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Victimización delictual en Chile 2003-2008

Capítulo Criminológico Vol. 38, Nº 3, Julio-Septiembre 2010, 233 - 254 ISSN: 0798-9598 VICTIMIZACIÓN DELICTUAL EN CHILE 2003-2008 Mauricio Olavarría Gambi* * Ph.D. Facultad de Humanidades. Universidad de Santiago de Chile. E-mail: mauricio.olavarria@usach.cl Agradezco el magnífico apoyo brindado por Claudio Allende González en su rol de Ayudante de Investigación. Los errores que hubieren en el artículo son de responsabilidad del autor. Victimización delictual en Chile 2003-2008 235 RESUMEN El artículo analiza la delincuencia en Chile, su evolución y características de las víctimas. Para ello identifica la incidencia de la victimización en Chile, analiza el período 2003-2008, hace una comparación internacional y muestra las pérdidas económicas que genera. El análisis de la victimización chilena se basa en datos provenientes de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana y la comparación internacional se efectúa con datos de la Internacional Crime Victimization Survey. El artículo concluye que ha habido una reducción de la victimización en el periodo, que Chile presenta una menor victimización relativa en el contexto latinoamericano y subdesarrollado, pero mayor que los países industrializados, que los delitos más recurrentes el 2003 lo han seguido siendo en todos los años de la serie, que se establece una relación entre tipos de delitos y características personales y del barrio. Palabras clave: Crimen, delincuencia, seguridad ciudadana, vicitimización, Chile. CRIMINAL VICTIMIZATION IN CHILE 2003-2008 ABSTRACT This paper analyzes crime in Chile, its evolution and the characteristics of its victims. It identifies the incidence of victimization in Chile from 2003 to 2008, makes an international comparison and shows the economic losses generated. The analysis of Chilean victimization is based on data from the National Urban Survey of Citizen Security, and the international comparison uses data from the International Crime Victimization Survey. The paper concludes that victimization was reduced during the period, that Chile exhibits a crime level lower than other Latin American and developing countries, but higher than industrialized countries; that the crimes with the highest rates at the beginning have Recibido: 16-11-2010 • Aceptado: 29-11-2010 Mauricio Olavarría Gambi 236 Cap. Crim. Vol. 38, Nº 3 (Julio-Septiembre 2010) 233 - 254 continued as the most recurrent throughout the period; and that there is a relationship between the types of crime and personal and neighborhood characteristics. Key words: Crime, delinquency, citizen security, victimization, Chile. INTRODUCCIÓN Entre 1990 y el 2010 la delincuencia se ha ubicado recurrentemente como uno de los tres problemas que más preocupa a los ciudadanos (ver encuestas CEP, 1990-2010). En este contexto, disponer de información que permita caracterizar el fenómeno, estimar su evolución y comparar el nivel de victimización delictual -con otros países- permite aportar evidencia sustantiva para avanzar en la comprensión del fenómeno y, con ello, contribuir al diseño de políticas públicas efectivas sobre el tema. Estas son las finalidades a las que se orienta el presente artículo. La caracterización del fenómeno del crimen toma una doble perspectiva. Por un lado, identifica el tamaño del problema, la dimensión de las intervenciones del Estado y compara los niveles de victimización chilenos con los de otros países y, por otro, analiza la evolución de la victimización delictual en Chile, como también las características de las personas, hogares y barrios asociados a los eventos de victimización. La información acerca del tamaño del problema proviene de los estudios de costos económicos del delito y de costos humanos, sociales y económicos de la droga en Chile. Los datos que permiten analizar la evolución de la victimización y características asociadas provienen de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) del 2003 al 2008. La comparación internacional de la victimización recoge las conclusiones de un estudio anterior, que se basa en datos provenientes de la “International Crime Victimization Survey (ICVS). El artículo se organiza en cinco secciones. Luego de esta introducción se presenta el marco conceptual desde el que se analiza la victimización delictual chilena. La tercera sección presenta los aspectos metodológicos del artículo. La cuarta sección analiza la victimización en Chile, comenzando por identificar el tamaño del problema, desde un punto de vista del costo que genera la delincuencia y la droga (y el alcohol) en Chile, la comparación inter- Victimización delictual en Chile 2003-2008 237 nacional, para luego presentar las estimaciones de la victimización a lo largo de la serie 2003-2008 y las características personales, del barrio y contextuales asociadas a la victimización. Finalmente, la última