I E
E R
S
63
políticas sociales
F
ormación y pérdida de capital
social comunitario mapuche.
Cultura, clientelismo y empoderamiento
en dos comunidades, 1999-2002
John Durston
Daniel Duhart
División de Desarrollo Social
Santiago de Chile, febrero de 2003
El presente número de la serie Políticas Sociales corresponde a un estudio
comparativo sobre capital social y políticas públicas realizado en dos
localidades campesinas mapuches de la IX región de Chile. El documento
contiene las contribuciones de John Durston, antropólogo social y Daniel
Duhart, historiador. Los autores agradecen los comentarios de Rolf Foerster,
Roberto Morales, Francisca Miranda y Evelyn Monzó.
Las opiniones expresadas en este trabajo, que no fue sometido a revisión
editorial, son de la exclusiva responsabilidad de sus autores y pueden no
coincidir con las de la organización.
Publicación de las Naciones Unidas
LC/L.1858-P
ISBN: 92-1-322143-6
ISSN: versión impresa: 1564-4162
ISSN: versión electrónica: 1680-8983
Copyright © Naciones Unidas, febrero de 2003. Todos los derechos reservados
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gubernamentales pueden reproducir esta obra sin autorización previa. Sólo se les
solicita que mencionen la fuente e informen a las Naciones Unidas de tal reproducción.
No 63
CEPAL – SERIE Políticas Sociales
Índice
Resumen .......................................................................................5
Introducción ......................................................................................7
I. Marco conceptual y contextual ............................................9
A. El propósito de este estudio...................................................9
B. Diversas formas de capital cultural y de capital social en
sistemas socioculturales.......................................................10
C. El empoderamiento..............................................................11
D. Capital social comunitario y análisis de interfaz.................11
E. Variables contextuales nacionales recientes........................12
II. Elementos comunes a dos comunidades mapuches...15
A. Hitos de la presencia del Estado en Añilco y Minas de
Huimpil................................................................................16
B. Elementos de la cultura simbólica mapuche y su
concreción en prácticas........................................................18
III. Primer estudio de caso: Minas de Huimpil ...................21
A. Variables contextuales en el entorno municipal ..................21
B. Orígenes de la comunidad ...................................................22
C. Economía.............................................................................24
D. Demografía..........................................................................24
E. Experiencia organizacional .................................................26
F. Redes y vínculos intercomunitarios ....................................28
G. Las dinámicas de interacción en la interfaz. Relato
consolidado de Minas de Huimpil.......................................29
H. Evaluación de proyectos......................................................38
I. Diagnóstico comunitario .....................................................40
J. Potenciales para el cambio ..................................................40
K. Análisis y conclusiones sobre Huimpil ...............................41
3
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
IV. Segundo caso de estudio: Añilco ................................................................................... 45
A. Variables contextuales en el territorio municipal ............................................................. 45
B. Título de Merced y usurpación de tierra ........................................................................... 46
C. Economía .......................................................................................................................... 49
D. Demografía ....................................................................................................................... 50
E. Capital cultural en Añilco ................................................................................................. 51
F. Historia reciente de organizaciones .................................................................................. 56
G. Comunidad mapuche, partidos políticos y agencias públicas........................................... 59
H. Interacción entre seis formas de capital social, capital cultural mapuche y agencias
externas.................................................................................................... ............... ..........64
I. Etnicidad y liderazgo en Añilco.........................................................................................67
V. Conclusiones generales .........................................................................................71
A Casos contrastantes y principios comunes........................................................................ 71
B. La conjugación de factores gatillantes de un círculo virtuoso .......................................... 73
C. La comunidad junta los hilos ............................................................................................ 73
D. Agentes y líderes en la interfaz: capacidades para potenciar el capital social .................. 74
E. Del clientelismo a la sinergia: juegos de suma positiva.................................................... 75
Bibliografía ................................................................................................................................... 77
Serie Políticas sociales: números publicados .................................................................... 79
Índice de cuadros
Cuadro 1
Cuadro 2
Cuadro 3
Cuadro 4
Cuadro 5
Cuadro 6
Cuadro 7
Cuadro 8
Cuadro 9
Capital cultural y capital social ...................................................................................... 10
Cronología de la presencia del Estado Chileno en Minas de Huimpil y Añilco ............ 17
Capital social mapuche en Huimpil y Añilco................................................................. 19
Tenencia de la tierra en Minas de Huimpil .................................................................... 26
Experiencia organizacional en Minas de Huimpil.......................................................... 27
Opiniones y discursos en la interfaz............................................................................... 33
Percepciones de los funcionarios sobre Minas de Huimpil............................................ 36
Evaluación proyectos en Minas de Huimpil................................................................... 39
Diagnóstico comunitario Minas de Huimpil .................................................................. 40
Índice de mapas
Mapa 1
Mapa 2
Mapa 3
Mapa 4
Mapa 5
Mapa 6
Mapa 7
4
Ubicación de las dos comunidades mapuche estudiadas (sur de Chile) ........................... 16
Reducción Domingo Cheuquelaf, Título de Merced Huimpil ......................................... 23
Reducción Domingo Cheuquelaf, Decreto Ley N. 266, 1931 .......................................... 25
Redes externas de la comunidad de Minas de Huimpil .................................................... 28
Reducción José Manuel Tropán........................................................................................ 47
Hijuelación de Añilco –1938 ............................................................................................ 48
Vínculos de Añilco con otras comunidades mapuches..................................................... 55
No 63
CEPAL – SERIE Políticas Sociales
Resumen
Este trabajo resume los hallazgos de un estudio comparativo
sobre capital social y políticas públicas realizado en dos localidades
campesinas mapuches de la IX región de Chile, entre los meses de
junio de 1999 y marzo de 2002. Con el propósito de fortalecer el
enfoque metodológico, se utilizaron procedimientos de la “teoría desde
la base” (grounded theory). Este estudio forma parte de un proyecto de
investigación cualitativa en cinco comunidades campesinas de Chile,
financiado por la Fundación Ford durante 2001-2002 y constituye la
continuidad de una investigación realizada con el apoyo de la CEPAL,
de INDAP y el IICA durante 1999 y 2000.
5
No 63
CEPAL – SERIE Políticas Sociales
Introducción
En la literatura existente, el capital social puede ser entendido
como un activo de cooperación y reciprocidad que reside en las
relaciones sociales, y que puede redundar en beneficios y/o
movilización de recursos para individuos y grupos. Esta definición
resalta ciertos contenidos de la sociabilidad, que permitirían la
obtención de bienes escasos a través de emprendimientos o acciones
colectivas.
El principal aporte de este concepto es que rescata la incidencia
de variables socioculturales en los procesos de desarrollo, y resalta el
hecho de que ciertas normas, valores y prácticas que forman parte del
patrimonio comunitario local, constituyen recursos que pueden ser
estimulados para fortalecer a los actores sociales y dar sustentabilidad
a la intervención estatal.
El desarrollo de la presente investigación ha considerado
algunos supuestos con respecto a la utilidad del capital social en
relación a las políticas públicas y su materialización en programas y
proyectos de desarrollo:
•
•
El capital social sería constructible o potenciable, donde no
existe o está muy deteriorado. Aquí radica el rol de las
agencias externas en desarrollar estrategias sustentadas que
tengan un real impacto en el empoderamiento de las
comunidades y de su institucionalidad.
El capital social sería un acervo que no sólo poseen los
individuos en sus redes y/o relaciones, sino también es un
recurso que poseen los grupos e instituciones.
7
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
Estos supuestos, basados en la confrontación de estudios de terreno con la literatura
profesional, llevan la atención del investigador a un tema central de estudio: la relación que
desarrollan las comunidades campesinas con el Estado, a través de distintas formas de asociatividad
y eslabonamiento.
La primera fase del estudio se sitúa entre 1999 - 2000, cuando INDAP y CEPAL en un
proyecto conjunto, realizan un estudio sobre Capital Social en cinco comunidades campesinas que
permitiera a INDAP el desarrollo de una estrategia de empoderamiento de sus usuarios y el
desarrollo de políticas orientadas al sector campesino. Los resultados obtenidos en esta etapa
radican, principalmente, en el establecimiento de la metodología MERCS, metodología de
evaluación rápida de capital social campesino, que combina técnicas cualitativas y cuantitativas.
En la segunda fase se profundiza el análisis de las dinámicas entre Estado y comunidad
campesina. Se sustenta en la teoría desde la base, o fundamentada (“Grounded theory”). Esta etapa
está centrada en el análisis de emprendimientos colectivos en las comunidades que dieran cuenta del
complejo mundo de relaciones que se establecen y que tienen lugar en ellas: relaciones con agencias
de desarrollo, relaciones formales, informales, comunitarias y extracomunitarias.
8
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
I.
Marco conceptual y contextual
A.
El propósito de este estudio
Añilco y Minas de Huimpil son dos pequeñas comunidades
mapuches rurales de la IX Región de la Araucanía, en el sur de Chile. Sus
habitantes son pobres en recursos materiales, con pequeñas extensiones de
tierra poco productiva; pero poseen ‘activos intangibles’ potenciales en
sus respectivos sistemas socioculturales. Sólo excepcionalmente, las
agencias de desarrollo rural consideran los activos intangibles con que
cuentan las comunidades campesinas que pretenden apoyar: su capital
humano (conocimientos formales e informales); su capital cultural
(visiones del mundo, valores y normas de conducta compartidos) y su
capital social (sus prácticas de reciprocidad y cooperación). Incluso, como
en muchos casos a través del mundo, las prácticas reales de esas agencias
contribuyen a debilitar estos activos en vez de aportar a su acumulación.
En este proyecto se postula como hipótesis de trabajo1 que el
capital social comunitario es un recurso intangible que poseen muchas
comunidades campesinas de Chile, con potencial para alimentar sinergias
entre las políticas públicas y la sociedad civil. Se plantea también la
pregunta analítica: ¿Qué factores y dinámicas han sido determinantes en
los cambios de las diversas formas propias de capital social de estas
comunidades?
1
El uso del término ‘hipótesis’ no significa que la investigación sigue una metodología experimental para probar o falsear tal
hipótesis; se formuló únicamente como punto de partida para ordenar los comienzos del trabajo de terreno. De hecho, se siguió en
este trabajo una metodología inductiva ( ‘Grounded Theory’) en que la iteración regular entre observación y análisis generó nuevas
hipótesis y éstas, modelos explicativos . (Para mayor detalle metodológico ver Durston 2001a).
9
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
Se propuso, primero, detectar las formas propias de capital cultural y capital social actualmente
existentes en comunidades campesinas; registrar las interacciones entre agencias y comunidades,
contadas desde ambos puntos de vista; analizar de qué manera la ‘coevolución de estrategias en la
interfaz’ entre estos dos sistemas (el sistema sociocultural de la comunidad rural y el de la agencia
estatal) impactó, -capital social mediante-, en la calidad de vida de estas comunidades.
B.
Diversas formas de capital cultural y de capital social en
sistemas socioculturales
Nuestra definición, a diferencia de algunas otras actualmente en uso, no ubica el concepto de
capital social al interior del campo conceptual de la cultura, sino, heurísticamente separado. Pero
una conclusión inevitable de la discusión entre 'culturalistas' y 'sociologizantes', es que las acciones
sociales y las ideas culturales interactúan y se retroalimentan; no es que una determine a la otra.
Esto se entiende mejor si se piensa que hay tres planos de un sólo gran sistema sociocultural. En la
propuesta presentada aquí, hemos ubicado al capital social en el plano conductual concreto y al
capital cultural en el plano abstracto (Ver Cuadro 1).
Cabe subrayar que las conductas sociales reciben, no una determinación inmutable e
implacable, pero sí importantes refuerzos desde el plano abstracto, simbólico: de lo que en este
trabajo llamamos ‘capital cultural’ y que está resumido en la primera parte del cuadro.
Cuadro 1
CAPITAL CULTURAL Y CAPITAL SOCIAL
CAPITAL CULTURAL
1.Cosmovisión
•
Religión compartida, mitos, modelos de personajes arquetípicos
•
Identidad compartida
•
Visiones compartidas acerca de comportamientos probables de las personas
•
Memoria compartida de historia propia
2. Normas y valores
•
Reglas de parentesco: alianzas matrimoniales deseables, definición de roles de parientes
•
Rituales y ceremonias para solemnizar vínculos e identidades
•
Principios de reciprocidad horizontal y vertical
•
Normas de conducta correcta, generales y para líderes
•
Premios y castigos culturalmente definidos, que satisfacen necesidades socioemocionales:
aceptación/ostracismo, prestigio/repudio, honra estatus.
CAPITAL SOCIAL
•
•
•
•
•
•
Capital Social Individual
Contratos diádicos y redes egocentradas
Capital Social Grupal
Trabajo en equipo; facción; un líder
Capital Social Comunitario
Sistema complejo inteligente
Capital Social de Puente (individual o comunitario)
Eslabonamiento de alianzas a niveles regional y nacional
Capital Social de Escalera (individual o comunitario)
Apoyos potentes, contactos y clientelismos
Capital Social Societal
Instituciones sociales generalizadas
Fuente: Elaboración propia del autor.
10
CEPAL - SERIE Políticas sociales
C.
N° 63
El empoderamiento
El empoderamiento, en el contexto de una estrategia social, es un proceso selectivo
consciente e intencionado que tiene como objetivo la igualación de oportunidades entre los actores
sociales. El criterio central es de transformación de sectores sociales excluidos en actores, y de
nivelación hacia arriba de actores débiles. El "empowerment" ha sido definido como el proceso por
el cual la autoridad y la habilidad se ganan, se desarrollan, se toman o se facilitan (Staples 1990).
Para Gita Sen, el énfasis está en que el grupo y las personas protagonizan su propio
empoderamiento, no en una entidad superior que le da poder (Gita Sen 1997). Es la antítesis del
paternalismo, la esencia de la autogestión a través de la pedagogía constructivista, que construye
sobre las fuerzas existentes de una persona o grupo social -sus capacidades- para “potenciarlas”, es
decir, aumentar y realizar esas fuerzas potenciales pre-existentes.
Gita Sen ha refinado el concepto de empoderamiento y lo ha relacionado con el de capital
social visto como problema y como solución. Para ella empoderar significa 'cambiar las relaciones
de poder a favor de aquellos que previamente ejercían poco poder en sus propias vidas...es el
proceso de ganar control'. La descentralización no significa empoderamiento para los pobres si,
como suele suceder, los jerarcas locales son mucho más poderosos que ellos. En respuesta, 'muchos
programas de desarrollo...han elevado el control [de los pobres] sobre recursos externos'. Como el
empoderamiento no es un proceso neutral sino que cambia las relaciones de poder, provoca
conflictos, que 'no son necesariamente dañinos y pueden incluso catalizar el proceso de
empoderamiento.' (Gita Sen 1997).
Obviamente, los grupos y comunidades que cuentan con un fuerte stock de capital social en
sus varias manifestaciones pueden cumplir mejor y más rápidamente con estas condiciones del
empoderamiento. El acceso a redes que trascienden el círculo cerrado de la comunidad pobre, por
un lado, y el capital social comunitario manifestado en diferentes formas de asociatividad, por otro,
son elementos importantes del empoderamiento (Coleman, 1990). Una vez construida una base de
condiciones facilitadoras del empoderamiento y de constitución de un actor social, cobran
relevancia los criterios de una participación efectiva, como la apropiación de instrumentos y
capacidades propositivas, negociativas y ejecutivas.
D.
Capital social comunitario y análisis de interfaz
Una 'interfaz' (interface) es el área de intercambio entre dos o más sistemas. En este estudio,
nos interesa la interfaz entre cuatro sistemas complejos que operan en el territorio municipal: el
sistema de administración estatal, el del mercado, el de los partidos políticos y el de las
comunidades mapuches. Los intercambios de información, servicios y bienes ocurren en esta
interfaz en todos los ambientes: incluso las comunidades más pobres y aisladas participan en
algunos mercados, son controladas por las fuerzas de orden del Estado y movilizadas por los
partidos y/o por sus líderes para votar en elecciones. En esta situación parece útil el concepto de una
interfaz social, la cual ‘ocurre en puntos donde intersectan diferentes mundos vitales o campos
sociales’ y se caracteriza por la constante reconstrucción de las respuestas y percepciones de
diversos actores en torno a los encuentros y conflictos que ocurren en esa interfaz (Long 2001).
Según Long, las interfaces son arenas en que las interacciones ocurren en torno a
oportunidades y desafíos de tender puentes, acomodarse, segregarse o dar respuestas a posturas
sociales, cognitivas y evaluativas de diversos actores provenientes de diferentes mundos sociales y
culturales. Las interfaces no son confrontaciones cara a cara sino que son complejas y múltiples,
abarcando diferentes intereses, relaciones y modos de racionalidad y poder. Su estudio debe cubrir
las diferentes voces, experiencias, prácticas y procesos de aprendizaje de todos los actores
relevantes.
11
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
Las negociaciones en una interfaz suelen ser llevadas a cabo por líderes o agentes que
‘representan’ a sus grupos o a sus instituciones. Sin embargo, sus posiciones son ambivalentes, ya
que deben acomodarse también a las expectativas de los actores con los cuales negocian. Aquéllos
que desarrollan destrezas en el manejo de estas posiciones ambivalentes llegan a ser hombres nexos
o brokers, y pueden derivar de ellas ventajas personales. El peso relativo de las diversas lealtades
(de género, etnia, parentesco, clase, etc.) debe ser establecido en la investigación empírica, y no
constituir un supuesto previo.
