RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

En el contexto de las relaciones y las habilidades sociales se suele hablar de dos polos comunicativos opuestos, uno de ellos sería la pasividad y el otro la agresividad. Al punto intermedio entre ambos opuestos, que sería la reacción deseable, se le llama asertividad. Muchas parejas y familias tienen serios problemas de funcionamiento porque uno o varios miembros se comportan siguiendo modelos agresivos o sumisos que provocan respuestas inadecuadas en el otro, dando lugar al consiguiente desajuste personal y emocional de uno o ambos. Nadie es puramente agresivo, ni sumiso, ni siquiera asertivo. Las personas tenemos tendencias hacia alguna de estas conductas, más o menos acentuadas, pero no existen los "tipos puros".