN LAS ACCIONES DE PROTESTA LABORAL?
De las 1.125 acciones de protesta laboral contabilizadas para el 2016, vemos en la Figura A.1
la separación por tipo de demandas incluidas, donde sobresalen las demandas por salario
(48%), seguidas de condiciones de trabajo (21%) y en tercer lugar relativas a pensiones (17%).
En la Figura A.2 podemos ver la evolución temporal de las acciones de protesta laboral según sus demandas. Si comparamos estas tendencias con los datos de huelgas (Informe de
Huelgas Laborales, 2016), se observan ciertas similitudes respecto a las huelgas. La principal similitud es que al igual que lo que ocurre con las huelgas, las acciones de protesta
laboral suelen ser más escasas los primeros meses del año y más numerosas los últimos.
DICIEMBRE
NOVIEMBRE
OCTUBRE
SEPTIEMBRE
AGOSTO
JULIO
JUNIO
MAYO
ABRIL
MARZO
FEBRERO
ENERO
0
10
11 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
FIGURA A.3 - NÚMERO DE PARTICIPANTES SEGÚN DEMANDAS DE PROTESTAS LABORALES
800.000
743.665
700.000
Número de participantes
Para saber más
A
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
600.000
500.000
400.000
300.000
208.752
200.000
123.326
100.000
12.064
11.407
Negociación
colectiva y mesas
de diálogo
Otras demandas
laborales
0
Pensiones,
sistema
previsional
Salarios
Condiciones de
Trabajo
Pese a que en la Figura A.2 vimos que las protestas relativas a las pensiones y al sistema
previsional no son las más frecuentes y están acotadas a sólo unos meses del año, en la
Figura A.3 vemos que, si consideramos el indicador de número de participantes en cada
tipo de protesta, las relativas a pensiones son las que logran mayor capacidad movilizadora. En efecto para el 2016 las demandas relativas a pensiones movilizaron más personas
que la suma de todas las otras demandas. Sin duda el movimiento social de trabajadores
“No+AFP” jugó un rol fundamental en esta tendencia.
¿QUIENES REALIZAN ACCIONES DE PROTESTA LABORAL?
En la Figura A.4 podemos ver la distribución de las acciones de protesta laboral en términos porcentuales, según los grupos que las protagonizan. Para obtener este cómputo
observamos al grupo principal asociado a cada acción de protesta. Vemos que más de la
mitad de las protestas laborales son realizadas por los empleados públicos (56%), en segundo lugar, los empleados del sector privado (27%) y en tercer lugar, los trabajadores por
cuenta propia (12%). Es interesante observar que los únicos grupos no trabajadores que
realizan protestas laborales son los estudiantes y los partidos políticos, ambos con porcentajes muy marginales. En este sentido, la distribución señalada se encuentra desbalanceada dentro del universo de trabajadores: el sector público alcanza el mayor porcentaje de
acciones, básicamente como consecuencia de su capacidad organizativa, a pesar de que su
fuerza laboral sea menor a la del sector privado.
Si consideramos a los tres grupos principales de acciones de protesta laboral, en la Figura
A.5 podemos ver que el trato represivo desde el Estado es diferenciado. Pese a que, de
los tres principales, los trabajadores por cuenta propia son los que menos realizan acciones de protesta, son los que concitan mayor presencia policial (28,1%) y mayor represión,
expresada en enfrentamientos y arrestos (6,8%). Por otro lado, podemos observar que el
sector público, en relación a los trabajadores por cuenta propia, tiene menos de la mitad de
presencia policial (12%) una cifra similar de enfrentamiento con la policía (6,4%) y una cifra
menor de arrestos (3,9%). Por último, el grupo menos reprimido resulta ser el de trabajadores del sector privado con apenas un 2,1% de enfrentamientos y un 0,8% de arrestos. Estas
diferencias pueden explicarse, en parte, por el tipo de tácticas complementarias que utiliza
cada uno de estos grupos durante las acciones de protestas.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
55,5%
Empleados en el sector público
26,5%
Trabajadores por cuenta propia o de pymes
12,2%
Trabajadores intermedios
1,9%
Estudiantes
1,3%
Partidos políticos
1,1%
Desempleados, cesantes
0,7%
Otros
0,9%
FIGURA A.5 - GRUPOS DE ACCIONES DE PROTESTA LABORAL
Arrestos
Enfrentamientos
Presencia Policial
6,8%
Cuenta Propia
6,8%
28,1%
0,8%
Privado
2,1%
10,9%
3,9%
Público
6,4%
12,0%
¿CÓMO SE REALIZAN LAS ACCIONES DE PROTESTA LABORAL?
La Figura A.6 muestra que las acciones de protesta de los trabajadores por cuenta propia
incluyen tácticas disruptivas de cortes de camino y barricadas con mayor frecuencia que las
acciones de los otros grupos (35%). Por su parte, los trabajadores dependientes (del sector
público y privado) cuentan con mucha más presencia de paralización de actividades como
principal táctica de protesta -56,7% para el caso de los empleados del sector privado y 46,3%
para los empleados del sector público. Esto complementa, en gran parte, la Figura 4 donde se
veían las diferencias en represión. Esto ya que la paralización de actividades puede llevarse
a cabo en total paz, lo que incluso las puede llevar a ser un recurso más legal que propio de
un movimiento social contencioso. Además, las huelgas del sector público a pesar de ser
prohibidas por la constitución, gozan de cierta legitimidad en el Estado. Los trabajadores por
cuenta propia, en cambio, al no contar con un empleador directo frente al cual poder realizar
una interrupción del proceso de trabajo (huelga laboral), se ven obligados a acciones más
disruptivas orientadas a llamar la atención de la opinión pública y las autoridades. Más allá
de esas diferencias, podemos ver que todas las tácticas laborales tienen como característica
común un bajo uso de violencia (destrucción de inmobiliario, enfrentamiento con policía, heridos, ataques, etc.) y son en general pacíicas, pero más disruptivas para el caso de quienes se
alejan de la posibilidad de generar disrupción productiva con el cese del trabajo.
Para saber más
A
FIGURA A.4 - GRUPOS DE ACCIONES DE PROTESTA LABORAL
Empleados en el sector público
12
13 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
A
Para saber más
FIGURA A.6 - TÁCTICAS DE ACCIONES DE PROTESTA LABORAL
?/82@/ - .-=4>4B/24C5
71>918/>60
D/8/>4B/24C5
T-./0 1 -213/24-560
7-8960 :6 819/ - ;/8842/:/0
<19-:60981294=/0 - =4->659/0
10,4% 7,7% 5,5%
35,0%
1,6%
6,3%
12,3% 2,5%
Trabajadores por cuenta
propia o de pymes
2,0%
56,7%
Empleados en el
sector privado
0,5%
46,3%
6,2% 9,6% 1,9%
Empleados en el
sector público
B
B. !" #$"% & '%() *"x+),"
Valentina Paredes
FEN – U.CHILE - COES
A pesar de los grandes logros económicos en las últimas décadas, Chile sigue ocupando
el lugar 73 de 145 países en el Índice de Brechas de Género del World Economic Forum
(World Economic Forum, 2015). Esto se maniiesta en las importantes brechas en participación laboral como política entre hombres y mujeres, donde Chile tiene uno de los porcentajes más bajos de la región, además de diferencias salariales, entre otras. Según datos
de los Indicadores de Género del Instituto Nacional de Estadísticas, el año 2015 hubo 45
femicidios y 112 femicidios frustados, alcanzando una tasa de 0.49 y 1.23 respectivamente.
Durante los últimos años, las protestas y movilizaciones en torno a las temáticas de género
han empezado a alcanzar notoriedad en Chile. Sin embargo, todavía no existe un análisis
sistemático de dichas movilizaciones. Los datos del Observatorio de Conlictos presentan
una oportunidad para caracterizar las movilizaciones en Chile, y en particular, las acciones de protesta de género. Del total de 4,033 acciones contenciosas recolectadas por el
Observatorio de Conlictos entre los años 2015 y 2016, el 1.5% corresponden a acciones
asociadas a demandas de género, donde se entienden como demandas de género las demandas feministas o asociadas a mujeres, entre las cuáles se incluyen la violencia contra
la mujer, la igualdad de salarios, cuotas políticas, educación o capacitación para mujeres,
anti discriminación, entre otras; y demandas de minorías sexuales, entre las cuáles se
consideran derechos de gays, lesbianas, transexuales, entre otras demandas de minorías
sexuales. De las acciones asociadas a demandas feministas, tres casos están asociados a
demandas feministas o de mujeres en general, y 46 asociados a demandas en contra de la
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
B
Para saber más
violencia hacia las mujeres. De esta forma, a pesar de la existencia de importantes brechas
de género en salarios y participación política, esto no se ha manifestado en la forma de
una protesta. De las acciones asociadas a demandas de minorías sexuales, ocho estaban
asociados a demandas de minorías sexuales en general, uno asociado a derechos de gays,
dos a derechos de transexuales y uno a otras demandas de minorías sexuales.
El Observatorio de Conlictos recolectó información del número de participantes para 1,291
del total de las manifestaciones. El Cuadro B.1, columnas 1 y 2, muestra el número promedio de participantes por acción contenciosa y el número de casos con información sobre el
número de participantes. Las acciones asociadas a demandas de género fueron acciones
grandes de acuerdo al número de participantes: el número promedio de participantes en
manifestaciones por demandas de minorías sexuales fue el más grande entre las 15 áreas
de demanda, con más del doble de participantes promedio que el segundo lugar. Las manifestaciones asociadas a demandas feministas ocuparon el 5to lugar.
CUADRO B.1 - NÚMERO DE PARTICIPANTES DE ACUERDO AL ÁREA DE LA DEMANDA
Participantes
promedio por
acción contenciosa
Número de
acciones con
información
Estimación
participantes
promedio
Número de
acciones con
información
Número de
acciones totales
Antiinmigrantes /Grupos étnicos
150
2
130
2
2
Ecologista/ Ambientalista
885
15
16,887
40
53
Educación
6,472
163
15,831
366
504
Laborales
2,646
506
14,368
1,033
1,674
Minorías Sexuales
20,060
4
16,598
8
12
Feminista/ Mujeres
4,708
19
14,384
34
49
872
70
12,313
128
183
6,259
89
16,829
219
289
Pueblos Originarios
246
105
10,664
173
238
Régimen Militar
51
18
15,929
45
110
Regionalistas, urbanas y/o locales
446
99
12,701
186
265
Salud
325
26
14,967
59
99
Sin Clasiicar
358
100
12,314
184
332
9,233
40
12,317
62
101
238
35
17,992
108
122
Área Demanda
Otros
Sistema Político
Cuestiones Valóricas
Vivienda
Nota: La estimación de participantes se realiza utilizando la categoría de tamaño de cada acción,
a la que se le asigna la media de participantes de las acciones contenciosas de su categoría
4.- La media de participantes en las acciones de protesta para las categorías 1 a 6 son: 5, 26.5, 60, 200, 2000 y 26,500.
14
15 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
B
Para saber más
Debido a que el número de participantes no pudo ser recolectado para un número importante de acciones, las columnas 3 y 4 del Cuadro B.1 muestra una estimación del número
de participantes utilizando una clasiicación de las acciones en seis categorías de acuerdo
a su tamaño: acciones de menos de 10 participantes, entre 10 y 49 participantes, entre 50
y 99 participantes, cientos de participantes, miles de participantes y decenas de miles de
participantes. Luego, a cada caso se le asigna la media de participantes de su categoría4 ,
y se usa esta estimación de participantes para calcular el promedio. Usando esta estimación, el número de asistentes promedio en acciones asociadas a demandas de minorías
sexuales quedan en 4to lugar, después de vivienda, ecologistas y político; mientras que las
acciones asociadas a demandas feministas quedan en 8vo lugar.
Al analizar el tipo de participantes, se observa que los participantes de acciones asociadas
a demandas de género son hombres (41 acciones), mujeres (50 acciones), grupos de simpatizantes o ailiados a partidos políticos u organizaciones políticas (21 acciones), jóvenes (12
acciones), homosexuales, minorías sexuales y feministas (11 acciones), residentes o vecinos
(dos acciones), grupos religiosos (una acción) y artistas (una acción). La Figura B.1 muestra
que, del total de acciones en las que participan homosexuales, minorías sexuales y feministas, el 50% tiene relación con demandas de género; el 14% de las acciones en las que participan simpatizantes o ailiados a partidos u organizaciones políticas son sobre demandas de
género, así como el 10% de las acciones en las que participan mujeres, el 9% de las acciones
en las que participan hombres y el 5% de las acciones en las que participan jóvenes (notar
sin embargo que no estamos contando los casos en los que participan estudiantes).
Finalmente, el Cuadro B.2 muestra el número de organizaciones participantes en las manifestaciones. Nuevamente, vemos que las manifestaciones asociadas a demandas feministas y de
minorías sexuales son acciones grandes en cuanto al número de organizaciones participantes,
ocupando el tercer y cuarto lugar en número de organizaciones promedio por caso.
FIGURA B.1 - PARTICIPACIÓN DE ACTORES EN ACCIONES CONTENCIOSAS
Feminista / Mujeres
Minorías Sexuales
50
409
45
Otras demandas
450
428
400
40
326
35
350
300
30
250
212
25
200
20
150
128
15
100
10
5
50
3
0
Artistas
43
1
Jóvenes
Homosexuales
/feministas
0
Hombres
Mujeres
Grupos
religiosos
Simpatizantes
partidos
Residentes
o vecinos
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
16
B
Número de organizaciones Participantes
Área Demanda
0
1
2
3
4
5
6
7
10 o más
Promedio
Antiinmigrantes /Grupos étnicos
0
2
0
0
0
0
0
0
0
1.0
Ecologista/ Ambientalista
17
19
9
1
2
0
0
0
5
1.8
Educación
220
170
69
31
9
1
3
1
0
0.9
Laborales
541
886
160
39
14
11
14
1
8
1.0
Minorías Sexuales
3
4
4
1
0
0
0
0
0
1.3
Feminista/ Mujeres
17
23
5
2
1
0
0
0
1
1.1
Otros
67
96
10
4
4
1
1
0
0
0.8
Sistema Político
95
142
28
17
6
1
0
0
0
1.0
Pueblos Originarios
142
81
10
1
2
1
1
0
0
0.5
Régimen Militar
67
26
14
2
1
0
0
0
0
0.6
Regionalistas, urbanas y/o locales
157
86
16
4
2
0
0
0
0
0.5
Salud
31
58
5
2
3
0
0
0
0
0.9
Cuestiones Valóricas
16
44
1
2
2
0
1
0
35
4.1
Vivienda
59
52
9
1
1
0
0
0
0
0.6
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Observatorio de Conlictos
Para saber más
CUADRO B.2 - NÚMERO DE ORGANIZACIONES PARTICIPANTES DE ACUERDO AL ÁREA DE LA DEMANDA
17 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
3. EFGHIF HGJKL
LKM NPGQIRKM MKHKM SEÁJGNKMT
La modesta participación electoral en Chile, en un contexto general de mala evaluación de la actividad política,
suele interpretarse como apatía. Al contrario, los datos
presentados en la tabla 1.1 y la igura 1.1 sustentan la
hipótesis que la pobre participación electoral en la elección municipal de 2016, podría ser compensada mediante movilizaciones y acciones colectivas. Es decir, en
lugar de apatía, la desafección política se asociaría a la
búsqueda de otras formas de incidencia directa en la
opinión y políticas públicas.
Esta hipótesis se apoya en diversas observaciones. Primero, existe una moderada correlación negativa (r=-0.13,
>90%) entre la tasa de participación electoral y la cantidad
de manifestantes por cada 100 habitantes, calculadas a
nivel de las conurbaciones y comunas para los que se reportan conlictos en los años 2015 y 2016. Segundo, se
observa que el número de organizaciones por cada 100
habitantes se asocia positivamente con la participación
electoral (r=0,38, >99%) y negativamente con la cantidad
promedio de manifestantes en las acciones contenciosas (r=0,16, >90%, tabla 1.1). Estas relaciones sugieren
que existe un efecto compensatorio entre la participación electoral y la movilización masiva, mientras que la
cantidad de organizaciones se asocia a un mayor interés
electoral. Todo lo anterior sugiere que existen repertorios
diversos de participación que articulan distintas tácticas,
democráticas, colaborativas y contestatarias.
La variabilidad de repertorios queda de maniiesto en
el caso de las 10 comunas más movilizadas en los años
2015 y 2016, ya que 8 de ellas exhibieron una tasa de
participación electoral muy por encima del promedio
nacional (tabla 1.2), siendo territorios de intensa acción
colectiva por múltiples vías. En contraparte, también
existen territorios con baja votación y movilización, los
que corresponderían al caso típico de la apatía, pero son
sólo una fracción del total nacional. Y en la mayoría de
los casos, principalmente comunas poco pobladas, se
observa una participación electoral sobre el promedio
nacional que tiende a reducirse con niveles de movilización más elevados, según lo explicado en la hipótesis
antes presentada (igura 1.1).
En suma, de esto se puede inferir la falsedad que generaliza el primer mito: los chilenos, lejos de ser apáticos,
participarían de distintas formas, con repertorios que
incluyen tácticas democráticas, colaborativas y contestatarias en distinta medida. En particular, por cada
100 habitantes, hay 15 participantes al año en acciones
contenciosas. Y aunque la fracción de la población que
se moviliza es menor porque muchos de éstos asisten
en repetidas ocasiones, este dato da cuenta de una importante presencia contestataria en el espacio público.
Sin embargo, todo lo anterior no excluye que exista una
fracción de territorios aparentemente apáticos, dentro
de lo que pudimos observar.
TABLA 1.1 - CORRELACIÓN DE ÍNDICES DE ACTIVIDAD POLÍTICO-SOCIAL
Correlaciones
Nivel
Ciudades
Voto/
100 electores
Voto/100 habs
Organizaciones/
100 habs
Conflictos-año/
100 habs
Manifestantes/
Conflicto
Manifestantes-año/
100 habs
0,38***
0,12*
-0.15*
-0,13*
0,09
-0,16*
-0,09
-0,11
0,55***
Organizaciones/100 habs
Conlictos-año /100 habs
Manifestantes/ Conlicto
Promedios
0,50***
33
0,8
0,01
1835
15
Signiicancia estadística coeicientes: ***>99% **>95% *>90%
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
18
FIGURA 1.1 - PARTICIPACIÓN ELECTORAL Y TASA DE MANIFESTANTES EN CONURBACIONES Y COMUNAS DE CHILE
Críticos
Vehementes
PROMEDIO CHILE
50
Guaitecas
Chanaral
Valdivia
Manifestantes año/100 Habitantes
Antofagasta
Pichilemu
Santiago
Valparaiso
Alto Carmen
Temuco
Coyhaique
Caldera
Puerto Montt
15
Freirina
Queilen
Pica
Sierra Gorda
PROMEDIO CHILE
Copiapo
Coquimbo
Tortel
Concepción
Punta Arenas
Iquique
Treguaco
Arica
Curicó
CalamaRancagua
Osorno Los Angeles
Cochrane
Rio Ibañez
Chillan
Curacautin
Talca
0
Lago Verde
Cochamo
Los Sauces
Quillota
Licanten
Cholchol
San Juan
Apáticos
Convencionales
20
33
Porcentaje votos emitidos
80
TABLA 1.2 - PARTICIPACIÓN ELECTORAL EN LAS COMUNAS MÁS MOVILIZADAS
UVWXYZ[ \VY WZ]or frecuencia de conflictos por habitante
Tasa de votación municipales 2016
1. Guaitecas
64%
2. Tortel
68%
3. Ercilla
51%
4. Contulmo
62%
5. Sierra gorda
37%
6. Coyhaique
29%
7. Camina
56%
8. Tirua
62%
9. Ohiggins
58%
10. Collipulli
48%
Total nacional
35%
19 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
4. ^_`bdef ghiO:
jk lmOi_^Tk _^ _^lfdiÁd_k
Si bien es posible imaginar casos excepcionales de
protestas espontáneas, como por ejemplo pasajeros
del Transantiago bloqueando calles por la lentitud del
servicio, la teoría de la movilización de recursos airma
que detrás de un evento contencioso por lo general se
encuentra presente algún tipo de organización (formal o
informal), una “infraestructura”. La evidencia observable
de conlictos en Chile es parcialmente consecuente con
esta teoría: el 58% de ellos exhiben presencia de organizaciones (tabla 2.1).
Cabe destacar que el reporteo de organizaciones en
noticias de acciones contenciosas es presumiblemente
conservador, puesto que se registra preferentemente a
organizaciones formales (en general identiicables con
siglas o acrónimos) y rara vez a organizaciones informales. Aun así, el 58% de los conlictos son descritos
como convocados por organizaciones debidamente
identiicadas. Por lo tanto, es razonable inferir que las
organizaciones cumplen un rol relevante en la manifestación pública del conlicto social, contribuyendo a
oicializarlos, y eventualmente a multiplicarlos (tabla
2.1). En contraparte, la prevalencia de organizaciones
se correlaciona negativamente con la masividad de las
acciones contenciosas (tabla 1.1 y igura 2.1), lo que
posiblemente se debe a una compartimentalización de
las causas, con distintas organizaciones movilizándose
por sus intereses especíicos. Además, en muy pocas
ciudades se observan tasas de movilización elevadas
asociadas en forma simultánea con bajas densidades
de organizaciones, lo que sugiere que la espontaneidad
del conlicto público sería excepcional y no una norma.
La evidencia disponible no basta para conirmar estas
hipotéticas relaciones de causalidad, pero al menos
sugieren que buena parte de la protesta no es espontánea. Además, es relevante que haya organizaciones
formales presentes en la mayoría de los conlictos, lo
que no descarta la participación de otras, informales, en
el resto. De todo lo anterior se iniere que el mito sobre
la espontaneidad de los conlictos como regla general
es falso, ya que existen indicios claros de una estructuración subyacente.