sección ofrece las conclusiones e implicancias de política pública que fluyen del análisis. LOS ENFOQUES CONCEPTUALES SOBRE VICTIMIZACIÓN Y DELITO La idea de centrar la atención en las víctimas lleva a identificar las características y circunstancias que hacen que determinadas personas o grupos presenten mayores probabilidades de ser objetivos de la acción delictual. De este modo, los estudios sobre victimización se inscriben en la teoría de las actividades rutinarias, la que predice que un delito ocurrirá cuando converjan, en un cierto lugar y al mismo tiempo, un delincuente motivado y una víctima desprovista de protección (Felson, 1996). De los tres elementos considerados por esta teoría -delincuentes, víctimas y carencia de protección- este trabajo se centra en los dos últimos. Según Felson (1996), la percepción de blanco adecuado está determinado por la agregación de los siguientes cuatro atributos, que se resumen en la sigla VIVA: valor, inercia, visibilidad y acceso. El valor es estimado desde el punto de vista del potencial perpetrador, la inercia se refiere a los aspectos conductuales o físicos de una persona o propiedad que los hacen ser más propenso a un ataque criminal, la idea de visibilidad apunta a si hay alta probabilidad que un blanco atraiga la atención de una gran cantidad de personas, y, finalmente, mientras más accesible sea un blanco a un mayor número de personas habrá un más alto riesgo de ser objeto de delito. Así, para Felson (1996: 21) “la propiedad más adecuada para ser blanco de un delito es aquella que es de gran valor, de bajo peso, muy visible y extremadamente accesible”. La teoría de las actividades rutinarias se emparenta con las teorías de la acción racional y de la disuasión para explicar las conductas criminales al hacer referencia explícita a elementos de protección, vigilancia o disponibilidad de guardias capaces, los que actuarían como factores disuasivos. En la teoría de las actividades rutinarias su ausencia facilitaría la ocurrencia del Mauricio Olavarría Gambi 238 Cap. Crim. Vol. 38, Nº 3 (Julio-Septiembre 2010) 233 - 254 delito y, a contrario sensu, su presencia evitaría o disuadiría a los potenciales perpetradores de cometer el crimen. Consistente con ello y desde un punto de vista de la prevención del delito, la teoría de las actividades rutinarias tiene como consecuencia el enfoque de la prevención situacional del crimen. Este hace referencia a un conjunto de técnicas que, orientadas a prevenir la ocurrencia de delitos, se centran en reducir la oportunidad que los potenciales perpetradores tienen de cometerlos (Felson, 1996: 23). Estas normalmente se expresan en vigilancia de zonas de alto compromiso delictual, patrullajes de áreas que concentran a grupos con características correlacionadas con la victimización delictual, acciones destinadas a enfrentar el desorden social e incivilidades, y, en general, medidas que buscan reducir los incentivos u oportunidades de comisión de delitos. Alternativamente, los estudios de victimización dejan ver la gravedad o nivel que ha alcanzado la actividad delictual en una determinada comunidad. Esta manera de ver el tema lleva a centrar la mirada en las razones que tendría alguien para victimizar delictualmente a otra. El enfoque racional del delito provee una explicación centrada en los incentivos que hacen que una persona se involucre en actividades criminales. Con ello aporta también elementos para el diseño de políticas públicas que enfrenten el crimen. En el contexto de este enfoque Gary Becker (1968) y luego Fajnzylber, Lederman y Loayza (1998) argumentan que las personas tomarían la decisión de involucrarse en actividades criminales basados en un análisis racional de las alternativas que tienen ante sí, atendidos los beneficios que percibirían y los costos en que podrían incurrir. Entre los primeros están los beneficios financieros o en especies, la búsqueda de placer, entre otros. Los costos son representados por el castigo, la probabilidad de ser aprehendido (eficiencia de las policías) y la probabilidad de castigo (eficiencia del sistema judicial). Así, una mayor eficiencia policial y del sistema judicial, y severos castigos servirían, por un lado, como disuasivos de la conducta criminal y, por otro, como incapacitante1 de delincuentes, todo lo cual contribuiría a reducir los niveles de victimización. 