La existencia de diferencias de opiniones en torno a proyectos de desarrollo se debe en parte
a la confrontación entre racionalidades, cuyas diferencias son el producto de diferentes procesos de
socialización o profesionalización. Además, la existencia al interior de una misma población o de
una misma organización de modelos culturales alternativos, de amplios repertorios de normas
alternativas, deja espacio para maniobras en la interpretación y utilización de estos sistemas de
valores.
La intervención planificada de programas de desarrollo llega rápidamente a formar parte de
las oportunidades y obstáculos de las estrategias sociales de las personas cuyos mundos o campos
sociales son intervenidos. El análisis de la interfaz de un programa de desarrollo toma en cuenta las
diferencias de percepción sobre medios y fines de los diversos actores y los conflictos que surgen
sobre estas discrepancias de percepción y expectativa. Trata de clarificar cómo emergen, de tales
contextos, nuevas formas de interacción, nuevos discursos y nuevas estrategias. Ayuda a entender el
proceso de producción en la interfaz de ‘políticas de facto’ como resultado de los intentos de
agentes de terreno para responder simultáneamente a las exigencias de los niveles centrales de su
organización y los conflictos y confluencias de estrategias que deben desarrollar en interacción con
sus ‘beneficiarios’ en plena interfaz. El análisis de estas interfaces en programas de desarrollo lleva,
no a nuevos modelos tipo-ideales de receta, sino a un nuevo enfoque que concentra más la atención
en las dinámicas de relaciones y valores interinstitucionales e interculturales, y en su transformación
(Long, 2001).
E.
Variables contextuales nacionales recientes
El año 1990 marcó la vuelta a la democracia en Chile después de 17 años de dictadura
militar. Durante la década siguiente, los gobiernos de la Concertación, de centro izquierda,
promovieron el crecimiento basado en la inversión privada nacional y extranjera, aumentó
sustancialmente el gasto social público, y se logró reducir la pobreza. La pobreza rural, sin
embargo, se mostró particularmente resistente y en los últimos años se ha mantenido prácticamente
constante.
En los últimos 12 años gran parte de los territorios municipales (‘comunales’ en Chile) han
experimentado, junto con la descentralización administrativa, una paulatina democratización formal
y de fondo mediante la realización de elecciones de Alcalde y de los ‘Concejos Municipales’en
1992, 1996 y 2000. Se ha producido una tímida emergencia de nuevos actores, lo que en
combinación con el proceso anterior ha cambiado las correlaciones de poder a nivel comunal y una
coevolución de estrategias de los actores políticos, de las comunidades campesinas y también de las
agencias arriba mencionadas.
Uno de los principales instrumentos para promover el desarrollo rural de los pequeños
productores en Chile es el INDAP (Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario), agencia de
extensión agrícola del Ministerio de Agricultura. Fundado en 1966, siempre ha tenido, además, el
papel implícito de promover la participación electoral de los campesinos a favor de un partido
político. También tiene una tradición de promoción de formas asociativas y cooperativas de
producción agrícola. Durante la dictadura (1973-1989), sin embargo, sus recursos fueron
drásticamente reducidos, y se introdujeron mecanismos de mercado en la forma de licitaciones
12
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
públicas de la mayoría de sus servicios a empresas consultoras privadas. Durante la dictadura
también hubo un favoritismo en la selección de amigos del régimen para disfrutar de estos
contratos.
Después del retorno de la democracia, se ha transparentado algo más el proceso de licitación
y se ha dado a las organizaciones campesinas voz y voto en la selección de empresas postulantes. Se
han introducido, experimentalmente, nuevas modalidades de entrega de servicios del INDAP; en el
caso de Minas de Huimpil se destaca el programa PRODESAL2 que intenta descentralizar el trabajo
de INDAP mediante el fortalecimiento de las capacidades del gobierno municipal. En los gobiernos
democráticos post-dictadura, el INDAP instituyó mecanismos formales que tratan de garantizar
objetividad en la licitación de contratos de servicio a empresas y una rendición de cuentas de éstas a
sus usuarios.
La otra agencia con una presencia creciente en Minas de Huimpil y Añilco en los últimos
años es la CONADI (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena). Creada en 1993 a partir de la
aprobación de la nueva ley indígena, la CONADI tiene programas de desarrollo cultural, de
derechos indígenas, y, especialmente de derechos a la tierra y al agua. En la IX región de la
Araucanía, donde reside la gran mayoría de los mapuches rurales, parte de los recursos del INDAP
para subsidiar el desarrollo agropecuario pasaron al control de la CONADI, y algunos programas
son ejecutados conjuntamente por las dos agencias. La CONADI tiene un carácter institucional
ambivalente, ya que una parte de sus consejeros gobernantes son elegidos por la población indígena
y sus principales funcionarios son mapuches o aymaras, pero a la vez depende administrativamente
del Ministerio de Planificación; sus directores nacionales han sido cambiados por órdenes
superiores.
La causa del pueblo mapuche ha encontrado expresión política en los respectivos entornos
territoriales comunales de Huimpil y Añilco: en el primer caso, en la fuerte presencia del Consejo
de Todas Las Tierras, de presencia nacional, y en el segundo en la emergente Asociación Comunal
‘Poyenhue’ de Comunidades Mapuches. En ambos casos estos movimientos han producido
candidaturas mapuches para el Concejo Municipal y ambos han representado demandas ante las
mencionadas agencias de desarrollo. La percepción de pertenecer al pueblo mapuche y la
valorización de la cultura propia han sido factores importantes de unión y movilización en ambos.
2
Servicio de INDAP que aplica el equipo técnico de la Municipalidad, en virtud de un convenio entre ambas instituciones (INDAP,
1999).
13
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
II. Elementos comunes a dos
comunidades mapuches
Minas de Huimpil y Añilco3 son pequeñas comunidades con
organizaciones sociales informales basadas en los linajes de sus
respectivas ‘Reducciones’, establecidas cada una con un Título de
Merced territorial, hace 3 o 4 generaciones atrás. Se diferencian en
varios aspectos, entre ellos el medioambiental: Minas de Huimpil se
encuentra en la Comuna (Municipalidad) de Galvarino (Mapa 1), en
una zona de colinas, con tierras más o menos aptas para el cultivo de
leguminosas; Añilco, en la Comuna de Villarrica, en el deslinde mismo
de la Comuna de Panguipulli y la Décima Región de los Lagos, se
encuentra en una zona volcánica en los faldeos de un cerro de vocación
maderero agotado, y al margen de un corredor de intensa actividad
turística de cuyos frutos no participa.
Para el tema de este estudio, la diferencia más llamativa entre
ambas es que en menos de dos años las capacidades colectivas de
organización y emprendimiento comunitario se debilitaron en Minas
de Huimpil, desde un nivel medio en 1999 hasta un nivel bajo de
capital social comunitario a principios de 2002, mientras que Añilco
vivió el proceso contrario en el mismo lapso y con la misma rapidez.
Al analizar estos dos casos estará siempre presente la pregunta y el
desafío de entender las causas, en cada caso, de estos caminos inversos
y la intención de formular explicaciones plausibles de ello.
3
La investigación y el informe sobre Minas de Huimpil estuvieron a cargo de Daniel Duhart y los de Añilco de John Durston.
15
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
Mapa 1
UBICACIÓN DE LAS DOS COMUNIDADES MAPUCHE ESTUDIADAS (SUR DE CHILE)
Nota: Los límites y los nombres que figuran en este mapa no implican su apoyo o aceptación oficial por las
Naciones Unidas.
A.
Hitos de la presencia del Estado en Añilco y Minas de Huimpil
Aunque el Estado está cada vez más presente a nivel local en las dos comunidades estudiadas,
bajo las nuevas modalidades de política social y antipobreza que exigen la intermediación de
empresas ejecutoras de proyectos licitados, ha tenido impactos significativos durante más de un
siglo. El Cuadro 2 resume esta presencia en los casos de estudio; el análisis detallado de sus
expresiones más recientes se realiza en secciones posteriores.
16
Cuadro 2
187080
1886
1931
193040
196070
197073
1971
197879
1981
1983
1991
1994
1994
1994
1996
1996
1997
1999
1999
1999
19992000
2000
2000
2000
2000
2000
2001
2001
Presencia del ejército chileno en la llamada “Pacificación de la Araucanía”. Domingo
Cheuquelaf, su hermano Ñancupil, y sus familias, lucharon en el conflicto.
Establecimiento de la Reducción Domingo Cheuquelaf por medio de la entrega del Título de
Merced
La confección de un mapa o plano de la Reducción y la subdivisión de la propiedad en
hijuelas familiares e individuales, seguramente a consecuencia del Decreto Ley N°4.111 del
mismo año.
El Estado confiscó las minas de carbón existentes en la comunidad, explotándolas por varios años
1881
1938
INDAP crea el Comité de Agricultores de Minas de Huimpil y entrega créditos y maquinaria.
1966
1911
1927
Tractor rotativo de la CORFO para el Comité de Agricultores.
Mineduc: La construcción de la Escuela de Mañiuco, con colaboración de la comunidad.
La dictación del Decreto Ley N° 2568, bajo el régimen militar, que promovía la subdivisión
de las comunidades indígenas en propiedades individuales. Los Centros Culturales
Mapuches se oponen.
CEMA Chile: funda Centros de Madres.
PEM y POJ ofrecen Programas de salario mínimo.
Municipalidad crea la Junta de Vecinos de Minas de Huimpil. Se legaliza elección directa de
concejo y alcalde. Inicio PER bajo el Comité de Electrificación.
INDAP: Proyecto de Desarrollo Campesino (PRODECAM) con el Banco Ganadero Ovino.
MOP: Arreglo de un puente construido por el Comité de Agricultores de la comunidad.
El Municipio comienza el ofrecimiento de Transferencia Tecnológica.
INDAP: Creación del Comité de Pequeños Agricultores de Minas de Huimpil.
SENCE/INDAP: Curso en Gestión y Formulación de Proyectos y Reingeniería de Negocios.
SENCE/INDAP: Curso de capacitación en “Producción de Leguminosas Secas” .
MINEDUC y MOP: Construcción de un nuevo edificio para el Colegio Mañiuco.
CONADI: La constitución legal de la Comunidad Indígena de Minas de Huimpil.
INDAP: Creación del Comité de Pequeños Hortalizeros de Galvarino (24 socios).
Elecciones presidenciales en diciembre, con la consiguiente segunda vuelta entre los candidatos
Lavín y Lagos en enero del 2000. La comunidad se vio bastante divida por esta elección.
MINEDUC: Ampliación del Colegio de Mañiuco, por Doble Jornada Escolar y Enseñanza Media.
Finalizó el Programa de Electrificación Rural (PER).
Incorporación de la Comunidad Indígena a la Asociación de Comunidades Indígenas de
Galvarino.
Elecciones municipales en octubre. Elegido candidato apoyado por una facción de Huimpil.
Derrotado Huaikil, líder de la Asociación Comunal, pero elegido Concejal.
PRODESAL: Aplicación a 21 familias de un proyecto de Gallineros, en conjunto con Peñartú
CONADI: Postulación de la Comunidad a un proyecto de bombas de agua, el cual no fue aprobado.
Elecciones parlamentarias en diciembre. Comunidad no invita a candidatos a visitarlos.
1980
1992
Tropán estuvo presente en la rendición formal al Ejército chileno en la localidad de
Putúe, en las afueras de Villarrica.
Otorgamiento de Título de Merced a José Manuel Tropán.
Ley que permite la inscripción de propiedades individuales de los Títulos de Merced
comunitarios y su venta a ‘particulares’ después de un plazo de 10 años. Enmiendas y
decretos entre 1929 y 1942.
Venta fraudulenta e hijuelación a favor de no-mapuches de terrenos de Añilco, inscritas
en Conservador de Bienes Raíces de Comuna de Loncoche el mismo año.
INDAP crea Comité d e Pequeños Agricultores de Añilco y Quetroco.
Comité de Pequeños Agricultores construye sede pero lo ofrece al Ministerio de Salud
y Municipalidad para Posta Rural.
Comunidad participa en organizaciones de Abastecimiento del Gobierno de la Unidad
Popular. Ocupan fundo usurpado. Son desalojados en 1973 tras el golpe de estado.
Instituto de Educación Rural, de la Iglesia Católica, adjudica licitación de pequeños
Proyectos con Añilco
1994-95
1996
Municipalidad crea Junta de Vecinos grande (seis comunidades con Añilco) para
subsidio electrificación
Proyecto electricidad con MOP (Ministerio de Obras Públicas)
Capacitación apicultura, programa SENCE-INDAP
Se aprueba Ley Indígena y se crea la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena
(CONADI)
Proyecto apicultura INDAP fracasa sin apoyo formal central
CONADI fomenta creación de Comunidad Indígena con personería jurídica en Añilco
1998
1999
2000
19992000
Alcalde (de derecha) promete agua potable a Añilco.
Computador de MINEDUC en colegio particular subvencionado
Primera propuesta de proyecto agua (Municipalidad/MOP?). No prospera.
Campaña presidencial; líderes rivales de Añilco apoyan candidatos rivales; candidato
de derecha gana en Comuna
2000
Creación de Asociación de Comunidades Mapuches de Villarrica, de acuerdo a Ley
Indígena.
En elecciones municipales, Alcalde de derecha es reelecto, centro-izquierda gana en
Concejo, candidato confrontacional mapuche derrotado.
Segundo fracaso proyecto Añilco agua (INDAP-CONADI)
Añilco reformula proyecto agua con ayuda funcionarios CONADI; proyecto aprobado
Campaña congreso: Comunidad exige mayor respeto de partidos, negocia cambio de
voto. Se funda segunda Asociación de Comunidades Mapuches.
1993-98
1993
2000
2000
2001
2001
CEPAL - SERIE Políticas sociales
4
CRONOLOGÍA DE LA PRESENCIA DEL ESTADO CHILENO EN MINAS DE HUIMPIL Y AÑILCO
Fuente: Elaboración propia del autor
17
En el texto el nombre de la comunidad estudiada será abreviada a ‘Huimpil’.
N° 63
4
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
B.
Elementos de la cultura simbólica mapuche y su concreción
en prácticas
El capital cultural mapuche abstracto, la superestructura ideacional que alimenta y orienta las
conductas, se expresa, en primer lugar, en la memoria social: del origen de la comunidad,
fundadores, traición, explotación, líderes, religión, alianzas matrimoniales, y comunidades
históricamente aliadas. También se expresa en la identidad étnica: de héroes del siglo pasado, en
historias de oposición y alianza. Hay un esfuerzo reciente en Villarrica y en Galvarino por valorar y
revivir esta cultura propia heredada. Por otra lado, el uso del idioma propio ("Mapudungún")
resurge en los últimos años, más por el clima de legitimación de la identidad que por políticas
públicas al respecto. Este refuerzo de la identidad propia como pueblo y la existencia sostenida de
un sistema general político de líderes Mapuches en Chile (Bengoa 1999) constituyen una forma de
capital social societal que puede permitir un aumento de escala territorial de emprendimiento.
Resurge la religión tradicional, y cobran liderazgo regional los y las machis. El parentesco se
mantiene sorprendentemente vigente como ordenador de alianzas (en Añilco más que en Huimpil);
pero también como referente de rivalidades por herencia y liderazgo. Animan la competencia entre
líderes, los mismos grupos parentales y linajes; pero también refuerzan lo cultural desde lo material
y lo social, aplicando normas de buen matrimonio, tabúes, y prácticas rituales para sacralizar
contratos diádicos.
Los principios de reciprocidad bipersonal (trafkín) horizontal y vertical se detectan en los
acuerdos entre ‘socios’; a veces estimulados por las oportunidades de proyectos. La importancia del
vínculo diádico se refleja en el idioma mapudungún, en que la conjugación de los verbos incluye
una forma de primera persona plural para "nosotros dos". La reciprocidad vertical mapuche se ve en
la transición de clientelismo a semiclientelismo (ver Durston 2002) con su contenido de capital
social de escalera. En el debate en las Comunidades sobre el modelo del lonko autocrático y sobre
las llamadas a la disciplina política, en las llamadas por consultas que buscan unanimidad y en los
esfuerzos por apropiarse de las normas formales no-mapuches de las organizaciones formales, se va
construyendo la complejidad positiva de las instituciones comunitarias e intercomunitarias.
El capital cultural grupal y comunitario encuentran refuerzo cultural y concreción social en el
kelluwün; el de puente, entre varias comunidades, en el nguillatún y otras ceremonias rituales que
reafirman la identidad compartida y los vínculos religiosos y de parentesco, a la vez que ofrecen
eventos sociales de diálogo.
El capital cultural mapuche está presente además como satisfactores socioemocionales en las
normas y valores mapuches, en relación a necesidades como: pertenencia, afecto, honra, prestigio,
autoestima; trato cariñoso y familiar; autoimagen como padre, vecino, etc.; reconocimiento de
servicio a la comunidad; y en deportes, especialmente cuando son de la mezcla competenciasolidaridad, característica del palín.
También están presentes en ambas comunidades elementos culturales introducidos o
apropiados, desde la cultural dominante: idioma, lectoescritura, identidad nacional, principios de
organización democrática internalizados; cosmovisiones católica y evangélica; ideología política, y
la memoria histórica de éxitos de colaboración con el Estado en períodos democráticos.