TABLA 2.1.- PRESENCIA DE ORGANIZACIONES EN ACCIONES CONTENCIOSAS
Acciones sin Organizaciones
Acciones con Organizaciones
Acciones sin Organizaciones
42%
58%
1,23
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
20
FIGURA 2.1 - RELACIÓN ENTRE DENSIDAD DE ORGANIZACIONES Y TASA DE MANIFESTANTES EN CONURBACIONES Y COMUNAS DE CHILE
Espontáneos
Estratégicos
PROMEDIO CHILE
50
Guaitecas
Chanaral
Manifestantes año/100 Habitantes
Valdivia
Antofagasta
Pichilemu
Santiago
Valparaiso
Alto Carmen
Temuco
Caldera
Coyhaique
Freirina
Queilen
Sierra Gorda Puerto MonttPica
15
PROMEDIO CHILE
Concepción
Copiapo
Iquique
Tortel
Punta Arenas
Arica
Treguaco
Coquimbo
Curicó
Rancagua
Calama
Chillan
Osorno
Los Angeles
Rio Ibañez
Quillota
Talca
0
Cochamo
Cochrane
Curacautin Los Sauces
Cholchol San Juan
Pasivos
0
Colectivos
8
Organizaciones / 1000 Habitantes
70
21 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
n
Para saber más
np qrstuvtwv uy tsrys wz v{vtu|w }u ~uyv{syuv }u q uy n{zu
(2015-2016). rt{zw{y
onflicto.
uvwzw|{uyts }u y
U.CENTRAL - COES
El sistema de seguridad social en Chile, basado en el ahorro individual a través de Administradoras de Fondos de Pensiones, es objeto actualmente de un conlicto social importante.
Su modiicación o completo abandono es parte de las demandas de diversos actores sociales y políticos, y el debate en torno a esto forma parte clave de la agenda pública nacional.
Los datos del Observatorio de Conlictos COES para los años 2015 y 2016 permiten describir
la dinámica de este conlicto de forma novedosa, al permitirnos trazar en el tiempo cómo
cambia la intensidad de las acciones de protesta en torno al sistema de pensiones, los actores y organizaciones involucrados, y las tácticas utilizadas en estas protestas.
Podemos identiicar en la base de datos, las acciones de interés como todas aquellas protestas orientadas a demandas por la modiicación del sistema de pensiones. En total, se
trata de 199 protestas en estos dos años, las que en la práctica se inician en Julio del 2015:
cerca del 5% del total de las acciones del período. Se trata de una cantidad importante,
considerando que se trata de una demanda especíica –aunque afecta transversalmente
a amplios sectores de la población. Se trata además de acciones especialmente masivas:
entre estas protestas, al menos un 32.2% de ellas cuentan con “miles” o “decenas de miles”
de participantes5, proporción que llega sólo al 8.6% en el resto de la base de datos.
PROTESTAS CONTRA AFPS POR REGIONES
5.- Para una parte importante de las acciones (34.5%) no es posible estimar el número de participantes.
La distribución en el tiempo y el espacio de estas acciones de protesta arroja inmediatamente tendencias interesantes. Sólo el 12.6% de estas protestas (25 acciones) contra el sistema
de AFPs se producen en la Región Metropolitana (para el resto de las acciones, esta proporción llega al 17.2%, una diferencia signiicativa). En efecto, las regiones que concentran más
de estas acciones son las de Bío-Bío (31) y Los Ríos (26). Las regiones de Los Lagos (19),
La Araucanía (14), Atacama (13), Antofagasta (12) y Coquimbo (11) también destacan por la
frecuencia de protestas contra el sistema de pensiones en relación a su población.
Si ponemos el foco en el tiempo, observaremos al menos cuatro picos importantes de
movilización, separados por meses de actividad nula o casi nula. Las protestas se inician
en Julio del año 2015, elevándose paulatinamente hasta Septiembre. Luego de una baja
importante entre Octubre y Noviembre de ese año, observamos una fuerte alza de la conlictividad en torno a las AFPs en Diciembre del 2015, cuando se producen 17 protestas en
todo el país. Luego de esta oleada de protestas, las acciones contra el sistema de AFPs se
desvanecen prácticamente hasta Julio y Agosto del 2016, con números muy superiores a
los del año anterior. Luego de una pausa en Septiembre, vuelven en Octubre para alcanzar
su máxima extensión en Noviembre del año pasado: 68 acciones en un mes.
Esta distribución temporal no parece relejar una estacionalidad, como otro tipo de conlictos, sino que sugiere el resultado progresivo de esfuerzos de acumulación y coordinación de
distintos actores sociales: sugiere, en suma, que las protestas contra las AFPs se desprenden efectivamente de un “movimiento social” organizado. Este movimiento no sólo aumenta
en su actividad y presencia mediática, sino que se expande geográicamente en el tiempo. Si
en el 2015 actúa sobre todo en la Región Metropolitana, secundada por las regiones de Los
Ríos y Los Lagos, en las olas de protesta del año 2016 produce importantes movilizaciones a
lo largo del país, y especialmente numerosas en las regiones de Atacama, Bío-Bío y Los Ríos.
PROTESTAS CONTRA AFPS Y GRUPOS SOCIALES REPORTADOS
22
Para saber más
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
23 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Para saber más
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
El desarrollo de un movimiento social orientado al cambio del sistema de pensiones se
puede observar también en cambios en la composición reportada de los participantes en
las acciones, que se expande y diversiica. Los principales actores sociales mencionados
en estas protestas son “Hombres” y “Mujeres”, “Jóvenes” y “Adultos Mayores”, “Funcionarios
Públicos” y “Trabajadores” del sector privado o a cuenta propia, así como “Militantes” y
simpatizantes de organizaciones políticas. La presencia de estos distintos actores varía sin
embargo en el tiempo. En el 2015, los Funcionarios Públicos son el único actor especíico
(más allá de Hombres y Mujeres) que aparece mencionado recurrentemente en las acciones de protesta contra las AFPs. Desde Julio del 2016, en cambio, las protestas comienzan
a asociarse explícitamente a un movimiento de “Jóvenes” y “Adultos Mayores”, y entran en
escena Organizaciones Políticas y de Trabajadores.
Estas transformaciones se observan también en las organizaciones convocantes, que incluyen entre las más frecuentes a organizaciones de funcionarios públicos (ANEF, CONFUSAM, ANFDGAC), un movimiento político (Indignados), y el caso especial de la Coordinadora
No + AFP: una organización especialmente abocada a la coordinación de distintos actores
sociales para presionar por la modiicación del sistema de pensiones.
Durante el año 2015, las organizaciones más presentes son asociaciones de funcionarios
especíicas (ANFDGAC, la asociación de los funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil), lo que nos habla de protestas ancladas en demandas especíicas o cuando menos
en redes sectoriales especíicas: si bien, ya entonces aparece mencionada la Coordinadora.
En Julio del 2016, en cambio, la Coordinadora No + AFP comienza a jugar un rol central. El
crecimiento explosivo de la protesta en ese mes y el siguiente viene acompañado de un rol
preponderante de esta organización, acompañada también por la CONFUSAM y el Movimiento Indignados. En Octubre, la coordinadora convoca en todos las acciones relacionados
con la demanda, mientras que en noviembre comienza a jugar un rol clave también la ANEF
y diversas organizaciones de trabajadores del sector privado.
Este cambio en la lógica de la protesta contra el sistema de pensiones se ve ratiicado
cuando observamos las tácticas utilizadas por los participantes. Durante el año 2015, priman las huelgas, lo que es consistente con la hipótesis de una movilización anclada en ejes
sectoriales especíicos. En diciembre comienzan tímidamente a cobrar relevancia las marchas. En julio y agosto del 2016, en cambio, y coincidiendo con el fortalecimiento del papel
de la Coordinadora No + AFP, las marchas y manifestaciones se convierten en la principal
herramienta de protesta contra el sistema de pensiones. Se incorporan, a su vez, tácticas
orientadas a la mediatización del conlicto, como la realización de performances artísticas
por parte de los manifestantes.
El mes de noviembre, el máximo pico de movilización contra el sistema de pensiones,
marca también un cambio fuerte en las tácticas del movimiento. En efecto, las marchas
aumentan sólo levemente en este mes en relación a octubre: en cambio, aumentan espectacularmente los cortes de rutas y carreteras. Se produce, en suma, una expansión de la
actividad de protesta (concentrada en las regiones Metropolitana, Bío Bío y Los Ríos), así
como también una radicalización de las medidas de presión.
En suma, los datos del Observatorio de Conlictos no sólo nos han permitido mostrar la
expansión geográica y numérica de las protestas en torno al sistema de AFPs. Adicionalmente, el análisis sobre las organizaciones convocantes, los actores sociales involucrados,
y las tácticas de protesta utilizadas, también permiten describir un movimiento social de
creciente articulación y diversidad, así como un proceso de radicalización de la protesta
hacia ines del año pasado. En la medida que se incorpore la información sobre el año 2017,
podremos observar si estas tendencias tienden a atenuarse o cambian de rumbo con el
nuevo escenario electoral.
PROTESTAS CONTRA AFPS Y ORGANIZACIONES REPORTADAS
PROTESTAS CONTRA AFPS Y TÁCTICAS REPORTADAS
24
Para saber más
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
25 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
5. TERCER MITO:
LOS ESTUDIANTES SON EL ACTOR SOCIAL CON MAYOR
PODER DE MOVILIZACIÓN.
Desde el 2011, las manifestaciones estudiantiles y especialmente universitarias, han copado la agenda de
los medios, y sobre todo incidieron decisivamente en la
agenda política, particularmente bajo la administración
de Michelle Bachelet. Siendo un sector con alto poder de
convocatoria a través de sus federaciones, los estudiantes tienen una alta participación en acciones contenciosas, alcanzando un 27% en la Región Metropolitana. Sin
embargo, la participación organizada de estudiantes se
reduce a la mitad o menos en otras regiones del país y
decae considerablemente cuando otros tipos de organizaciones protagonizan los conlictos, lo que indica un
bajo nivel de interacción con otros sectores y poca cobertura territorial (Tabla 3.1).
Considerando el número de manifestantes en acciones con distintos tipos de demandas, es indudable que
la movilización por educación tiene un alto poder de
convocatoria, representando un 29% del volumen de
participación, con sólo un 13% de las acciones únicas
(tabla 3.2). Esta convocatoria tiene una marcada estacionalidad, concentrándose entre abril y septiembre,
con patrones y volúmenes bastante similares en 2015 y
2016 (igura 3.1). Los conlictos de índole laboral tienen
un comportamiento muy diferente, sin una estacionalidad clara y con una mayor frecuencia de acciones, que
alcanzan un 36% del total, pero un menor volumen de
participantes que sólo representa el 19% (tabla 3.2).
Además de estos dos sectores protagonistas de la conlictividad pública en Chile, en el año 2016 irrumpe un
nuevo actor social, el movimiento “No+AFP”, al alero de
demandas transversales por una mejora del sistema
de pensiones. Esta causa, prácticamente ausente en el
año 2015, se masiica en el segundo semestre de 2016,
alcanzando un peak de participación el 18 de agosto, y
llegando a representar un 31% de las personas movilizadas con sólo un 8% de los acciones de ese año (tabla
3.2 y igura 3.1).
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
De todo lo anterior se puede airmar que, no obstante la
relevancia y la fuerte visibilidad social de la que gozan
las acciones de protesta estudiantil6, resulta exagerado
decir que los estudiantes son el principal actor social en
materia de conlictos. Cuando se trata de causas educacionales, es evidentemente el movimiento estudiantil quien las lidera, pero éste muestra una escasa interacción con otras demandas y tipos de organizaciones.
Además, la capacidad de movilización de los estudiantes
aparece altamente concentrada en el tiempo (2° trimestre de cada año), en el espacio (en la RM) y muy especializada en demandas educativas. Y considerando que el
volumen de participantes es el factor que ha instalado
la percepción del liderazgo estudiantil en la movilización
social, es destacable la irrupción de las demandas por
pensiones, que conquistan decisivamente el liderazgo del espacio contencioso en el segundo semestre de
2016 y en distintas regiones del país (igura 3.1).
En suma, aunque son un actor muy relevante, el mito del
protagonismo estudiantil indiscutido en la movilización
social es falso, ya que los espectaculares volúmenes de
participación que alcanza en forma esporádica y principalmente en el Gran Santiago, no se condicen con su
escaso impacto e interacción con otros tipos de movilización, mucho más frecuentes y constantes en el tiempo,
como ocurre en el ámbito laboral, o incluso más masivas,
espectaculares y transversales a distintos territorios y
grupos etarios, como en el caso de “No + AFP”. La viñeta de Sofía Donoso permite hacerse una idea aún más
precisa del rol e importancia del movimiento estudiantil.
6.- Las comunas en donde hay mayor cantidad de movilizaciones estudiantiles son Santiago, Temuco, Valparaíso,
Valdivia, Iquique y Concepción.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
FIGURA 3.1 - NÚMERO DE MANIFESTANTES DEMANDANDO POR EDUCACIÓN, PENSIONES Y ASUNTOS LABORALES, 2016-2016
2015
2016
Número de Manifestantes por por semana
350000
300000
250000
200000
150000
100000
50000
0
1
14
27
40
53
66
79
92
105
Trimestres / Semanas
Laborales
Pensiones
TABLA 3.1 - PARTICIPACIÓN DE ESTUDIANTES EN
ACCIONES CONTENCIOSAS
Educación
TABLA 3.2 - PORCENTAJE DE ACCIONES Y MANIFESTANTES POR
DEMANDAS LABORALES, DE EDUCACIÓN, PENSIONES Y OTROS.
Conflictos donde …
Estudiantes
organizan (%)
Estudiantes
acompañan (%)
Metropolitana
Magallanes
26
17
1
1
Sin organización de estudiantes (%)
73
81
Tarapacá
15
5
80
Valparaíso
Atacama
Los Lagos
Los Ríos
Antofagasta
Bío-bío
Araucanía
O'Higgins
Maule
Arica y Parinacota
Coquimbo
Aysén
14
13
13
13
12
12
12
9
9
9
8
3
1
1
3
3
1
0
1
1
1
5
2
0
85
87
85
84
88
87
87
90
90
86
90
97
Región
2015
2016
Total
Manifestantes
34%
26%
29%
Acciones
10%
14%
13%
Manifestantes
18%
20%
19%
Acciones
34%
37%
36%
Manifestantes
0.1%
31%
19%
Acciones
1%
8%
5%
Manifestantes
49%
24%
33%
Acciones
55%
41%
46%
Educación
Laboral
Pensiones
Otros
26
27 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
D
Para saber más
D. Conflictos en torno a la educación, 2015-2016
Sofía Donoso
COES
A partir del año 2006 y en particular el 2011, los chilenos nos hemos acostumbrado a
movilizaciones estudiantiles periódicas demandando reformas estructurales al modelo
educacional del país. Los datos del Observatorio de Conlictos muestran que el conlicto
en torno a la educación es de carácter nacional, con una particular presencia en la Región Metropolitana (25,9%), Los Lagos (12,6%), Araucanía (11.4%) y Valparaíso (10,4%). El
movimiento estudiantil, el cual ha liderado la demanda educacional, no sólo ha alcanzado
una alta notoriedad pública e impacto en la agenda de políticas públicas, sino que también
apoyo ciudadano sostenido a lo largo del tiempo.7
A pesar de la intensa ola de protestas del año 2011, las demandas educacionales no tuvieron mayor respuesta durante el gobierno de centro-derecha presidido por Sebastián
Piñera entre 2010 y 2014. No obstante, la entonces oposición de centro-izquierda incorporó
en su agenda política varias de las banderas de lucha de los estudiantes. Después de ser
electa en enero del año 2014, la Presidenta Michelle Bachelet ha enviado diversos proyectos de ley al Congreso, ante lo cual el movimiento estudiantil y sus seguidores se han
mantenido expectantes.
Para el movimiento estudiantil, el paso de un gobierno de centro-derecha, crítico de sus
demandas, a uno de centro-izquierda que adopta la agenda educacional como eje de su
administración, involucró una apertura de la estructura de oportunidades políticas. Esto
signiica una mayor disposición por parte de las autoridades políticas tanto para aceptar la existencia de movilizaciones como para responder a las demandas estudiantiles. Al
mismo tiempo, sin embargo, ante un antagonista menos deinido en comparación con el
gobierno de Piñera, el movimiento estudiantil ha tenido menor capacidad de convocatoria.
Así, a pesar de que las protestas estudiantiles probablemente sean las más presentes en
el imaginario público, no es de sorprender que el número de participantes en acciones de
protesta con demandas educacionales no sea muy superior al de protestas motivadas por
otras temáticas. Como muestra la tabla D.1, si bien un porcentaje considerable de las protestas con demandas educacionales reunió cientos (27,4%) y miles (15,3%) de participantes, también lo hicieron las protestas feministas, ambientalistas y por reformas al sistema
político. Asimismo, el Observatorio de Conlictos muestra que las acciones de protesta con
demandas educacionales no están entre las protestas más masivas, esto es, las que registran decenas de miles de participantes.
Durante el periodo bajo análisis, los años 2015-2016, las acciones de protesta con demandas educacionales estuvieron dirigidos principalmente al gobierno o autoridades nacionales (67,5%), instituciones educativas (39%) y gobierno o autoridades regionales o locales.
Los datos del Observatorio de Conlictos permiten también analizar la demanda educacional en detalle. Como muestra la tabla D.2, cuando se identiica una demanda especíica,
7.- Durante el año 2011, la encuesta de Adimark del mes de septiembre registró que el 79% de los chilenos apoyaba al movimiento estudiantil (http://www.
adimark.cl/es/estudios/documentos/0_9_ev_gob_sept2011_.pdf). En junio del 2016, la misma encuesta reporteaba que el 63% declaraba apoyar el movimiento
estudiantil (http://www.adimark.cl/es/estudios/documentos/28_eval%20gobierno%20jun_2016%20vnuevo.pdf).
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
28
Cientos
Miles
Decenas
de miles
No es posible
estimar
Educación
1,7%
11,9%
14,1%
27,4%
15,3%
3,1%
26,4%
Reforma sistema político
1,6%
6,2%
16,5%
28,6%
15,5%
3,2%
28,3%
Regionalistas, urbanas y/o locales
3,0%
17,5%
19,7%
25,5%
7,9%
0,8%
25,5%
Vivienda
3,9%
17,8%
34,9%
28,7%
3,9%
0,0%
10,9%
Pueblos originarios
33,5%
17,3%
8,5%
9,7%
2,8%
0,4%
27,8%
Laborales
1,8%
11,2%
13,0%
27,7%
7,7%
1,2%
37,5%
Régimen militar
9,1%
12,1%
16,7%
10,6%
3,0%
0,0%
48,5%
Feministas, mujeres
1,9%
1,9%
13,0%
31,5%
13,0%
7,4%
31,5%
Cuestiones valóricas
0,9%
6,1%
16,7%
22,8%
11,4%
7,0%
35,1%
Ecologista, ambientalista
2,0%
10,0%
26,0%
30,0%
11,0%
1,0%
20,0%
Minorías sexuales
4,5%
13,6%
4,5%
31,8%
9,1%
13,6%
22,7%
Salud
3,2%
14,7%
17,9%
19,2%
3,8%
0,6%
40,4%
TABLA D.2: DEMANDAS EN EDUCACIÓN (TOTAL MENCIONES), 2015-2016
%
Frecuencia
Problemas vinculados a instituciones especíicas
25,9
251
Educación en general
21,1
204
Educación gratuita, publica
17,4
168
Otras demandas educativas
12,1
117
Faltas ético-legales, lucro en educación, irregularidades legales, coimas, etc.
9,5
92
Costos de educación, deudas educativas
4,4
43
Cobertura, calidad y desigualdad educativa
3,6
35
Derechos o situación de profesores o funcionarios administrativos
3,4
33
Beneicios asociados a condición de estudiante
1,7
16
Aspectos curriculares y de contenidos
0,9
9
Total
100
968
éstas se reieren a problemas vinculados a instituciones especíicas (25,9%), educación
gratuita y pública (17,4%) y faltas ético-legales, lucro en educación, irregularidades legales, coimas, etc. (9,5%).
Es importante subrayar que en muchas acciones de protesta con demandas educacionales,
hay también demandas que van más allá de esta temática. Por ejemplo, en el 17,7% de las
acciones con demandas de educación, hay también una demanda por reformas al sistema
político, en el 12,2% demandas laborales, en el 5,5% demandas regionalistas, urbanas y/o
locales y en el 3,9%% demandas ambientalistas.
Revisar las distintas demandas presentes en las acciones de protesta educacionales es
indicativo de la cercanía entre distintas demandas sociales en el Chile contemporáneo. Los
datos del Observatorio de Conlictos permiten también identiicar los grupos sociales que
participan en las acciones de protesta, lo cual también puede ser una muestra de los posibles aliados de la demanda educacional. Analizando los datos, sin embargo, se observa que
Para saber más
D
TABLA D.1: NÚMERO DE PARTICIPANTES EN ACCIONES DE PROTESTA CON DISTINTAS DEMANDAS, 2015-2016
29 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Para saber más
D
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
el principal grupo social en las acciones de protesta con demandas educacionales son estudiantes universitarios (34,29%), estudiantes secundarios (30,86%) y estudiantes en general (5,2%). En mucho menor grado, hay presencia también de trabajadores empleados en el
sector público (7,74%), trabajadores empleados en el sector privado (3,10%), trabajadores
por cuenta propia o de pymes (1,55%) y trabajadores en general (1,22%). En otras palabras,
las acciones de protestas con demandas educacionales son lideradas casi exclusivamente
por estudiantes y no hay una transversalidad de actores movilizándose por esta temática.
¿Qué tácticas caracterizan las acciones de protesta con demandas educacionales? En primer lugar, los datos muestran las tácticas no son mayormente variadas; en general se emplean una o dos tácticas (64% y 24%, respectivamente). Las tácticas más recurrentes son las
marchas (36,3%), tomas u ocupación de ediicios (28,5%), manifestaciones (17,5%), huelga
o paro de actividades (17,1%), cortes o tomas de rutas, calles, caminos, puertos, puentes o
accesos (12,6%) y coros, cánticos, slogans o consignas proferidas por parte de los manifestantes (10%). Del conjunto de estas tácticas, las huelga o paro de actividades, los cortes
o tomas de rutas, calles, caminos, puertos, puentes o accesos y las tomas u ocupación de
ediicios son consideradas tácticas disruptivas no violentas y el resto tácticas pacíicas.