1 El efecto de incapacitación hace referencia a que mientras un delincuente esté en la cárcel esta impedido, o incapacitado, de cometer un delito. Victimización delictual en Chile 2003-2008 239 Aparte de los tipos de intervención que se deducen del enfoque racional, otra modalidad de política pública, no directamente orientada a enfrentar la criminalidad, aunque con efectos sobre ella, es recurrentemente citada en la literatura bajo la denominación de prevención social del delito. Este tipo de intervenciones se orienta a evitar la ocurrencia de delitos a través de la reducción de los factores de riesgo social que llevan a un individuo a delinquir. De este modo, buscan afectar las causas o predisposiciones sociales y psicológicas que hacen que los individuos o grupos sociales ejecuten delitos (Dammert y Lunecke, 2004). Este sería el campo de acción de las políticas económicas y sociales orientadas a generar oportunidades y expandir las capacidades de la población para un acceso más equitativo a las oportunidades. El tipo de programas que se implementan bajo el concepto de prevención social de delito apuntan al desarrollo de la infancia, desarrollo de la comunidad y desarrollo social (ONU, 2000). Las intervenciones orientadas al desarrollo de la infancia se orientan a reforzar la estabilidad del hogar, la relación con los padres y la preocupación y cuidados que éstos deben prodigar al niño, al desarrollo valórico, afectivo e intelectual, a mejorar los cuidados de la salud física y mental, a mejorar el acceso a la educación escolar y pre-escolar de calidad y, en general, a implementar actividades que favorezcan que los actuales niños no se transformen en delincuentes en el futuro. Los esfuerzos de desarrollo de la comunidad se orientan “a reforzar la viabilidad económica de las comunidades locales, a ofrecer más servicios y facilidades (infraestructura) locales para el fomento de la comunidad, a fortalecer los vínculos de los residentes con sus comunidades locales, a enseñar a los jóvenes la importancia del imperio de la ley, y a desarrollar las relaciones entre la comunidad y la policía” (ONU, 2000: 2). Las intervenciones de desarrollo social buscan abordar las carencias materiales de las comunidades a través de programas y proyectos de superación de la pobreza. Los marcos teóricos revisados, frecuentemente son usados para diseñar intervenciones orientadas a contener o reducir los niveles de delincuencia y, también, a explicar la evolución de la victimización en una determinada comunidad. Mauricio Olavarría Gambi 240 Cap. Crim. Vol. 38, Nº 3 (Julio-Septiembre 2010) 233 - 254 CUESTIONES METODOLÓGICAS El análisis del tamaño del problema se basa en un estudio anterior (Olavarría, 2005) que estima el costo del delito en Chile, el gasto del Estado y la comparación con las inversiones públicas que se realizan en países desarrollados para enfrentar el crimen. Asimismo, se presentan datos de las pérdidas que generan el consumo y tráfico de drogas y la ingesta excesiva de alcohol, dadas las vinculaciones entre crimen y droga, y porque el tráfico de drogas también es un delito. En este ámbito el artículo estima el tamaño del mercado de la droga en Chile en el año 2006. El análisis de la victimización se basa en datos provenientes de las versiones disponibles de la ENUSC (2003, 2005, 2006, 2007 y 2008). Esta es una encuesta administrada por el Instituto Nacional de Estadísticas – INE – por mandato del Ministerio del Interior, que se aplica cara a cara, generalmente entre los meses de Septiembre y Diciembre, a personas de 15 años y más, y que ha ido progresivamente incrementando el número de comunas representadas, desde 77 comunas urbanas en el 2003 hasta 101 comunas urbanas en el 2008. La evolución de la victimización se ha estimado a nivel individual, tanto para los cálculos de la victimización general, como para los referidos a la victimización por delitos. La victimización general individual2 solo ha podido ser estimado para los años 2003 y 2005, dado que solo para esos años hay preguntas sobre victimización personal de cada uno de los 10 delitos abordados por la encuesta3. Las preguntas que han servido de base a esas estimaciones son la número 128, en la encuesta del 2003, y la 114, en la encuesta del 2005. Esas preguntas consultan lo siguiente: “a modo de resumen, en su caso personal, ¿fue usted víctima de alguno de los siguientes (10) delitos -ya identificados en el pie de página 2- du2 3 La victimización general individual hace referencia a si el encuestado -y no otra personaha sido víctima de, al menos, uno de los 10 delitos consultados, en los 12 meses anteriores a la aplicación de la encuesta. Los delitos en referencia son: robo o hurto de vehículo, robo o hurto de objetos desde el vehículo, robo de objetos en su casa, robo por sorpresa, robo con violencia o asalto, hurto personal, lesiones, delitos económicos, corrupción, otro delito. Victimización delictual en Chile 2003-2008 241 rante los últimos doce meses? Dado que esta pregunta no se encuentra en las versiones posteriores de la ENUSC, no ha sido posible estimar la victimización general individual para los años 2006 a 2008. La evolución de la victimización 2003 a 2008 se ha estimado considerando solo los delitos que pueden ser trazados individualmente en la serie, esto es robo con fuerza en la vivienda, robo por sorpresa personal, robo con violencia personal, hurto personal, robo del vehículo y robo desde el vehículo y lesiones personales. Se han agregado en este análisis el robo del