El Cuadro 3 resume las formas mapuches de capital social, de diverso tipo que se encuentran
actualmente presentes (con la excepción del Lonko) en las conductas de personas en por lo menos
una de las dos comunidades estudiadas. Las formas ‘vigentes’ corresponden a prácticas actuales –es
decir, capital social en sentido estricto- mientras que las ‘subsidentes’5 persisten como conceptos
5
18
Nota: ‘subsidente ‘denota una forma de capital social que subsiste en la memoria social pero no se practica en las relaciones sociales
actuales (Salazar 2001).
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
abstractos asociados usualmente a palabras en mapudungún, es decir como capital cultural
recordado, sólo potencialmente convertible en capital social vigente en las prácticas concretas.
Algunos de estos temas de la compleja interacción entre capital cultural y social mapuche se
retoman en los acápites dedicados a cada comunidad.
Cuadro 3
Tipo de
Capital Social
Capital
social
individual
Capital
social
grupal
Capital
social
comunitario
Concepto
cultural
Misa, Misha;
Misagún
Mediería
entre ‘socios’
Trafkiín o
Chaukín
“Kon” de
palín
Ilotún
Kelluwün
Reyñma
Palín
Lof che
Mingaco
Lonko
Palín o
Chueca
Capital
social
de puente
intercomunitario
Capital social
societal
Palín o
Chueca
Nguillatún;
ayllarehue
Machi;
machitún
Red de
matrimonios
Fütal Mapu,
Wallmapu
CAPITAL SOCIAL MAPUCHE EN HUIMPIL Y AÑILCO
Conducta de reciprocidad o cooperación
Huimpil
Añilco
El ritual de compartir comida de un mismo plato,
demostrando amistad y confianza entre dos personas.
Acuerdo de trabajo entre dos individuos con repartición
del producto (cosecha, animales, etc.) por la mitad.
Ceremonia diádica de intercambio de regalos entre
personas, con un trato especial de confianza y respeto.
Pares de contrincantes/amigos intercomunitarios.
Comer carne juntos entre varias familias, por ejemplo,
un asado para una esquila
Ayuda económica mutua, recíproca, participando hasta
3 a 4 personas. Aplicada en actividades como la trilla
Linaje o sublinaje, todos descendientes patrilineales
Equipo deportivo de seis o más hombres
La mayoría de los habitantes dela comunidad
desciende de el o los fundadores mapuches de la
Reducción
Ayuda económica mutua, recíproca, participando varias
personas, en actividades como la siembra y cosecha.
Liderazgo hereditario y meritocrático de la comunidad
Deporte tradicional con ceremonia religiosa, fiestas y
celebraciones, generalmente entre comunidades.
Refuerza identidad comunitaria en oposición a otros.
Deporte tradicional con danza religiosa, invitaciones a
comidas y fiestas, entre comunidades con relaciones
de parentesco. Fortalece vínculo intercomunitario.
Ofrenda o rogativa ceremonial. Abarca varias
comunidades con relaciones de parentesco y
cooperación; ayllarehue (nueve altares) expresión
religiosa de unidad entre varias comunidades vecinas
Figura chamánica con funciones médicas, religiosas y
políticas; atiende a varias comunidades.
Una densa red de matrimonios intercomunitarios
establece alianzas de cooperación e intercambio
Identidades territoriales y étnicos, reintroducidos por
estudiosos mapuches y por el movimiento mapuche.
Vigente
Vigente
Vigente
Vigente
Vigente
Vigente
Subsidente
Vigente
No hay
Vigente
registro
Vigente,
Vigente, sin
sin el término el término
Vigente
Vigente
Subsidente
Vigente
Vigente, sin Vigente, sin
el término
el término
Vigente
Subsidente
Subsidente
Subsidente
Subsidente
Vigente
Subsidente
Vigente
Subsidente
Subsidente
Vigente
Vigente
Vigente
Vigente
Vigente, sin
el término
Vigente, sin
el término
Fuente: Elaboración propia del autor
19
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
III. Primer estudio de caso:
Minas de Huimpil
6
Minas de Huimpil es una comunidad mapuche de 20 familias, en
total 91 personas (26 menores de edad), ubicada en la Comuna de
Galvarino, IX Región. Todas descienden de un mismo Lonko fundador
y su origen se remonta a fines del siglo XIX. A pesar de gozar de una
fuerte identidad mapuche, hoy en día sufre una importante crisis
cultural expresada principalmente en la pérdida de la lengua, la
desaparición de sus jefaturas tradicionales y el debilitamiento de
ciertas tradiciones. Gran parte de esta situación sería consecuencia de
una fuerte emigración juvenil y un desfase generacional entre éstos y
sus abuelos. De todos modos existe una fuerte voluntad de mantener su
cultura, principalmente entre la generación de jóvenes adultos.
A.
Variables contextuales en el entorno
municipal
A lo largo de la década del noventa, en el marco del retorno a la
democracia, ciertos partidos políticos han tenido una importante
influencia en la Comuna, así como entre las comunidades.
Básicamente éstos han sido la Democracia Cristiana (DC), Renovación
Nacional (RN) y el Partido por la Democracia (PPD), aunque otros
partidos menores, como el Partido Comunista, han tenido cierto
protagonismo en algunas elecciones municipales. La Alcaldía se ha
turnado entre RN y la DC, y cada tendencia ha construido una serie
6
Esta sección y la investigación en terrreno fueron realizados por Daniel Duhart.
21
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
de vínculos y relaciones con las comunidades, las cuáles son "utilizadas" en los períodos
eleccionarios. Son diversas las experiencias de este tipo que ha vivido Huimpil, algunas de las
cuáles serán analizadas en este capítulo.
El retorno de la democracia también ha estado ligado a una multiplicación de los programas y
proyectos sociales. En Huimpil, INDAP ha sido la agencia estatal con mayor presencia, aunque la
mayoría de estos proyectos han sido ejecutados por funcionarios municipales del PRODER7 (a
través del programa PRODESAL). La entrega de diversos créditos y bonos ha creado una serie de
vínculos con las comunidades, así como el endeudamiento de muchas personas. Otra expresión de
la presencia de INDAP ha sido la creación de Comités de Pequeños Agricultores, u otras
organizaciones, las cuales han tenido resultados variables. En el caso de Huimpil, el Comité se
disolvió como producto de la desmotivación generada por el fracaso de un proyecto, surgiendo
luego otra organización nueva, dejando en claro la “volatilidad” de muchas de estas organizaciones
creadas en función de la obtención de recursos.
En los años noventa INDAP también ha ensayado una serie de estructuras más participativas
en su relación con los campesinos de la Comuna, como los Comités de Desarrollo Local (CDL)
creados originalmente por el PRODECAM a mediados de la década, o los Comités de Agencia de
Área (CADA), con el objetivo de informar a los agricultores y facilitar su influencia en la toma de
decisiones. En Minas de Huimpil, un representante de la Comunidad Indígena participa en el
CADA de Galvarino. Sin embargo, hasta este momento su impacto ha sido muy reducido. Otra
agencia que ha tenido cierta presencia en la comunidad es la CONADI, principalmente a través del
establecimiento de la Comunidad Indígena, aunque en cuanto a la presencia de proyectos
productivos y sociales ha sido menor.
En cuanto a la temática de los movimientos indígenas, en los años ochenta fue muy fuerte en
Minas de Huimpil el movimiento de los Centros Culturales Mapuches, que más adelante
profundizaremos. Uno de los principales líderes nacionales de este movimiento, Pedro Ñancupil
Lizama, surgió de esta comunidad, siendo presidente de la organización por varios años. Esta
experiencia ha sido importante para el contacto actual con movimientos indígenas comunales, como
la Asociación Comunal Mapuche, la cual lanzó a su líder Fernando Huaikil como candidato a
Alcalde y quien salió elegido como Concejal en octubre del 2000. Esta Asociación luego fundó una
Corporación Cultural Mapuche, en la cual participa Huimpil con representantes de su organización,
asistiendo a sus actividades de revitalización identitaria, como la celebración del Wetripantu. Sin
embargo, la asociación con estos movimientos étnicos comunales aún no ha tomado un rol
gravitante en la comunidad, aunque progresivamente ha comenzado a percibir los posibles
beneficios y potenciales que tales relaciones y redes les pueden brindar.
B.
Orígenes de la comunidad
La comunidad de Minas de Huimpil tiene su origen en el año 1886, cuando la Comisión
Radicadora de Indígenas hizo entrega al Lonko Domingo Cheuquelaf de un Título de Merced, en la
zona de Temurracom ("cerco de árboles de Temo"). Dice el texto del Título de Merced, firmado
entre otros por Teodoro Schmidt en el Fortín Ñielol, que se entregaron 314 hectáreas a una familia
de 34 personas ocupando ese territorio, entre las que destacan el Lonko Domingo Cheuquelaf, su
primo hermano Ñancupil, su hermano Antonio Tropa, y sus respectivas familias y parientes.8
La historia oral de la misma comunidad complementa y enriquece esta información. De
acuerdo con ella, la familia de Domingo Cheuquelaf habitaba en una zona cercana a Victoria, pero
luego huyeron del Ejército chileno en la llamada "Pacificación de la Araucanía", pasando por
7
8
22
Departamento de asistencia rural de la Municipalidad, la cual aplica el proyecto PRODESAL de INDAP, en virtud del acuerdo entre
ambas instituciones.
Documento: Título de Merced N°85, “Domingo Cheuquelaf”, Angol, 1886, Hijuela N°1200.
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
diversas localidades hasta llegar a su actual ubicación. Así habrían quedado arrinconados en esta
zona de cerros y tierras de mala calidad, pues Huimpil incluso significa "cadena de cerros".
Permanecen en la memoria de la comunidad diversos episodios sangrientos de encuentros de sus
antepasados con el Ejército chileno.
La historia de la comunidad durante el siglo XX es una historia de gradual empobrecimiento, al
igual que la mayoría de las reducciones mapuches, sometidas a una progresiva presión demográfica en
sus escasas tierras (Bengoa, 1999). De una riqueza basada en la abundancia de ganado y relaciones
comerciales en la "frontera", pasaron a convertirse en pequeños agricultores empobrecidos. De todos
modos, la Reducción Domingo Cheuquelaf disfrutó de cierto apogeo económico en la década del
cuarenta, cuando el Estado chileno confiscó terrenos del nuevo Lonko e hijo de Domingo, Rafael
Cheuquelaf, donde se encontraban yacimientos de carbón. Desde esa década la reducción pasó a
conocerse como Minas de Huimpil. Sin embargo, rápidamente las vetas de carbón se agotaron,
dejando la antigua propiedad y construcciones, ya sin valor, en manos del Lonko.
La historia de la comunidad ha estado ligada a tres familias principales: los Cheuquelaf, los
Ñancupil y los Tropa, todas descendientes del mismo tronco familiar. Desde entonces, estas tres
familias han crecido, estableciendo lazos matrimoniales entre sí y con familias de reducciones
vecinas, lo cual era una costumbre mapuche para establecer alianzas (Salas, 1999). Estas relaciones
de parentesco pasaban a ser, y aún lo son hoy en día, la base para relaciones de cooperación,
reciprocidad y confianza, tanto en los planos político, social y económico.9 Sin embargo, la
comunidad no ha estado exenta de rivalidades, especialmente entre la familia Cheuquelaf y
Ñancupil, quienes hasta hoy en día compiten por el liderazgo de la comunidad.
Mapa 2
REDUCCIÓN DOMINGO CHEUQUELAF, TÍTULO DE MERCED HUIMPIL (N°85, ANGOL 1886)
9
“Las relaciones entre familiares lleva a relaciones de ayuda en el trabajo, en buscar animales, apagar incendios, también con
vecinos.”
23
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
C.
Economía
Actualmente, la Comunidad de Minas de Huimpil presenta una economía de pequeños
agricultores, con un sistema de propiedad de hijuelas de entre 4 a 18 hectáreas por familia,
promedio, disminuyendo el tamaño de éstas a medida que crece la población. Esta escasa superficie,
además de la baja calidad de la tierra, en gran parte montañosa, es una de las principales limitantes
para el desarrollo tanto individual como colectivo, obstaculizando su libertad al limitar sus
emprendimientos y la expresión de sus capacidades (Amartya Sen, 1999).
Al ser una zona de secano, Minas de Huimpil se caracteriza por ser muy apta para el cultivo
de arvejas, una de las principales producciones además del trigo, las habas, papas, porotos y avena.
La producción agrícola es principalmente para el autoconsumo familiar, aunque según las
posibilidades de cada familia en algunas ocasiones surgen oportunidades para la comercialización.
Los principales problemas para esta actividad son el bajo precio de los productos, el alto costo de
los fertilizantes e implementos técnicos para lograr un volumen competitivo, y la escasez o alto
costo de los medios de transporte para llevar la producción al pueblo. Hasta este momento la
comercialización es una actividad principalmente de carácter individual, aunque a veces surgen
casos de comercialización asociada.
Los cultivos se realizan tanto en las estructuras de tenencia propias, como en las que se
combinan con medierías. En cuanto a la actividad ganadera, ésta es principalmente ovina, aunque
también vacuna y porcina. Gran parte de la producción ovina proviene del Banco Ganadero Ovino
impulsado por PRODECAM.
El trabajo asalariado es la principal fuente de ingresos monetarios en Minas de Huimpil,
generalmente de carácter temporal en los fundos forestales vecinos. Otro mercado laboral es el de
las grandes agroindustrias y empresas frutícolas de la zona central del país, cerca de Rancagua y
Curicó, hacia donde emigran principalmente los varones en temporadas de cosecha, aunque también
algunas mujeres.
D.
Demografía
El territorio de la reducción fue ocupado en un comienzo bajo una estructura comunitaria,
administrada por el Lonko, pero a lo largo del siglo fue progresivamente subdivida, comenzando en
1935, a consecuencia del decreto ley N°4111 (Lipschutz, 1956). Las nuevas mediciones del territorio
indicaron de que en realidad eran 337,425 hás, dividiéndose en varias hijuelas familiares. 10 Un nuevo
intento de subdivisión se llevaría a cabo en el año 1979, bajo el Decreto 2568, pero la comunidad se
opondría. Por la venta de hijuelas producto de estas sucesivas subdivisiones, la superficie habitada
actual de la Reducción se ha reducido a 180.46 hectáreas, dejando a la comunidad en una situación
aún más precaria.
10
24
Ver mapa 3.
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
Mapa 3
REDUCCIÓN DOMINGO CHEUQUELAF, DECRETO LEY N°266, 1931
25
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
De este modo, a lo largo del siglo se ha desarrollado una progresiva presión demográfica, al
crecer la población en un espacio limitado y cada vez menor, ante el proceso de subdivisión
producto del accionar del Estado y el proceso de sucesión familiar. De 34 personas registradas en
1886, la comunidad cuenta actualmente con una población de 91 personas, triplicándose en cerca de
ciento veinte años, lo cual entrega un promedio de 2,1 hás por persona, o de 10.02 por familia.11 Si
se toma en cuenta que entre 27 y 100 hás (Bengoa, 1983) son considerados los tamaños mínimo y
máximo para la sustentabilidad de un minifundio (variando según la cantidad de superficie mínima
regada), podemos apreciar que la situación de la comunidad es muy crítica:
Cuadro 4
Hijuelas
(Hás).
8,00
18,6
26,60
20,00
20,00
34,62
24,77
4,94
17,83
5,1
T= 180,46
TENENCIA DE LA TIERRA EN MINAS DE HUIMPIL
Ocupantes actuales
Nº
Hàs por
Nº
Hás por
personas persona
familias
(2000)
familia
Familia Cheuquelaf
Cheuquelaf
Familia Cheuquelaf Llamín
Familia Cheuquelaf Santander
Familia Cheuquelaf Millalén
Familia Tropa Cuyanao
Familia Tropa Lizama
Familia Tropa Millao
Familia Liñe Millahuel
Familia Millahual Millao
Familia Milla Levipan
Familia Colipi Antinao
Familia Colipi Loncón
Familia Ñancupil Lizama
Familia Ñancupil Parra
Familia Ñancupil Millahual
Familia Ñancupil Millao
Familia Cheuquelaf Aguilera
Familia Aguilera Tropa
Comunidad
5
1,6
1
8,0
15
1,2
3
6,19
8
3,3
2
13,3
7
2,8
1
20
10
2,0
3
6,6
9
3,8
2
17,31
16
1,5
3
8,2
4
4
7
85
1,2
4,4
0,7
2,1
1
1
1
18
4,94
17,83
5,1
10.02
Fuente: Censo Población Minas de Huimpil (Comunidad Indígena) y Conservador de Bienes Raíces de
Lautaro (CONADI).
Para enfrentar este problema, son muchas las estrategias que la comunidad ha desarrollado.
En primer lugar, son varias las familias que viven allegadas a sus padres, ya que una mayor
subdivisión de la tierra la hace prácticamente improductiva. Otra estrategia es el establecimiento de
medierías, compartiendo la tierra, el trabajo y la producción "a medias" entre dos socios. Por último,
una estrategia muy generalizada ha sido la emigración hacia las ciudades, en gran parte juvenil, lo
que tiene un impacto fuerte sobre la cultura e identidad:
"Yo creo que en este momento la cultura se va terminando así como se van achicando los
espacios, corta el terreno... la gente se está yendo. La juventud se está yendo”.
E.