Resulta interesante analizar los datos sobre las tácticas en conjunto con las cifras reporteadas sobre violencia empleada por Carabineros en acciones de protesta con demandas
estudiantiles. Como indica la literatura sobre movimientos sociales, una de las variables
centrales que las organizaciones detrás de las movilizaciones consideran al deinir las tácticas a emplear es la probabilidad de represión en un contexto político en particular. A pesar del uso predominante de tácticas paciicas en las acciones de protesta con demandas
educacionales, hay mayor violencia policial en éstos que en protestas con cualquier otra
demanda. Como se muestra en la sección de este informe sobre el uso de violencia en las
acciones de protesta en Chile, esta tendencia se mantiene incluso controlando por otros
factores tales como el tipo de táctica empleada y el número de participantes. No es posible
determinar si la mayor presencia de violencia por parte de Carabineros en acciones de protesta educacionales se debe a que estas protestas han concitado más atención mediática
en comparación con protestas relacionadas con otras demandas y que, por lo tanto, haya
un mayor registro en este caso. No obstante, el registro de una mayor violencia policial en el
caso de las protestas educacionales es indicativo de que el conlicto educacional en el Chile
actual está lejos de ser resuelto. Su seguimiento por parte del Observatorio de Conlictos
nos permitirá identiicar la evolución sus principales características a lo largo del tiempo.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
6. CUARTO MITO:
LAS MANIFESTACIONES PÚBLICAS SON VIOLENTAS
Se trata sin duda del mito más asentado en la opinión
pública, debido a los efectos de framing y priming10
generados por los medios de prensa, tendientes a dar
mayor visibilidad a hechos violentos para incrementar
la audiencia, particularmente por televisión. Sin embargo, la observación relativamente equilibrada de las
acciones contenciosas (lo que requiere considerar una
muestra amplia de medios diferentes, tal como lo hacemos aquí) muestra una realidad bastante distinta a
la sugerida por este mito. Como lo muestra la tabla 4.1,
tan solo en el 12% de los acciones registradas en los dos
años de observación fue posible constatar el despliegue
de tácticas violentas por parte del grupo que reclama,
y en la misma proporción se observa represión activa
de fuerzas policiales. Sin embargo, la correlación entre
ambos fenómenos es baja (r=0.11) y no es estadísticamente signiicativa, estando presentes simultáneamente sólo en el 5% de las acciones (tabla 4.1).
Estos datos muestran que la represión policial de acciones contenciosas no es una respuesta sistemática a la
acción de grupos violentos en ellas. Más bien, la represión
TABLA 4.1 - VIOLENCIA Y REPRESIÓN EN ACCIONES CONTENCIOSAS
parece responder al tamaño de las manifestaciones, observándose una relación de número de participantes de 1
a 6 entre acciones no reprimidas y reprimidas (tabla 4.1).
Cabe destacar que la proporción de violencia y represión
es mucho mayor cuando se considera el subconjunto de
acciones contenciosas que han sido reportadas en dos
o más medios de prensa, alcanzando respectivamente
un 26% y 27% (tabla 4.2). Es decir, la posibilidad de que
un evento se repita en distintos medios se duplica si en
él existió violencia o represión, lo que sugiere claramente la existencia de efectos de framing y priming. Por lo
mismo, parece probable que, además de este sesgo de
repetición, exista un efecto previo de selección editorial,
que dé prioridad a la publicación de este tipo de acciones frente a otras no violentas.
A nivel de conurbaciones y comunas, la relación entre
violencia y represión es bastante heterogénea (igura
4.1), observándose una mayoría de casos bajo el promedio en ambos indicadores, otros en que efectivamente
se aprecia una correspondencia entre violencia y repre-
TABLA 4.2 - VIOLENCIA Y REPRESIÓN EN ACCIONES CONTENCIOSAS
REPETIDAS EN REPORTES DE PRENSA
Tácticas Contenciosas
Disruptivas
Violentas
Total
Represión Policial
No
Si
Total
Acciones
36%
2%
39%
Promedio
Manifestantes
1687
15642
2587
Acciones
45%
5%
49%
Promedio
Manifestantes
706
1316
774
Acciones
7%
5%
12%
Promedio
Manifestantes
78
7220
3337
Acciones
88%
12%
100%
Promedio
Manifestantes
1112
6690
1835
Tácticas Contenciosas
Represión Policial
Pacíicas
30
No
Si
Total
Pacíicas
21%
4%
25%
Disruptivas
40%
9%
49%
Violentas
13%
12%
26%
Total
75%
25%
100%
10.- El framing o “enmarcamiento” remite a los procesos de deinición de una situación por parte de agentes relevantes (en este caso, los medios de prensa), lo
que se traduce en una selección de hechos y ocurrencias, inluyendo de este modo en la formación de una opinión pública respecto a determinados temas. El
priming consiste en resaltar determinados aspectos de una situación, especialmente en imágenes (lo que lo hace especialmente notorio en televisión), condicionando de este modo la connotación percibida de los hechos. De allí el interés de analizar las líneas editoriales de los medios, que inciden en este tipo de efectos
(ver viñeta redactada por Nicolás Somma al inal de la discusión del octavo mito).
31 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
sión (en la diagonal del gráico), un grupo numeroso de
comunas en las que se observa violencia sin represión,
y casos aislados de represión sin violencia, que además
presentan bajas cantidades de conlictos registrados.
Paradojalmente, las comunas en que se observa violencia sin represión se sitúan mayoritariamente en la
región de La Araucanía, lo cual no implica que no haya
acción represiva de la fuerza pública. Más bien, esto responde a la ejecución rápida de tácticas de violencia en
zonas apartadas, como barricadas o quemas de maquinaria, sin dar tiempo a la acción policial. Esto tampoco
implica que no haya represión, sino más bien que la represión no se ejerce en acciones públicas sino de forma
focalizada hacia individuos y comunidades (ver viñeta
redactada por Hugo Romero, Felipe Castro, Nathalie Jaramillo y Cristian Alister sobre el así llamado “conlicto
mapuche” a propósito del quinto mito).
De todo lo anterior se iniere que la generalización de
este mito es falsa, ya que la gran mayoría de las acciones contenciosas son pacíicas (81%), sin observarse en
ellas ni violencia contenciosa ni represión policial. Asimismo, también es falsa la percepción de una generalizada conducta represiva de la policía. Pese a lo anterior,
un 12% de acciones violentas (aunque esta cifra puede
estar sobreestimada debido al priming editorial) representa un impacto social relevante. Las implicancias de
la violencia en acciones contenciosas son analizadas
con más detalle en la viñeta de Mónica Gerber.
FIGURA 4.1.- RELACIÓN ENTRE VIOLENCIA CONTENCIOSA Y REPRESIÓN POLICIAL
Represión sin violencia
Confrontación
1.00
PROMEDIO CHILE
Graneros
Conflictos reprimidos/totales
Frutillar
Mulchen
Colchane
Lampa
Alto Carmen
Lebu
Pichilemu
Santa Cruz
Santiago
Rengo
Cañete
Concepción
Iquique
0.14
Copiapo Valparaiso
Osorno Valdivia
Temuco
Puerto Montt
Los Angeles
Calama
Arica
Punta Arenas
Rancagua
CoquimboAntofagasta
0.00
Curicó Quillota TalcaChillan
PROMEDIO CHILE
Ercilla
Curacautin
Pacíficos
0.00
Alto Biobío
Los Sauces
Tirua
Coihueco Los Alamos
Contulmo
Perquenco
Violencia sin represión
0.12
Conflictos violentos/totales
1.00
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
32
E. Violencia de Carabineros en acciones contenciosas.
Reportes de la prensa en Chile entre los años 2015 y 2016
Mónica Gerber
UDP - COES
Distintas situaciones de violencia en la última década han puesto en cuestión el uso que
Carabineros hace de la fuerza en el contexto de movilizaciones en Chile (INDH, 2012; UDP,
2012). En un contexto democrático y según los estándares deinidos por la propia institución (Carabineros de Chile, 2014), Carabineros tiene la autoridad de utilizar la fuerza cuando
reuniones afectan de manera severa la convivencia. Sin embargo, el uso de la fuerza debe
regirse según criterios de necesidad (la fuerza como un último recurso frente a una amenaza), legalidad (uso de la fuerza según métodos autorizados) y proporcionalidad (debe
existir un equilibrio entre el grado de agresión y la intensidad de la fuerza). Estos criterios
han sido ijados con el objetivo de proteger a las personas en sus derechos y seguridad.
No obstante, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (2011, 2012) y el Centro de Derechos Humanos UDP (2012, 2013) han registrado un número importante de situaciones que
ponen en cuestión el cumplimiento de estos protocolos. Primero, se han registrado casos
de represión y maltrato físico muchas veces perpetuado en contra de grupos vulnerables
(menores de edad, personas indígenas, entre otros). Segundo, se ha reportado un uso desproporcionado de arrestos de personas que maniiestan pacíicamente y no solamente de
personas que cometen delitos. Tercero, se ha denunciado la existencia de maltrato al interior de buses de Carabineros donde existe ausencia de supervisión o iscalización.
Los informes nombrados permiten una primera aproximación para analizar la magnitud
relativa de la represión policial, principalmente en función del registro de denuncias. El presente documento pretende aportar a esta evidencia analizando los registros de violencia de
Carabineros que aparecen en distintos medios periodísticos y que fueron sistematizados
por el Observatorio de Conlicto COES. De esta forma, este documento busca responder las
siguientes preguntas: ¿Cuál es la presencia y la forma que toma la violencia policial en acciones contenciosas reportadas por medios periodísticos en Chile durante los años 2015 y
2016? ¿Cómo se relaciona la violencia policial reportada con distintas características de las
acciones? ¿Qué predice que una acción tenga mayor probabilidad de presentar violencia
policial, según la prensa? A continuación, se presentan los resultados de este análisis, sin
antes destacar la importancia de evaluar estos resultados considerando posibles sesgos
de la prensa al momento de cubrir distintas acciones.
PRESENCIA Y FORMA DE LA VIOLENCIA DE CARABINEROS
En un 12% del total de las acciones se registró la presencia de violencia policial. Cabe
ahora preguntarse por las características de las acciones que se asocian con una mayor
presencia de violencia. La Figura E.2 resume el porcentaje de acciones con presencia de
violencia de Carabineros según el día en el que ocurrió la acción, el número de participantes, la táctica utilizada, la demanda buscada y los agentes interpelados. Se observa mayor
violencia en acciones que ocurren durante días de la semana y en acciones donde participa un número mayor de personas. Como podría esperarse, se reporta mayor presencia
y violencia de Carabineros en acciones que utilizan tácticas violentas o disruptivas. Sin
embargo, también se reporta violencia en un 6% de acciones que usan solamente tácticas
Para saber más
33 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
E
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
Para saber más
pacíicas. Resulta de particular interés indagar en el actuar de Carabineros en acciones
según las demandas que persiguen y los agentes que buscan interpelar. Las acciones con
mayor violencia de Carabineros son aquellos relacionados con demandas en educación,
reformas al sistema político y aspectos regionalistas. A su vez, son acciones que se dirigen
a autoridades nacionales y a instituciones educativas.
FIGURA E.1. PRESENCIA Y FORMA DE LA VIOLENCIA DE CARABINEROS
REPORTADOS EN ACCIONES CONTENCIOSAS EN LOS AÑOS 2015 Y 2016.
476
Violencia de Carabineros
342
Enfrentamientos cuerpo a cuerpo
265
Arrestos
258
Bombas lacrimógenas
15
Uso de armas de fuego
100
0
200
300
400
500
FIGURA E.2. PORCENTAJE DE ACCIONES EN LOS QUE SE REPORTA PRESENCIA DE VIOLENCIA DE CARABINEROS
EN ACCIONES CONTENCIOSAS EN LOS AÑOS 2015 Y 2016 SEGÚN CARACTERÍSTICAS DE LAS ACCIONES.
50
42
40
30
23
21
11
15
11
7
10
16
14
12
6
11
8
13
7
8
Autor. regional / local
13
Empresas privadas
20
Día de la
semana
Número de
participantes
Táctica usada
Fuente: Análisis propio de datos del Observatorio de Conflictos COES.
Demanda
Autor. Nacional
Institución educativa
Regional / urbana / local
Laborales
Pueblos originarios
Reforma sis. político
Educación
Sólo pacífica
Disruptiva no violenta
Violenta
Menos de 100
Entre 100 y 999
Más de 1000
Sábado - domingo
Lunes - viernes
0
Agente a quien se dirige
la demanda
Ahora bien, más allá de las diferencias observadas en la aplicación de la violencia, resulta
importante considerar los distintos factores de manera conjunta. Esto podrá ayudar a determinar si, por ejemplo, las diferencias de violencia utilizadas en acciones con distintas
demandas se deben a distintas estrategias utilizadas (por ejemplo, tácticas violentas o
manifestaciones masivas) o si es posible argumentar que existe un sesgo hacia el uso (o
reporte de) violencia en determinados contextos. Para responder a esta incógnita se presentan resultados de un modelo de regresión logística múltiple que predice la probabilidad
de que en una acción se haya registrado violencia por parte de Carabineros considerando
todos estos factores de manera conjunta. Los resultados del análisis sugieren que la probabilidad de que haya violencia de Carabineros es mayor en aquellas acciones que (1) ocurren entre lunes y viernes, (2) tienen una participación de 1000 o más personas, (3) utilizan
tácticas violentas o disruptivas, y (4) persiguen demandas de educación. A su vez, la probabilidad de violencia de Carabineros es menor en aquellas acciones donde (1) las demandas
se relacionan con pueblos indígenas o temas laborales, y (2) los agentes a quienes se dirige
la protesta son empresas o institutos educacionales.
CONCLUSIONES
Los datos del Observatorio de Conlictos sobre presencia de violencia policial en acciones
contenciosas permiten apoyar los resultados presentados en informes sobre derechos humanos (INDH, 2011, 2012; Centro de Derechos Humanos UDP, 2012, 2013). Entre los años
2015 y 2016 se reporta un número relevante de acciones con arrestos, enfrentamientos y
uso de gases lacrimógenos. Si bien resulta difícil sacar conclusiones sobre la gravedad de la
fuerza utilizada en función de estos datos, los resultados indican la existencia -al menos en
algunas situaciones- de abuso de fuerza. Primero, en el 6% de las acciones que solamente
utilizan tácticas pacíicas se registraron situaciones de violencia policial. Segundo, existen
indicios de un posible sesgo en el uso de la violencia en cuanto la violencia es reportada en
mayor medida en ciertos contextos, independientemente de las características de la acción
contenciosa. Un ejemplo claro de esto son las acciones con demandas vinculadas a la educación. Una vez controlado por las tácticas utilizadas, el número de participantes y el día
en que se llevó a cabo el evento, las acciones con demandas de educación aún tienen una
probabilidad mayor de tener presencia (o reporte) de violencia de Carabineros. Sin embargo,
cabe preguntarse si este sesgo se debe a una concentración de la fuerza policial en este tipo
de acciones o si la prensa tiende a sobre reportar las acciones con demandas educativas
que son violentos. Por último, cabe preguntarse por ciertas ausencias. Llama la atención que
la probabilidad de presencia de violencia sea menor en acciones con demandas de pueblos
originarios que en acciones con otras demandas. Considerando la importante evidencia de
abuso policial en el contexto de conlictos entre el Estado y el pueblo mapuche (Centro de
Derechos Humanos UDP, 2013), resulta plausible suponer que esta violencia policial no ha
quedado registrada en los medios periodísticos. Dos posibles razones pueden ser esbozadas. Primero, que la violencia de Carabineros en el contexto de demandas de pueblos
originarios tiende a ocurrir en un momento distinto al de la acción contenciosa (por ejemplo,
en allanamientos a las comunidades). Segundo, que la violencia de Carabineros tiende a
aparecer reportada más bien en prensa alternativa. En el futuro puede resultar relevante
incluir prensa alternativa que pueda recoger este tipo de situaciones.
34
E
Para saber más
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
35 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
7. QUINTO MITO:
LA DESIGUALDAD GENERA CONFLICTOS
La desigualdad de ingresos, medida a través del índice
de Gini, se correlaciona positivamente con un aumento
de la frecuencia de acciones contenciosas (r=0.17, >95%)
y del número de manifestantes (r=0.16, >95%), lo que sugiere que ésta inluye efectivamente en el incremento de
conlictividad social (tabla 5.1). Pero además, el ingreso
promedio se correlaciona de manera importante con la
cantidad relativa de manifestantes (r=0.42, >99%), lo que
es consecuente con la teoría de movilización de recursos, en el sentido que grupos con más recursos (de todo
tipo: tiempo, redes, dinero, etc.) tienen mayor capacidad
de hacer valer sus demandas. Ambas observaciones no
son contradictorias, ya que en Chile la desigualdad es
determinada fundamentalmente por una alta concentración de la riqueza, y frecuentemente los grupos movilizados son clases medias emergentes que perciben una
fuerte brecha de ingresos con las clases superiores.
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
la intensidad y signiicancia de estas relaciones está
enteramente determinada por la situación de las regiones del Biobío y La Araucanía, territorios donde se
desarrolla el llamado conlicto mapuche. En esta especiicidad regional también reposa la signiicancia de las
correlaciones de la pobreza con la frecuencia y magnitud de acciones contenciosas (tabla 5.1). Al contrario,
las relaciones de desigualdad e ingreso con la frecuencia y volumen de conlictos se mantienen cuando no se
consideran estas regiones.
Además, se observa una correlación negativa entre el
ingreso promedio y la tasa de acciones violentas (r=0.29, >99%), concordante con una correlación positiva
entre pobreza y violencia (r=0.35, >99%). Sin embargo,
Esto, además de la distribución de casos en dos ejes de
pobreza y violencia (igura 5.1), permite inferir que existe un efecto radicalmente opuesto de la pobreza en el
uso de tácticas violentas de protesta, entre las regiones
con mayor actividad contenciosa del pueblo Mapuche y
el resto de Chile. En las primeras, la causa de la violencia
parece ser la combinación de pobreza y una identidad
étnica que reclama injusticias históricas y una ausencia
de reconocimiento de parte del Estado. En este caso, se
trata de una pobreza violentamente producida, por apropiación de tierras y discriminación, a la que se responde
TABLA 5.1 - CORRELACIÓN ENTRE INDICADORES DE CONFLICTO Y
DESIGUALDAD, A NIVEL DE CONURBACIONES Y COMUNAS DE CHILE
TABLA 5.2 - POBREZA EN LAS COMUNAS CON MÁS ACCIONES CONTENCIOSAS VIOLENTAS
Más violencia
Conflictos Manifestantes
Tasa
/100 hab
/100 hab
represión
Índice de Gini
Ingreso
promedio
Pobreza
0.17**
0.10
0.15**
0.16**
0.42***
-0.23***
0.06
0.12
-0.10
Tasa
violencia
0.08
-0.29***
0.35***
Signiicancia estadística coeicientes: ***>99% **>95% *>90%
Pobreza
Coihueco
21%
Los Alamos
29%
Perquenco
37%
Tirua
29%
Contulmo
35%
Ercilla
52%
Los Sauces
35%
Alto Biobio
56%
Canete
37%
Curacautin
25%
Promedio Chile
11%
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
con violencia contenciosa, y ambas se coproducen y reproducen (ver capítulo redactado por Hugo Romero en
este informe). Al contrario, en otras regiones se observa
más bien una pobreza no violenta, en comunas en general poco pobladas, rurales o semi-rurales, donde no
se observa ningún evento contencioso violento (en igura
5.1, puntos en el eje inferior hacia la derecha). En suma,
la pobreza en sí misma no produciría violencia, pero sí
podría intensiicarla en presencia de otras formas de injusticia, percibidas como violencia del Estado.
nía y tienen tasas de pobreza que duplican, triplican y
hasta quintuplican el promedio nacional (tabla 5.2). En
esta región, en más de un tercio de los conlictos se
recurre a tácticas violentas (más del doble del promedio nacional), y la región del Biobío es la segunda en
esta dimensión (tabla 5.3). En contraparte, las tasas de
represión de acciones contenciosas no son particularmente elevadas en ambas regiones, aunque tal como
se mencionó en el cuarto mito, esto puede responder
a tácticas furtivas y al ejercicio de represión policial en
otras instancias no públicamente contenciosas, como
allanamientos de comunidades y persecución de individuos. Asimismo, es posible que existan efectos de
De este modo, las diez comunas con mayores índices
de violencia contenciosa se encuentran en La Arauca-
FIGURA 5.1 - CORRELACIÓN ENTRE POBREZA Y PREVALENCIA DE TÁCTICAS VIOLENTAS EN CONURBACIONES Y COMUNAS DE CHILE
Violencia sin pobreza
Violencia reactiva
PROMEDIO CHILE
1.00
Coihueco
Los Alamos
Tirua
Perquenco
Contulmo
Ercilla
Alto BioBío
Los Sauces
Canete
Conflictos violentos/totales
Curacautín
Lumaco
Iquique
Calama Santiago
0.12
Temuco
Concepción
Valparaiso
PROMEDIO CHILE
ChillanTalca
Copiapo
Rancagua
Arica Valdivia
Punta Arenas
Osorno
Puerto Montt
Antofagasta
Los Angeles
Coquimbo
Quillota Curicó
0.00
Lonquimay
Camina
Cohesion
0.00
Cholchol Quinchao
El Carmen
Pobreza sin violencia
0.11
36
Proporción pobreza
0.60
37 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
priming y framing de prensa particularmente fuertes
en torno al conlicto Mapuche, lo que podría inducir una
sobreestimación de la violencia en estas regiones.
En contraparte, la mayor frecuencia de conlictos por
habitante se observa en Aysén (13/10k habs), seguida
de Magallanes, Los Ríos y regiones del norte de Chile, todas caracterizadas por un intenso activismo de
carácter regionalista o autonomista, siendo territorios
con un arraigo importante de demandas por descentralización en Chile. Esto sugiere que otra dimensión de
desigualdad, en este caso de distribución territorial del
poder político, también podría tener un efecto en el incremento de frecuencia de la conlictividad.
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
En suma, la hipótesis que la desigualdad genera conlictos, lejos de ser un mito, se sostiene en la evidencia disponible. En el caso de Chile, donde la desigualdad se caracteriza por la concentración de la riqueza,
se observa una mayor movilización de clases medias
emergentes, que tienen recursos para manifestarse, y
efectos diferenciados de la pobreza. Por una parte, comunas pobres con baja conlictividad, y por otra parte,
comunas donde la pobreza se cruza con una percepción de violencia estatal, a la que se responde con violencia contenciosa.