vehículo y robo desde el vehículo, entendiendo que el vehículo -al igual que la vivienda- es un bien familiar cuya pérdida afecta a todos sus integrantes. Adicionalmente, el análisis busca identificar las características personales y del entorno que se asocian a la victimización delictual. Para ello se utilizan modelos del tipo probit, que arrojan la probabilidad marginal de ser víctima de un delito, dadas las características por las cuales se controla. Para ello se han construido variables dicotómicas para los distintos tipos de delitos, lugar de la victimización, reacción ante la delincuencia, características personales como estratos socioeconómicos, género, estado civil, ocupación y similares, si el delito se cometió en el barrio y características del barrio. Variables continuas identifican la edad y años de escolaridad de las personas incorporadas en la muestra. La unidad de análisis es la persona. Los modelos de análisis son los siguientes. Ecuación 1. TV i = α + βNSE i + δCPi + φCC i + ε i donde: TV hace referencia al tipo de victimización de que ha sido objeto el individuo i; NSE da cuenta del estrato socioeconómico de la persona, CP indica las características personales del individuo i, tales como edad, escolaridad, género, estado civil, ocupación y similares y CC hace referencia a las características del contexto. Ecuación 2. VB i = α + βCPi + δRPi + φ Pr Soc i + ε i donde: VB expresa si la victimización sufrida por el individuo i fue en el barrio; CP indica características del individuo i, tales como estrato socioe- Mauricio Olavarría Gambi 242 Cap. Crim. Vol. 38, Nº 3 (Julio-Septiembre 2010) 233 - 254 conómico, escolaridad, estado civil, edad, género, oficio y similares; RP da cuenta del resguardo en el barrio; y PrSoc hace referencia a problemas sociales en el barrio como pandillas, drogas y similares. ANÁLISIS DEL CRIMEN EN CHILE El Tamaño del Problema La identificación del tamaño de un cierto problema permite identificar la envergadura que tiene, sus alcances y, a partir de ello, identificar la prioridad que se le asignará en la agenda gubernamental y la dimensión de los esfuerzos del Estado que son necesarios para abordarlo. Con estimaciones a nivel individual Olavarría (2006) reporta una incidencia de la victimización delictual de 30,7% para el año 2003. Las estimaciones efectuadas para este estudio muestran que la incidencia de la victimización individual para el año 2005 fue de 29,7%. Desafortunadamente no es posible estimar la incidencia de la victimización individual para los años 2006, 2007 y 2008, y hacerlas comparables a las del 2003 y 2005, porque la pregunta resumen desde la que se hicieron las estimaciones para el 2003 y 2005 fue descontinuada. Basados en datos de la International Crime Victimization Survey (ICVS) y estimando victimización individual en 17 países industrializados, Bouten, Goudriaan y Nieuwbeerta (2003) muestran que en ellos se considera altas tasas de victimización aquellas que se ubican entre 20 y 24%. En un esfuerzo de comparación, equiparando definiciones de delitos entre la ICVS y la ENUSC, Olavarría (2006) sugiere que Chile presentaría los menores niveles de victimización individual entre los países subdesarrollados, incluidos los latinoamericanos (de los cuales la ICVS reporta datos), pero más altos que los países desarrollados. Identificado el tamaño del problema por el costo económico que genera, la suma de robos, hurtos, delitos económicos, homicidio, lesiones, violaciones, violencia intrafamiliar representa una pérdida para el país de 2,06% del Producto Interno Bruto (PIB) (Olavarría y Contreras 2005). Los costos más significativos son la suma de lo robado y hurtado, la violencia intrafamiliar y las pérdidas que se generan por las víctimas de lesiones y robo con Victimización delictual en Chile 2003-2008 243 violencia. El gasto del Estado para enfrentar el delito representa, aproximadamente, un quinto de todo el costo del crimen. Un examen comparado muestra que los países desarrollados, donde los niveles de victimización individual son sensiblemente menores a los chilenos, el gasto del Estado frente al crimen es sustancialmente mayor, en proporción al PIB (ver Tabla 1). Tabla 1 Gasto Estatal en relación al Delito, en proporción al PIB (por mil del PIB) País Por mil del PIB Australia: Gasto Estatal (Van Dijk y Waard, 2000) 10,53 Austria: Gasto estatal (Van Dijk y Waard, 2000) 12,60 Canadá: Gasto Estatal (Van Dijk y Waard, 2000) 11,25 Dinamarca: Gasto Estatal (Van Dijk y Waard, 2000) 7,64 Inglaterra y Gales: Gasto Estatal (Van Dijk y Waard, 2000) 15,07 Francia: Gasto Estatal (Van Dijk y Waard, 2000) 8,26 Alemania: Gasto Estatal (Van Dijk y Waard, 2000) 10,43 Holanda: Gasto Estatal (Van Dijk y Waard, 2000) 11,57 Suecia: Gasto Estatal (Van Dijk y Waard, 2000) 10,34 Estados Unidos: Gasto Estatal (Van Dijk y Waard, 2000) 15,64 Chile Gasto Estatal (Olavarría, 2005) 4,69 Fuente: Olavarría y Contreras, 2005. De este