Experiencia organizacional
En la década del sesenta la historia organizacional de Huimpil tomó un auge importante, al
formarse el Comité de Agricultores bajo el alero de INDAP. El presidente de la organización por
cerca de veinte años fue el nuevo Lonko, hijo de Rafael, Domingo Cheuquelaf Antinao, líder
indiscutido en la comunidad. Aún permanecen en Huimpil los recuerdos de este "último" Lonko,
quien a través del Comité realizó una serie de acciones comunitarias, como el arreglo de caminos, la
construcción de puentes, el arreglo de cercas, etc. Su figura permanece como un ejemplo de
liderazgo, el cual inspira a la actual generación de dirigentes, quienes lo conocieron en su niñez.
11
26
A pesar de ser 20 familias las registradas en la comunidad, dos de ellas residen en la frontera con la comunidad vecina de Mañiuco,
quedando fuera de la superficie actual, por lo que no son consideradas para estas estadísticas.
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
Una organización paralela al Comité, y con un carácter más político, fue el Centro Cultural
Mapuche, creado en 1978, en plena dictadura, bajo la protección de la Iglesia, siendo posteriormente
miembro de ADMAPU12. Uno de los presidentes nacionales de la organización, Pedro Ñancupil Lizama,
surgió de Huimpil, compitiendo por el liderazgo de la comunidad con el viejo Lonko. Este movimiento
organizó una serie de proyectos de desarrollo local en la zona, como exposiciones de artesanía y un
banco ganadero, con el apoyo de ONG's internacionales. Además, Pedro Ñancupil Lizama participó en
diversas conferencias internacionales y estuvo presente en la firma del Acta de Acuerdos de Nueva
Imperial, con el candidato de la Concertación Patricio Aylwin, en 1989.
Después de la muerte de Domingo Cheuquelaf en 1982, el sucesor natural era su hijo Rafael
Cheuquelaf, pero éste falleció en un misterioso accidente dos años después, quedando desde entonces sin
Lonko la comunidad. En la década del noventa, una nueva generación de líderes surgiría, muchos de
ellos de la familia Ñancupil, marcados por la experiencia del Centro Cultural.
La historia organizacional de la comunidad ha estado asociada a una relación de amor y odio, o
presencia y ausencia, del Estado. Por ejemplo en los años ochenta, los Centros Culturales Mapuches
suplieron sus necesidades básicas y asumieron un rol más independiente frente al vacío dejado por la
ausencia de programas sociales. En cambio, en la década de los noventa, las organizaciones han tomado
una relación más dependiente y clientelar con el nuevo Estado democrático y sus programas de
asistencia. También se han desarrollado muchas situaciones de adaptación de las jefaturas tradicionales,
y sus prácticas colectivas de cooperación y reciprocidad, hacia las nuevas instituciones adoptadas o
impuestas, tanto en la época del Estado Benefactor, como durante la nueva arremetida del Estado en los
años noventa.13 El siguiente Cuadro resume la experiencia organizacional registrada en la comunidad:
Cuadro 5
EXPERIENCIA ORGANIZACIONAL EN MINAS DE HUIMPIL
Año
Siglo XIX – 1920
aprox.
1920-1950 aprox.
Década del sesenta
y setenta siglo XX
1972
1978-90
1982
1981-82
1982
Década del ochenta
Década del ochenta
Década del noventa
1991
1995
1997
Julio de 1999
1999
2000
2001
Institución
1er Lonko: Domingo Cheuquelaf . Otras jefaturas tradicionales: Machi y Werkén.
Juego de palín con la reducción vecina de Peñartú.
2do Lonko: Rafael Cheuquelaf.
Creación Comité de Agricultores por parte de INDAP. Presidente: 3er Lonko, Domingo Cheuquelaf Antilao.
Este comité encauzó diversas actividades de cooperación comunitaria y construcción de bienes públicos.
Creación de la Cooperativa Huelén. Presidente: Pedro Ñancupil Lizama.
Fundación del Centro Cultural Mapuche, con el apoyo de ADMAPU y la Iglesia Católica.
Presidente: Pedro Ñancupil Lizama.
PEM y POJ: Ofrecimiento de programas de salario mínimo.
CEMA Chile: Centro de Madres, que realizaba diversas actividades con las mujeres, entre ellas el
tejido.
Fallece el último Lonko, Domingo Cheuquelaf Antilao, presidente del Comité de Agricultores.
Liga de Fútbol con Peñartú, comunidad vecina.
Fundación de dos Iglesias Evangélicas Menonitas, con Peñartú, Mañiuco y Huircaleo.
Creación del Comité de Electrificación, con 5 comunidades vecinas.
Creación de la Junta de Vecinos de Minas de Huimpil, en conjunto con Peñartú.
Creación del Comité de Pequeños Agricultores de Minas de Huimpil, en conjunto con Peñartú, con
el Apoyo de INDAP Galvarino.
Equipo de Fútbol de Mujeres.
La constitución de la Comunidad Indígena de Minas de Huimpil ante la CONADI.
La creación del Comité de Pequeños Hortalizeros de Galvarino (24 socios), por parte de INDAP
Galvarino.
Incorporación de la Comunidad Indígena a la Asociación de Comunidades Indígenas de Galvarino.
Candidato a Alcalde de la comunidad vecina de Mañiuco: Fernando Huaikil, director de la Asociación.
Incorporación de la Comunidad Indígena a la Corporación Cultural Mapuche de Galvarino, liderada
por Fernando Huaikil.
Fuente: Elaboración propia del autor
12
13
Asociación gremial creada por centros culturales mapuches y el Consejo general Huilliche en 1980, que pretendía la derogación de la
Ley de División de comunidades y la generación de una que respaldara sus intereses.
Por ejemplo, el Lonko era elegido presidente del Comité de Agricultores de INDAP, y en conjunto con los agricultores de la
comunidad, realizaban actividades comunitarias, como las construcción de caminos y puentes, mingacos, búsqueda de animales, etc.
Hoy en día, sus nietos han sido dirigentes de organizaciones.
27
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
F.
Redes y vínculos intercomunitarios
Esta experiencia organizacional brinda a la comunidad un importante capital social,
expresado en recursos sociales como el liderazgo, destrezas y habilidades organizacionales,
contactos y experiencia de interrelación con el Estado u otras agencias externas, y normas internas
de cooperación y reciprocidad. Sin embargo, este capital social se nutre sobre una amplia base de
capital cultural, así como expresiones más originarias de capital social (mapuches), tanto vigentes o
subsidentes hoy en día (ver Cuadro 3).
Es interesante destacar que este capital social detectado no solamente se expresa al nivel de la
comunidad local, sino que también se manifiesta como una densa red de vínculos y actividades con
comunidades vecinas. Al parecer, el concepto de comunidad traspasa las fronteras artificiales
impuestas por la reducción, conectándose con los grupos familiares vecinos, reflejando los antiguos
vínculos de parentesco entre lofs14 en una comunidad extendida latente (Faron, 1969).
En la siguiente figura, un mapa de la comunidad construido con información de algunos de
sus miembros, reflejamos estas redes externas, muchas veces ligadas a vínculos históricos de
parentesco y matrimonio basados en el "intercambio" de esposas (primas cruzadas o ñuke), donde
destaca la comunidad vecina de Peñartú como principal aliada. Estas relaciones de parentesco y
matrimonio representan el establecimiento de alianzas de cooperación, siendo la base para la
realización de un mingaco, la formación de una organización social, la realización de un
campeonato de palín o fútbol, el establecimiento de medierías, la asistencia a un entierro, etc. La
mayoría de las familias, si no todas, poseen algún tipo de parentesco con familias de las
comunidades vecinas, cercanas o lejanas.
Mapa 4
REDES EXTERNAS DE LA COMUNIDAD DE MINAS DE HUIMPIL
14
28
Agrupación de familias extendidas mapuches, también llamadas lofches, en la que el Lonko es el jefe genealógico.
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
G. Las dinámicas de interacción en la interfaz. Relato
consolidado de Minas de Humpil
El impacto en el patrimonio de capital social de la comunidad de las dinámicas de interacción
de la interfaz Estado-comunidades mapuches se puede apreciar a través de las múltiples
experiencias en programas sociales durante la década del noventa, así como en los diversos
períodos de elecciones municipales o parlamentarias. Por ejemplo, en Minas de Huimpil casi todas
las organizaciones que surgieron durante la década lo hicieron en el contexto de estos proyectos,
bajo una lógica asistencialista. Es interesante observar además una evolución general de las
relaciones en la interfaz, partiendo la comunidad al comienzo con un gran potencial y experiencia
en organización autónoma, derivando luego, en forma gradual, hacia una relación dependiente y
clientelista con el Estado, lo cual fue progresivamente erosionando el capital social comunitario.
Este proceso de erosión lo analizaremos a través de un relato cronológico de los principales hitos
que registramos.
1991
Uno de los primeros proyectos fue el Proyecto de Electrificación Rural (PER), coordinado
por la Junta de Vecinos, que se había constituido en 1991 bajo la expectativa y entusiasmo del
retorno de la democracia. El PER era promovido por la Intendencia y tomó cerca de diez años en
cristalizarse, llegando la luz a la comunidad recién en noviembre del año 2000. En gran parte, el
PER fue el resultado de gestiones de dirigentes en la Intendencia, donde progresivamente se
establecieron ciertos vínculos.
Este proyecto abarcó a cinco comunidades vecinas, siendo un fiel reflejo del fuerte capital
social comunitario y de "puente" que existía en Huimpil a comienzos de la década, cuando hace
muy poco la red de Centros Culturales Mapuches había unido a varias comunidades, entre las cuáles
se encontraban las otras comunidades beneficiarias: Rapa, Mañiuco, Alto Huimpil, Huircaleo y
Peñartú (Mapa 4 ).
En este proyecto se expresó nuevamente la competencia por el liderazgo entre las familias
Ñancupil y Cheuquelaf, las dos familias principales de la comunidad, pero que siempre se resolvía
de forma pacífica y según las normas mapuches de resolución de conflictos.15 En la Junta de
Vecinos el primer presidente fue un nieto del Lonko Domingo Cheuquelaf, pero poco después
asumió la presidencia un joven dirigente de la familia Ñancupil (quien era técnico agrícola).
Posteriormente este dirigente presidió el Comité de Electrificación, organización que abarcó a las 6
comunidades participantes en el proyecto, e incluso en algunos momentos se llegó a considerar a
este comité como la base de un posible movimiento étnico y político en la comuna.
El PER es considerado hoy en día por la mayoría como el más exitoso en la comunidad,
especialmente por su carácter participativo y de base, lo cual lo distingue de gran parte de los
proyectos posteriores durante la década. Sin embargo, el impacto social del proyecto todavía está en
análisis, ya que depende del uso que se haga de él (Rodríguez, 1999), pero por lo menos desde la
dimensión del patrimonio de capital social, destaca como un proyecto muy participativo y basado
en las relaciones de "puente". De hecho hoy en día, cuando el Comité de Electrificación ha dejado
de existir oficialmente, aún persiste una red de lazos de ayuda y comunicación entre los
beneficiarios y los antiguos dirigentes. Por ejemplo, al ex-presidente del Comité de electrificación
todavía le piden ciertos favores, como el hacer trámites cuando viaja a Temuco, o le confían el pago
de las cuentas. De hecho, durante su dirigencia, en muchas ocasiones le entregaban el dinero a él en
vez de al tesorero del Comité, reflejando la confianza que le tenían muchos de los participantes.
15
Por ejemplo, en los años ochenta Pedro Ñancupil Lizama, presidente nacional de los Centros Culturales Mapuches y bastante más
joven que el Lonko Domingo Cheuquelaf Antilao, competía con él por el liderazgo de la comunidad, pero al final siempre cedía ante
el anciano, quien debía ser respetado según la costumbre mapuche.
29
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
Hoy en día este rol es una fuente de prestigio y liderazgo para él, tanto en la comunidad como en
todo el sector, e incluso ha expresado el "sueño" de algún día representar al sector como Concejal.
1996
Todavía con las expectativas altas frente a las múltiples opciones que se presentaban a la
comunidad, un segundo proyecto importante que se realizó en Minas de Huimpil fue el Banco
Ganadero Ovino, el cual fue un subprograma del Proyecto de Desarrollo Campesino
(PRODECAM/INDAP), con apoyo de fondos de los Países Bajos. Su aplicación en Minas de
Huimpil comenzó en 1996 con 9 familias participantes, y también fue coordinado por la Junta de
Vecinos, incluyendo a la Comunidad vecina de Peñartú (capital social de puente). El proyecto se
inició bajo la siguiente modalidad: los beneficiarios recibían 5 ovejas y 1 carnero como crédito
inicial, y debían devolver 2 ovejas cada año por un período de 4 años, o sea 8 ovejas.
Este programa tuvo un éxito relativo en la comunidad, según lo que hemos podido pesquisar:
existen casos positivos, como en la familia Ñancupil, pero también fracasos, como en la familia
Cheuquelaf. Un caso interesante es el de X. Ñancupil16: él compartió el carnero con Y. Ñancupil, su
hermano, ya que eran vecinos. Así entre los dos tuvieron que devolver sólo 7 animales cada uno, 14
en total. El terreno que usó para pastorear las ovejas fue uno que usa a medias con su Tío Z.
Ñancupil, que vive en Santiago, sin tener que pagar o dar algo a cambio por ese uso, aprovechando
este "contrato diádico" con su pariente. No tuvo ningún problema en devolver el crédito, ya que sus
ovejas tuvieron varias crías.
Incluso, esta experiencia llevó al surgimiento de una iniciativa de asociación comercial en
diciembre de 1999, entre él, dos hermanos y dos primos: compraron nueve corderos que habían
entregado como devolución del crédito, engordándolos y luego vendiéndolos a un mejor precio
durante la Navidad y el Año Nuevo, aprovechando el mercado y haciendo, en sus palabras, "un
buen negocio". Este es un reflejo del rol del parentesco como un activo sobre el cual pueden
generarse emprendimientos colectivos. Además, esta Asociación se ha prolongado en el tiempo,
convirtiéndose a mediados del 2001, y con algunos cambios de miembros, en una Sociedad
Comercial Forestal, aprovechando plantaciones de bosque generadas por proyectos CONAF17
anteriores, así como moto-sierras y herramientas compradas con sus sueldos de temporeros. Esta
Sociedad ofrece actualmente servicios en forestales vecinas, compra madera y metros "ruma" para
luego venderla en una Papelera de la Comuna, o compra y corta pino para vender en aserraderos,
generando un importante ingreso para los socios. Es un muy interesante ejemplo de la influencia del
capital social grupal como un elemento catalizador de emprendimientos grupales o asociaciones
comerciales.
En cuanto a fracasos o impactos negativos, el caso de X. Cheuquelaf presentó serios
problemas. Cuando él no se encontraba, los intermediarios vinieron a entregarle las ovejas, y le
dejaron ovejas ciegas y enfermas, que al poco tiempo fallecieron. Este caso refleja ciertas
irregularidades y fallas que se produjeron en el segundo año del proyecto, criticadas por los
beneficiarios: los intermediarios, al comprar animales más económicos, trajeron animales que no se
adaptaron al clima; además, al entregarse a los nuevos beneficiarios animales devueltos por los
beneficiarios antiguos, éstos entregaban los de peor calidad, perjudicando a los nuevos
participantes, como el caso de X. Cheuquelaf.
En INDAP las opiniones han sido dudosas respecto al éxito del Banco Ganadero. La directora
de INDAP en Galvarino opinó que el PRODECAM en general no fue exitoso en la zona ya que se
le entregaron animales a campesinos con poca capacidad talajera, y con predios muy pequeños,
haciendo muy difícil su producción. Un dato importante en Minas de Huimpil es la calidad de las
16
17
30
En este trabajo no se utilizan los nombres reales de los miembros de la comunidad.
Corporación Nacional Forestal
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
tierras, ya que las tierras en la zona de los predios de la familia Ñancupil son de mucho mejor
calidad que las de la familia Cheuquelaf. Gran parte del terreno de los Cheuquelaf está constituido
por pequeños cerros, mientras que los Ñancupil tienen algunas zonas más planas. Otra consecuencia
negativa del programa fue el endeudamiento, al perder muchos campesinos sus ovejas.
De este modo, podemos ver que el Banco Ganadero Ovino tuvo un resultado variado. Por un
lado, para algunas personas generó éxito económico, pero para otras fue fuente de frustración y
fracaso. Llevó también al surgimiento de muy interesantes iniciativas de asociación, las cuáles
analizaremos más adelante. Pero destaca en la evaluación comunitaria la influencia que tuvieron las
empresas consultoras o contratistas, llamadas “intermediarios" por la comunidad, en los casos
negativos del programa, así como las fallas de diseño que el proyecto sufrió. Dentro de nuestro
análisis de la interfaz, resulta relevante el rol de los profesionales del desarrollo, tanto privados
como públicos, ya que su accionar puede ser determinante para el éxito del proyecto. Al parecer en
el Banco Ganadero, como en muchos proyectos de los años noventa basados en las licitaciones
públicas y el paradigma de la competencia e integración al mercado (Corvalán, 1996), muchos
intermediarios fallaron al entregar animales de baja calidad, perjudicando y frustrando a los
beneficiarios. Esto plantea el tema de la necesidad de un mayor control por parte de los
beneficiarios, a través de la participación en el diseño, ejecución y evaluación de los proyectos,
tomando en cuenta sus ideas y opiniones, al ser ellos quienes al final reciben el impacto. La
rendición de cuentas de los profesionales hacia la comunidad parece ser también un medio para
lograr un mayor control sobre su desempeño (accountability). También requiere de un profesional
del desarrollo más "comprometido" con su trabajo, que pueda realmente asesorar bien a la
comunidad, ya que como veremos más adelante muchos están más interesados en el pago de sus
sueldos que en el éxito real de los programas.