TABLA 5.3 - TASA DE CONFLICTOS, REPRESIÓN Y VIOLENCIA SEGÚN REGIONES, 2015-2016
Región
Conflictos / 10k habs
Tasa represión (%)
Tasa violencia (%)
Araucanía
5
9
36
Bío-bío
2
13
23
Tarapacá
6
16
14
Metropolitana
1
23
14
Atacama
5
15
10
Valparaíso
2
13
10
Los Ríos
8
10
10
Antofagasta
3
4
8
Arica y Parinacota
6
6
8
O'Higgins
1
7
7
Aysén
13
2
5
Magallanes
9
6
4
Maule
1
0
3
Los Lagos
4
9
2
Coquimbo
2
3
1
TOTAL
2
12
14
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
38
. Conflictividades en la araucanía… y más allá
Hugo Romero, Felipe Castro, Nathalie Jaramillo y Cristian Alister
Observatorio Regional, UCT
INTRODUCCIÓN
¿En qué lugar están ocurriendo las acciones de protesta y los actos de violencia asociados
al denominado conlicto mapuche? ¿Todos los hechos de protesta asociados al conlicto
mapuche ocurren en La Araucanía? ¿Es posible identiicar distintos tipos de acciones de
protestas en distintos territorios? ¿Se pueden categorizar las acciones de protesta asociados al conlicto mapuche? ¿Es la acción violenta la forma más distintiva de acción política
del pueblo mapuche? Son estas preguntas las que buscamos responder.
CONFLICTIVIDADES EN LA MACRO-ZONA BÍO BÍO, LA ARAUCANÍA Y LOS RÍOS
A partir de la base de datos del Observatorio de Conlictos de COES, que ocupa medios
de prensa en papel y digital, de circulación regional, nacional y Radio Bío Bío, utilizamos
el iltro “actores demandantes” y la categoría “grupo étnico”. Así, se identiicaron, para la
macro-zona que componen la región del Bío Bío, 18 acciones de protesta, para La Araucanía 96 acciones y Los Ríos 22, sumando un total de 136 acciones de protesta, que podrían
asociarse al denominado “conlicto mapuche”11. De acuerdo a la base de datos, 58% de las
acciones de protesta fueron denominados como no violentos, y el 88,2% no fueron reprimidos por la fuerza pública12.
La tabla F.1 muestra el rol central de Temuco dentro de las acciones de protesta. En su condición de capital regional es donde conluyen las demandas de los territorios. Los actores
demandados son básicamente el gobierno central y el poder judicial, y bastante más atrás
se encuentran las demandas a la iglesia, a las empresas forestales e hidroeléctricas, y los
gobiernos locales.
11.- No consideramos los conlictos williche de las regiones más al Sur, pero se contempla incorporarlos en los próximos análisis.
12.- De los 136 casos, solo en 26 de ellos hubo respuesta a las preguntas a partir de las cuales se construyó la variable “represión”. Esto podría interpretarse
como que no hubo represión, dado que es una base datos construida a partir de medios de comunicación. Sin embargo, se deja constancia que tal vez la represión no fue informada, y para tener un análisis más preciso podrían contrarrestarse las acciones con otras fuentes.
Para saber más
39 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
Para saber más
TABLA F.1.- ACCIONES DE PROTESTA ASOCIADAS AL “CONFLICTO MAPUCHE” POR COMUNA,
ESTRATEGIA DE VIOLENCIA Y SITUACIÓN DE REPRESIÓN.
Violencia
Región
Bío Bío
La Araucanía
Los Ríos
Total Macro-Zona
Represión
Comuna
Sí
No
Sí
No
Alto Bíobío
2
1
0
3
Cañete
4
1
2
3
Coihueco
1
0
0
1
Concepción
1
2
2
1
Contulmo
1
0
0
1
Los Álamos
1
0
0
1
Los Ángeles
0
2
0
2
Santa Bárbara
0
1
0
1
Tirúa
1
0
0
1
Total Región
11
7
4
14
Angol
2
2
1
3
Carahue
0
1
0
1
Collipulli
8
2
0
10
Cunco
0
2
0
2
Ercilla
3
3
1
5
Freire
3
2
0
5
Lautaro
3
4
4
3
Loncoche
1
0
0
1
Los Sauces
1
0
0
1
Lumaco
4
1
0
5
Nueva Imperial
0
1
0
1
Padre las Casas
6
6
0
12
Temuco
4
24
3
25
Toltén
0
1
0
1
Traiguén
1
1
1
1
Victoria
3
0
0
3
Vilcún
4
2
1
5
Villarrica
1
0
0
1
Total Región
44
52
11
85
Futrono
0
2
0
2
La Unión
1
0
0
1
Lanco
1
2
0
3
Panguipulli
0
3
0
3
Valdivia
0
13
1
12
Total Región
2
20
1
21
57
79
16
120
Después de una re-categorización de los datos, hemos identiicado tres grandes campos de
conlictividad: a) identidad, memoria y patrimonio, b) situación/medidas legales, y c) tierra
y territorio.
Este dato es sumamente importante, dado que muestra que de los 132 acciones de protesta categorizados en la macro-zona, 45,5%, son protestas relativas a temas de identidad, la
memoria y el patrimonio. Seguido por un 30,3% de acciones sobre tierra y un 24,2% sobre
situaciones legales. Sin embargo, es importante resaltar el hecho de que, para el pueblo
mapuche, al igual que para otros pueblos indígenas, la tierra, el territorio y la identidad
están íntimamente relacionados, por lo que habría que revisar en detalle la categorización
inicial de esta base de datos. Según los datos del Observatorio Regional de la UCT, La Araucanía tiene cerca de un 25% de cobertura forestal, principalmente concentrada al Noroeste
de la región, donde existen títulos de merced, y un alto porcentaje de población mapuche a
nivel comunal, especialmente hacia las áreas rurales.
GRÁFICO F.1 - NÚMERO DE ACCIONES ASOCIADAS AL “CONFLICTO MAPUCHE” POR CAMPOS DE CONFLICTIVIDAD.
50%
45,5%
45%
40%
35%
30,3%
30%
24,2%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
Identidad, Memoria
y Patrimonio
Situaciones / Medidad
Legales
Fuente: Análisis propio de datos del Observatorio de Conflictos COES.
Tierra y Terriorio
40
¡
Para saber más
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
41 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
¢
Para saber más
FIGURA F.1 - CRECIMIENTO FORESTAL Y TÍTULOS DE MERCED EN LA ARAUCANÍA, AÑOS 1994 Y 2014.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
£
Para saber más
La Figura F.1 muestra cómo ha aumentado la presión de las plantaciones forestales, principalmente de Mininco y Araucano, en la zona de la Cordillera de Nahuelbuta. Los datos del
Observatorio Regional UCT, basados en la Encuesta Casen (Ministerio de Desarrollo Social,
2013) y CONAF (2014), muestran que comunas como Ercilla y Galvarino tienen más de un
70% de población que se auto-identiica como indígena y sobre el 40% de la supericie de
la comuna tiene plantaciones forestales, mientras que en Lumaco el 52% se auto-identiica
como indígena y la supericie forestal comunal alcanza el 60%. En la zona denominada por
la prensa como “zona roja del conlicto mapuche”, más del 40% de la supericie comunal la
cubren paños forestales. Esto ha traído impactos importantes para la población mapuche,
principalmente la rural, que, como lo señalan diferentes entrevistas que hemos desarrollado en el área, han quedado dispersas entre plantaciones forestales, agravando problemas
de conectividad, la sequía estacional y la vulnerabilidad frente a incendios forestales, lo
cual ha llevado a crecientes procesos de migración, y a la perdida de la biodiversidad asociada al bosque nativo, fundamental para las prácticas medicinales mapuche.
El análisis de los datos del Observatorio de Conlictos de COES se torna más interesante
cuando se exploran las organizaciones que participan de estas acciones de protesta: en
un 48% corresponde a comunidades mapuche y a comuneros, un 17,1% a la organización
Weichan Auka Mapu y un 8,9% a la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y los Órganos de
Resistencia Territorial (ORT). Dentro de las otras organizaciones mapuche (20,3%), se encuentran las Comunidades en Resistencia de Malleco, los Huaichafes de Lleupeco, pero
también el Movimiento de Oicialización del Mapudungún y el Lof Muko de Lautaro.
GRÁFICO F.2 - ORGANIZACIONES QUE PARTICIPAN EN ACCIONES DE PROTESTA.
8,9%
CAM + ORT
48,0%
Comunidad mapuche
Estudiantes mapuche
2,4%
Presos políticos mapuches
2,4%
17,1%
Weichan auka mapu
0,8%
Wallmapuwen
20,3
Otras organizaciones
0
10%
20%
30%
40%
Fuente: Análisis propio de datos del Observatorio de Conflictos COES.
Este dato es de suma importancia, dado que de acuerdo a COES, el grueso de las acciones
de protesta que ocurren en la macro-zona la encabezan comunidades mapuche y otros
grupos mapuche, la mayoría concentrada en la relación identidad/tierra, y en menor medida por los grupos organizados con mayor connotación pública. Es decir, las acciones de
Weichan Auka Mapu y la CAM, son solo una parte del repertorio de acción colectiva del
pueblo mapuche. Los hechos de violencia con ataques incendiarios, la cobertura de la
prensa, y la articulación de los grupos de poder regionales en torno a la existencia de una
42
50%
60%
43 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
¤
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
Para saber más
“zona roja” (Figura F.2, “denuncias de actos violentos” de la Multigremial de La Araucanía),
han construido una visión hegemónica sobre la necesidad de “Paz en La Araucanía”, lo
que ha redundado es una estigmatización de la región y sus habitantes, especialmente
mapuche, catalogándolos de terroristas. Esto ha signiicado una fuerte presencia policial
de Fuerzas Especiales. Lo cierto es que la conlictividad desborda a la región, y escapa de
la denominada “zona roja”.
FIGURA F.2 - DISTRIBUCIÓN DE ACCIONES DE PROTESTA, CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALES Y ACTOS DE VIOLENCIA RURAL 2015-2016
EN LAS REGIONES DEL BÍO BÍO, LA ARAUCANÍA Y LOS RÍOS.
Fuente: Observatorio Regional, UCT.
Por ejemplo, el INDH en su Mapa de Conlictos, y el Atlas de Justicia Ambiental (EJOLT),
señalan que en la macro-zona Bío Bío, La Araucanía y los Ríos (igura F.2), la conlictividad
no tiene solo que ver con la industria forestal, ya sea por plantaciones, como por plantas
de procesamiento, como CELCO y la contaminación del río Cruces y el ducto por Mehuín
en la región de Los Ríos, sino también con centrales hidroeléctricas. Es el caso de proyectos como Angostura, Doña Alicia, Puesco-Momolluco, Añihuerraqui, San Pedro, Neltume
y la línea de transmisión Melipeuco-Freire, y el proyecto mini-hidro Tranguil. En medio
del conlicto de Tranguil, en agosto de 2016, fue encontrada muerta Macarena Valdés, en
medio de acusaciones de asesinato y su presunta vinculación a la oposición al proyecto
hidroeléctrico, lo cual es gravísimo. Las páginas de activistas como la Red de Defensa
por los Territorios y las Aguas registran otros casos de conlictos con hidroeléctricas que
hay que ir completando, como es el caso del río Allipén. Las comunidades y la población
rural mapuche y no mapuche, también se ven afectadas por las pisciculturas, las cuales
contaminan el agua y afectan los derechos de agua indígena, y por vertederos, siendo el
caso más emblemático Boyeco, en el periurbano del Gran Temuco, localizado en medio
de los títulos de merced, y recientemente cerrado, lo que graica la presión que ejerce el
crecimiento urbano sobre las comunidades.
CONCLUSIÓN
La base del Observatorio de Conlictos de COES muestra que las comunidades y los comuneros son los principales protagonistas de las acciones de protesta, y que la CAM y
las ORT solo se adjudican un número menor de casos. Esto es un giro importante sobre
las interpretaciones que se hacen del denominado “conlicto mapuche”, y las acusaciones
hacia la CAM como un ente desestabilizador de la región. También es importante mencionar la irrupción de Weichan Auka Mapu como actor del conlicto, y su campo de acción,
principalmente en las comunas alrededor de Temuco. Esto ha trasladado los actos de
violencia desde la denominada “zona roja” forestal, hacia la zona central de La Araucanía,
donde se encuentra el grueso de las reducciones o títulos de merced. Según los datos del
Observatorio Regional UCT, el 61% de los títulos de merced tiene suelo franco erosionado,
y el 66% tiene uso de suelo praderas (solo un 7% tiene uso forestal de plantación pino y
eucaliptus). Se trata de unidades productivas de subsistencia, con un poco de producción
que se comercializa en la ciudad. Son espacios cada vez más atomizados, que dependen
en su gran mayoría de agua de pozo o de abastecimiento mediante camiones aljibe, donde
los ingresos en promedio son inferiores a los $220.000 al mes. También se están conigurando conlictos con hidroeléctricas y pisciculturas, lo que signiica un nuevo foco en la
zona cordillerana, de alto valor por su biodiversidad, y por la presencia de comunidades
mapuche andinas, que tienen un fuerte vínculo con la tierra y con el agua.
Las conlictividades de La Araucanía, y más allá, deben ser analizadas desde los planteamientos del pueblo mapuche y su proceso de organización política, social, cultural y territorial, y no solo desde las acciones de mayor connotación social, sino también desde los
actos y espacios cotidianos de resistencia, que incluyen también espacios institucionales,
como la Asociación de Municipalidades con Alcalde Mapuche (AMCAM), espacios barriales,
como la construcción de rukas en zonas urbanas de Temuco y Santiago, y en las miles de
organizaciones que, en una dialéctica de negociación/resistencia, más allá de las dicotomías derecha/izquierda, tradicional/moderno, y urbano/rural, se abren espacio frente a
una sociedad chilena dominante.
44
F
Para saber más
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
45 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
8. SEXTO MITO: LA EXPLOTACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
GENERA CONFLICTOS
La confrontación entre comunidades y empresas que
promueven grandes proyectos de explotación o extracción de recursos naturales se ha agudizado en la última
década y ocupa un espacio cada vez mayor en medios
de prensa. Esto ha abierto un frente contencioso ambientalista, que aunque es minoritario respecto a otros
tipos de demandas (tabla 6.1), ha tenido una notable
capacidad para obtener resultados concretos. Estas
movilizaciones han tenido un impacto signiicativo, paralizando inversiones eléctricas y mineras (aunque las
razones para detener inversiones son más amplias y diversas que solamente los conlictos), y probablemente
incidiendo en la agenda legislativa, como parece haber
ocurrido en la nueva política energética. Cabe destacar
que, a nivel de conurbaciones y comunas, existe una correlación importante y signiicativa entre la frecuencia
de acciones contenciosas por causas ambientalistas y
aquellas con demandas por reformas políticas (r=0.35,
>99%), lo que sugiere posibles mecanismos de coordinación y ampliicación entre ambos. Sumado a su eicacia
en la obtención de resultados, esto es consistente con la
hipótesis de que las organizaciones ambientalistas son
estratégicas en cuanto a apuntar a reformas de fondo
del sistema político, yendo más allá de la contingencia
y solución inmediata a necesidades. En contraparte, no
existe una correlación signiicativa entre demandas ambientalistas y de autonomía regional, dos causas que
suelen considerarse aines, pero que han mostrado dispares ritmos de avance, debido al bloqueo legislativo a
las reformas de descentralización.
TABLA 6.1 - CONFLICTOS AMBIENTALISTAS, REGIONALISTAS Y
POLÍTICOS
Tipo de demanda
Acciones
Manifestantes
Otros
80.7%
83.4%
Reformas políticas
7.2%
13.4%
Autonomía regional
8.1%
1.4%
Ambientalista
4.0%
1.8%
El impacto de las actividades extractivas en la conlictividad social no se limita a las acciones con demandas
especíicamente ambientalistas, ya que también puede
analizarse desde la perspectiva del sector al que pertenecen los actores demandados. Las acciones contenciosas que interpelan a actores del sector extractivo-pri-
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
mario (minería, pesca, forestal y agrícola) también son
minoritarias a nivel nacional, pero su frecuencia se incrementa en directa proporción a la contribución de este
sector al PIB regional, con una alta correlación entre el
porcentaje de ambas variables (C=0.78, >99%, tabla 6.2).
Por una parte, esto releja el impacto en la calidad de
vida de actividades extractivas, y por otra parte, maniiesta la precariedad laboral del sector primario. Por
lo tanto, considerando que la magnitud económica de
este sector también es minoritaria y que sus actividades tienden a localizarse en zonas poco pobladas, se
puede inferir que las actividades extractivo-primarias
tienen un impacto relativo alto en el incremento de la
frecuencia contenciosa.
TABLA 6.2 - CONFLICTIVIDAD Y PARTICIPACIÓN EN EL PIB REGIONAL
DEL SECTOR EXTRACTIVO-PRIMARIO
PIB sector
Demandas al
extractivoRegión
sector extractivo- Otras acciones
primario (%
primario
Regional)
Antofagasta
16%
84%
28%
Aysén
12%
88%
19%
O'Higgins
9%
91%
24%
Tarapacá
7%
93%
23%
Atacama
4%
96%
4%
Los Lagos
4%
96%
4%
Bío-bío
4%
96%
16%
Valparaíso
4%
96%
21%
Coquimbo
3%
97%
6%
Arica y
2%
98%
9%
Parinacota
Los Ríos
1%
99%
6%
Araucanía
1%
99%
7%
Maule
1%
99%
7%
Magallanes
1%
99%
1%
Metropolitana
0%
100%
11%
TOTAL
4%
96%
8%
Correlación Demandas E.P. - PIB E.P. 0.78 (>99%)
En conclusión, pese a ser un frente minoritario en la actividad contenciosa nacional, la hipótesis que la explotación del medio ambiente genera conlictos es sostenida
por la evidencia disponible. Cabe destacar que este tipo
de movilizaciones tiene características peculiares en
cuanto a su permanencia en el tiempo y una alta visibilidad y capacidad de obtención de resultados pese al
escaso número de participantes que convoca. La viñeta
redactada por Antoine Maillet y Gonzalo Delamaza profundiza en esta problemática.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
46
G
Para saber más
G. Protestas en torno a conflictos extractivos en Chile
(2015-2016). Algunas tendencias generales y
la especificidad del sector forestal
Antoine Maillet, U. LOS LAGOS - COES
Gonzalo Delamaza, INAP - U.CHILE - COES
Como ya se ha señalado, la explotación del medio ambiente genera conlictos. Explorar con
mayor detalle los datos del Observatorio de Conlictos COES por los años 2015 y 2016 nos
permite abordar estos conlictos en torno al modelo extractivo desde un ángulo original,
que son las características de las protestas que involucran actores en torno a esta materia.
Para dar cuenta de las protestas en torno a industrias extractivas, se consideraron las
manifestaciones para las cuales se reporta que el actor demandado pertenece a uno de
los siguientes sectores: energía, forestal, minería, hidrocarburos, agricultura y pesca13. Son
un total de 185 acciones de protesta que han sido reportadas durante estos dos años, lo
que equivale a menos de 5 % del total. Resulta sorprendente, dada la visibilidad pública
que ha adquirido la temática. Podemos arriesgar tres hipótesis. La primera se reiere a
una posible sub-representación de estos conlictos. A pesar de la innovadora metodología
del observatorio con la incorporación de prensa regional, estos conlictos podrían estar
relativamente invisibilizados en los medios, posiblemente por los intereses económicos
y las políticas comunicacionales de las empresas cuestionadas. Segundo, podría ser que
nuestra mirada sea todavía marcada por la multiplicación de los conlictos a ines de los
2000, y que esta ola ya esté bajando. La exploración de los datos de los años anteriores
que va a generar el Observatorio resultará muy interesante en este sentido. Finalmente,
es posible que la protesta (ya) no sea el repertorio de movilización más utilizado en estos
conlictos. Los datos que seguirá recopilando el Observatorio para el año 2017 podrían
conirmar esta tendencia.
Sin poder resolver el punto anterior, sí podemos mirar la composición interna de la protesta en sectores extractivos, donde se aprecian tendencias claras.
TABLA G.1. SECTORES DE LAS PROTESTAS EXTRACTIVAS EN CHILE (2015-2016)
Energía
Minería
Agricultura
Pesca
Forestal
Hidrocarburos
Total
22
89
4
19
47
4
185
11,9%
48,1%
2,2%
10,3%
25,4%
2,2%
100%
Así, el sector minero concentra la mitad de la protesta en Chile, y el sector forestal un cuarto. El resto se reparte entre energía y pesca, siendo agricultura e hidrocarburos dos temas
que han generado pocas protestas.
13.- Se tomó la opción de considerar exclusivamente las protestas donde el actor demandado proviene de estos sectores, y por lo tanto de dejar fuera aquellos
donde el actor demandante se relaciona con ellos. En efecto, tal coniguración no pertenecería necesariamente al conlicto extractivo en su sentido estricto. Por
ejemplo, pasaría con una protesta No+AFP donde participe una agrupación de pescadores.
47 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Para saber más
G
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
La localización de las protestas extractivas, muestra una geografía relativamente esperable, de acuerdo a la matriz productiva de cada región. La protesta dirigida hacia la minería
se concentra en el norte del país, hasta la región de O’higgins; la pesca moviliza en el norte
y en el sur; el sector forestal es objeto de reclamos en el sur del país; a su vez, los acciones
de protesta relativos a la energía se distribuyen más homogéneamente. En términos agregados, las regiones II (Antofagasta), VIII (Bío-Bío) y IX (Araucanía) son el escenario de casi la
mitad de estas protestas en el país, muy por encima de su peso en la población total, pero
consistente con la concentración territorial de la actividad extractiva intensiva en recursos
naturales. Sin embargo, sólo Bío Bío presenta diversidad en las fuentes de protesta, puesto
que ellas ocurren no solo en el sector forestal, ampliamente mayoritario, sino también en
energía, minería, e hidrocarburos.
Entrando en una descripción más ina de las protestas en sí, constatamos que estas protestas no son especialmente masivas. Sólo cuatro protestas en minería y una en el sector
forestal movilizan más de 1000 personas. No hay protestas más masivas que estas, ni siquiera en energía, sector donde había habido una cantidad importante de manifestaciones
masivas, a inicios de la década, en particular en la región de Aysén (contra las represas de
Hidroaysén y el movimiento social de Aysén en febrero 2012)14. De la información disponible para el sector forestal, constatamos el predominio de las acciones con menos de 100
participantes, lo que llama la atención en cuanto al tipo de protesta reportado. Es decir, en
este sector existe una importante representación de actos no masivos, que podría indicar
una cierta especiicidad en relación a los repertorios, ya que en los demás sectores predominan los actos con más de 100 participantes en cada uno.
La particularidad de la protesta forestal se ve reforzada por la información disponible sobre organizaciones convocantes. Si bien el promedio para los conlictos extractivos es de
0,8 organizaciones convocante por evento, para el sector forestal este número es de menos
de 0,4. Es decir, es común que en aquel sector no se registren estructuras organizativas
de la acción. Esto no signiica que la protesta sea espontánea, sino que los canales de movilización no son aparentes, ya sea porque los convocantes no quieran aparecer, o porque
los medios no den cuenta de su presencia. En esta comparación, las más abiertamente
articuladas son las protestas contra la minería, para las cuales se reporta más de una organización por evento. Pesca también muestra un importante grado de organización. Esto
podría asociarse con que estas en áreas productivas las organizaciones de trabajadores
son históricamente fuertes.