modo, la Tabla 1 muestra que el gasto del Estado chileno en seguridad ciudadana se ubica entre un tercio y un medio de lo que gastan los países desarrollados, en relación al PIB. Un área próxima, y normalmente entrelazada con el crimen, es la referida a las drogas y la ingesta excesiva de alcohol, que para el año 2006 generó un costo económico equivalente al 1,03% del PIB (Olavarría, 2009). Los mayores ítems de costos son las pérdidas de productividad, el consumo de drogas – que representó un 8,8% de ese costo, alrededor de 134 millones de dólares (ver Tabla 2) – y las pérdidas en accidentes automovilísticos. Sin Mauricio Olavarría Gambi 244 Cap. Crim. Vol. 38, Nº 3 (Julio-Septiembre 2010) 233 - 254 embargo, el gasto público en atención de salud fue de un 1,1% del costo y el gasto público en reducción de la demanda de drogas fue de 0,9% del costo total. Asimismo, el gasto del Estado en reducción de la oferta de drogas fue de 8,3% del costo total. Tabla 2 Costo consumo privado en drogas ilícitas 2006 Tipo de droga ilícita Número de personas Costo anual $ Chile Costo anual US$ Marihuana 345.437 48.962.208.356 92.212.758 Pasta Base 20.021 10.742.520.378 20.231.878 Cocaína 51.270 11.283.540.428 21.250.806 TOTAL 416.728 70.988.269.162 133.695.443 Fuente: Olavarría 2009. Los que los números sugieren es que el problema es apreciable, pero la dimensión de las intervenciones del Estado estaría en rezago en relación al tamaño del problema. Victimización General Individual Esta sección se basa en la comparación de las estimaciones de victimización general individual efectuadas con datos provenientes de las encuestas ENUSC 2003 y 2005. Como ya se señaló en el acápite anterior, la victimización general individual cayó de 30,7%, en el 2003, a 29,7%, en el 2005. Las estimaciones también muestran que la suma de robos, hurtos y lesiones se redujo desde 28,09% a 27,21% entre los mismos años. El análisis de este tipo de victimización muestra que entre el 2003 y el 2005 se produjo un cambio sustantivo. Mientras el 2003 el estrato más victimizado fue el C2 (medio-alto), seguido del C3 (medio) y luego del ABC1 (los más ricos); en el 2005 es el ABC1 el grupo que aparece claramente el más victimizado, seguido por el C2, C3, D (bajo) y E (pobres) (ver Gráfico 1). Así, pareciera haber una correspondencia entre capacidad económica y victimización, lo que es consistente con los resultados de los estudios de Fajnzylber, Lederman y Loayza (2001), de Sánchez y Núñez Victimización delictual en Chile 2003-2008 245 (2001) -ambos sobre la relación entre crimen y desigualdad- y con los de Gaviria y Pagés (2000) y Outlaw, Ruback y Britt (2002) respecto que los grupos de mayor capacidad económica relativa presentan mayores probabilidades de victimización. Gráfico 1 Victimización por Estrato Socioeconómico Fuente: Estimaciones del autor con datos ENUSC. Aparte del alza en la victimización del estrato ABC1, el Gráfico 1 también muestra una baja de 2,6% en el grupo D, el más numeroso, y una relativa estabilidad en los demás estratos. Siendo el grupo ABC1 un 4,7% de la población del país y el estrato D un 42,7% (Collete Investigaciones de Mercado en Olavarría, 2006), la caída en la victimización del segmento D es cuantitativamente más significativa que el alza del grupo ABC1. Los datos también sugieren que la reducción de la victimización entre 2003 y 2005 se explicaría por la caída registrada en el estrato D. Desde el punto de vista del origen socioeconómico de las víctimas, el Gráfico 2 muestra que el estrato más victimizado es el D, seguido del C3, porque son también los más numerosos (ver también Anexo 2). En el mismo Gráfico 2 se puede observar la caída en la victimización en el estrato D. También se observa que, al mirar los datos absolutos, el estrato E registra un leve incremento, que es poco perceptible en la visión relativa (Gráfico 1), el incremento ya anotado en el grupo ABC1 y estabilidad en los estratos C2 y C3. Mauricio Olavarría Gambi 246 Cap. Crim. Vol. 38, Nº 3 (Julio-Septiembre 2010) 233 - 254 Gráfico 2 Origen Socioeconómico de las Víctimas Fuente: Estimaciones del autor con datos de ENUSC. Así, lo que registran la visión relativa y la absoluta en conjunto es un cambio en la tendencia de victimización, en que los ricos pasan a ser los más victimizados y los casi pobres (estrato D) reducen su participación en la victimización general. Los datos reportados para el 2003 contravenían los hallazgos de diversos estudios internacionales, especialmente aquellos referidos a América Latina, como los ya citados. La explicación para los resultados de las estimaciones del 2003 indicaban que los ricos no eran los más victimizados porque tenían acceso a mayores medidas de protección, lo que hacía más difícil su victimización, y porque el incremento en el bienestar de los sectores populares -expresado en la disponibilidad de electrodomésticos y bienes durables del hogar- los hacía relativamente más atractivos