1997
Durante este año, las fallas manifestadas en el proyecto de Banco Ganadero crecieron en
magnitud e impacto, afectando directamente la relación entre Huimpil y las agencias del Estado, así
como la dinámica al interior de la comunidad misma. Esto ocurrió durante el proyecto de
"Producción de Leguminosas Secas", impartido por la Empresa Consultora X. Ltda., en el marco
del Programa Chile Joven y gestionado por las agencias SENCE18/INDAP. Este proyecto se aplicó
después de la realización exitosa de una capacitación en Gestión de negocios por parte de la misma
empresa capacitadora, por lo que se inició bajo una gran expectativa. Fue coordinado por el Comité
de Pequeños Agricultores de Minas de Huimpil, organización que también abarcaba a la comunidad
vecina de Peñartú, y que había sido creada en 1995. Su presidente era otro nieto del último Lonko.
Sin embargo, el rotundo fracaso de este proyecto tendría un impacto muy fuerte en la comunidad,
generando divisiones de las cuales aún no se recupera.
En la fase de comercialización de este proyecto debía constituirse una "red de ayuda" en que
la empresa capacitadora ayudaría a los agricultores a integrarse al mercado, realizando contactos
con compradores y acompañándolos en el proceso, para que pudieran lograr un mejor precio al
vender en forma asociativa (SENCE, 1997). Los tipos de clientes serían empresas alimenticias y
supermercados. Sin embargo, aquí es donde comenzaron los problemas, y nuevamente debido a la
inoperancia del intermediario.
Según los miembros de Huimpil, la empresa X. Ltda. no cumplió con este objetivo y no
consiguió buenos compradores, por lo que debieron conformarse con vender en forma individual: la
venta asociativa no resultó. El resto de las arvejas las guardaron como semillas para el próximo año
o incluso las utilizaron como comida para los animales. Factores como el retraso en la cosecha, por
un retardo en el inicio del curso, o la sequía que hubo ese año, podrían haber llevado a los malos
18
Servicio Nacional de Capacitación y Empleo del Ministerio del Trabajo y Previsión Social
31
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
precios. Sin embargo, una de las consecuencias más prolongadas de esta experiencia ha sido el
impacto negativo que tuvo en la motivación de la comunidad y en su sociabilidad interna.
La empresa X. Ltda. aceptó el hecho de no haber conseguido buenos compradores, pero
según el gerente no fue por su incompetencia o por el atraso del curso, sino que por una mala jugada
del mercado: simplemente no había demanda, no había poder comprador en los meses de enero y
febrero. Una sorpresiva importación había abastecido a todos los compradores, así como bajado los
precios. Por eso les habrían enseñado a los campesinos a guardar la producción para venderla
cuando el precio subiera. Las ventas individuales, según él, eran ejercicios para aprender a
comercializar y poder manejarse individualmente en el mercado. Agrega que finalmente se habría
vendido la producción en forma asociativa en el mes de abril de 1998. Pero esta afirmación es
negada también por los funcionarios de INDAP.
A pesar de que algunos funcionarios creen que el fracaso del proyecto fue en gran parte culpa
de los campesinos mapuche, incapaces de esforzarse para sacar adelante un emprendimiento
asociativo, reflejando su visión estereotipada de los mapuches como personas sin capacidad de
emprendimiento, casi todos están de acuerdo en que la empresa capacitadora tuvo una importante
responsabilidad. Según un alto funcionario de INDAP, la venta asociativa de arvejas no se realizó,
quedando endeudados los beneficiarios que habían solicitado crédito. Además, de acuerdo con ella,
hubo una serie de irregularidades en la aplicación del curso de capacitación, como la falta de mayor
asesoría en las etapas de producción y comercialización. Ella informó a la Dirección Regional del
SENCE de estas irregularidades, pero no recibió respuesta. En este sentido, tuvo fuertes sospechas
de que la razón de la obtención de la licitación por parte de la empresa capacitadora fue por factores
políticos, al pertenecer su gerente a un partido político de Gobierno.
Podemos apreciar nuevamente en este caso la importancia del intermediario, y cómo su
accionar puede determinar el éxito o fracaso de un proyecto en la comunidad. La necesidad de un
mayor control y participación por parte de la comunidad surge nuevamente como un factor
determinante. El clientelismo partidario sería otro elemento influyente en esta realidad, dificultando
incluso el accionar de los mismos funcionarios. Existen muchos funcionarios comprometidos y
preocupados por el bienestar de los mapuches, con la voluntad de hacer esfuerzos especiales para
enfrentar sus necesidades; sin embargo, se ven frustrados ante la dificultad de realizar cambios bajo
una institucionalidad jerárquica y arcaica, donde otras lógicas de poder priman, como en el caso del
proyecto SENCE.
El siguiente Cuadro resume una serie de opiniones tanto de funcionarios o profesionales del
desarrollo como miembros de la comunidad, reflejando las divergencias y convergencias de
discursos que comenzaron a surgir en la relación agencias externas/comunidades en la interfaz
.
32
CEPAL - SERIE Políticas sociales
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Cuadro 6
OPINIONES Y DISCURSOS EN LA INTERFAZ
Temáticas
Estereotipos y
prejuicios de los
funcionarios
Críticas de la
comunidad
Necesidad de la
sinergia Estadocomunidad y de
relaciones
interculturales
Opiniones
“Existe una falta de voluntad, de interés por trabajar, en las comunidades mapuches. Se les da
todo en bandeja, capital, pero no hay iniciativa, cultura de empresa” (funcionario INDAP)
“Se hacen pequeñas empresas productivas, pero todo es individual. La cultura es individualista.”
(funcionario PRODER)
“La producción asociativa es difícil, pero la comercialización asociativa es más fácil.” (funcionario
PRODER)
“...A nosotros no nos sirve que nos digan por ejemplo: ‘el martes o la otra semana se cierra el
concurso y aquí está el proyecto, y fírmenlo’...”
“...En realidad a nosotros nos sirve que nosotros mismos creamos, planteamos la necesidad del
proyecto, por último la idea de proyecto, y por allí comencemos.”
“Y es parte que nos dejen que trabajemos nosotros.”
“Las personas que lo hacen, salga o no salga les da lo mismo porque ellos están haciendo su
trabajo... ganan igual. Nosotros somos los que perdimos el tiempo...”.
“...yo creo que si lo hacemos en conjunto, nosotros aportamos la parte que tenemos acá,
justamente la necesidad específica, ellos con la parte apoyo técnico, yo creo que así es más
posible.” (miembro de la comunidad)
“Nos gustaría poder hablar en mapudungún. De hecho, usamos algunas palabras, y cuando lo
hacemos, se rompe la barrera cultural.” (funcionario PRODER)
“La verdad de las cosas que para poder trabajar en PRODESAL tienes que tener una voluntad
social, porque uno sale como ingeniero agrónomo de la Universidad, pero cuando uno anda al
campo no eres solamente ingeniero agrónomo, eres asistente social, aparte eres médico, entonces
cumples un rol que va más allá de tu titulo profesional...” (funcionario INDAP)
Fuente: Elaboración propia del autor
En este Cuadro podemos ver por un lado la visión estereotipada de algunos funcionarios, que
perciben a los mapuches como individualistas, sin iniciativa ni capacidades asociativas, lo que
contrasta con los hallazgos de nuestra investigación y la existencia de capital social. Esta visión
llevaría a una conducta paternalista y descomprometida por parte de algunos funcionarios. El efecto
en la comunidad es una actitud cada vez más crítica hacia el Estado, expresando su deseo de mayor
participación en los proyectos. Sin embargo, podemos apreciar que la sinergia es valorada por
ambos actores en la interfaz, lo cual nos sugiere que con métodos, estructuras de toma de decisión,
motivación y capacitación adecuada, ésta puede ser lograda. De todos modos, aún se deben superar
muchos obstáculos, como analizaremos a continuación.
1999
El impacto del programa de Producción de Leguminosas Secas no sólo fue negativo al
erosionar la relación de la comunidad con las agencias estatales y empresas consultoras, sino que
también al afectar sus vínculos internos. No sólo hubo un fracaso en términos económicos, sino que
además éste produjo un fuerte impacto en la organización que la coordinó, la cual era el Comité de
Pequeños Agricultores. Pocos meses después de finalizado el proyecto, la organización entró en
crisis y sus miembros dejaron de participar. El siguiente año el ex-secretario del Comité, de la
familia Ñancupil, fundó la Comunidad Indígena bajo los registros de la CONADI, considerando que
por medio de esta organización sería más fácil obtener recursos y proyectos del Estado. El resto de
la comunidad lo apoyó, dejando de participar en el Comité. El presidente del Comité de Pequeños
Agricultores debió asumir la situación y también se inscribió como socio de la Comunidad
Indígena, aunque siempre quedó con cierto grado de frustración por la crisis de su organización.
Sin embargo, a fines de 1999 comenzaron a surgir algunas críticas hacia la dirigencia del
Presidente de la Comunidad Indígena, aunque no conflictos serios. Pero estas rivalidades
erosionaron el capital social comunitario, dificultando la cooperación para el logro de proyectos
comunitarios bajo la nueva organización, así como emprendimientos asociativos. A esto se sumó la
elección presidencial de diciembre de 1999. La comunidad se dividió entre el candidato de centroizquierda, y el de la derecha. La familia Ñancupil simpatizaba con el primero mientras que varios de
los Cheuquelaf simpatizaban con el segundo. Esta rivalidad política se remontaba a los años del
33
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
último Lonko, Domingo Cheuquelaf, quien simpatizaba con el Partido Nacional, mientras que
Pedro Ñancupil, hermano mayor de los actuales líderes, simpatizaba con la Unidad Popular de
Allende y que luego fue fundador de los Centros Culturales Mapuches. De hecho, en la familia
Ñancupil en general han habido dirigentes con bastante experiencia organizativa y acostumbrados a
"enfrentar" e "interpelar" a las autoridades, mientras que en los Cheuquelaf los dos nietos del Lonko
son pastores evangélicos, con un estilo de liderazgo menos confrontacional. Estas diferencias se
conjugaron en este período crítico de elecciones presidenciales y es así que nuevamente las
promesas de los candidatos erosionaron el capital social de la comunidad, polarizándola.
2000
A mediados del año 2000 la "Comunidad Indígena", incluyendo personas de la Comunidad
de Peñartú (capital social comunitario de puente), optaron a un nuevo proyecto, en este caso de
PRODESAL, para la construcción de gallineros. El proyecto consistía en un subsidio para el techo
de los gallineros y cierta cantidad de alimento, mientras que la madera para las paredes, la mano de
obra y las gallinas debían ser colocados por cada familia (21 en total). El objetivo final era
promover la asociación en la producción de huevos, para lograr un mejor precio.
La situación de rivalidad y desconfianza existente en la comunidad, producto del fracaso de
proyectos anteriores, acentuado por las diferencias políticas, dificultó toda posible asociación,
fracasando el proyecto a nivel colectivo, aunque si brindó algunas satisfacciones individuales. La
asociación entre los participantes no habría resultado por dos razones: (1) No existía el mismo nivel
de productividad entre los participantes. Por ejemplo, no era posible mantener el mismo nivel y
compromiso de productividad entre una persona que poseía 5 gallinas y otra que poseía 20. (2) La
confianza entre los Ñancupil y los Cheuquelaf se había debilitado: algunos miembros de la familia
Ñancupil no confiaban en la capacidad de perseverancia de los Cheuquelaf, quienes a veces
abandonaban los proyectos; por otro lado, algunos miembros de la familia Cheuquelaf no confiaban
en la capacidad de liderazgo de los Ñancupil, criticándolos de dominantes. De hecho, por su mayor
educación formal (enseñanza media y técnica), experiencia dirigencial, gran capacidad de debate,
análisis y liderazgo, los Ñancupil se estaba convirtiendo en un factor inhibidor de la participación
comunitaria en las reuniones de la Comunidad Indígena, al no atreverse los demás a hablar o
discutir con ellos.
Estas opiniones nos entregan información interesante sobre la realidad interna de Minas de
Huimpil y cómo el capital social comunitario se había ido erosionando por el impacto de los
proyectos gubernamentales y los partidos políticos. También, otras realidades, como la
diferenciación económica y de educación profundizarían el proceso.
Sin embargo, nuevamente otro factor político contribuiría a agravar la situación: en octubre
del 2000 se llevaron a cabo las elecciones municipales. Varios miembros de la familia Ñancupil se
alinearon con la candidatura confrontacional de Fernando Huaikil, líder de la Asociación Comunal
Mapuche de Galvarino, a diferencia de algunos Cheuquelaf, quienes no simpatizaban con una
postura tan radical.
En este mismo período el Comité de Electrificación se encontraba arreglando las últimas
etapas del PER, negociando con la empresa ejecutora un crédito para cada beneficiario, el 50% del
total a contribuir. El resto debía ponerlo cada beneficiario, para lo cual se habían establecido cuotas
hace unos años, pero existía una gran morosidad. En este momento surgió nuevamente el
clientelismo eleccionario, al presentarse en la comunidad el Alcalde de la comuna, de un partido
político de oposición, quien se encontraba en su campaña de reelección, y ofreció un subsidio a
cada beneficiario para cubrir sus cuotas, asistiendo a una reunión en Huimpil con los beneficiarios
de todas las comunidades. Este acto fue interpretado como clientelista por los miembros de la
comunidad, a un mes de las elecciones, reaccionando y criticando al Alcalde, quien posteriormente
no cumplió su promesa y rebajó la cantidad de dinero que ofreció como subsidio. Los dirigentes del
34
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
Comité reaccionaron y le mostraron una grabación de la reunión que el investigador de este estudio
les entregó, como un acto de empoderamiento, y le exigieron el cumplimiento de su promesa de
entregar el dinero para que lo administraran ellos. Sin embargo, el Alcalde se mantuvo firme en su
posición, a pesar de sentirse presionado por los dirigentes Ñancupil de Minas de Huimpil.
Incluso, el ex-presidente del Comité de Pequeños Agricultores, de la familia Cheuquelaf,
optó esta vez por imitar la conducta de los Ñancupil y se contactó con los políticos, invitando al
candidato de un partido político de gobierno a su Congregación. Según este dirigente:
"...él se dio a conocer y les dijo a los hermanos, 'yo quiero que ustedes me apoyen y que
voten por mí cuando llegue el momento, y yo sabré como compensarlos para ayudarlos'...".
Posteriormente este candidato ganó la elección, pero de acuerdo con el dirigente, aún no
cumple su promesa de construir un camino cerca de su casa, así como no ha asistido a las reuniones
a que lo ha invitado la Congregación (a quienes les prometió recursos para la construcción de un
templo), lo cual los ha desmotivado y frustrado. Además, su liderazgo fue afectado, ya que su
palabra no fue cumplida a "ojos" de sus seguidores, al comprometerse con el Alcalde,
desestabilizando a su organización. Así vemos como el proceso de competencia por el clientelismo
y los recursos estatales produce un impacto negativo y desmotivador en la comunidad, así como en
sus organizaciones:
"Porque hay vinculación con los políticos, y entonces nosotros como no andamos a las siga
de ellos no logramos nada, aquí estamos... entonces desilusionado total a mi me tiene,
desilusionado total."
2001
El año 2001 se inició con una nueva alineación en las oficinas locales de la Municipalidad,
debido al cambio de Alcalde, lo cual modificó casi la totalidad del personal técnico que aplicaba los
programas del PRODESAL. La comunidad entonces se encontró con un nuevo equipo de asistencia
técnica, quienes partieron su gestión con una serie de reuniones de visita en las más de noventa
comunidades de su Comuna, lo cual duró aproximadamente dos meses. De acuerdo con el nuevo
director del Departamento de PRODER, el objetivo era conocer de la "boca" de las mismas
personas los problemas y las dificultades más sentidas, para de este modo diseñar un plan
estratégico de acción con proyección a 4 años por lo menos, persiguiendo solucionar los problemas
más urgentes. Entre las comunidades visitadas se encontraba Minas de Huimpil, donde el director
percibió de inmediato la existencia de algunas tensiones internas durante la reunión:
"... me llamó la atención que...había 12, 13 personas y el sector era grande y una de las
personas me explicó, que era una persona más cercana al Alcalde, que se debía única y
exclusivamente al tema de que había una pelea entre ellos...".
Esta afirmación refleja dos realidades cruciales de la interfaz: por un lado la percepción de
los funcionarios locales de los problemas y divisiones internas en la comunidad, los cuales, en
muchos casos son provocados o "gatillados" por sus programas; y por otro lado la existencia de
vínculos personales y políticos entre las autoridades y miembros de la comunidad, los cuales,
muchas veces facilitan su interacción al generar cierta información útil para ambos lados, pero por
otra parte, también producen inequidad al crear un clientelismo cerrado.