Otro dato relevante sobre estas protestas es hacia quién se dirigen. En una casi unanimidad, y transversalmente a todos los sectores, se dirigen hacia las empresas privadas, y en
algunas pocas ocasiones también hacia autoridades, sean nacionales o locales. Esto señala
claramente que es una protesta relativamente especíica, que se nutre de situaciones locales que involucran la construcción u operación de las industrias.
Finalmente, en cuanto a las tácticas de protesta, se registra una diversidad de repertorios,
donde en general predominan las tácticas “disruptivas no violentas” (como huelgas, paros
o cortes de camino) por sobre las marchas, lo que es consistente con los números relativa14.- Vale la pena notar que para esta variable no hay información para más de la mitad de las protestas. Sin embargo, es probable que el número de participantes sea bajo cuando no es reportado.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
48
G
9. SÉPTIMO MITO:
SANTIAGO ES LA CAPITAL DEL CONFLICTO
Las apariencias juegan a favor de este mito, lo que se
explica por el protagonismo del Gran Santiago15 en función de su tamaño demográico y de la concentración
institucional y simbólica del poder político. Por una
parte, la magnitud de su población incrementa mecánicamente la frecuencia y número potencial de participantes en acciones contenciosas. Por otra parte, la
radicación de diversas instituciones de gobierno en el
barrio cívico, en un radio de pocas cuadras, genera una
estructura de oportunidad política y de visibilización de
demandas única en el país.
El efecto del tamaño de población queda de maniiesto
en las altas y signiicativas correlaciones que presenta con el número de conlictos (r=0.83, >99%) y con el
promedio de manifestantes en ellos (r=0.72, >99%, tabla
7.1). Sin embargo, el número de conlictos por habitante
Para saber más
mente bajos de asistentes a las acciones de protesta. Solo en energía la marcha constituye
el repertorio mayoritario. Sin embargo, en el sector forestal la mayoría de las acciones es el
escenario para tácticas violentas. Otra vez se hace particularmente notoria la especiicidad
de la protesta en este sector, que se ve refrendada por los datos sobre los grupos sociales
habiendo participado a las protestas. En casi la mitad (dieciocho) de las acciones se reportan encapuchados, fenómeno que no ocurre en ningún conlicto en minería y sólo dos en
energía y agricultura. Otro elemento fundamental es el reporte de la presencia de actores
mapuches en once de estas acciones, marcando ahí también una diferencia importante con
el resto. Estos datos nos muestran entonces una particularidad del conlicto en el sector
forestal que merecería un análisis más detallado.
es tres veces menor en el Gran Santiago que en el resto del país, aunque la ocurrencia de acciones excepcionalmente numerosas compensa lo anterior, generando
más del doble de manifestantes por habitante que en
otras conurbaciones y comunas (tabla 7.1).
Considerando la magnitud promedio de las acciones contenciosas en el Gran Santiago, nueve veces mayor al resto de Chile, es destacable que la tasa de violencia sea sólo
ligeramente superior en la capital (tabla 7.1), ya que basta
un manifestante violento entre miles para que esto sea
reportado en la prensa. En contraparte, la tasa de represión sí es mucho mayor a la del resto del país, de lo que
se iniere que la lógica policial apunta más a controlar las
movilizaciones con más o menos severidad en función de
su masividad que como respuesta a la presencia de elementos violentos en ellos. Esto, y la mayor probabilidad
TABLA 7.1 - INDICADORES ABSOLUTOS Y RELATIVOS DE CONFLICTIVIDAD SEGÚN POBLACIÓN: ESPECIFICIDAD DEL GRAN SANTIAGO
Correlación con población
Gran Santiago
Otras comunas
Número conflictos
0.83***
666
3377
Promedio Manifestantes
0.72***
7329
838
-0.05
0.5
1.6
Manifestantes-año/100 habs
0.26***
24
9
Tasa violencia
-0.004
0.14
0.11
Tasa represión
0.12*
0.23
0.09
Conflictos-año/10000 habs
Signiicancia estadística coeicientes: ***>99% **>95% *>90%
13.- Para este informe, se considera al Gran Santiago como una unidad urbana, formada por una conurbación que abarca 37 comunas y no sólo a Santiago
centro, donde la concentración de una gran mayoría de acciones contenciosas no se explica por sí misma, sino por su condición de centralidad en la metrópolis.
49 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
que ocurran acciones contenciosas masivas en ciudades
más grandes se traduce en una correlación positiva ente
tasa de represión y tamaño de población (r=0.26, >99%),
la que es más fuerte (r=0.57, >99%) cuando sólo se consideran las ciudades mayores a 100.000 habitantes. De
este modo, entre las ciudades grandes, el Gran Santiago
tiene la mayor tasa de represión (igura 7.1), sólo superada por quince ciudades intermedias y pequeñas que,
paradójicamente, son poco conlictivas, con un promedio
de 4 acciones cada una (en Graneros sólo se registró un
conlicto en el período observado, el que fue reprimido,
lo que arroja una tasa del 100%). A nivel regional, la tasa
de represión de la RM es la mayor del país, duplicando el
promedio nacional (tabla 5.3).
En suma, aunque el protagonismo del Gran Santiago en
la conlictividad nacional es indiscutible en términos del
volumen de manifestantes, esto se debe a la magnitud
de su población y no a un particular activismo o violencia
de sus habitantes. Considerando la cantidad de conlictos por habitante, esta región queda bastante abajo del
promedio nacional. Incluso en cantidad de manifestantes por cada 100 habitantes, que ascienden a 24, el Gran
Santiago es superado por Valdivia, con 35, y por Antofagasta, con 34. Por lo tanto, la veracidad de este mito depende de cómo se mida la conlictividad social, aunque
el Gran Santiago tiene una posición indiscutida como la
ciudad con más represión.
FIGURA 7.1 - REPRESIÓN Y TAMAÑO DE POBLACIÓN EN CONURBACIONES Y COMUNAS DE CHILE
Pequeñas reprimidas
Grandes reprimidas
1.00
MEDIANA CHILE
Graneros
Conflictos reprimidos/totales
Frutillar
Colchane
Mulchen
Alto Carmen
Lampa
Lebu
Pichilemu
Santa Cruz
Rengo
Santiago
Iquique
0.14
Valdivia Copiapo
PROMEDIO CHILE
Concepción
Valparaiso
Temuco
Puerto Montt
Arica
Punta Arenas Calama Rancagua
Osorno
Coquimbo
Los Ángles Antofagasta
Curicó
0.00
Quillota Chillan Talca
Pequeñas sin represión
500
Grandes sin represión
10000
100000
Población
974215
7000000
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
50
¥
Para saber más
H. Pasados que no pasan. Disputas en torno a los legados
de la dictadura: conmemoración, justicia y reconocimiento
Carolina Aguilera
UDP-COES
El Observatorio de Conlictos identiicó 137 acciones únicas relacionadas con la dictadura
de 1973-1990, a lo largo de todo el país. Todos, menos uno, reieren a manifestaciones que
se ubican en una posición contraria al régimen, con ines conmemorativos y en demanda
por verdad, justicia y reparación a víctimas.
GRÁFICO H.1 - ACCIONES EN 2015 Y 2016 (N=137)
11 de Septiembre
Demandas ex PP
Día Joven Combatiente
Muerte Manuel Contreras
Misa Punta Peuco
Colonia Dignidad
Cierre Punta Peuco
Fin Pacto Silencio
Beneficios condenados Punta Peuco
Demanda degradación FFAA
Buque Esmeralda
Caravana de la Muerte
Funa Core Jorge Veg
Torturas hoy
Cema Chile
Galvarino Apablaza
Fin silencio Valech
Día Detenido Desaparecido
Defensa violador DDHH
Otros
0
5
10
15
20
25
30
Número de acciones registrados
Fuente: elaboración propia a partir de datos del Observatorio de Conflictos
35
40
45
50
51 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
H
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
Para saber más
11 DE SEPTIEMBRE Y DÍA DEL JOVEN COMBATIENTE, FECHAS EMBLEMÁTICAS DEL
CALENDARIO CONMEMORATIVO DE LA DICTADURA EN CHILE
¦§¨©ª «¬ª «®¯ °alendario convocan más de la mitad de las acciones relativas a la dictadura, realzando la signiicancia que tiene la conmemoración como forma de elaborar este
pasado de manera pública en el país (Gráico H.1). El 11 de septiembre, fecha que sintetiza
en la memoria social la violencia estatal efectuada en contra de una parte de la población
durante la dictadura, sigue ocupando el primer puesto en cuanto a convocatoria de manifestaciones (50 acciones, Gráico H.1). En los casos en que se registró el target u objetivo de
la demanda (12), se aprecia que se trata de una demanda nacional.
Cortes / barricadas
Ataque a carabineros
Marcha
Rememoración
Incendios
Uso explosivos /
molotov
Manifestación
Acto oradores
Festejos colectivos
Ataque a terceros
Vigilia
Saqueo tiendas
Performance
manifestantes
Destrucción
propiedad pública
TABLA H.1 - TÁCTICAS UTILIZADAS EN LOS ACCIONES CONMEMORATIVAS DEL 11 DE SEPTIEMBRE (2015 Y 2016)
27
13
9
8
8
7
5
3
3
3
2
2
1
1
Fuente: elaboración propia a partir de datos del Observatorio de Conlictos
Se trata en muchos casos de manifestaciones que combinan varias tácticas, destacándose
en cantidad de acciones aquellas de carácter disruptivo (Tabla H.1). Éstas tácticas violentas
ocurren generalmente en la noche o hacia el inal de las marchas y rememoraciones, las
que sin embargo no tan más masivas como las manifestaciones pacíicas. A diferencia del
Día del Joven Combatiente, para el 11 no se constataron tomas de recintos.
En los casos en que se registró, el actor demandante en septiembre es en su gran mayoría
(23 de 27)16 una organización de la sociedad civil. Los medios indican que participaron
sobre todo organizaciones de familiares de víctimas y de derechos humanos, seguidos por
partidos políticos de izquierda y algunas organizaciones de la sociedad civil (Tabla H.2).
AFDDs y AFEPs
Asamblea Nacional
Por Los Derechos
Humanos
Agrupación Mujeres
De Luto
Amigos De Miguel
Woodward
Izquierda Libertaria
FPMR
JJCC
PS
PRSD
Ukamau
Unión Clasista De
Trabajadores
Coordinadora
Feminista
TABLA H.2 - ORGANIZACIÓN, GRUPO O ACTOR QUE PARTICIPA DE ACCIONES CONMEMORATIVAS
DEL 11 DE SEPTIEMBRE (2015 Y 2016) (P.17)
16
2
1
1
2
2
1
1
1
2
1
1
Fuente: elaboración propia a partir de datos del Observatorio de Conlictos
16.- Variable P18
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
52
H
Para saber más
La otra efeméride que destaca en los medios es el Día del Joven Combatiente, que convocó a
30 acciones entre ambos años. Se trata de la conmemoración de la muerte de los hermanos
Rafael y Eduardo Vergara Toledo, en manos de carabineros en 1985 en Villa Francia, Estación Central. A diferencia de la conmemoración del 11, ésta se concentra mayoritariamente
en poblaciones de estratos medios bajos, en las que se existen redes políticas y sociales de
izquierda de larga data. Asimismo, se diferencia por presenciar una mayor proporción de
tácticas de protesta disruptivas. El uso de este tipo de acciones violentas es representativo
de la narrativa que sustenta a esta conmemoración, que reivindica la lucha de los jóvenes en
años 1980s resigniicando la fecha con una crítica radical al modelo neoliberal prevalente.
Cortes / barricadas
Ataque a carabineros
Uso explosivos /
molotov
Vigilia
Toma
Incendios
Marcha
Manifestación
Ataque a terceros
TABLA H.3 - TÁCTICAS UTILIZADAS EN LAS ACCIONES CONMEMORATIVAS DEL DÍA DEL JOVEN COMBATIENTE (2015 Y 2016)
25
16
6
2
2
2
1
1
1
Fuente: elaboración propia a partir de datos del Observatorio de Conlictos
A 13 AÑOS DE LA COMISIÓN VALECH, DEUDAS PENDIENTES
El segundo conlicto que más acciones registró el Observatorio en 2015 y 2016 fue la agudización de la demanda de organizaciones de ex presos políticos -proveniente desde 2013-,
quienes reclaman (a) la apertura de una comisión permanente de caliicación de víctimas
de tortura, (b) mejoras pecuniarias, en vivienda y salud en las reparaciones recibidas en
su calidad de víctimas caliicadas por el Estado y (c) in a los 50 años de secreto que existen sobre los testimonios entregados a la Comisión Valech17 (31 acciones18, Gráico H.1).
En 2015-2016 estas protestas se vehiculizaron en su gran mayoría mediante huelgas de
hambres. Estas comenzaron en abril de 2015 y se dieron según los registros en 12 comunas19 de 6 regiones del país, participando un centenar de personas. Las huelgas estuvieron
acompañadas por marchas y otras tácticas en apoyo. La huelga de hambre de 2015 se inició en protesta por el incumplimiento de los acuerdos en materia de reparaciones acordados con el gobierno en el año anterior en una Mesa de Trabajo integrada por organizaciones
de ex presos políticos, representantes del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo. La Mesa
se creó, a su vez, luego de protestas de ex presos políticos, que incluyó una huelga de hambre. En 2015, luego de 5 semanas de huelga, se constituyó una nueva mesa (llamada de
“Alto Nivel”) con el gobierno, que permitió cumplir algunas de las demandas: en octubre se
acordó una ley (nº 20.874), para el pago de $1.000.000 de pesos a las personas caliicadas
17.- Comisiones “Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura” (2004) y “Comisión Asesora para la Caliicación de Detenidos/as Desaparecidos/as, Ejecutados/as Políticos y Víctimas de Prisión Política y Tortura” (2011). Ambas instancias recopilaron el testimonio de 27.000 víctimas caliicadas como tales, los que
sin embargo no pueden ser consultados por el público ni por abogados o integrantes del poder judicial. Actualmente existe un litigio para cambiar esta situación,
y se ha logrado que en casos especiales se puedan utilizar estos registros. Mayor información en Collins, C. (2016). “Truth-Justice-Reparations Interaction Efects
in Transitional Justice Practice: The Case of the ‘Valech Commission’ in Chile”, en J. Lat. Amer. Stud.: 55-82.
18.- Del total de acciones, 27 se registraron en 2015. Más información sobre las demandas de los ex presos políticos en Collins, C. (2015). “Silencios e irrupciones:
verdad, justicia y reparaciones en la postdictadura chilena”, en Informe de DDHH 2015, Centro de Derechos Humanos, UDP: 21-73.
19.- Valparaíso, Los Andes, San Antonio, San Felipe, Rancagua, San Vicente, Puerto Montt, Castro, Osorno, Punta Arenas, Santiago, Arica.
53 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
H
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
Para saber más
como víctimas por la la Comisión Valech. Se trataba de una primera medida para resolver
el conlicto agudo, quedando las otras demandas postergadas para ser abordadas por la
entonces futura Subsecretaría de Derechos Humanos. La subsecretaría comenzó a operar
recientemente, y retomó las negociaciones estableciéndose un acta de acuerdo en marzo
de 2017 (Ministerio del Interior y Seguridad Pública, 2017), que avanza en algunos puntos
y deja otros pendientes.20
Es relevante destacar dos aspectos que hacen de este conlicto un tema álgido. Por un lado
esta disputa se agrava por el hecho de las causas judiciales por torturas son muy marginales en número en relación con los crímenes de ejecución o desaparición. Por otro, como ha
destacado Cath Collins, la instancia de la Comisión Valech signiicó un retroceso en materia
de justicia, en comparación con la comisión Rettig (1991, 1996), puesto que ésta sí estableció una vinculación entre la instancia y el poder judicial (aun cuando la relación tardara
años en materializarse). Por el contrario la institucionalidad que dio origen a la comisión
Valech excluyó explícitamente esta opción.21
NUEVOS CONFLICTOS POR LA MEMORIA. ¿QUÉ HACER CON LOS PERPETRADORES
DE VIOLACIONES A LOS DDHH?
El Observatorio registro de manera signiicativa, la creciente visibilización de un conlicto
que hasta hace pocos años no había emergido en el espacio público, qué hacer con los perpetradores de violaciones a los DDHH en nuestra sociedad (16 acciones, Gráico H.1)22 En
este ámbito se observaron protestas en contra de los beneicios carcelarios de los presos
por violaciones a los DDHH, demandas para la degradación de funcionarios de las FFAA y
de orden condenados por este tipo de delitos. También se registraron protestas en contra
de la así llamada Misa del Perdón en el penal especial de Punta Peuco, la que buscaba
rebajas de penas a condenados por crímenes de DDHH. Asimismo, hubo una manifestación en contra de procesados por la Caravana de la Muerte y una “funa” al Buque Escuela
Esmeralda, lugar donde se detuvo y torturó a personas durante la dictadura, y que aún
representa al Estado chileno en el ámbito militar. A ello se suma una “funa” al Core Jorge
Vega por presuntos crímenes de lesa humanidad. Este conlicto se agudiza por el hecho de
que los perpetradores de violaciones a los DDHH, en su mayoría, no han entregado datos
sobre los detenidos desaparecidos ni sobre otros casos de violaciones a los DDHH, lo que
ha conllevado protestas por el “in del pacto de silencio”. La magnitud social que ha ido alcanzando el desprecio por los criminales por violaciones a los DDHH se evidencia también
por las acciones de celebración de la muerte de quien fuera el director de la DINA, Manuel
Contreras, en 2015 (en Plaza Italia y fuera del Hospital Militar donde murió). Esto contrasta
con el único caso de manifestación, en ambos años, en defensa de una persona condenada
por violaciones a los DDHH.
Este conlicto se entiende como parte de una demanda amplia de las organizaciones de
DDHH, de las agencias expertas y de expertos en el tema, por hacer cumplir plenamente
los acuerdos en materia de justicia y reparación por parte del Estado.
20.- Ver Acta en http://piensachile.com/wp-content/uploads/2017/03/ACTA-DE-ACUERDO-MESA-DE-TRABAJO-GOBIERNO-EX-PPs-PARTICIPANTES.pdf.
21.- Collins, C. (2016) Ibid.
22.- “Muerte Manuel Contreras”, “Misa Punta Peuco”, “Cierre Punta Peuco”, “Fin Pacto Silencio”, “Beneicios condenados Punta Peuco”, “Demanda degradación
FFAA”, “Buque Esmeralda”, “Caravana de la Muerte”, y “Funa Core Jorge Vega”.
54
También se reportaron protestas en torno a Colonia Dignidad (actual Villa Baviera), secta
vinculada a casos masivos de pedoilia y que prestó un apoyo signiicativo al estado chileno
para cometer violaciones a los derechos humanos en dictadura. Ésta operaba en un terreno
con casi plena autonomía política en la región del Maule, y que hoy funciona como lugar
turístico administrado por ex colones residentes. Recientemente una serie de inmuebles
del predio fue declarado como Monumento Histórico por su pasado represivo, y ha sido
preciado judicialmente.
±²GUNAS
REFLEXIONES FINALES
Las formas del recuerdo público de la dictadura en Chile han ido variando a lo largo del
tiempo. Si en los primeros años de posdictadura el país tuvo que conformarse con casos ejempliicadores de justicia (como el juicio por Orlando Letelier que estaba fuera de
la Ley de Amnistía), y una omisión casi completa del tema en los medios masivos de comunicación, en la actualidad el panorama es otro. Junto a las cientos de causas abiertas
por crímenes de DDHH, se suman en los últimos años los éxitos de taquilla dedicados al
periodo en los canales de televisión.23 Aquel diagnóstico sobre la mala memoria del país,
lúcidamente retratado por Tomás Moulián con el iceberg que nos representó en la Exposición Universal de 1992, ya resulta inadecuado para la actualidad.24 Hoy observamos una
apertura pública a la pregunta por el pasado. Además, si se observa la producción cultural
se vislumbra un giro en las narrativas gracias a creaciones de una generación de adultos
que vivieron la dictadura como niños. Se trata de obras que ponen el acento en los vacíos y
las diicultades en la transmisión de las memorias traumáticas y que ponen de relieve las
ambivalencias en torno a dicho pasado.25
Otro aspecto sobre el cuál es necesario relexionar es el lugar de la disputa. En general,
los actores que han liderado la lucha por la verdad, la justicia y la memoria en relación a
la dictadura, no han ocupado lugares de poder en el campo político, ni tampoco han tenido
espacios en los medios de comunicación (salvo en los primeros años de posdictadura).
Sus conlictos se han visibilizado mayormente en la calle, además de la continua batalla
judicial. La ausencia de acciones que, por el contrario, deiendan el legado dictatorial no se
explica porque estos actores no se expresen, sino que lo hacen ya sea en espacios privados
o a través del eiciente uso de las cartas al director de diarios como El Mercurio. Esa tribuna
les es esquiva a los actores sociales. Por tanto, para comprender las batallas por la memoria en Chile, en toda su magnitud y complejidad, no basta con observar únicamente lo que
ocurre en la calle, sino que es necesario mirar también aquellos otros lugares en que los
actores con mayor capital económico y político maniiestan el conlicto.
El uso de la calle conlleva, al menos, dos aspectos que interesa enfatizar relacionados a
la búsqueda de visibilización amplia que este tipo de manifestaciones conllevan. Uno, el
más evidenciado en la prensa, es el recurso a la violencia, el cual afecta a las acciones
conmemorativas a víctimas. El segundo, menos destacado pero igualmente signiicativo,
es dar cuenta que la manifestación del recuerdo en el espacio de la calle es una forma
23.- Como fue la serie “Los 80”, y “Los Archivos del Cardenal”.
24.- Moulián, T. (1997). Chile, Anatomía de un Mito. Santiago: LOM. Además, se destacaron en la época el Garretón, M.A. (2000). La Sociedad en que vivi(re)mos.
Santiago: LOM y Lechner. (2002). Las Sombras del Mañana: la dimensión subjetiva de la política”. Santiago: LOM.
25.- Me reiero por ejemplo a los ilms, “El ediicio de los chilenos” (Aguiló, M.; 2010), “Mi vida con Carlos” (Berger-Hertz, G.; 2010) y “Mi abuelo Allende” (Castillo,
P., Tambutti Allende, M.; 2015). La dramaturgia de Guillermo Calderón apunta en la misma dirección.