a la acción delictual. En el 2005 se observa que los más ricos se convierten en los blancos preferidos para la acción delictual y que cae la victimización de los sectores populares no pobres. La explicación podría estar en la escuela racional del delito (Becker, 1968 y Fajnzylver, Lederman y Loayza, 1998). Conforme a este enfoque, la rentabilidad de victimizar a este segmento, atendido los costos de la acción para el delincuente, sería más alta que la que obtendría en los otros segmentos. Victimización delictual en Chile 2003-2008 247 Victimización Individual por Delitos La victimización que se analiza en este acápite es la que se produce por los delitos de robo desde el vehículo, robo del vehículo, robo con fuerza en la vivienda, robo por sorpresa, robo con violencia, hurto y lesiones. Los delitos más recurrentes en todos los años de la serie 2003-2008 son los de robo desde el vehículo, robo con fuerza en la vivienda y hurto. El análisis de la serie muestra una caída en los niveles de victimización en cinco de los siete delitos analizados, entre el 2003 y el 2008 y un leve repunte en hurto y lesiones entre el 2007 y el 2008. El Gráfico 3 presenta la evolución de la victimización por cada uno de los delitos analizados. Gráfico 3 Incidencia Victimización Individual, 2003-2008 Fuente: Estimaciones del autor con datos ENUSC. El Gráfico 3 también muestra que los delitos que presentan las mayores bajas son el robo desde el vehículo, robo con fuerza en la vivienda, lesiones y hurto. Por otro lado, la victimización múltiple -los hogares que han sido víctimas de más de un delito durante los doce meses previos a la encuestamuestra una tendencia errática (ver Gráfico 4). Mauricio Olavarría Gambi 248 Cap. Crim. Vol. 38, Nº 3 (Julio-Septiembre 2010) 233 - 254 Gráfico 4 Victimización Múltiple (% de Hogares) Fuente: ENUSC. La evolución de la victimización del hogar por más de un delito muestra una caída entre el 2003 y 2005, una relativa estabilización al 2006, una pronunciada alza al 2007 y una aguda reducción al 2008, que la hace estar en un nivel notoriamente inferior a todos los anteriores años de la serie. Así, el año 2007 se presenta como una observación anómala -respecto de la tendencia de este tipo de victimización, de la victimización general y de la victimización por delitolo que hace conveniente prestar atención a este tipo de victimización. Desde el punto de vista de la victimización al interior de cada estrato socioeconómico, el robo con fuerza en la vivienda tiende a afectar preferentemente a los estratos medios, aunque a partir del 2005 hay un fuerte crecimiento de este tipo de victimización en el estrato ABC1, que llega a ubicarlo como el más victimizado en el año 2006. El 2007 y 2008 los sectores medios y populares son los más victimizados por este delito. Salvo el año 2006, en que el estrato C2 aparece como el más victimizado por robo por sorpresa, en la tendencia general son los sectores medios y populares los que con mayor incidencia son víctimas de robo por sorpresa y robo con violencia. Asimismo, el delito de lesiones se da con mayor frecuencia en los sectores populares. El delito de hurto, a su vez, afecta comparativamente más a los sectores medios y más acomodados. Victimización delictual en Chile 2003-2008 249 Desde el punto de vista de la distribución etaria de la población, tanto el robo por sorpresa como el robo con violencia tiende a darse con mayor persistencia entre los menores de 30 años, con mayor predominio de la cohorte de 15 a 19 años de edad en este último delito. Del mismo modo, el delito de lesiones tiende a darse con mayor recurrencia en el segmento de 15 a 24 años de edad. En el caso del hurto las personas de 40 años y más muestran menores tasas de victimización por este delito que las restantes cohortes. Desde el punto de vista del nivel de escolaridad de las víctimas, se observan diferencias en el delito de hurto donde las víctimas tienden a ser preferentemente personas con educación media completa y superior. Así, los datos presentados recogen un panorama de la victimización que será retomado en la sección final del artículo. Victimización Individual según Características Asociadas El análisis de los datos aportados por la serie ENUSC muestra una tendencia a que determinados delitos se den más probablemente en ciertos segmentos de la población. Controlando por estrato socioeconómico, escolaridad, situación ocupacional, tamaño del hogar y percepción del entorno inmediato, el robo en la vivienda afecta más probablemente a sectores medios, con trabajadores activos y personas discapacitadas, a los barrios en que hay paraderos de transporte públicos vistos como inseguros, a mujeres, a los que viven en pareja (casadas o convivientes) y que presentan mayor escolaridad relativa. Sin embargo, al controlar por la sensación de inseguridad en las calles del barrio, el robo en la vivienda y robo por sorpresa tiende a darse más probablemente