Luego en el mes de mayo, los dirigentes de la Comunidad Indígena, de la familia Ñancupil,
visitaron la oficina de PRODER para hacer su presentación oficial, estableciendo de este modo una
relación más formal. Posteriormente, según los registros del PRODER, varios miembros de la
familia Ñancupil y una persona de la familia Cheuquelaf visitaron la oficina para solicitar
fertilizante y postular al BOGAN19 de INDAP. Podemos apreciar que a pesar de no ser tan
19
Bono ganadero
35
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
numerosas las visitas, algunos miembros de la comunidad de Huimpil mantenían cierta capacidad
para entablar relaciones y vínculos con las agencias estatales, presentándose oficialmente a las
nuevas autoridades del PRODER. Sin embargo, sobresale la familia Ñancupil en estas visitas, lo
cual puede ser un reflejo de dos procesos: por un lado su mayor habilidad y experiencia como
dirigentes, siendo capaces de aprovechar mejor los programas y proyectos del Estado; y por otro, un
proceso de diferenciación interna, donde la coalición de familias con mayores habilidades
organizacionales, o sea con más destrezas para movilizarse en la interfaz, obtienen una mayor
cantidad de beneficios sociales, aumentando la brecha interna de inequidad. Este problema de la
concentración de beneficios en pocas personas, o en los líderes más "movidos", al parecer es
generalizado en la Comuna, como comenta una alto funcionario de INDAP:
"... tú llevas un listado de peticiones y el primero que está es el dirigente... como están más
informadas de repente llegan a solicitar más programas... siempre va a ver gente así, aunque tú
trates de controlar el tema... son movidos y a la vez están cumpliendo con las condiciones, tú no le
puedes decir que no."
Pero es interesante conocer la percepción específica de los funcionarios de INDAP y
PRODER sobre Minas de Huimpil, quienes reiteradamente han visitado la comunidad,
construyendo su propia visión:
Cuadro 7
PERCEPCIONES DE LOS FUNCIONARIOS SOBRE MINAS DE HUIMPIL
Funcionario
INDAP
INDAP
PRODESAL
Percepción
"Yo empecé a conocer especialmente a los Ñancupil... porque
íbamos de repente a las actividades del campo con los colegas
que estaban ahí y ahí los empecé a conocer un poco y la
impresión mía era que se movían harto, se nota ¿sabes donde se
nota? El nivel educacional."
"... Los cabros Ñancupil han recibido harto, riego, invernadero,
recuperación de suelo ¿Por qué? Porque no se quedan sentados
en la casa esperando que les lleguen, sino que andan dando
vuelta en el PRODESAL, siempre están tratando de captar, ahí
está la diferencia. Saben cuánto es 2 más 2."
"Allá son bien participativos, bien participativos, además tienen
gente que son bien entendedoras, participaron en hartos cursos
entonces llevan bien a su gente, están en conocimientos de hacer
proyectos. Entonces así por lo menos a mí me facilitan el trabajo".
Fuente: Elaboración propia del autor
Podemos ver según estos testimonios, que los Ñancupil poseen grandes habilidades de
organización y de interrelación con agencias externas, destacando en la comunidad a los “ojos” de
los agentes externos. Entre los factores sobresalientes estarían, de acuerdo con ellos, su alto nivel de
educación, así como el aprovechamiento de los numerosos proyectos que se han entregado en el
área. Además, serían quienes más frecuentemente visitan a las oficinas a pedir crédito, en
comparación con las otras familias de la comunidad. Pero, como sabemos según otros testimonios,
por alguna razón sus capacidades y contactos para llevar adelante emprendimientos no estaría
abarcando a toda la comunidad, o los intentos de realizarlos habrían fracasado.
¿Por qué estaría pasando esto? No se puede negar la existencia de rivalidades: pero, los
conflictos entre familias han existido siempre, y muchas veces esta “chispa” ha sido el factor
movilizador de la comunidad. ¿No sería más bien que las agencias externas, bajo una lógica
clientelista y eleccionaria, estarían forzando a las comunidades “empobrecidas” a competir, tanto
interna como externamente, por la obtención de éstos? ¿No están algunas agencias, municipalidades
y sus profesionales más interesados en la obtención del apoyo político-clientelar de las
comunidades que en la promoción de un real empoderamiento y bienestar entre ellas? ¿Por qué no
36
CEPAL - SERIE Políticas sociales
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estarían promoviendo los profesionales del desarrollo un liderazgo más comunitario y participativo
al interior de la comunidad? ¿Estarán capacitados para fomentar este tipo de procesos?
Obviamente que no pretendemos hacer aquí una afirmación absolutista ni tampoco idealizar a
las comunidades, culpando al Estado de todos sus males. Además, existen muchos funcionarios
públicos comprometidos con su trabajo, realizándolo con una gran vocación de servicio.
Pero como hallazgo de esta investigación, queremos destacar la influencia que el clientelismo
partidario ha ejercido en la década de los noventa, obligando a las comunidades y sus grupos a
competir, como se observa en este estudio de caso, llevando finalmente a un proceso de exclusión
de los más “débiles” (en este caso, los que tienen menos contactos o menos habilidades para
moverse en esta interfaz). Esta realidad estaría atentando contra el proceso de desarrollo de las
comunidades mapuches, y a su vez representaría una falta de capacidad de algunos funcionarios
para revertir este proceso de diferenciación interna en las comunidades.
Volviendo a nuestra comunidad de Minas de Huimpil, veamos nuévamente cómo un proyecto
externo impactó negativamente en su patrimonio de capital social. A mediados del año 2001 la
Comunidad Indígena postuló a un proyecto de la CONADI, de bombas de agua, con el objetivo de
llevar el agua de los pozos a las casas. Sin embargo, el debilitamiento en que ya se encontraba el
capital social comunitario dificultó el apoyo de algunos socios claves para el proyecto, así como la
falta de requisitos llevó a su desaprobación por parte de la CONADI, desanimando aun más a la
comunidad y profundizando el impacto negativo de los proyectos. A comienzos del año 2001, X.
Cheuquelaf disminuyó su asistencia a las reuniones de la Comunidad Indígena, junto a su primo Y.
Cheuquelaf, asistiendo más seguido a las reuniones del Comité de Pequeños Agricultores de la
comunidad vecina de Peñartú, reactivado recientemente. En el momento en que decidieron postular
al proyecto de bombas de agua, los dirigentes de la Comunidad Indígena fueron casa por casa,
consultando con los socios, conscientes de que en las reuniones las personas no daban toda su
opinión. Así, gracias a esta importante iniciativa el proyecto tuvo el apoyo de la comunidad, pero
cuando fueron a la casa de X. Cheuquelaf, éste no se encontraba. Finalmente, el proyecto se entregó
sin su participación, a pesar del esfuerzo de los dirigentes Ñancupil.
Además, el proceso de postulación fue también problemático: el presidente de la Comunidad
Indígena, de la familia Ñancupil, debió ir personalmente varias veces a la oficina de PRODESAL
para que escribieran el proyecto en el computador, y si no es por su insistencia, éste no se hubiera
enviado. Sin embargo, al final el proyecto no fue aprobado. En el fondo, la causa principal fue el
incumplimiento de requisitos, al ser un concurso de proyectos más en el ámbito productivo y no
social, como es llevar el agua a la casa. También en parte posiblemente fue por el no uso o escasez
de contactos políticos, ya que el proyecto no tuvo el apoyo de alguna autoridad local. Sin embargo,
queda patente la falta de una asesoría adecuada por parte de las agencias externas, ya que si el
proyecto presentaba en sus bases que era estrictamente de carácter productivo, deberían haber
advertido desde un comienzo a la comunidad.
¿Cómo puede desarrollarse un fenómeno así a lo largo de la década sin algún tipo de reacción
o manifestación de rechazo por parte de los beneficiarios, en este caso de la comunidad de Huimpil?
Esta reacción sí ha ocurrido, expresada en el alejamiento o retraimiento de la comunidad frente a las
agencias externas y los períodos eleccionarios. Por ejemplo, de acuerdo con un funcionario de
INDAP, en los últimos meses del año 2001 las visitas de los Ñancupil a la oficina habrían
disminuido, lo cual seguramente sería el reflejo de los procesos internos de frustración y erosión del
capital social comunitario, que también afectaría a los Ñancupil. Esto recuerda el concepto de
“salida” que elaboró Hirschman para designar la opción de dejar de participar en asuntos públicos
(Hirschman, 1970).
En el plano eleccionario, esta acumulación de frustraciones en proyectos, culminada con el
proyecto de bombas de agua, generó un rechazo en las elecciones parlamentarias de diciembre del
2001. A diferencia de años anteriores, cuando varios candidatos visitaban la comunidad (invitados
37
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
por ellos) para hacer su propaganda (y promesas) o algunos miembros de la comunidad servían en
las mesas de votación como vocales, en esta oportunidad hasta los mismos dirigentes se
distanciaron de las elecciones. La razón de este rechazo parece ser la política misma, al dividir a la
comunidad, así como las promesas no cumplidas de los candidatos. Esta actitud demuestra también
un anhelo por la unidad y cooperación internas de parte de los dirigentes de Huimpil:
"Porque en vez de unirnos la política nos divide más, entonces no quisimos hacerlo, mismo
nos habían ofrecido de traer a Espina, de traer a Estay, varios."
De todos modos, a pesar de esta "apatía" frente a la política, la presión de la competencia por
el clientelismo y los recursos estatales continúa ejerciendo su influencia erosionante en la
comunidad, sumida en la lucha por la sobrevivencia de sus miembros. Por ejemplo, para los
programas de generación de empleo a fines del 2001, los contactos políticos nuevamente
determinaron a quienes se beneficiaba:
"... el plan de empleo que está funcionado aquí en Mañiuco, ese es un contacto con algún
político... yo no reconozco liderazgo aquí porque se ve quiénes se favorecieron: la familia, los
amigos, habiendo en la comunidad otros que necesitan tanto...."
Y para la obtención de nuevos proyectos, como el de bombas de agua, los dirigentes de la
Comunidad Indígena siguen empeñados en encontrar los “contactos” necesarios para lograr su
aprobación en la CONADI, planificando buscar la colaboración de un diputado recién electo, a
quien conocieron en un proyecto anterior.
De este modo, la competencia por el clientelismo ha sido, según nuestra investigación, el
principal elemento distorsionador de los programas sociales a lo largo de la década del noventa,
llevando a un progresivo impacto negativo en el capital social comunitario de Minas de Huimpil.
H.
Evaluación de proyectos
El Cuadro 8 presenta una evaluación general de los proyectos analizados en este capítulo,
tomando en cuenta las opiniones de los actores involucrados, así como nuestro propio análisis:
38
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
Cuadro 8
EVALUACIÓN PROYECTOS EN MINAS DE HUIMPIL
Proyecto
PER
(Intendencia
1991-2000)
Banco
Ganadero
(PRODECAM/
INDAP, 1994
– 2000)
Producción
de
Leguminosas
Secas
(SENCE /
INDAP,19971998)
Aciertos
Errores
- fue obtenido gracias al clientelismo y
- rasgos participativos y de base
los contactos políticos, lo cual traería
- el proyecto más exitoso en la
problemas más adelante: en las
comunidad
elecciones municipales del 2000, el
- estuvo presente el capital social de
Alcalde utilizó el proyecto y su
puente, con la participación de 6
culminación para generar clientelismo
comunidades vecinas
eleccionario, irritando a los dirigentes
del Comité de Electrificación
- Ha sido también uno de los mejor
considerados por algunos miembros
de la comunidad, ya que era más
fácil pagar el crédito al generarse
desde el mismo animal (las crías)
- surgieron algunas asociaciones
comerciales interesantes, con base
en el capital social grupal
(parentesco)
- el capital social también facilitó o
“lubricó” la aplicación del proyecto,
como el uso de medierías para
pastorear las ovejas, etc.
- La capacitación teórica fue buena,
pero no la aplicación práctica
- la comunidad valora lo aprendido,
pero no más que eso.
- tal vez fue un acierto un proyecto en
Leguminosas Secas, al estar Huimpil
en una zona de Secano, pero faltó
una asesoría más completa
Proyecto
Gallineros
(PRODESAL,
2000)
- es una fuente rápida de alimento
para los pequeños agricultores, así
como un posible insumo para la
comercialización asociativa
Bombas de
Agua
(CONADI,
2001)
- es una gran necesidad en este
momento en la zona mapuche: el
acceso y control de recursos
naturales, como el agua
- aún queda mucho por avanzar en la
satisfacción de las necesidades
humanas básicas en la zona
mapuche, por lo que proyectos en el
ámbito de los recursos naturales son
un acierto
- los intermediarios fallaron en varias
ocasiones, entregando animales
enfermos o que no se adaptaban al
clima
- hubo fallas en el diseño del proyecto:
en el segundo año del proyecto, se
entregaban animales devueltos como
pago del crédito a los nuevos
beneficiarios, lo cual los perjudicaba
ya que muchos de éstos eran los
animales de peor calidad, ya que era
difícil que alguien entregara sus
mejores animales
- en este aspecto, faltó más control por
parte de los beneficiarios para exigir
la rendición de cuentas de los
intermediarios, así como su
participación en la aplicación y
evaluación del proyecto
- la empresa capacitadora e
intermediaria falló, así como no
cumplió con las expectativas en la
fase práctica del proyecto.
- faltaron recursos, ya que las semillas
son caras. No se saca nada con
enseñarles a producir con cierto nivel
de calidad cuando después los
campesinos no tienen los recursos
como para comprar los insumos
necesarios
- la venta asociativa no se realizó.
- gran parte de las fallas ocurrieron
porque el curso llegó a destiempo
- el clientelismo nuevamente operó,
influyendo en la mediocridad del
proyecto
- la comunidad y sus organizaciones se
dividieron a consecuencia del fracaso
- los proyectos basados en la inserción
en el mercado presentan importantes
peligros, los cuáles no pueden ser
enfrentados sin un acompañamiento
más cercano por parte del Estado y
los intermediarios
- la asociación productiva es difícil en
una comunidad con fuerte
diferenciación económica
- la aplicación de un proyecto sin antes
analizar el estado del capital social
comunitario y la confianza puede
dificultar su impacto
- falló la asesoría de los funcionarios
de PRODER, quienes además sólo
actuaron bajo la insistencia del
dirigente, todo lo cual llevó al rechazo
del proyecto por la CONADI
- nuevamente la aplicación de un
proyecto sin antes analizar el estado
del capital social comunitario dificultó
su impacto, al encontrarse dividida la
comunidad
Aprendizajes propuestos
- la participación activa de las bases
facilita el éxito de los proyectos,
aunque se debe tener cuidado con
el impacto del clientelismo
eleccionario, como ocurrió en el
período de elecciones municipales
- este tipo de proyectos puede ser la
base para el surgimiento de
asociaciones intercomunitarias
- son necesarios estructuras y
métodos de control de los
intermediarios por parte de los
beneficiarios, para que éstos les
rindan cuentas, evitándose de este
modo su comportamiento mediocre
- se debe capacitar más a los
intermediarios y funcionarios para
realzar su vocación de servicio y su
rectitud en su desempeño
- también se debe capacitar a los
funcionarios, así como crear
estructuras adecuadas, para la
participación de los beneficiarios en
el diseño, aplicación y evaluación
del proyecto, tomando en cuenta su
capital social
- queda claro nuevamente la
necesidad de un instrumento de
control por parte de la comunidad,
para así exigir el cumplimento de
las agencias e intermediarios
- queda demostrado nuevamente que
el clientelismo es pernicioso, por
mucho que en algunos casos
permita el acceso de las
comunidades a recursos
- un fracaso de este tipo, y la
fragmentación de organizaciones,
puede impactar fuertemente en el
capital social comunitario de una
comunidad, así como en su
motivación para futuros proyectos
- para la inserción en el mercado
debe existir una estructura de
apoyo más prolongada en el tiempo
para los emprendimientos
campesinos, tanto del Estado, sus
agencias y los consultores
- son necesarios métodos de
evaluación del estado del capital
social comunitario y del nivel de
confianza en una comunidad, para
así poder aplicar algún método para
su fortalecimiento, animar a la
comunidad, y así mejorar el
impacto del proyecto
- una mayor capacitación, y recursos,
para incrementar la vocación de
servicio de los funcionarios es
crucial, así como estructuras de
control y exigencia de parte de las
comunidades
- además, la consideración del nivel
de capital social comunitario debe
ser considerado antes de lanzar un
proyecto de esta magnitud
Fuente: Elaboración propia del autor
39
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
I.
Diagnóstico comunitario
Pero también es muy clarificador conocer las opiniones y visión de la misma comunidad con
respecto a su realidad y capacidades, para contrastarla con los resultados e impacto de los
proyectos. Como hemos podido apreciar en este apartado, una de las principales dinámicas que se
da en la interfaz es el no reconocimiento o percepción por parte de las agencias estatales de las
capacidades y potenciales existentes en la comunidad, un reflejo de la falta de relaciones
interculturales entre ambos sistemas.
Ya expusimos más atrás las redes intercomunitarias y el capital social mapuche detectado en la
comunidad, en gran parte con una importante base histórica, así como una fuerte relación con el
parentesco. A continuación exponemos algunas capacidades actuales existentes en la comunidad,
detectadas a través del Taller Participativo de Retroalimentación realizado en terreno a mediados del año
2000. Este diagnóstico refleja los obstáculos que estarían enfrentando estas capacidades para su pleno
desarrollo, y en gran parte éstos tienen relación con la acción directa de las agencias estatales y la
Municipalidad, y sus diversos actores (funcionarios, partidos políticos, candidatos, profesionales, etc.).