H
Para saber más
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
55 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
H
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
Para saber más
de búsqueda de reconocimiento público para víctimas de hechos que fueron sistemáticamente negados por largos años y en los que la justicia y reparación ha tardado mucho
en llegar. Siguiendo la categorización de Paul Ricoeur26, en estas expresiones se “pide(e)
ser reconocido por los otros”, por la sociedad en su conjunto.27 Este es uno de los sentidos
prevalentes en las acciones conmemorativas registradas en torno a la memoria de la dictadura, pero considero que lo es también en los casos de las huelgas de hambre de los ex
presos políticos. Es decir, estas manifestaciones no debieran ser entendidas únicamente
como una búsqueda por mejoras pecuniarias, sino que bajo la óptica de una búsqueda de
reconocimiento. La legitimidad de este reconocimiento es negado toda vez que se consigna
a las reparaciones como “beneicios” y no como un derecho.
10. OCTAVO MITO:
LOS MEDIOS NACIONALES CUBREN TODO CHILE
Para este mito, los datos son particularmente elocuentes: un conjunto de medios (mal llamados) “nacionales”
que han sido registrados por este observatorio (El Mercurio, La Tercera, Diario Financiero y Radio Cooperativa),
reportan solamente el 17% de las acciones contenciosas que ocurren en Chile, siendo superados por la extraordinaria cobertura que por sí solo provee el medio
Radio Biobío (24%) y son casi duplicados por el conjunto
de 13 medios regionales consultados (43%, igura 8.1).
Esta observación demuestra la importancia de multiplicar las fuentes consultadas en estudios basados en
reportes de prensa, y sugiere revisar con cautela los
resultados obtenidos solamente a nivel de medios nacionales, lo que suele ser el caso de las comparaciones
internacionales.
La extraordinaria cobertura de “Radio Biobío” es aún
más sorprendente al comparar los dos años de obser-
TABLA 8.1 - NÚMERO Y PORCENTAJE DE ACCIONES CONTENCIOSAS ÚNICAS REPORTADAS POR TIPO DE MEDIO
Año
Nacionales
Biobío
Regionales
Repetidos
Total
2015
346
22%
226
14%
756
48%
234
15%
1562
2016
346
14%
733
30%
965
39%
427
17%
2471
Total
692
17%
959
24%
1721
43%
661
16%
4033
26.- Ricoeur, P. (2006). Los caminos del reconocimiento. Tres estudios. México: Fondo de Cultura.
27.- Ricoeur, Ibid., p. 12.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
vación. Del año 2015 al 2016, este medio duplicó su participación en la cobertura total, triplicando su cantidad
de reportes exclusivos, mientras que los medios “nacionales” reportaron una cantidad constante y los regionales incrementaron sus reportes en un 28% (tabla 8.1).
Estos comportamientos muestran evidentes diferencias
editoriales de framing y priming, y aunque el fuerte aumento de cobertura de un medio particular podría estar incidiendo en el registro del relativo aumento de la
conlictividad en los años 2015-2016, el comportamien-
56
to agregado de 13 medios regionales conirma que los
reportes de prensa relejan una tendencia real de incremento en frecuencia de acciones contenciosas.
En conclusión, el mito que los medios “nacionales” cubren todo Chile es categóricamente falso, ya que éstos
representan una fracción relativamente pequeña y además decreciente del total de acciones contenciosas reportadas por la prensa. La viñeta redactada por Nicolás
Somma nos ilustra un poco más sobre estos asuntos.
FIGURA 8.1 - COBERTURA DE ACCIONES CONTENCIOSAS SEGÚN TIPO DE MEDIOS
Cobertura
combinada
16%
Medios
nacionales
17%
Radio Bio-Bio
Medios
regionales
24%
43%
Nota: esta clasiicación de medios diiere de la utilizada en el capítulo de este informe redactado por
Nicolás Somma, que propone una perspectiva complementaria28
28.- En este gráico, la radio Cooperativa se considera en conjunto con los medios nacionales, mientras que en el capítulo de Somma se considera en conjunto
con la radio Bio-bio. Esto responde a una diferencia analítica, destacándose aquí el impacto del medio con mayor cobertura mientras que Somma realiza un
análisis más especíico por tipos de medio (comparando radios y periódicos).
57 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
Para saber más
I
I. Medios de comunicación y sesgos
en la cobertura de la protesta
Nicolás M. Somma
PUC - COES
Como se nota en el anexo metodológico, el Observatorio de Conlictos del COES sigue la
venerable tradición de estudiar la protesta sistematizando información de medios de comunicación tales como diarios y radios. Aunque esta metodología – denominada “análisis
de eventos de protesta” - proporciona un conocimiento novedoso y detallado, es sabido que
introduce sesgos de selección - no todos los eventos que ocurren “llegan” a los medios.29
En este sentido, una fortaleza del Observatorio es la diversidad de medios empleados. Al
incorporar un diario por región, captura acciones que no son reportadas en los medios nacionales, y de esa forma ofrece una visión probablemente menos sesgada (aunque nunca
exacta) de lo que ocurre a lo largo de todo el país.
Esta fortaleza permite retomar y profundizar el “octavo mito” presentado en este informe.
Éste muestra que la mayoría de las protestas no son reportadas en los medios supuestamente “nacionales”. Siguiendo esta línea, clasiiqué a las acciones del Observatorio en
cuatro grupos según el o los medios que los cubren: (1) acciones reportadas sólo por periódicos nacionales (La Tercera, El Mercurio y Diario Financiero); (2) sólo reportadas por
radios nacionales (Radio Bío-Bío y Radio Cooperativa)30; (3) sólo por periódicos regionales
(listados en el apéndice metodológico del informe); y (4) reportes “combinados” (con cobertura múltiple de las anteriores).
Como muestra el gráico I.1, distintos tipos de medios reportan distintos sub-universos de
las protestas. Los diarios nacionales sólo reportan exclusivamente el 14% de las protestas
(de ahí que el adjetivo de “nacionales” no sea exacto). Los diarios regionales, tomados en
su conjunto, reportan en exclusividad casi tres veces más cantidad de acciones (43%). Las
radios nacionales hacen otro tanto con más de un cuarto del total de acciones.
Esta cobertura diferencial de la protesta tiene implicancias interesantes si se tiene en
cuenta que las personas tienen un consumo de medios segmentado. Según la Encuesta
Nacional de Lectoría y Pluralismo (Escuela de Periodismo UDP & Consultora Feedback,
2011)31, aplicada a mayores de 14 años en la cuarta, quinta y octava región, el 19% de la
población encuestada sólo lee periódicos de cobertura nacional y el 18% sólo lee periódicos regionales. Asimismo, el 25% escucha sólo radios nacionales, mientras que el 33%
escucha sólo radios locales.
29.- Ver por ejemplo Ortiz, D., Myers, D., Walls, E., & Diaz, M. E. (2005). Where do we stand with newspaper data?. Mobilization: An International Quarterly, 10(3),
397-419; y Earl, J., Martin, A., McCarthy, J. D., & Soule, S. A. (2004). The use of newspaper data in the study of collective action. Annu. Rev. Sociol., 30, 65-80.
30.- Denominamos a éstas como “radios nacionales” dado que ocupan los primeros puestos de audiencia a nivel nacional y se emiten en varios puntos del
país (ver http://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2016/09/22/radio-bio-bio-se-consolida-como-la-emisora-mas-escuchada-de-chile-y-lider-informativa-en-santiago.shtml). Radio Bío-Bío se fundó en la ciudad de Concepción pero se expandió a otras regiones durante los 90s y actualmente tiene 42
estaciones en todo el país por lo que puede considerarse una radio nacional (https://es.wikipedia.org/wiki/Radio_B%C3%ADo-B%C3%ADo). De todos modos,
debe tenerse en cuenta que para la codiicación de las protestas no se utilizaron las emisiones al aire de estas radios sino sus páginas web, lo que hace
difícil conceptualizarlas como radios tradicionales.
31.- Encuesta realizada por la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales y la consultora Feedback, y que se encuentra disponible por gentileza
de Arturo Arriagada en http://www.antimedios.cl/entrevistas-2/.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
58
I
Para saber más
GRÁFICO 1 - DISTRIBUCIÓN DE EVENTOS SEGÚN TIPO DE COBERTURA
14%
16%
Sólo periódicos
nacionales
Cobertura
combinada
28%
43%
Sólo radios
nacionales
Sólo periódicos
locales
GRÁFICO 2 - LOCALIZACIÓN DE LAS PROTESTAS SEGÚN TIPO DE MEDIO
Regiones
RM
83
17
Total
73
27
Cobertura combinada
79
21
Radios nacionales
98
2
Periódicos locales
57
43
Periódicos nacionales
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
59 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Para saber más
I
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
Como distintos medios cubren distintas acciones (gráico I.1), esto signiica que distintas
personas están expuestas a distintos sub-universos de protestas. En consecuencia, la
información que reciben diiere y su opinión sobre la protesta y los movimientos sociales
que la protagonizan posiblemente varíe debido a este hecho. Téngase en cuenta además
que, para la mayoría de la gente, los medios de comunicación son la principal fuente de
información sobre la protesta. En Chile y el mundo, la población que participa en protestas
es minoritaria. La mayoría restante carece de información de primera mano y debe basarse fundamentalmente en los medios.
No sólo ocurre que, por lo anterior, las acciones especíicas que llegan al conocimiento de
distintas personas son distintos. Más importante aún, las características de las acciones
reportadas varían. Para empezar, la cobertura de los distintos tipos de medios está fuertemente sesgada por el lugar donde ocurre la protesta. Como muestra el gráico I.2, sólo el
17% de las protestas ocurre en la región metropolitana – el resto ocurre en otras regiones.
Sin embargo, los diarios nacionales sobre-representan enormemente las protestas de la
región metropolitana – un 43% de las que reportan provienen de allí. Pasa lo opuesto con
los diarios regionales: el 98% de las protestas que reportan ocurren fuera de la región
metropolitana. Es decir, es muy raro que un diario regional reporte lo que pasa en la región
que centraliza el poder y los recursos del país. Como consecuencia, para el 18% que sólo
lee periódicos regionales, la protesta metropolitana prácticamente no existe.
También hay diferencias en el tamaño de las protestas - medido por estimaciones de la
cantidad de asistentes (gráico I.3). Las acciones que aparecen en los diarios nacionales y
en más de un medio (“cobertura combinada”) tienden a ser más grandes, de más de 3000
asistentes. Por el contrario, los diarios regionales sub-representan a las acciones más
grandes (muchos de los cuales tienen lugar en Santiago, que como vimos arriba apenas
aparecen en los diarios regionales). Extrañamente, las radios nacionales sub-representan
aún más a las grandes acciones, al tiempo que sobre-representan las acciones más pequeñas. Por supuesto, las estimaciones de cantidad de asistentes son imprecisas y aproximativas. De todas formas, quienes se nutren de uno u otro tipo de medios posiblemente
tendrán una visión distinta de la magnitud de la protesta en el país.
Los movimientos sociales pueden emplear distintos tipos de tácticas – pacíicas como una
marcha, disruptivas no violentas como cortar una ruta, o violentas como dañar la propiedad pública o privada. Las tácticas importan. Muchas personas que no conocen las demandas de los movimientos basan sus juicios sobre ellos en función de las tácticas – y por
lo general los movimientos violentos reciben las peores opiniones. El gráico I.4 muestra
que en este aspecto también hay diferencias apreciables. Los diarios nacionales sobre-reportan las protestas cuya táctica principal es violenta y sub-representan a las protestas
pacíicas, posiblemente contribuyendo a una visión negativa de los movimientos sociales.
A su vez, los diarios regionales sobre-representan a las protestas pacíicas (produciendo
quizás el efecto opuesto), mientras que las radios nacionales cubren mayormente las más
disruptivas y menos violentas.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
60
I
GRÁFICO 3 - CANTIDAD DE ASISTENTES A LAS PROTESTAS SEGÚN TIPO DE MEDIO
51 a100
101 a 500
30
501 a 3000
23
3001+
31
8
Para saber más
1 a 50
9
Total
28
17
26
17
12
Cobertura combinada
38
22
29
4
7
Radios nacionales
28
27
32
7
7
Periódicos locales
26
18
36
13
6
Periódicos nacionales
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
GRÁFICO 4 - TÁCTICAS DE LA PROTESTA SEGÚN TIPO DE MEDIO
Pacíficas
Disruptivas no violentas
Violentas
49
43
8
Total
48
38
14
Cobertura combinada
45
51
4
Radios nacionales
54
40
6
Periódicos locales
42
40
18
Periódicos nacionales
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
61 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
I
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
Para saber más
Finalmente, los movimientos sociales varían en el tipo de “blancos”, esto es, el tipo de
autoridades a las que dirigen sus demandas. Dichas autoridades pueden ser nacionales,
como ministros o presidentes de la república, y/o locales, como alcaldes (una protesta
puede tener ambos tipos de blancos). Aquí también hay diferencias. Como muestra el
gráico I.5, los diarios nacionales cubren una mayor proporción de protestas cuyos blancos son nacionales, mientras que comprensiblemente los diarios locales se enfocan en
protestas dirigidas a blancos regionales o locales. De hecho, los diarios nacionales cubren
muy poco las protestas con blancos locales (9%). Es curioso que las radios nacionales reporten menos los blancos de las protestas que cubren (sean autoridades nacionales o locales). Puede deberse a un sesgo de descripción o a que los blancos son más indeinidos.
Para resumir: las personas consumen distintos tipos de medios (algunas se inclinan más
a las radios, otras a los periódicos; algunas a los medios nacionales, otras a los regionales). Distintos medios no sólo reportan distintos sub-universos de protestas especíicas,
sino que tales protestas varían en términos de tamaño, localización geográica, tácticas
y blancos. Como consecuencia, las personas pueden tener distintas opiniones o juicios
sobre la protesta no sólo por tener distintas posturas políticas y valores morales, sino por
el tipo de medios que usan para informarse. Es más, según análisis preliminares de la encuesta UDP-Feedback mencionada arriba, los públicos que consumen periódicos y radios
regionales o nacionales, son bastante similares entre sí - al menos en términos de sexo,
edad, educación y posición política. Dadas estas similitudes, es plausible que los distintos
panoramas de la protesta que reciben de los medios que consumen quizás constituya la
principal fuente para producir distintos juicios y opiniones.
GRÁFICO 5 - BLANCOS DE LA PROTESTA SEGÚN TIPO DE MEDIO
Blanco autoridades nacionales
Blanco autoridades regionales / locales
80%
75%
74%
70%
64%
61%
58%
60%
50%
40%
30%
30%
20%
20%
15%
10%
12%
9%
0%
Periódicos
nacionales
Periódicos
locales
Radios
nacionales
Cobertura
combinada
Total
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
62
11. ³´ART³µ¶ ·¸¹ODOLÓGICO
Tomás Campos
COES
El Observatorio de Conlictos de COES ha generado una
base de reportes de prensa referidos a acciones contenciosas en el espacio público, siguiendo lineamientos metodológicos rigurosos que permiten la correcta
consolidación de datos que intentan explicar la realidad
del conlicto en Chile. Apoyándose en estudios y experiencias previas, como la del Observatorio de Huelgas
Laborales del COES, se ha complementado la metodología empleada con nuevas dimensiones de análisis para
poder describir un espectro amplio de conlictos. Esto
responde a la necesidad de generar información apta
para distintos objetivos y líneas de investigación interdisciplinaria, lo que agrega desafíos adicionales a la utilización rigurosa de medios de prensa.
con diversos grados de organización y que actúan de
manera colectiva buscando la mejora o defensa de sus
intereses. Un conlicto, según el PNUD, surge cuando un
actor, grupo o movimiento social expresa un malestar
colectivo de forma hostil a través de demandas y medidas de presión contra alguna instancia pública o privada
(PNUD – PAPEP, 2012). Sin embargo, para los efectos del
trabajo a realizar, es la acción contenciosa u protesta la
unidad de análisis. En este sentido, se entiende la acción
contenciosa como la forma en la que un actor, grupo o
movimiento social expresa un malestar colectivo, pacíica u hostilmente, frente a otro actor, grupo, movimiento,
o instancia pública o privada, a través del despliegue de
ciertas tácticas en el espacio público.
³º¹¸»¸µ¸º¹¸¼½ ¾º¿¶À·¸ Âó ´ÀOTEST³ ¼¶»¾³Ã ¸º
³ºÆþ¼¾¼ µ¸ ¸Ç¸º¹¶¼ µ¸ ´ÀOTESTA
³·ÄÀ¾»³ óTINA”, µ¸¼ARROLL¶ ·¸¹ODOLÓž»¶
A partir de esta deinición del conlicto y de su operacionalización a través del análisis de la protesta social,
el Observatorio de Conlictos siguió los lineamientos
del informe del PNUD y se apoyó en la experiencia de
implementación de esta metodología en el Observatorio de Huelgas Laborales de COES, mediante una asesoría realizada por Rodrigo Medel, Domingo Pérez y
Diego Velásquez.
Y
CONCEPT¶ µ¸ »¶º¿Ã¾»TO
El trabajo realizado por el Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo desde su proyecto de Análisis Político y Escenarios Prospectivos (PAPEP) fue el primer cimiento para delinear el Observatorio de Conlictos. En
este informe del año 2013 se realiza un esfuerzo por
determinar el nivel de conlictividad en América Latina,
enfocándose en la protesta para explicar el cómo se
desarrolla un conlicto, sus componentes principales y
su mantención durante el tiempo. Para ello, se analizaron 54 periódicos de 17 países entre octubre del 2009 y
septiembre del 2010, registrando distintos eventos de
protesta reportados en ellos.
Este informe se utilizó como referencia para enmarcar
el proyecto de COES ya que su concepto de conlicto y de
protesta social no es en sí negativo, considerando que
encierra un potencial de transformación al expresar un
sentido común (PNUD – PAPEP, 2012). Esta deinición es
próxima a la Agenda Teórica de COES, que sistematiza
las diferentes líneas de investigación del centro, donde
se ha hecho un esfuerzo por describir de manera colectiva el concepto de conlicto y cohesión social.
El conlicto, entonces, se entiende como un proceso de
interacción contenciosa entre actores e instituciones,
El análisis de eventos de protesta tomó forma durante
los años sesenta para describir casos de violencia colectiva y manifestaciones raciales, para luego profundizar el
análisis hacia los procesos históricos de protesta, como
también la evolución temporal de los eventos y su desarrollo y, de esta forma, entender preguntas clásicas sobre
la inluencia del momento de la protesta y las dinámicas
de sus organizaciones en las tasas de acción colectiva
(Olzak, 1989; Barranco & Wisler, 1999). Una de las formas
clásicas de recopilar información detallada de la protesta
se hace a través de los registros en medios de comunicación. Esto, como toda metodología, trae consigo sesgos
asociados (Snyder & Kelly, 1977; Olzak, 1989; McCarthy,
McPhail & Smith, 1996; Barranco & Wisler, 1999; Earl,
Martin, McCarthy & Soule, 2004; Ortiz, D., Myers, D., Walls,
E., & Diaz, M. E., 2005). Estos sesgos no pueden eliminarse - especialmente la selección que realizan los mismos
medios sobre qué acción contenciosa reportar -, pero sí
reducirse mediante las siguientes estrategias:
63 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Una buena selección de las fuentes a consultar en
virtud de una ampliación de la cobertura geográica del
Observatorio. De esta forma, la inclusión de medios de
carácter regional implica que se puede captar una mayor cantidad de eventos, ya que puede existir un sesgo
geográico importante. (Olzak, 1989; McCarthy, McPhail
& Smith, 1996; Barranco & Wisler, 1999)
ÈÉÊ
ÈËÊ Una deinición clara sobre la unidad de análisis, ya que
el concepto de conlicto puede ser amplio. Al entender el
conlicto como se describe anteriormente, se pretende
englobar todo tipo de protesta social y así entregar una
descripción integral de la actividad contenciosa en Chile.
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
de forma simultánea, dentro de un mismo día, los que
pueden identiicarse con una variable auxiliar especíica
para episodios de protesta. Según el foco de investigación, estos niveles se pueden agregar o desagregar de
forma inequívoca mediante el uso de las variables correspondientes. Potencialmente, existe un cuarto nivel,
que correspondería a procesos contenciosos más dilatados en el tiempo y que puede construirse a partir del
nivel de episodios contenciosos con concurrencia, pero
esto requiere un análisis especíico según el objetivo de
investigación y determinar caso a caso las fechas de inicio o término de estos procesos.
ÎÏÎÐÎÑÒÔÕ ÖÎ ×ÑØÏÙÕÙÕ
Un grupo de variables correctamente especiicadas
(Earl, Martin, McCarthy & Soule, 2004). En este punto, la
experiencia de medición y operacionalización de la protesta del proyecto “Dynamics of Collective Action” de
Stanford University entrega un instrumento de codiicación útil para cumplir los objetivos descritos. A su vez,
el proyecto Fondecyt de Iniciación N° 11121147 “La difusión de la protesta colectiva en Chile (2000-2012)”, a
cargo del investigador Nicolás Somma, incorporó nuevas
variables de análisis, profundizando la caracterización
de la protesta.
ÈÌÊ
Un ejercicio de remuestreo para eliminar el sesgo
de selección. Esto signiica que se realizaron codiicaciones cruzadas para uniicar el criterio de codiicación.
Durante el segundo semestre del 2016, esta actividad
se realizó cada dos semanas con una selección de 30
casos aleatorios para recodiicar entre los 6 asistentes.
Actualmente, se realizan remuestreos mensualmente
de 30 casos aleatorios entre los 4 asistentes.
Las variables que se consideran al momento de codiicar las acciones de protesta se pueden resumir en las
siguientes: Fecha de la acción contenciosa, Tipo de noticia
(versión impresa o versión web), Ubicación (Región, Provincia, Comuna, Localidad o Ciudad), Lugar objetivo de la
demanda, Episodios de protesta, Número de participantes
(por acción y por episodio), Grupos sociales participantes, Target de la protesta, Sector del actor demandado y
demandante (Categoría PNUD), Organizaciones participantes, Elementos de demanda, Campo de conlictividad
(Categoría PNUD), Presencia de carabineros y su acción
(detenidos, heridos y muertos) y Tácticas de protesta.