en los sectores medios y populares, con exclusión del C2. El robo por sorpresa tiene a darse más probablemente en lugares de afluencia de público, como plazas, bancos, supermercados, malls, paraderos de transporte público y similares, pero no en los centros de práctica de deportes. Es más probable que afecte a sectores medios y populares, excepto al estrato más pobre, a mujeres y a estudiantes. Por otro lado, es menos probable que afecte a discapacitados, jubilados y personas de baja escolaridad. El robo con violencia se asocia a características de las víctimas similares a las del robo por sorpresa, excepto que es más probable que afecte a hombres, a personas de mayor escolaridad, pero es menos probable que afecte a estudiantes, jubilados y dueñas de casa. El delito de lesiones, por el Mauricio Olavarría Gambi 250 Cap. Crim. Vol. 38, Nº 3 (Julio-Septiembre 2010) 233 - 254 contrario, es más probable que afecte a personas de los sectores D y E, hombres, jóvenes y estudiantes. El delito de lesiones, a su vez, se asocia a percepciones de inseguridad en calles, almacenes, malls, centros de deportes, discoteques y paraderos de transporte público. El robo con violencia, así como las lesiones, afecta más persistentemente a la población de 15 a 24 años de edad. El hurto tiende a afectar más probablemente a personas con escolaridad media a alta y, con cierta frecuencia, a los estratos más acomodados. Asimismo, tiende a ser más incidente en aquellos cuya edad se ubica entre los 25 a 39 años. El robo del vehículo afecta más probablemente al estrato ABC1, pero el robo desde el vehículo es más probable que victimice a los sectores medios y superiores y a mujeres, aunque en el 2003 también afecta al estrato D. La victimización en el barrio se da con mayor probabilidad en lugares de afluencia de público y afecta más probablemente a mujeres, personas desempleadas, de sectores medios y populares, que viven en pareja (casadas o convivientes) y en barrios en los que hay mayor sensación de inseguridad en los paraderos de transporte público y a caminar solo en las calles. A su vez, la victimización general en el barrio aparece más probablemente asociada a la presencia de las siguientes características del barrio: falta de vigilancia policial, presencia de pandillas, carencia de iluminación y, con alta recurrencia, también, al consumo y venta de drogas. El comercio ambulante y el abandono escolar aparecen con regular frecuencia asociadas a la victimización en el barrio. Sin embargo, la presencia de situaciones de pobreza severa en el barrio no se asocia a la victimización en el barrio4. Visto en perspectiva, la victimización según diferentes tipos de delitos más probablemente se asociaría a las siguientes características. El robo del y desde el vehículo, así como el hurto se asociaría a los estratos más acomodados. El robo en la vivienda se daría más probablemente en sectores me- 4 La presencia de situaciones de pobreza, abandono escolar, consumo y venta de drogas no es consultada en las ENUSC 2007 y 2008, por lo que se señala en el párrafo, sobre estas variables, debe entenderse para el periodo del 2003 al 2006. Victimización delictual en Chile 2003-2008 251 dios. El robo por sorpresa y el robo con violencia afecta con mayor probabilidad a sectores medios y populares, y a adultos jóvenes. El delito de lesiones tiene una mayor probabilidad de darse en sectores populares y en población joven. A su vez, la victimización en el barrio es más probable que se dé en lugares de concurrencia de público y en sectores con severos problemas situacionales. Así, el panorama de las características asociadas a la victimización muestra una suerte de segmentación de las víctimas según delito, lo que, a su vez, da indicios para delinear tipos de intervenciones orientadas a enfrentar las distintas formas de crimen. CONCLUSIONES E IMPLICANCIAS DE POLÍTICA PÚBLICA La victimización delictual afecta a un poco menos del 30% de las personas en Chile, una de las incidencias más bajas entre los países subdesarrollados, pero más alta que la de los países industrializados. Por otro lado el crimen genera pérdidas equivalentes al 2,06% del PIB y la droga y el alcohol -compañera inseparable del delito- representan una pérdida económica para el país de 1,03% del PIB. La droga transada al menudeo en Chile el 2006 alcanzó a 134 millones de dólares. La victimización general individual muestra una caída entre el 2003 y el 2005, desde 30,7% a 29,7%. Esta reducción se explica principalmente por el descenso que muestra la victimización en el estrato D entre ambos años, como lo indica el Gráfico 2. Por otro lado, es también notorio el aumento en la victimización del estrato ABC1, como lo muestra el Gráfico 1. Sin embargo, dado que el estrato D es el más numeroso y el ABC1 es cuantitativamente pequeño, el aumento en este último no amaga la baja general que se observa. Los demás segmentos presentan una relativa estabilidad, como