Como plantea Sen (Amartya Sen, 1999), la privación de capacidades constituye también una importante
dimensión de la pobreza, reflejando en este caso una responsabilidad estatal en su profundización. Este
diagnóstico comunitario demuestra también la gran autoestima que existe en la comunidad, expresada en
las diversas ideas y líneas de acción, así como afirmaciones con respecto a su identidad étnica, elemento
catalizador y unificador en la comunidad. Además, es un reflejo de los aprendizajes que de todos modos
ha realizado la comunidad, al ser algunas de sus propuestas basadas en los conocimientos técnicos que
obtuvieron en los cursos de capacitación de algunos de los proyectos que hemos analizado, reflejando
que la comunidad sí ha recibido algunos beneficios. Pero de todos modos, aún puede ser mucho más.
Cuadro 9
DIAGNÓSTICO COMUNITARIO MINAS DE HUIMPIL
Sueños
- que nos dejen
trabajar, hacer
nuestros propios
proyectos
- no que nos traigan
el proyecto hecho
y que sólo
firmemos. Que
podamos
participar en su
diseño en conjunto
con los
profesionales
Obstáculos
- falta de recursos, plata para
insumos.
- dependencia hacia los
proyectos, el crédito, etc.
- la falta de participación en
los proyectos del Estado
- la burocracia del Estado
- la dependencia hacia la
realidad de los “pitutos” y la
falta de ellos cuando son
necesarios.
- trato de los funcionarios
- que haya un
- los partidos políticos: la
representante de
política ensucia las
la comunidad en la relaciones entre nosotros.
Comuna, un
- la “deuda” del Estado
Concejal
chileno hacia el pueblo
- que el Estado nos
mapuche.
subvencione
- también que el
Estado y los
presidentes nos
reconozcan.
Capacidades
- organización, gestión
- conocimiento: todos sabemos
hacer cosas, tenemos
habilidades.
- las idease están
- recursos humanos: sabemos
hacer y construir cosas: no
necesitamos que el técnico esté
todo la semana
acompañándonos. Necesitamos
sólo un aporte y hacemos las
cosas. Así podemos comprar
cosas concretas que ya
sabemos.
- como mapuche tenemos
capacidad también. Ya no
mirarse en menos. Ahora ya no
debemos estar acomplejados.
- orgullo étnico, identidad.
- Tampoco debemos dividirnos por
partidos políticos, sino actuar
como mapuches y campesinos,
por todos ellos.
Actividades
- no hacer algo por copiar,
sino que juntos
- organizarse para competir
afuera, no entre nosotros
- armonizarse entre la
comunidad
- no competir entre nosotros,
no todos comprar lo mismo.
Comprar cosas distintas y
complementarlas
- pedir un “aporte”, sólo una
parte.
- gestionar un documento
que exija al gobierno, que
tienen que aportarnos con
algo como son en otros
países, por ejemplo el caso
de Canadá allí los
mapuches son
subvencionados por el
Estado con una cantidad de
plata por el hecho de ser
mapuche no más...
Fuente: Elaboración propia del autor
40
CEPAL - SERIE Políticas sociales
J.
N° 63
Potenciales para el cambio
A pesar del diagnóstico comunitario y la percepción negativa de la comunidad hacia el
Estado, existen también entre los actores estatales algunos interesantes potenciales para el cambio,
reflejados en la iniciativa de algunos funcionarios para innovar en su relación con las comunidades.
La siguiente experiencia de un funcionario refleja estas oportunidades:
“Estamos un poco en la avanzada, porque este año partimos con un sistema... con un
diagnóstico participativo... ellos mismos definieron el problema que en los cuales querían
solucionar, y cuál era la forma... normalmente en una reunión el que hablaba era el dirigente, o
alguna persona que le gusta hablar más en público y hay otros que pueden tener sus problemas
pero por vergüenza a hablar en público no lo plantean y después termina la reunión y empieza a
hablar con el otro vecino... entonces, nosotros les pasamos una tarjeta a cada agricultor, dos
tarjetas y tenían que plantear los problemas principales que tenían, y después nosotros hicimos un
ranking de cuáles problemas se repitieron más y ahí ellos se daban cuenta que coincidían en los
problemas que tenía cada uno, ahí entre ellos, y ahí tuvieron la oportunidad de participar todo.”
No sólo se refiere a la utilidad de los métodos de diagnóstico participativo, sino que también
a una real co-gestión entre los funcionarios y los dirigentes locales en la búsqueda de soluciones a
los problemas, superando el tradicional paternalismo del Estado:
“Lo que creo es que no se ha hecho una capacitación en conjunto, los dirigentes de las
comunidades y los profesionales... Tenerlos juntos en el mismo espacio... tratando de luchar en
cómo mejorar la situación de ellos, buscando el bien común... que son los dos entes que están, y no
que vallan para un lado y que a uno le proyecten una idea y el otro asumir, los dirigentes también
pueden tener la capacidad de proponer.”
A pesar de la innovación que significó esta experiencia y la claridad de las ideas expresadas,
con el cambio de Alcalde estos funcionarios debieron dejar sus puestos de trabajo, cortando el
proceso iniciado. Esto refleja la necesidad de un ambiente institucional adecuado para la
profundización de aprendizajes e innovaciones, que pueda trascender los vaivenes de la política
partidaria, logrando una real sinergia entre el Estado y la sociedad.
K.
Análisis y conclusiones sobre Huimpil
1. Interacción entre seis formas de capital social, capital cultural
mapuche y agencias externas
Nuestro análisis del relato anterior y la experiencia de programas sociales en Minas de
Huimpil a lo largo de la década del noventa se hará a partir de las formas de capital social y capital
cultural presentadas en la introducción. Vale la pena recordar que esta conceptualización representa
un “modelo” de la realidad, para comprenderla con mayor facilidad, pero que la mayoría de los
fenómenos analizados se encuentran totalmente entrelazados, entretejiendo una maraña de
relaciones totalmente interdependientes y holísticas, por lo que algunos temas se repetirán en los
diversos análisis. Además, la relación entre diversos actores es una realidad clave en la interfaz,
especialmente al ser un espacio intercultural, tanto desde la perspectiva urbana-profesional como la
mapuche. Destaca en este sentido la relación entre los profesionales del desarrollo y los
beneficiarios, pero también la relación con otros actores, como los partidos políticos,
organizaciones religiosas, grupos económicos empresariales y los movimientos étnicos. Es en esta
dimensión donde algunas de las principales fallas en la interfaz surgen, así como desde donde
podrían darse importantes transformaciones.
41
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
CAPITAL SOCIAL INDIVIDUAL: es muy difícil, sin un estudio más profundo, analizar la
variación del patrimonio de capital social individual en la comunidad. Existen una serie de relaciones
diádicas al interior de la comunidad, como las medierías y la ayuda mutua, las cuales aún se mantienen y
no parecen verse afectadas por la relación con agencias externas. También existen diversos contactos
individuales externos tanto de la familia Cheuquelaf como de la Ñancupil, con políticos (un alcalde y un
diputado, respectivamente), los cuales son utilizados tanto para el beneficio individual, grupal y
comunitario.
Ante esta realidad, un tema interesante para analizar son los roles de liderazgo predominantes en
la comunidad. Se puede detectar una competencia de liderazgo entre los Cheuquelaf y los Ñancupil,
representando una rivalidad tradicional entre dos familias, dualidad que en la Antropología es vista
muchas veces como generadora de cierto equilibrio comunitario en sociedades rurales en América
Latina. Sin embargo, al parecer en esta etapa el ciclo de rivalidad se encontraría en un estadio más bien
paralizante, erosionando el capital social comunitario, como comentaremos más adelante. Al parecer, de
acuerdo con los comentarios de algunos miembros de la comunidad, el Presidente de la Comunidad
Indígena no estaría cumpliendo un rol de liderazgo comunitario, aunque tampoco tendría una conducta
autoritaria o dominante.
Lo que faltaría sería un sentido de comunidad en la generación de algunos beneficios,
favoreciendo en algunos momentos a su propia familia o su red de contratos diádicos, y no reconociendo
siempre los aportes de otros grupos en la comunidad, como es el caso de la Iglesia Evangélica. Además,
en la comunidad existirían estilos diferentes de liderazgo: los dirigentes Ñancupil, criados en el seno de
los Centros Culturales, representan la figura del dirigente confrontacional, que se mueve bajo la lógica
del enfrentamiento o interpelación de las autoridades. Además, su mayor educación ejercería un efecto
inhibidor en la comunidad, avergonzados de opinar o participar ante estos líderes "sabelotodos"
(Hernández y Anello, 1994); en cambio, los dirigentes Cheuquelaf y nietos del Lonko son pastores de
Iglesias evangélicas, desarrollando un liderazgo menos personalista, pero de todos modos
potencialmente igual de paternalista por su rasgo de autoridad espiritual.
Es interesante analizar además de que uno de los dirigentes Cheuquelaf terminó imitando la
conducta de los Ñancupil, contactando a un candidato para Alcalde, que resultó ganador. Sin embargo,
el efecto de su conducta fue contrario, ya que el no cumplimiento de las promesas por parte del Alcalde
provocó frustración en su organización, así como deslegitimó su liderazgo al comprometer su "palabra"
ante el grupo. Al final quedó aún más marginado de los beneficios del clientelismo estatal. Así vemos
finalmente cómo la competencia por el clientelismo estatal impactó negativamente en la comunidad, así
como en sus líderes, presionados por sus necesidades materiales, pero sin adoptar un rol de liderazgo
más comunitario, a pesar de manifestarlo en el discurso. En este sentido, frente a las presiones del
clientelismo partidario, el capital social individual de los líderes estaría produciendo desigualdad en vez
de favorecer los intereses de la comunidad.
CAPITAL SOCIAL GRUPAL: el capital social grupal en general no se vio afectado por las
relaciones en la interfaz, más bien se fortaleció a lo largo de la década. Iniciativas comerciales en la
familia Ñancupil, como el caso del Banco Ganadero o la Asociación Forestal, representan
emprendimientos grupales con interesantes potenciales en una escala mayor. En estos emprendimientos
el parentesco destaca como el principal elemento de capital cultural que aglutina los grupos, permitiendo
el surgimiento de relaciones de confianza y cooperación en su interior. En el caso de las familias
Cheuquelaf y Tropa, las Iglesias evangélicas representan un ejemplo también de capital social grupal,
con una serie prácticas de ayuda mutua, así como redes externas de cooperación. Se puede concluir que
el capital social grupal se mantuvo o se fortaleció a lo largo de la década, y mostró una mayor capacidad
de sinergia con los programas del Estado, al representar una dimensión más abarcable para un
emprendimiento comercial, así como el parentesco brindó la base necesaria para su duración en el
tiempo.
42
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
CAPITAL SOCIAL COMUNITARIO: el capital social comunitario fue la forma de capital social
que sufrió más erosión durante la década. De una situación inicial en los años setenta de cierta
experiencia organizacional unitaria (Comité de Agricultores y Centro Cultural Mapuche), en la década
de los noventa surgió una fragmentación organizacional, la cual sumada a los fracasos de los proyectos y
la competencia entre familias, finalizó la década con un capital social comunitario debilitado, aunque
todavía presente. A pesar de reflejar estas organizaciones un proceso de sucesión lineal y cronológica en
el tiempo (primero la Junta de Vecinos en 1991, luego el Comité de Pequeños Agricultores en 1995, y
finalmente la Comunidad Indígena en 1999), que éstas representan áreas temáticas distintas, y que en su
mayoría han sido los mismos dirigentes los que se han turnado entre los puestos de la directiva, de todos
modos en algunos momentos las mismas exigencias de organziación específica de las diferentes
agencias estatales (INDAP, CONADI, SENCE, PRODESAL, etc.) terminan por confundir y potenciar
la rivalidad interna de las comunidades. Tal fue el caso del Comité de Pequeños Agricultores, el cual
decayó después de la creación de la Comunidad Indígena, alimentando la rivalidad entre las familiar
Cheuquelaf y Ñancupil, y la competencia por el liderazgo y el clientelismo.
En el relato consolidado de la comunidad quedó manifiesto el proceso progresivo de erosión del
capital social comunitario, impulsado también por la falta de un liderazgo más comunitario y la
competencia por el clientelismo estatal, gatillado en épocas de elecciones o después del fracaso de los
proyectos (como el caso de las leguminosas secas).
De todos modos, en el ámbito organizacional destaca la gran experiencia de la comunidad, con
cerca de cincuenta años de organizaciones sociales, así como una serie de redes externas con
comunidades vecinas, donde Peñartú aparece como la principal co-fundadora de varias organizaciones.
Además, se mantienen una serie de prácticas de ayuda mutua en momentos dramáticos, como la
búsqueda de animales perdidos o la ayuda en funerales y entierros, permaneciendo una base importante
de capital social comunitario. La identidad étnica y territorial, así como el parentesco común, serían
también una expresión del capital cultural sobre la cual se sostienen estos vínculos.
Sin embargo, en el actual ciclo de liderazgo y cooperación, la posibilidad de realizar
emprendimientos y programas comunitarios se ve dificultado por el clientelismo partidista que
obstaculiza un liderazgo más comprometido con la comunidad en su totalidad, obligando a las familias a
convertirse en facciones en competencia (aunque se están produciendo algunos cambios, al visitar de
casa en casa a los dirigentes de la Comunidad Indígena para el proyecto de bombas de agua).
CAPITAL SOCIAL DE PUENTE: el capital social de puente se mantuvo durante la década, e
incluso se extendió hacia nuevos actores comunales, como la Asociación de Comunidades Indígenas de
Galvarino o la Corporación Cultural de Galvarino. Sin embargo, el involucramiento de la Comunidad en
estas organizaciones aún no ha sido tan intenso y se ha restringido a algunos dirigentes de la familia
Ñancupil. De todos modos es una red de vínculos comunales que puede tomar mayor fuerza en cualquier
momento.
En Minas de Huimpil el Comité de Electrificación representa el caso de capital social de puente
más consolidado, tomando en cuenta el liderazgo que demostró en esta organización intercomunitaria a
través de su presidente, de la familia Ñancupil. El hecho de que en algún momento haya generado
rumores de alguna proyección política comunal, así como haya alimentado los sueños de liderazgo
comunal de su presidente, refleja el impacto que tuvo en la comunidad. Los vínculos intercomunitarios
generados (o fortalecidos, ya que en su mayoría tienen una base histórica) por esta organización
permanecen aun hoy en día, a pesar de su disolución a fines del año 2000, a través del liderazgo y
confianza que ejerce el ex–presidente en muchos beneficiarios del proyecto, reflejando el potencial (y la
interdependencia) que existe en el sector. Queda aún por analizar qué otros beneficios, además de la
electrificación rural, puede generar este tipo de redes para la comunidad.
CAPITAL SOCIAL DE ESCALERA: por último, en cuanto al capital social de escalera,
expresado, generalmente, a través de las relaciones con el Estado y sus agentes, se puede decir que con
43
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
la nueva arremetida del Estado en la última década, éstas se han multiplicado. Sin embargo, es necesario
analizar los efectos o las consecuencias que tienen cada uno de estos vínculos para la comunidad.
Al igual que Añilco, el otro caso de estudio, la relación de Huimpil con el Estado evolucionó a lo
largo de la década desde una situación de clientelismo autoritario (bajo la dictadura militar) hacia una de
clientelismo democrático, reflejado en una serie de relaciones con nuevas agencias y líderes políticos.
Sin embargo, a pesar de los beneficios naturales de un sistema democrático, la competencia por el
clientelismo, como vimos en el relato, ha terminado por erosionar el capital social comunitario, a pesar
de que también ha permitido el logro de importantes beneficios materiales (como el mismo proyecto de
electrificación a través de la Intendencia, entre otros). Es interesante observar cómo en períodos
eleccionarios, la comunidad se divide rápidamente en facciones o tendencias, conflictos que entran en
escalada cuando se cruzan con rivalidades tradicionales y fracasos de proyectos (debido al accionar de
los profesionales del desarrollo). Incluso, en el último tiempo la competencia por el clientelismo y el
incumplimiento de las promesas de los candidatos habría llevado a las principales familias de la
comunidad a un progresivo alejamiento de los servicios públicos rurales, así como de los candidatos
mismos, como ocurrió en la elección parlamentaria del 2001. Este debilitamiento del capital social de
‘escalera’ también se reflejaría en una disminución de las visitas de miembros de la comunidad a las
oficinas de INDAP y PRODER. Sin embargo, en muchos casos, sólo representa un alejamiento
temporal, o en el plano discursivo, porque continúan utilizando sus vínculos políticos para la satisfacción
de sus necesidades materiales, y la obtención de los escasos recursos de futuros proyectos.
En esta década el Estado ha ensayado nuevas estructuras consultivas con el propósito de fomentar
la participación de los beneficiarios, como es el caso de los CADA de INDAP y los CDL de
PRODECAM. Sin embargo, su impacto ha sido escaso y han caído en las misma lógica de clientelismo,
como ocurrió con el CDL de Galvarino, actualmente inactivo. Queda por analizar el impacto actual del
CADA de Galvarino, reactivado recientemente, donde participa un representante de Minas de Huimpil
(de la familia Ñancupil).