ÈÍÊ
Con el objetivo de recabar de forma íntegra la información acerca de acciones contenciosas, el Observatorio
de Conlictos procura identiicar y describirlos de forma
sistemática, estructurando esta información a tres niveles. Primero, reportes de prensa de acciones contenciosas, los que pueden ser únicos o repetidos en dos o más
medios de prensa. Segundo, acciones contenciosas únicas (descontando las repeticiones de prensa), que ocurren en un espacio y tiempo especíicos, los que pueden
gestarse de forma autónoma o ser concurrentes a un
episodio o llamamiento común a mayor escala. Tercero, episodios contenciosos que aglomeran a dos o más
acciones especíicas, que ocurren en distintos lugares
Una innovación importante del proyecto es que se incluyó una nueva categoría de análisis. Especíicamente,
se utilizaron los “Campos de Conlictividad” del informe
PNUD como categorías para identiicar las diversas acciones de protesta según 3 tipologías correspondientes
a conlictos por reproducción social, conlictos institucionales y conlictos culturales. Desde COES, en conjunto con el Centro de Inteligencia Territorial de la Universidad Adolfo Ibáñez, se coniguró una cuarta categoría
con el objetivo de incluir especíicamente los conlictos
de índole territorial.
ÚÏ×Ñ ÖÎ ÒÛ×Ü×ÝÔ Y ÞßÎÑÒÎÕ àÔÑÕßÏTADAS
El Observatorio se constituyó, en una primera instancia,
de 6 codiicadores que detectaron las acciones de protesta reportados en 18 medios de comunicación. Para la
búsqueda se utilizó tres criterios:
ÈÉÊ Ediciones impresas web a través de revisión día a día.
Buscador propio de la página web del medio al iltrar
por palabras clave.
ÈËÊ
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
(c) Buscador de google junto a un código y fechas especíicas.
Posteriormente, se crearon carpetas compartidas para
respaldar las noticias encontradas y así facilitar el chequeo posterior de las codiicaciones, como también para
realizar investigaciones como análisis de casos, narrativa de los medios y/o análisis de conceptos utilizados
para describir ciertas acciones.
Respecto a las fuentes consultadas, éstas se escogieron
en base a su circulación geográica y la disponibilidad
de información en sus portales web. De esta forma, se
busca la mayor extensión territorial posible con la mayor información disponible. Los medios consultados son
los siguientes:
• Medios de circulación nacional: La Tercera, El Mercurio, Diario Financiero y Radio Cooperativa.
• Periódicos de circulación regional: La Estrella de
Arica, La Estrella de Iquique, La Estrella de Antofagasta, El Diario de Atacama, Diario La Región de
Coquimbo, La Estrella de Valparaíso, El Rancagüino
- La Prensa de la VI Región (Se utilizaron 2 medios
para respaldar la falta de información en El Rancagüino), La Prensa de Curicó, Radio Bío-Bío, El Austral de Temuco, El Austral de Valdivia, El Llanquihue,
El Diario de Aysén y La Prensa Austral.
Cabe destacar, como primer punto, que se complementó
el medio “El Rancagüino” con “La Prensa de la VI Región”
por problemas de disponibilidad de información. Segundo, que como se pudo observar a lo largo del informe, la
Radio Bío-Bío tiene una cobertura superior a los 4 medios nacionales, por lo que es una fuente completa de
información en sí misma. Por último, El Rancagüino, La
Prensa de la VI Región y La Prensa de Curicó entregaron
un bajo número de casos para el año 2015 debido a que
no cubrieron acciones de protesta, ya que existen las
noticias en ambos formatos (versiones impresas digitalizadas y formato web).
áâãAFÍOS
PENDIENTES
La metodología de análisis de eventos de protesta no
está exenta de limitantes. Aunque ya se han incorporado
estrategias para disminuir los sesgos respectivos, hay
todavía aspectos que se deben profundizar. Especíica-
64
mente, el sesgo de la prensa no puede eliminarse al momento de utilizarla para codiicar acciones de protesta.
En ese sentido, el desafío está en, primero, aumentar la
cobertura de la prensa alcanzando, por ejemplo, medios
independientes que pudieran complementar la información. De esta forma, se pueden cubrir acciones que
posiblemente no sean cubiertas por la prensa nacional
ni regional. En segundo lugar, se podría aumentar el número de medios por analizar, llegando a dos por región y
que no pertenezcan a la misma ciudad. Así, se limitaría el
centralismo de la prensa, inherente en sus dinámicas de
mayor publicidad y de búsqueda de renta. Por último, se
pueden recolectar datos administrativos de protesta. Los
distintos gobiernos regionales cuentan con un registro
de solicitudes de movilizaciones urbanas, lo que podría
contrastarse con los datos levantados por el observatorio. Sin embargo, aquél registro oicial no considera las
diversas protestas no autorizadas que se llevan a cabo
en lugares urbanos del país, como en lugares rurales.
LIBRO DE CÓDIGOS32
N°: Identiica el número total de la acción, ordenados
cronológicamente.
MEDIO: Variable categórica que indica el medio en el
cual se encontró la acción codiicada.
PA: Variable categórica que identiica el tipo de medio al
que corresponde a la acción. Toma valor 0 para medios
de circulación regional, 1 para medios de circulación nacional y 2 cuando corresponde a la Radio Bíobío.
P0: Variable categórica que corresponde a un identiicador de evento repetido. Esto sirvió para eliminar acciones que fueron reportadas por más de un medio a la vez.
P1: Número de acción. Este identiicador corresponde
al número asignado a la acción y al archivo de respaldo.
P2: Fecha de codiicación. Corresponde a la fecha en que
se codiica la acción, codiicada en 3 campos numéricos
de día (dd, P2a), mes (mm, P2b) y año (aa, P2c).
P3: Número de página. Campo numérico que indica el
número de página de donde proviene la noticia que describe la acción.
32.- Los ANEXOS II y IV corresponden a categorías hechas en el marco del Informe de la Protesta Social en América Latina (PAPEP-PNUD, 2012).
65 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Tipo de noticia. Variable dicotómica que toma valor
1 cuando la noticia corresponde a la versión impresa y 2
cuando la noticia tiene formato online/web.
äåæç
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
rresponde a la cantidad de participantes reportados en
la acción contenciosa.
Número de participantes por episodio contencioso. Variable continua que corresponde a la cantidad de
participantes reportados en el episodio contencioso.
äééæç
Número de líneas referidas a la acción. Campo numérico que indica la cantidad de líneas que tiene la noticia que describe la acción contenciosa.
äèç
P5 : Fecha de la acción. Corresponde a la fecha en que
sucedió la acción contenciosa, codiicada en 3 campos
números de día (dd, P5a), mes (mm, P5b) y año (aa, P5c).
P6 : Región. Campo numérico que describe la región en
donde sucede la acción contenciosa. Toma valores desde 1 a 15, correspondientes a cada región del país.
P7 : Provincia. Campo numérico que describe la provincia en donde sucede la acción contenciosa. Toma valores correspondientes a cada provincia del país según el
código otorgado por el INE, conformado por la región:
primer (os) dígito(s) para la región y el siguiente dígito
para el número de la provincia dentro de la región.
P1 2 : Estimación de número de participantes. Campo
numérico que corresponde a la estimación del número
de participantes en la acción contenciosa. Toma valor
1 cuando es un grupo muy pequeño de participantes, 2
cuando es un grupo chico entre 10 y 49 participantes,
3 cuando es un grupo mediano de entre 50 y 100 participantes, 4 cuando son cientos, 5 cuando son miles y 6
cuando son decenas de miles.
P1 3 : Grupos sociales participantes en la acción contenciosa. Corresponde a un código que identiica qué grupo
social participa en la acción contenciosa descrita. Son 4
campos numéricos para las columnas P13a, P13b, P13c
y P13d. (Ver ANEXO I para los códigos).
Target/Objetivo de la protesta. Variables dicotómicas que describen el agente, institución o persona a la
cuál va dirigida la protesta. Toman valor 1 cuando sí está
dirigida y 2 cuando no.
äéèç
P8 : Comuna. Campo numérico que describe la comuna
en donde sucede la acción contenciosa. Toma valores
correspondientes a cada comuna del país según el código otorgado por el INE, conformado por el(los) primer
(os) dígito(s) para la región, el siguiente dígito para el número de la provincia dentro de la región y el siguiente dígito para el número de la comuna dentro de la provincia.
P9 : Localidad o ciudad. Campo de texto que corresponde
a la descripción más especíica que se tenga de la acción contenciosa. Puede ir desde el nombre de la localidad o ciudad, o también hasta la intersección de calles
especíicas, o el nombre de una ruta o carretera.
äéèæç
Gobierno o autoridades nacionales.
P14b: Gobierno o autoridades regionales o locales.
P14c: Empresas privadas (nacionales o internacionales).
P14d: Gobierno o estado extranjero
P14e: Institución educativa
P1 0 : Lugar objetivo de la demanda. Campo de texto que
describe si el lugar objetivo de la demanda planteada
en el evento es distinto al lugar en donde se realiza la
acción contenciosa.
Episodios contenciosos. Campo numérico que corresponde a códigos asignados a acciones que suceden en
un día simultáneamente (en más de un lugar geográico)
pero que se enmarcan en una movilización más general.
P14f: Institución de salud
P14g: Actor o institución de la sociedad civil (grupo,
movimiento, organización, etc.).
äéêæç
P1 1 : Número de participantes. Variable continua que co-
P14h: Otro. Campo de texto cuando el objetivo de la
protesta no corresponde a los anteriores.
P15: Actor demandado. Campo de texto (P15a, P15b)
que corresponde al sector en donde se involucra el ac-
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
tor demandado. Sigue la conceptualización de actores
hechas por el informe “La Protesta Social en América
Latina” del PNUD. (Ver ANEXO II para lista de sectores).
P16: Número de organizaciones. Variable continua que
corresponde al número de organizaciones formales especíicas descritas en la acción contenciosa. Se habla de
organizaciones formales cuando se les otorga un nombre especíico en la noticia respectiva.
P17: Organizaciones o grupos mencionados. Campo de
texto (P17a, P17b, P17c, P17d, P17e, P17f) que describe
la organización, grupo o actor que participa del evento. La variable P16 corresponde al número de organizaciones formales participantes, pero en esta variable
se describen no solamente las organizaciones formales,
sino todos los grupos o actores mencionados.
P18: Actor demandante. Campo de texto (P18a, P18b)
que corresponde al sector en donde se involucra el actor demandante. Sigue la conceptualización de actores
hechas por el informe “La Protesta Social en América
Latina” del PNUD. (Ver ANEXO para lista de sectores).
P19: Elementos de demanda. Variable categórica (P19a1,
P19b1, P19c1, P19d1, P19e1) que identiica las demandas
declaradas por los participantes de la acción contenciosa,
como también declaradas en la convocatoria (ver ANEXO III para la lista de elementos de demanda). Se incluyen también las valencias (P19a2, P19b2, P19c2, P19d2,
P19e2), que corresponden a una variable categórica para
identiicar la posición de los participantes respecto de la
demanda, tomando valor 1 cuando la idea es mantener
la situación, 2 cuando la idea es cambiar la situación y 3
cuando no se puede identiicar la intencionalidad.
P20: Campo de conlictividad. Campo de texto (P20a,
P20b) que corresponde al campo de conlictividad que
caracteriza la acción contenciosa. Se basa en una conceptualización de las acciones de protesta hecha por el
informe “La Protesta Social en América Latina” del PNUD
y por el equipo coordinador del Observatorio más el Centro de Inteligencia Territorial de la Universidad Adolfo Ibáñez. (ver ANEXO IV para la descripción de cada campo).
P21: Presencia de carabineros. Variable dicotómica que
corresponde a la presencia de carabineros en la acción
contenciosa, tomando valor 1 cuando sí hubo presencia
y valor 2 cuando no la hubo.
66
P22: Acción de fuerzas de seguridad. Variables dicotómicas que describen una acción especíica que puede
haber sido realizada o no. Toma valor 1 cuando sí se realizó y valor 2 cuando no.
P22a: Se enfrentaron cuerpo a cuerpo con los manifestantes.
P22b: Se usaron bombas lacrimógenas, carros lanza aguas o elementos similares.
P22c: Se usaron armas de fuego.
P22d: Se arrestaron manifestantes.
P23: Número de arrestos. Variable continua que
describe el número de participantes arrestados por
fuerzas de seguridad.
P24: Estimación de número de arrestos. Campo numérico que describe la estimación de participantes arrestados. Toma valor 1=2-9 individuos, 2=10-49 individuos,
3=50-99 individuos, 4=100 o más individuos.
P25: Existencia de heridos. Variable dicotómica que describe la existencia de heridos. Toma valor 1 cuando sí
hubo heridos y 2 cuando no.
P26: Heridos y estimación. Campo numérico que describe cuántos heridos hubo y si no existe el dato, se realizó
una estimación siguiendo los siguientes valores: 1=29 individuos, 2=10-49 individuos, 3=50-99 individuos,
4=100 o más individuos.
Manifestantes: Número exacto de heridos (P26a),
estimación de heridos (P26b).
Carabineros u otros: Número exacto de heridos
(P26c), estimación de heridos (P26d).
Terceras personas: Número exacto de heridos
(P26e), estimación de heridos (P26f).
P27: Existencia de muertos. Variable dicotómica que
describe la existencia de muertos. Toma valor 1 cuando
sí hubo muertos y 2 cuando no.
67 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
P28: Muertos y estimación. Campo numérico que describe cuántos muertos hubo y si no existe el dato, se
realizó una estimación siguiendo los siguientes valores:
1=2-9 individuos, 2=10-49 individuos, 3=50-99 individuos, 4=100 o más individuos.
Manifestantes: Número exacto de muertos (P28a),
estimación de muertos (P28b).
Carabineros u otros: Número exacto de muertos
(P28c), estimación de muertos (P28d).
Terceras personas: Número exacto de muertos
(P28e), estimación de muertos (P28f).
P29: Tácticas de protesta. Campo numérico (P29a, P29b,
P29c, P29d, P29e y P29f) que corresponde a la táctica
realizada por los participantes en la protesta. (ver ANEXO V para los códigos de tácticas)
12. REFERENCIAS
» Adimark Gfk (2011). Encuesta de opinión pública:
Evaluación Gestión del Gobierno. Septiembre
2011. Recuperado de: http://www.adimark.cl/es/
estudios/documentos/0_9_ev_gob_sept2011_.pdf
» Adimark Gfk (2016). Evaluación Gestión del
Gobierno, Junio 2016. Informe Mensual.
Recuperado de: http://www.adimark.cl/es/
estudios/documentos/28_eval%20gobierno%20
jun_2016%20vnuevo.pdf
» Aguiló, M., Egaña, J.M. (productores), Aguiló,
M. (directora). (2010) El ediicio de los chilenos
[documental]. Chile: APLAPLAC.
» Atlas de Justicia Ambiental. Recuperado de: http://
www.ejolt.org/project/
» Barranco, J. & Wisler, D. (1999). Validity and
systematicity of newspaper in event analysis.
European Sociological Review, 15 (3), 301-322.
» Berger-Hertz, C., Beetz, C., García, P. (productores);
Berger-Hertz, G. (director). (2010) Mi vida con
Carlos [documental]. Chile: Todo por las niñas,
Cinedirecto Producciones.
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
» Carabineros de Chile (2014). Protocolos para el
mantenimiento del orden público. Recuperado
de http://deptoddhh.carabineros.cl/assets/
protocolos_mantenimiento_del_orden_publico.pdf
» Castillo, P. (productora), Tambutti Allende, M.
(directora). (2015) Allende Mi abuelo Allende [cinta
cinematográica]. Chile: Errante Producciones.
» Centro de Derechos Humanos UDP (2012) Informe
Anual sobre Derechos Humanos en Chile 2012.
Recuperado de http://www.derechoshumanos.
udp.cl/derechoshumanos/index.php/informeddhh-2012
» Centro de Derechos Humanos UDP (2013) Informe
Anual sobre Derechos Humanos en Chile 2013.
Recuperado de http://www.derechoshumanos.
udp.cl/derechoshumanos/index.php/informeddhh-2013
» Comisión Asesora para la Caliicación de
Detenidos/as Desaparecidos/as, Ejecutados/as
Políticos y Víctimas de Prisión Política y Tortura
(2011). Informe de la Comisión. Recuperado de:
http://www.indh.cl/wp-content/uploads/2011/10/
Informe2011.pdf
» Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura
(2004). Informe de la Comisión. Recuperado de:
http://www.comisiontortura.cl/
» CONAF (2014). Catastro del Bosque Nativo CONAFCONAMA. Recuperado de: http://sit.conaf.cl/.
» Collins, C. (2015). Silencios e irrupciones: verdad,
justicia y reparaciones en la postdictadura chilena.
En Informe de DDHH 2015, Centro de Derechos
Humanos, UDP: 21-73.
» Collins, C. (2016). Truth-Justice-Reparations
Interaction Efects in Transitional Justice Practice:
The Case of the ‘Valech Commission’ in Chile.
Journal of Latin American Studies, 55-82.
» Dynamics of Collective Action, Codebook (2009);
Recuperado el 1 de Noviembre del 2015. Disponible
en: http://web.stanford.edu/group/collectiveaction/
cgi-bin/drupal/node/17
» Earl, J., Martin, A., McCarthy, J. D., & Soule, S. A.
(2004). The use of newspaper data in the study of
collective action. Annu. Rev. Sociol., 30, 65-80.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
» Edwards, P. K. (1990). Understanding conlict in
the labour process: The logic and autonomy of
struggle. In Labour process theory (pp. 125-152).
Palgrave Macmillan UK.
» Escuela de Periodismo UDP & Consultora Feedback
(2011). Encuesta Nacional de Lectoría y Pluralismo.
Recuperada de: http://www.antimedios.cl/
entrevistas-2/
» Fondecyt Iniciación N° 11121147 “La difusión de la
protesta colectiva en Chile (2000-2012)”
» Garretón, M.A. (2000). La Sociedad en que vivi(re)
mos. Santiago: LOM
» Informe Observatorio Huelgas Laborales 2016 –
Universidad Alberto Hurtado y Observatorio de
Huelgas Laborales.
» INDH – Mapa de Conlictos. Recuperado de: http://
www.indh.cl/mapadeconlictos
» INDH (2011). Informe Anual 2011. Situación de
los Derechos Humanos en Chile. Santiago, Chile.
Recuperado de http://bibliotecadigital.indh.cl/
handle/123456789/38
» INDH (2012). Informe Anual 2012. Situación de
los Derechos Humanos en Chile. Santiago, Chile.
Recuperado de http://www.indh.cl/wp-content/
uploads/2012/12/Inf-Anual-INDH12-WEB.pdf
» Instituto Nacional de Estadísticas, Indicadores
de Género. Recuperado de: http://www.ine.cl/
estadisticas/menu-sociales/genero
» Lechner. (2002). Las Sombras del Mañana: la
dimensión subjetiva de la política”. Santiago: LOM.
» McCarthy, J., McPhail, C. & Smith, J. (1996). Images
of protest: Dimensions of selection bias in media
coverage of Washington demonstrations, 1982 and
1991. American Sociological Review, 61 (3), 478499.
» Ministerio de Desarrollo Social (2013). CASEN
2013: Encuesta de Caracterización Socioeconómica
Nacional. Santiago, Chile. Recuperada de: http://
www.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/resultadosencuesta-casen-2013/
» Ministerio del Interior y Seguridad Pública (2017).
Acta de Acuerdo. Mesa de Trabajo Ex Presos/
68
as Políticos/as. Subsecretaría de Derechos
Humanos. Recuperada de: http://piensachile.
com/wp-content/uploads/2017/03/ACTA-DEACUERDO-MESA-DE-TRABAJO-GOBIERNO-EX-PPsPARTICIPANTES.pdf
» Moulián, T. (1997). Chile, Anatomía de un Mito.
Santiago: LOM.
» Olzak, S. (1989). Analysis of events in the
study of collective action. Annual Review of
Sociology, 15, 119-141. DOI: 10.1146/annurev.
so.15.080189.001003
» Ortiz, D., Myers, D., Walls, E., & Diaz, M. E. (2005). Where
do we stand with newspaper data? Mobilization: An
International Quarterly, 10(3), 397-419.
» PAPEP-PNUD, (2012); La Protesta Social en
América Latina, Cuaderno de Prospectiva
Política 1. Disponible: http://www.undp.org/
content/dam/undp/library/crisis%20prevention/
Understanding%20Social%20Conlict%20in%20
Latin%20America%202013%20SPANISH.pdf
» Ricoeur, P. (2006). Los caminos del reconocimiento.
Tres estudios. México: Fondo de Cultura.
» Schuster, F., Pérez, G., Pereyra, S., Armesto, M.,
Armelino, M., García, A., & Zipcioglu, P. (2006).
Transformaciones de la protesta social en
Argentina 1989-2003. Documento de trabajo, 48.
» Snyder, D. & Kelly, W. (1977). Conlict intensity,
media sensitivity and the validity of newspaper
data. American Sociological Review, 42 (1), 105123.
» Tilly, Ch. (1978) From Mobilization to Revolution.
Reading, Mass: Addison Wesley.
» World Economic Forum (2015). Informe global de
brechas de género. Recuperado de: http://reports.
weforum.org/global-gender-gap-report-2015/
69 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
13. ANEXOS
ANEXO I – GRUPOS SOCIALES
2 8 . Ecologistas/ambientalistas/animalistas
2 9 . Artistas, comunicadores, periodistas
ëìx íîìïðï
Clandestinos, presos, grupos de odio
3 0 . “Encapuchados”, o cualquier grupo que intencionalmente oculte su identidad
3 1 . Grupos “de odio” (racistas, homofóbicos, nacionalsocialistas o similares).
3 2 . Presos, detenidos
3 3 . Familiares de presos o detenidos
3 4 . Anarquistas, okupas, grupos libertarios
99. Otro grupo no especiicado: ANOTAR ______________
___________________________________________________
1.
2.
3.
4.
Hombres
Mujeres
Jóvenes
Adultos mayores
Grupos étnicos
5 . Pueblos originarios: mapuche
6 . Pueblos originarios: No mapuche
7 . Pueblos originarios: Indeterminado
8 . Inmigrantes
Estudiantes
9 . Estudiantes universitarios
1 0 . Estudiantes secundarios
1 1 . Estudiantes (indeterminado)
Grupos laborales
1 2 . Trabajadores empleados en el sector público
1 3 . Trabajadores empleados en el sector privado
1 4 . Trabajadores por cuenta propia o de pymes
1 5 . Trabajadores indeterminados
1 6 . Desempleados, cesantes
1 7 . Jubilados, pensionistas
1 8 . Jefas de hogar
Partidos, religión y deporte
1 9 . Grupos de simpatizantes o ailiados a partidos u organizaciones políticas
2 0 . Grupos religiosos
2 1 . Grupos relacionados a instituciones deportivas
Consumidores y deudores
2 2 . Consumidores de bienes y servicios varios (exceptuando estudiantes)
2 3 . Deudores (ej. habitacionales, CORFO, etc.)