lo muestra el Gráfico 1. Comparado el 2003 con el 2005, llama la atención el incremento en la victimización de los más ricos. En el 2003 el estrato más victimizado era el C2, seguido del C3 y luego, levemente por encima del D, se ubicaba el ABC1. La situación al 2005 es muy distinta, porque hay un crecimiento de la victimización a medida que se sube en la categoría socioeconómica de Mauricio Olavarría Gambi 252 Cap. Crim. Vol. 38, Nº 3 (Julio-Septiembre 2010) 233 - 254 los estratos, en un contexto de reducción general de los delitos perpetrados a personas y hogares. ¿Qué explicaría este cambio? Una extendida literatura consistentemente señala que los más victimizados provienen de los sectores más acomodados (ver, por ejemplo, Gaviria y Pagés 2000; Outlaw, Ruback y Britt, 2002), lo que implicaría que la situación del 2005 es consistente con lo que reportan los estudios sobre otros casos nacionales. Así, la observación del 2003 podría ser anómala, en el sentido que se aparta de lo reportado recurrentemente por los estudios. A su vez, los más acomodados presentan mayor protección relativa, toda vez que recurrentemente disponen de servicios de guardias y sistemas de vigilancia. El punto parece resolverse al analizar la distribución relativa de los delitos: el robo del vehículo, robo desde el vehículo y hurto se da con notoria mayor incidencia entre esos estratos. Es decir, tres de los delitos más reiterados afectan, en el 2005, relativamente más a los estratos más acomodados. Desde el punto de vista de la victimización individual, el Gráfico 3 muestra una caída en los delitos analizados, entre el 2003 y el 2007, y un alza en los delitos de hurtos y lesiones al 2008. En la serie, los delitos de mayor incidencia son robo desde el vehículo, robo con fuerza en la vivienda, hurto y robo por sorpresa. Exceptuado el robo con fuerza en la vivienda, los demás delitos implican pérdidas de bajo valor -aunque de alto costo emocional-. Considerando adicionalmente las estimaciones de costo per cápita del delito en Chile (Olavarría y Contreras, 2005), una característica que se perfila en la delincuencia chilena, según lo revela también la ENUSC, es que los delitos contra la propiedad tienden a concentrarse en especies de baja cuantía. El análisis de la victimización individual por delitos muestra hechos que son necesarios de considerar para el diseño de intervenciones. El robo con fuerza en la vivienda tiende a afectar, preferentemente, a sectores medios, de trabajadores empleados, con mayor escolaridad relativa. El robo por sorpresa y robo con violencia afecta mayormente a sectores medios y populares, a población menor de 30 años, con mayor escolaridad relativa y tiende a darse en sectores de afluencia de público. El delito de lesiones afecta principalmente a los estratos D y E, a personas menores de 25 años y se asocia a percepciones de inseguridad en sectores de afluencia de público. El hurto tiende a afectar con mayor probabilidad a personas menores de 40 Victimización delictual en Chile 2003-2008 253 años, con estudios medios completos o superiores, pertenecientes a estratos medios y superiores. A su vez, la victimización en el barrio se da con mayor probabilidad en sectores populares, con problemas situacionales -presencia de pandillas y venta y consumo de drogas-, en los que hay mayor sensación de inseguridad en calles y paraderos de transporte público, y con menor vigilancia policial y alumbrado público. Visto en perspectiva, el análisis muestra que en Chile la delincuencia se ubica entre las tres principales preocupaciones ciudadanas, que la incidencia que esta presenta en Chile es baja entre los países subdesarrollados, aunque más alta que las naciones industrializadas, que los delitos contra la propiedad son -en promedio- de baja cuantía y que el periodo 2003-2008 muestra una reducción de la victimización general y de cada uno de los delitos analizados. Así, las preguntas naturales que surgen -y que otros estudios abordarán- son: ¿qué explica que haya una alta preocupación ciudadana en un contexto de baja de la victimización? y¿por qué los índices de victimización se reducen en Chile? LISTA DE REFERENCIAS BECKER, G. (1968). “Crime and Punishment: an economic approach”, en Journal of Political Economy, Nº 76, 1968; pp. 169-217. CEP, Centro de Estudios Públicos (1990-2010), 2010. Encuestas CEP/Programa de Opinión Pública. Estudios de Opinión Pública 1990-2010; en www.cepchile.cl. Sitio web visitado en Mayo del 2010. DAMMERT, L. y LUNECKE, A. (2004). La prevención del delito en Chile: Una visión desde la comunidad. CESC. Santiago: Chile. DIVISIÓN DE SEGURIDAD PÚBLICA, MINISTERIO DEL INTERIOR (2009). “Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC): Resultados Generales 2008”, ppt. FAJNZYLVER, P.; LEDERMAN, D. y LOAYZA, N. (editores) (2001). Crimen y Violencia en América Latina. Colombia: Banco Mundial y Alfaomega. 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