Grupos según vivienda/geografía
2 4 . 24. Personas sin hogar
2 5 . 25. Pobladores
2 6 . 26. Residentes o vecinos de un barrio, localidad,
comuna o región.
Grupos de género, ecologistas-animalistas, artistas
2 7 . Homosexuales/minorías sexuales/feministas
ANEXO II – ACTORES
Gobierno central: instituciones o personas pertenecientes al poder ejecutivo central (gobierno central, gobierno
nacional, gobierno federal, etc.).
Gobierno local: instituciones o personas pertenecientes a
los gobiernos locales, cuya denominación puede variar de
acuerdo al país (alcaldía, ayuntamiento, municipalidad, etc.).
Gobierno regional: instituciones o personas pertenecientes a los gobiernos regionales, cuya denominación
puede variar de acuerdo a la división político-administrativa o forma de gobierno de cada país (provincia, departamento, estado, etc.).
Legislativo central: instituciones o personas pertenecientes a los poderes legislativos nacionales, cuya denominación puede variar de acuerdo al país (Congreso
de la Nación, Asamblea Legislativa Plurinacional, etc.).
Legislativo local: instituciones o personas pertenecientes a los poderes legislativos locales, cuya denominación puede variar de acuerdo al país (concejo deliberante, concejo municipal, etc.).
Legislativo regional: instituciones o personas pertenecientes a los poderes legislativos regionales, cuya denominación puede variar de acuerdo al país (asambleas
legislativas departamentales, legislaturas provinciales,
congresos estatales, etc.).
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
Poder Judicial: instituciones o personas pertenecientes al
poder judicial (por ejemplo, cortes supremas de justicia,
tribunales superiores de justicia, juzgados/jueces, etc.).
Agricultura: instituciones, organizaciones, grupos o
personas cuya actividad es la agricultura (por ejemplo,
productores agrícolas).
Caza: instituciones, organizaciones, grupos o personas
cuya actividad es la caza.
Comercio: organizaciones, grupos o personas cuya actividad es el comercio (por ejemplo, comerciantes informales).
Comunicaciones: instituciones, organizaciones, grupos
o personas que operan en el ámbito de las comunicaciones (por ejemplo, medios de comunicación).
Construcción: instituciones, organizaciones, grupos o
personas que operan en ese rubro (por ejemplo, organizaciones profesionales, sindicales, etc.).
Cooperación internacional: miembros o representantes
de instituciones de cooperación internacional.
70
Ganadería: instituciones, organizaciones, grupos o personas cuya actividad es la ganadería.
Grupos étnicos: organizaciones o personas que pertenecen a un grupo étnico o se identiican con él (por
ejemplo, pueblos indígenas).
Grupos irregulares: organizaciones o personas pertenecientes a grupos caracterizados por su actividad asistémica (por ejemplo, grupos armados).
Hidrocarburos: instituciones, organizaciones, grupos o
personas cuya actividad está ligada al sector hidrocarburos (por ejemplo, empresas hidrocarburíferas).
Iglesia: miembros de iglesias de diferentes religiones.
Industrial: instituciones, organizaciones, grupos o personas cuya actividad está ligada a la industria (por
ejemplo, empresas metalúrgicas).
Minería: instituciones, organizaciones o personas cuya
actividad es la minería.
ONG: Organizaciones no gubernamentales.
Cultura: instituciones, organizaciones, grupos o personas
que se desempeñan en el ámbito de la cultura (por ejemplo,
museos, organizaciones profesionales, sindicales, etc.).
Organizaciones políticas: partidos políticos u otras organizaciones que participan de la competencia electoral.
Educación: instituciones públicas o privadas, organizaciones o personas pertenecientes al ámbito de la educación (por ejemplo, escuelas, universidades, organizaciones sindicales, profesionales, etc.).
Otras organizaciones de la sociedad civil: organizaciones sociales que no pueden ser clasiicadas en el resto
de las categorías (por ejemplo, organizaciones sindicales, cívicas, de derechos humanos, etc.).
Empresarial: empresas privadas de diferentes rubros
no contemplados en las demás categorías.
Otros: otros actores que no pueden ser clasiicados en
ninguna de las categorías disponibles (por ejemplo, los
“ronderos” en Perú).
Energía: instituciones, organizaciones, grupos o personas cuya actividad está ligada al ámbito de la energía.
Financiero: instituciones, organizaciones, grupos o personas cuya actividad está ligada al sistema inanciero.
Forestal: instituciones, organizaciones, grupos o personas ligadas a la actividad forestal.
Fuerzas Armadas: miembros de las Fuerzas Armadas.
Otros actores estatales: entidades u organizaciones
que no pueden ser clasiicadas en las demás categorías
(por ejemplo, sindicatos de empleados públicos).
Otros servicios: instituciones públicas o privadas, organizaciones, agrupaciones o personas que prestan
servicios, que no pueden ser clasiicadas en las demás
categorías (por ejemplo, servicios portuarios, servicios
de correos, etc.).
71 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
circunstanciales: personas que no pertenecen
a grupos, organizaciones o instituciones. Se utiliza esta
categoría cuando el cuestionamiento proviene o se dirige a la persona en sí, más allá del cargo que ocupa.
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
ñctores
Pesca: instituciones, organizaciones o personas cuya
actividad es la pesca.
0200
0201
0202
0203
Policía: miembros de la Policía.
0204
0205
0206
Salud: instituciones públicas o privadas, organizaciones o
personas pertenecientes al ámbito de la salud (por ejemplo, hospitales, clínicas, sindicatos profesionales, etc.).
0207
Transporte: instituciones públicas o privadas, organizaciones o personas pertenecientes al rubro del transporte (por ejemplo, empresas/sindicatos de taxis, mototaxis, trenes, metros, etc.).
Turismo y hotelería: instituciones, organizaciones o
personas pertenecientes al rubro del turismo (por ejemplo, hoteles, servicios turísticos, organizaciones profesionales o sindicales, etc.).
Vecinal/comunal: personas, organizadas o no organizadas, cuyo referente de identiicación es geográico (por
ejemplo, Juntas Vecinales, pobladores de un determinado barrio, habitantes de una determinada zona, etc.).
ANEXO III – ELEMENTOS DE DEMANDA
CODIGO
Educación
0100 Educación en general
0101 Costos de educación, deudas educativas
0102 Cobertura, calidad y desigualdad educativa
0103 Educación gratuita, pública
0104 Beneicios asociados a condición de estudiante
(ej. pase escolar, almuerzos, becas)
0105 Faltas ético-legales, lucro en educación, irregularidades legales, coimas, etc.
0106 Aspectos curriculares y de contenidos
0107 Problemas vinculados a instituciones especíicas
0108 Derechos o situación de profesores o funcionarios administrativos
0109 Otras demandas educativas
Pueblos originarios
Pueblos originarios en general
Devolución de tierras
Condiciones socioeconómicas, préstamos, programas de ayuda
Condiciones legales, autonomía, representación
política
Represión policial, brutalidad policial
Fallos de la justicia relativos a pueblos originarios
Culturales (Amenazas a identidad y formas de
vida, estigmas,
discriminación)
Otras demandas de pueblos originarios
Laborales
0300 Laborales en general
0301 Salarios, indexación de salarios, reclamo de bonos o deudas
0302 Número y/o calidad de puestos de trabajo
0303 Condiciones de trabajo, horarios, accidentes o
riesgos laborales
0304 Negociación colectiva, derechos colectivos de los
trabajadores, mesas de
diálogo
0305 Otras demandas laborales
0306 Pensiones, planes previsionales, sistema previsional
Ecologista, ambientalista
0400 Ecologista/ambientalista en general
0401 Construcción de centrales energéticas, puentes,
represas, carreteras, etc.
0402 Desechos y residuos que contaminan o dañan el
hábitat, la biodiversidad y/o la salud
0403 Tratamiento de residuos, reciclaje
0404 Polución sonora
0405 Capa de ozono, calentamiento global y demás
cuestiones globales
0406 Otras demandas ambientalistas
Feminista, mujeres
0500 Feminista/mujeres en general
0501 Violencia contra mujeres
0502 Igualdad de salarios, cuotas políticas, educación
o capacitación para mujeres, anti-discriminación
0503 Otras demandas feministas/de mujeres
Salud
0600 Salud en general
0601 Costos de salud
0602 Calidad y desigualdad en salud
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
0603
0604
0605
0606
0607
Salud gratuita, pública
Irregularidades legales, coimas, etc.
Cobertura de salud y enfermedades especíicas
Problemas vinculados a instituciones especíicas
Demandas vinculadas a médicos y otros funcionarios de la salud
0608 Nutrición, hábitos saludables
0609 Otras demandas de salud
0700
0701
0702
0703
0704
0705
Cuestiones “valóricas”
Cuestiones “valóricas” en general
Aborto
Divorcio
Píldora del día después
Eutanasia
Otras demandas en cuestiones valóricas
Regionalistas, urbanas y/o locales
0800 Regionalistas, locales en general
0801 Proyectos energéticos en la zona (protesta al estilo “Not in my backyard”).
0802 Desarrollo local: mejor legislación, más fondos y
condiciones generales para regiones o localidades
0803 Contaminación en la zona
0804 Cambios de uso de suelo (plan regulador); ediicación en altura, ediicación de grandes proyectos comerciales, ediicaciones edilicias
0805 Infraestructura urbana; carreteras, aeropuertos,
corredores de transporte y problemas de desplazamiento.
0806 Otras demandas regionalistas o locales
0900
0901
0902
0903
0904
1000
1001
1002
1003
Minorías sexuales
Minorías sexuales en general
Derechos de gays
Derechos de lesbianas
Derechos de transexuales
Otras demandas de minorías sexuales
Antiinmigrantes/grupos étnicos
Antiinmigrantes/grupos étnicos en general
Inmigrantes nacionales (migración dentro de Chile)
Inmigrantes internacionales
Otras demandas vinculadas a grupos étnicos o
inmigrantes
Régimen militar
1100 Régimen militar en general
72
1101 Personas, acontecimientos o símbolos ligados al
régimen militar
1102 Investigación, esclarecimiento y/o procesamiento de militares ligados al régimen
1103 Acciones de grupos terroristas
1104 Otras demandas vinculadas a derechos humanos
y régimen militar
1105 Conmemoraciones víctimas o fechas clave
Vivienda
Vivienda en general
Deudas habitacionales
Construcción de viviendas
Alto costo de la vivienda
Campamentos, falta o precariedad de viviendas,
reconstrucción post-desastre
1205 Otras demandas de vivienda
1200
1201
1202
1203
1204
1300
1301
1302
1303
1304
1305
1306
1307
Sistema político
Reforma del sistema político en general
Cambio sistema binominal y otros cambios electorales
Cambio constitucional
Asamblea constituyente
Leyes puntuales
Solicitud de cambio en autoridad política
Otras reformas en reglas políticas
Corrupción
Otros
1401 Anti globalización, anti empresas transnacionales, anti neoliberalismo
1402 Derechos de los animales, vegetarianismo
1403 Derechos de consumidores
1404 Derechos de discapacitados y/o enfermos crónicos
1405 Derechos de los adultos mayores
1406 Derechos de grupos deportivos
1407 Derechos de grupos religiosos
1408 Pobreza y hambre
1409 Demanda por reforma de algún aspecto de la
economía
1410 Abusos y crímenes sexuales
1411 Demandas anarquistas, okupas y/o libertarias
1412 Eventos o situaciones internacionales
1413 Conmemoraciones (Relacionadas al régimen militar, ver código 1105)
1414 Seguridad ciudadana
9999 Otros no previstos: ANOTAR.
73 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
ANEXO IV – CAMPOS DE CONFLICTIVIDAD
1. El primer campo corresponde a los conlictos de reproducción social e incluye principalmente las demandas para
satisfacer necesidades básicas y ampliadas que permitan
la reproducción de los individuos y de las colectividades
humanas. Se trata sobre todo de cuestiones socioeconómicas, en particular laborales/salariales y de consumo
colectivo, pero también de movilizaciones en contra de
ciertas medidas políticas o sociales que se perciben como
amenazadoras del status quo, o cuestiones relacionadas
con la propiedad y el aprovechamiento de la tierra.
Laboral/salarial: se reiere a todo conlicto relacionado con la mejora de condiciones laborales, requerimientos salariales, reincorporación/despido
de personal, etc.; es decir, a puntos de divergencia
respecto de los pactos contractuales entre el empleado y el empleador.
Tierra: son conlictos por disputas de tierra y territorios entre dos o más actores, pedidos de otorgamiento u ocupaciones ilegales de territorios o
infraestructuras agrarias con la intención de apoderarse de ellos para uso propio.
Administración de recursos económicos: esta categoría hace referencia a los conlictos suscitados
por la manera en que son distribuidos los recursos
económicos, ya sea en niveles estatales o privados,
y a su aumento o disminución.
Otros conflictos socioeconómicos: se reiere a
conlictos que afectan la economía de sus protagonistas o al mantenimiento del statu quo, ya sea
mediante la promulgación de medidas especíicas
o por una situación general de malas condiciones
de vida. Atraviesa diferentes posibilidades, como
políticas económicas, escándalos empresariales
con resonancia política o social, aumento o disminución de precios o tarifas de bienes y servicios,
demandas de nacionalización o privatización de
empresas, pérdida del poder adquisitivo, aumento
presupuestario, entre varias otras.
2. El segundo campo se reiere a los conlictos institucionales y u originados por defectos en la gestión administrativa. Este grupo incluye demandas generadas
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
por las fallas en la prestación de servicios públicos, por
temas de gestión administrativa, por situaciones o medidas legales, cuestionamiento y/o reconocimiento de
autoridades, por incumplimiento de convenios y por la
deinición de límites políticos administrativos.
Prestación de servicios públicos: se reiere a todo
conlicto generado por falta o deiciencia de obras
públicas (caminos, escuelas, hospitales, etc.) en determinada zona, así como por la (in)capacidad de
una instancia de gobierno de cumplir con el otorgamiento de servicios básicos.
Gestión administrativa: involucra demandas generadas por observaciones, o desacuerdos con la
manera en la que se realiza la gestión institucional,
tanto en el ámbito público como en el privado.
Situación/medidas legales: conlictos por la aprobación o derogatoria de normas en los que el propio instrumento legal es el centro del conlicto, y no
el contenido sobre el que versa.
Cuestionamiento y/o reconocimiento de autoridad: se reiere a la demanda de renuncia, revocación de mandato, comisiones investigadoras,
interpelaciones, ratiicación o restitución de una
autoridad pública o privada, así como a pedidos
de reconocimiento/legitimación de representantes
elegidos.
Incumplimiento de convenios: se reiere a compromisos no cumplidos entre dos o más partes; este
tipo de conlicto tiene como antecedente inmediato
otro conlicto anterior.
Límites político-administrativos: se reiere a conlictos limítrofes entre comunidades o unidades
políticas más grandes, así como los vinculados con
los derechos de entes administrativos a regir en
determinados espacios geográicos. En otras palabras, son conlictos de jurisdicción.
3. El tercer campo se reiere a los conlictos culturales.
Se trata del ámbito más fragmentado e incluye conlictos ideológico-políticos, demandas por seguridad ciudadana, recursos naturales y medio ambiente, derechos
humanos, valores, creencias e identidades, y género.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
74
Ideológico-político: corresponde a las pugnas entre facciones, en general entre partidos políticos,
grupos internos que los conforman o sectores aines, alrededor de visiones políticas contrapuestas
que son llevadas al plano del enfrentamiento.
Uso de suelo, normativa e infraestructura: conlictos generados por normativas generales y legislación sobre uso de suelo, propiedad, construcción o
funcionamiento de infraestructura urbana y temas
de participación ciudadana asociados.
Seguridad ciudadana: reclamos vinculados con la
falta de protección de la población frente a hechos
delictivos.
Política y autonomía territorial: son los conlictos
relacionados directamente con temáticas de descentralización y autonomía territorial; en especíico, todo conlicto relacionado con disputas relativas
a la distribución de poder entre entidades subnacionales y el gobierno central.
Recursos naturales y medio ambiente: son los
conlictos generados por problemas en el uso de
los recursos naturales y por el deterioro de la calidad ambiental debido a acciones especíicas, llevadas a cabo por instancias públicas o privadas.
Valores/creencias/identidad: conlictos referidos
a la defensa y reivindicación de ciertos rasgos culturales o de género en determinados sectores de
la sociedad.
Derechos humanos: conlictos generados por la
violación de derechos de las personas o demandando su reconocimiento y respeto.
Otro: todo conlicto cuya referencia no se encuentre
especiicada en las categorías anteriores.
4. El cuarto campo corresponde a los Conlictos de carácter territorial (o conlictos territoriales). Se trata del
ámbito de análisis incluido por COES al marco conceptual del Informe PNUD; referido a los conlictos que nacen desde la contraposición de intereses entre actores
con una identidad de territorio especíica y actores/entidades/instituciones del mundo público como privado.
Contiene conlictos por recursos naturales y externalidades socio ambientales; uso de suelo, normativa, patrimonio, regulación e infraestructura; política y autonomía territorial; desastres naturales; identidad, memoria
y patrimonio.
Recursos naturales y externalidades socioambientales: conlictos relacionados con la explotación de recursos naturales y las externalidades
negativas locales de procesos productivos o extractivos generadas por los actores responsables,
del mundo privado y/o público, que afectan directamente tanto al ambiente como a la población.
Desastres naturales: todo conlicto social generado por algún desastre natural, tanto en términos de
la reacción inmediata como de los procesos de reconstrucción a mediano plazo.
Identidad, memoria y patrimonio: son los conlictos
que engloban demandas territoriales basadas en
identidad con el territorio, valores comunes, memoria colectiva y protección del patrimonio cultural.
ANEXO V – TÁCTICAS DE PROTESTA
Listado de tácticas A: pacíficas I
1. Marcha. Desplazamiento colectivo por calles, parques, plazas u otros espacios públicos. Habitualmente aparece el término “marcha”.
2. “Manifestación” o “movilización”. Reunión de personas
que protestan en espacios públicos que, a diferencia
de la marcha, no supone desplazamiento colectivo.
3. Acto con oradores, posiblemente con equipos de
ampliicación y plataformas o escenarios4. Caravana. Recorrida en vehículos, por lo general
motorizados.
5. Recolección de irmas y/o dinero; entrega de carta, de
un petitorio o un pliego de demandas y/o reclamos.
6. Desobediencia civil pacíica. Realizar acciones pacíicas que transgreden regulaciones u órdenes civiles.
Listado de tácticas B: pacíficas 2
7. Conferencia de prensa o declaración pública.
8. Asamblea, discusión o debate abierto entre los participantes.
75 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
9.
10.
11.
12.
13.
14.
Rememoración u homenaje a fechas, eventos, grupos o individuos
Coros, cánticos, slogans o consignas proferidas o
escritas por los manifestantes.
Boicots. Llamados a no comprar ciertos productos o
servicios, no pagar deudas, no votar, no acatar ciertas leyes, etc.
Rezos, sermones, despliegue de símbolos religiosos.
Vigilia. Congregación de varias personas en silencio,
habitualmente con velas y en actitud meditativa.
Festejos colectivos y públicos con contenido político.
Listado de tácticas C: artísticas y cuasi-artísticas
15. Performance artística de parte de los mismos manifestantes. Puede ser musical, teatral, danza, uso
de muñecos o marionetas, exposición de imágenes
o videos, etc.
16. Performance artística de parte de artistas profesionales o semi-profesionales. No lo hacen los propios
manifestantes sino que se menciona la existencia
de un grupo artístico.
17. Actividades simbólicas no estrictamente artísticas
que exigen coordinación previa entre varios participantes. En ocasiones son transgresoras.
Listado de tácticas D: disruptivas no violentas
18. Huelga o paro de actividades (por ejemplo de trabajadores o estudiantes).
19. Toma u ocupación de ediicios.
20. Ocupación de predios y/o fundos.
21. Ocupación de espacios públicos con carpas o campamentos.
22. Cortes o tomas de rutas, calles, caminos, puertos,
puentes o accesos.
23. Interrupción de actividades de autoridades políticas
u otras elites.
24. “Funas”. Protesta contra individuos, grupos u organizaciones, generalmente congregándose en el lugar de trabajo, domicilio, o sede.
Listado de tácticas E: autodestructivas
25. Huelga de hambre. Aunque la realice sólo una persona, por lo general hay un grupo que la apoya por lo
que puede considerarse como una protesta colectiva.
26. Actos peligrosos o autodestructivos como forma de
llamar la atención.
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
Listado de actividades F: violentas
27. Incendio de vehículos, predios, ediicios o similares.
28. Destrucción de propiedad pública (señaléticas, semáforos) o privada, excluyendo incendios (codiicados arriba) o saqueos (codiicados abajo).
29. Saqueo de tiendas, supermercados, oicinas, etc.
30. Uso de artefactos explosivos, bombas molotov, armas
de fuego o similares, de parte de los manifestantes.
31. Agresiones entre manifestantes.
32. Enfrentamientos violentos con contra-manifestantes.
33. Ataque a carabineros, guardias de seguridad o fuerzas armadas
34. Ataque a transeúntes o terceras partes no involucradas.
35. Toma de rehenes o secuestros.
99. Otra ANOTAR.
Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social
76
77 Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos
Notas COES de política pública / Nº 4 / Julio 2017
Notas COES de política pública
Nº 4/ Julio 2017
ISSN: 0719-8795
El Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) desarrolla
investigación colaborativa en temas relacionados al conflicto social y la
cohesión (convivencia) en Chile, por medio de un equipo multidisciplinario
proveniente de las ciencias sociales y humanidades. COES centra sus actividades académicas y de difusión en el análisis de las múltiples manifestaciones del conflicto social en Chile, sus causas así como también su contexto
cultural e histórico. El Centro está patrocinado por la Universidad de Chile
y la Pontificia Universidad Católica de Chile, y como instituciones asociadas
se encuentran la Universidad Diego Portales y la Universidad Adolfo Ibáñez.
COES cuenta con el financiamiento del programa FONDAP de CONICYT.
www.coes.cl
comunicaciones@coes.cl
Diagonal Paraguay 257, Torre 26,
Oficina 1504, Santiago – RM.
Teléfono: + 562 2977 2232