Por último, destaca en el análisis del relato, el rol clave que han jugado las empresas consultoras o
funcionarios en el fracaso de los proyectos aplicados, reflejando la posición estratégica que poseen, así
como las fuertes debilidades que en este momento sufren. Son impactantes las críticas de paternalismo y
mediocridad que algunos miembros de la comunidad hacen a los funcionarios, así como los prejuicios y
estereotipos, que muchos de ellos manifiestan hacia las comunidades. Lo mismo se ve reflejado en el
diagnóstico comunitario realizado, donde algunas agencias estatales surgen como un importante
obstáculo para el desarrollo de la comunidad, dejando claro la necesidad de abrir más canales de
participación desde el Estado, potenciando así su sinergia con las comunidades.
Sin embargo, son alentadoras las opiniones en ambos grupos a favor de la sinergia entre el Estado
y la comunidad, expresando cierto consenso acerca del rol que debe cumplir cada actor y hacia donde
deben dirigirse los esfuerzos en este momento. Un funcionario o profesional del desarrollo que tome en
cuenta estas opiniones y visiones de la comunidad puede contribuir fuertemente a su empoderamiento y
desarrollo de capacidades, objetivos, verdaderamente, finales que debiera tener todo programa de
desarrollo rural. Sin embargo, los líderes o dirigentes locales no deben ser dejados de lado, teniendo un
rol igualmente clave en la generación de condiciones para la sinergia, así como, por otro lado, si no son
tomados en cuenta ciertos elementos, pueden constituirse en obstáculos para la generación de procesos
participativos, y en este sentido, en obstáculos para un desarrollo centrado en el bien común.
Capacitaciones especiales, dirigidas a la transformación de conductas y actitudes, y no sólo a la
transferencia de tecnología, tanto para dirigentes y funcionarios, son esenciales para impulsar un proceso
de cambio en el actual escenario de competencia por el clientelismo y estancamiento de los programas
sociales.
44
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
IV. Segundo caso de estudio: Añilco
20
Añilco es una comunidad campesina mapuche de 48 hogares,
incluídos unos pocos no-indígenas, ubicada a longitud 72º 15’ y latitud
39º 27’ en la IX región de la Araucanía, a 22 kilómetros al sur de
Villarrica en la comuna del mismo nombre. Se encuentra en un camino
de tierra que lleva de la carretera Villarrica-Lican Ray a la comuna de
Panguipulli; de hecho, algunos hogares de la comunidad están en
territorio de esta última comuna. Añilco es una ex-Reducción, de una
extensión actual de aproximadamente 390 hectáreas, cuyas fronteras son
el estero Añilco, el estero Chaura que es su afluente y el fundo San
Sebastián (en terrenos que eran de Añilco; ver sección siguiente) en el
cerro Aquintúe, hacia el oeste. Lo bordean otras comunidades mapuches:
por el norte Curilelfu (la comunidad Mariano Cañilef), por el este
Quetroco, por el sur Nalcahue y por el suroeste Chaura. Entre medio de
estas comunidades campesinas, en el entorno más amplio de Añilco se
encuentran también los fundos Recaren, El Carmen y Chaura.
A.
Variables contextuales en el territorio
municipal
Villarrica ha experimentado un boom turístico y comercial en
los últimos 20 años, que se ha expresado en construcción de hoteles,
restaurantes, casas, departamentos y locales comerciales, en un
aumento de servicios públicos y privados y en un importante flujo de
visitantes, especialmente en el verano. Esta actividad se ha
concentrado en el casco urbano, las cercanías del Lago Villarrica y las
rutas pavimentadas. No ha significado beneficio económico directo
20
Esta sección y la investigación en terrreno fueron realizadas por John Durston. En este informe se ha cambiado los nombres de las
personas entrevistadas.
45
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
para la zona en que se encuentra Añilco - fuera de los circuitos turísticos principales- más allá de
algunos pocos puestos de empleo para los cuales las personas deben viajar al pueblo o abandonar su
residencia en Añilco.
La vuelta a la democracia significó pocos cambios en el sistema político comunal, por lo
menos en los primeros años. El alcalde, reelecto, de una familia alemana respetada por gran parte de
los habitantes rurales, milita en un partido conservador. Para el cambio de milenio, sin embargo,
surgió una candidata exitosa al Concejo Municipal, del ala progresista de un partido de Gobierno, y
a su vez emergió un movimiento político mapuche en la forma de la Asociación Comunal de
Comunidades Mapuches Poyenhue. Ambos han enfrentado, desde sus posturas diferentes, las
familias terratenientes que son parte de la élite de poder tradicional de la Comuna. Añilco ha
desarrollado formas de participación en el quehacer comunal, aprovechando el juego competitivo
entre estas dos nuevas fuerzas que oscilan entre prácticas semiclientelares y empoderadoras.
De hecho, en Villarrica hubo menor activismo político mapuche que en Huimpil en las
décadas de los ’80 y ’90, pero al final de esta última década resurgió con fuerza la Asociación
Comunal de Comunidades Mapuches ‘Poyenhue’, cuyo Presidente también fue candidato en las
elecciones municipales de 2000. A partir de sus eventos públicos, asambleas, seminarios, etc., y
algunos actos de desobediencia civil, terminó para siempre con la invisibilidad mapuche en
Villarrica. Impactó positivamente en Añilco en cuanto a la autoestima étnica y la asertividad con el
Estado y los partidos políticos.
La presencia del Estado ha aumentado en la zona en la forma de servicios educacionales
rurales, electrificación, etc., y en las nuevas actividades de la CONADI. El INDAP ha sido un
interlocutor permanente en el desarrollo rural, actuando en Añilco en el período democrático postdictadura mediante el convenio INDAP/SENCE (para el programa Chile Joven). La Fundación San
Cristóbal de la Universidad Católica de Villarrica y el también católico Instituto de Educación
Rural, el FOSIS21, etc., han renovado o aumentado su presencia en el mundo rural (en Añilco o en
sus alrededores) cada uno con sus particulares estrategias y enfoques.
B.
Título de merced y usurpación de tierra
La Reducción de Añilco, denominada “José Manuel Tropán”, se estableció oficialmente el 20
de diciembre de 1912 con el otorgamiento del Título de Merced al Lonko de este nombre y a 21
personas más (entre ellos su hermano Fermín), que habían iniciado el trámite el 8 de enero del año
anterior para legalizar el título a terrenos que ya poseían con anterioridad. La Reducción tenía una
superficie total de 573.7 hectáreas (ver Mapa 5).
21
46
Fondo Solidario de Inversión Social
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
Mapa 5
REDUCCIÓN JOSÉ MANUEL TROPÁN, DEL TÍTULO DE MERCED DE 1912
El actual fundo ‘San Sebastián’ ocupa terrenos que fueron parte de la reducción original de
Añilco. En 1927 se promulgó una Ley de División de las Comunidades Indígenas que permitió
durante más de una década la subdivisión en propiedades privadas de los Títulos de Merced de las
Comunidades Mapuche, y después de un plazo de 10 años, la venta de tierras de las reducciones,
subdividas en ‘hijuelas’, a no-indígenas. Esto ocurrió con un 45% de la superficie original de la
reducción de Añilco, con su ‘venta’ a dos no-indígenas en 1938 (ver Mapa 6). Sin embargo, no hay
ninguna evidencia de que la ‘hijuelación’ haya ocurrido ya en 1927 o 1928, y no parece haber
cumplido así la prohibición de vender durante 10 años después de la división. Todo lo contrario, la
hijuelación y la venta a no-indígenas ocurrieron ambas en el mismo año 1938. Se puede deducir que
el objetivo de la hijuelación no era cumplir con un deseo propio de los miembros de la comunidad
(no hay ningún indicio de que alguno de ellos la haya solicitado), sino de dar una apariencia legal a
la venta a estas personas foráneas.
47
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
Mapa 6
HIJUELACIÓN DE AÑILCO -1938
48
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
Según la historia oral predominante en la familia Tropán, esta venta fue fraudulenta,
involucrando la transformación de lo que creían era un arriendo en una venta, aumento de la
superficie comprometida, engaño a un Lonko analfabeto, y el incumplimiento del pago del total del
precio acordado. También se habla de la posterior usurpación directa de 35 hectáreas originales
adicionales. Entre el territorio perdido estaba la mayor parte del bosque nativo de Añilco y también
el lugar sagrado donde se ubicaba el rehue y se realizaban los nguillatún. Las propiedades de los
dos-no indígenas fueron inscritas ese mismo año en el Conservador de Bienes Raíces de Loncoche.
La mayoría de los habitantes mapuche propietarios de Añilco esperaron 15 años o más para
inscribir sus títulos individuales, y en la práctica, consideraron la tierra como comunitaria durante
varios años más.
Durante el gobierno de la Unidad Popular, los habitantes de Añilco recuperaron estos
terrenos, según la historia oral por una cesión voluntaria de parte de los propietarios no indígenas.
Inmediatamente después del golpe de estado fueron desalojados por Carabineros.
“Como ese campo era nuestro, nos metimos. Teníamos vacas y bueyes en el fundo.
..Estábamos en el chalet del rico allí, por el lado sur del fundo..... Nos llamaron comunistas y
dijeron que iba a correr bala. Poco después del golpe Pérez quiso recuperar el fundo y habló con
un coronel que mandó 100 carabineros. Nos dieron 24 horas para sacar nuestros animales. Pérez
celebró con un asado para los Carabineros”
En años recientes, los miembros de la comunidad de Añilco han sido instigados por
organizaciones regionales mapuche a retomar el fundo, pero descartaron esta opción.
C.
Economía
Hoy, los habitantes de Añilco son principalmente agricultores de bajos recursos, que trabajan
por cuenta propia y temporalmente como jornaleros y asalariados en actividades diversas, los
hombres principalmente en sus predios, en fundos, en la construcción o en supermercados, etc., las
mujeres en sus hogares o en servicios personales. Los hogares poseen fincas que varían en tamaño
entre 5 y 40 has. por hogar, lo que da un promedio por persona de dos hectáreas. La propiedad de la
tierra, que originalmente era una Reducción indígena de propiedad común, es individual desde que
fue dividida (por el Decreto-Ley 2750) en 1983.
En décadas pasadas la extracción forestal fue importante, pero hoy en día esta actividad está
limitada a un par de terrenos que todavía conservan restos de bosque nativo, del cual sacan un poco
de madera nativa y leña. El empleo en este rubro está reducido en la mayoría de los casos a la
elaboración de vigas y tablas a partir de madera nativa comprada en otras partes, al trabajo
asalariado como peón en fundos madereros de la zona y de la región más amplia y, en algunos
casos, al uso de aserraderos móviles en otras zonas. Un síntoma del deterioro del bosque es que una
yunta de bueyes actualmente tiene un valor mínimo, correspondiente a su peso como carne y no en
términos de sus destrezas y fuerza para las faenas madereras.
La tierra ha perdido gran parte de su fertilidad. No hay riego en Añilco. Se cultiva pasto para
ganado vacuno y ovejas, se crían aves de corral y cerdos, y se cultiva trigo y algo de avena. Unos
pocos habitantes tienen una muy limitada producción de miel, que venden ocasionalmente en los
campings de Lican Ray.
Con esta limitada excepción, los habitantes de Añilco no se han beneficiado del auge turístico
que se concentra en los balnearios cercanos. Algunos jóvenes encuentran empleo temporal en
actividades ligadas al turismo en época de verano. Un vecino ha instalado un kiosko de bebidas y
dulces a orilla del camino de tierra que es la ruta más corta entre Villarrica y Panguipulli, pero de
escaso uso turístico.
49
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
El jornal agrícola local fluctúa entre 3000 y 4000 pesos por día. Algunos campesinos
mayores reciben pensiones estatales, concedidas con un certificado por funcionarios municipales,
del orden de 33.000 pesos mensuales.
Muchas familias en Añilco están fuertemente endeudadas. Los riesgos de la agricultura de
secano y de la ganadería han llevado a varios a ser morosos. La pobreza también se expresa en la
mala calidad de la vivienda y en la falta de servicios de agua potable y eliminación de excretas. A
finales de 1998 se instaló el tendido de luz eléctrica.
D.
Demografía
De la población registrada en la solicitud de título de Merced en 1911-1912, de 22 personas,
la población descendiente directa de la familia Tropán, sumada a otras personas allegadas a Añilco,
ha crecido a un total de más de cien personas actualmente vivas. Otras 40 personas,
aproximadamente, han emigrado a zonas urbanas de Villarrica, Loncoche, Valdivia, Temuco,
Santiago y Argentina.
El crecimiento vegetativo de la comunidad ha sido acelerado desde que las dos familias de
los hermanos Tropán llegaron hacia principios de siglo. Este rápido crecimiento se debe en parte a
tres factores especiales. En primer lugar, ambos hermanos fundadores tenían dos esposas cada
uno,22 patrón que se repitió en varios casos hasta la generación actual de adultos mayores. Otro
factor de rápido crecimiento ha sido la inmigración. Aunque la tradición mapuche es de residencia
patrilocal (en tierras del padre del novio), en algunos casos los maridos de mujeres Tropán vinieron
a residir en Añilco por la mayor disponibilidad de tierra, en décadas pasadas. En tercer lugar, tanto
antes como después de la titulación individual, se han realizado varias ventas de terrenos a
campesinos no-indígenas que han venido a vivir en Añilco. Este crecimiento poblacional se refleja
en el árbol genealógico de los Tropán.
Emigración. Las mujeres emigradas trabajan principalmente como asesoras del hogar y los
hombres en construcción o en supermercados. Hay dos profesores de escuela primaria entre las
familias locales, y un auxiliar de la Posta, quien vino de afuera. Algunas personas viven en
Villarrica y vienen diariamente a trabajar en actividades forestales y en un fundo lechero (Recaren,
en el lado oriental de Añilco); muchos emigrantes vuelven a Añilco los fines de semana, o sólo
algunas veces al año a visitar a sus padres.
Los motivos de ‘expulsión’, que son un factor en la emigración, son más que evidentes. Los
procesos naturales de sobrecarga demográfica en los recursos de tierra agrícola y forestal han
operado en Añilco como en muchas otras comunidades campesinas del mundo: el crecimiento
vegetativo de la población que lleva a la fragmentación por herencia se ha sumado al agotamiento
de la fertilidad de la tierra por años de cultivo. Pero en este caso, otro agravante ha sido la venta en
1938 a personas no-indígenas de un total de 260 hectáreas, lo que redujo la tierra en posesión de los
herederos de Tropán a 313 hectáreas.
También ha habido una corriente de migración de retorno, en parte de hombres jóvenes que
no encuentran empleo estable o inserción personal satisfactoria en la ciudad, en parte de hombres
que han regresado después de varios años de ausencia, cercano a o después de la muerte de sus
padres y en torno al tema de la sucesión de la herencia de la tierra.
En cuanto a su participación en programas de desarrollo rural, Añilco representaba en el
momento de iniciarse el estudio (1999), un caso límite mínimo. Había algunos beneficiarios
individuales de crédito de INDAP, pero no habían otros programas de importancia. Las incipientes
22
50
Una norma de la cultura tradicional , mapuche ha sido que un lonko es un hombre de recursos que puede mantener a más de una
esposa y sus hijos. Los descendientes de Fermín consideran que éste era o debía ser también lonko.
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
organizaciones productivas que fueron promovidas en el pasado estaban inactivas. A finales de
1998 se instaló el tendido de luz eléctrica, lo que hasta comienzos de 2002 aún no había sido
aprovechado para emprendimientos productivos, pero significó una nueva necesidad de ingreso
monetario para pagar las cuentas mensuales de luz.
E.
Capital cultural en Añilco
1. Historias orales de dos segmentos comunitarios
Las diferentes tradiciones de historia oral en Añilco coinciden en que el Tropán originario era
Lonko de una comunidad de Pucara, hoy un barrio ribereño en el área poblada de Villarrica, y que
era pariente cercano del líder militar Saturnino Epulef, con el cual resistieron la “pacificación” por
parte del Ejército chileno hace poco más de un siglo. Tropán estuvo presente en la rendición formal
el 1 de enero de 1883 en la localidad de Putúe, en las afueras de Villarrica, y sus hijos José Manuel
y Fermín fueron los fundadores de la comunidad de Añilco.
Hay dos versiones en Añilco del discurso que pronunció el Coronel Urrutia, a través de un
“lenguaraz”, quien interpretó sus palabras al mapudungún a los lonkos en la ceremonia de Putúe.
Una es la que reportan los “Tropán grandes”, descendientes del primer Fermín (“grande”), y el otro
de los descendientes de su hermano José Manuel (a través de su hijo Fermín “chico”, por ser menor
en edad que su tío homónimo).
En la versión de los "Tropán grandes", “El coronel les prometió que se respetaría sus
derechos a la tierra, así que después volvieron a establecer su pueblo allí en Pucará. En esa
reunión habló Tropán, pero más habló Saturnino Epulef, porque era más grande. Pero después
trajeron a presos y los soltaron en Villarrica para colonizar. Como eran criminales por costumbre,
andaban en patotas que robaban a los mapuches y violaron a las mujeres. Por eso los Tropán,
liderados por el Lonko Dionisio Tropán (hijo del primer Tropán), arrancaron para acá, donde era
tierra fiscal. No tenían título ni nada. Su hijo José Manuel después recibió el Título de la tierra y
Fermín (quien en algunas versiones de Tropán grandes era ‘el verdadero lonko’) no, porque solo
aquél estudió”.
En la segunda versión (de los Tropán "chicos"), “El General Urrutia conversó con ellos en
Putúe. Les dijo que dejaran Villarrica a los colonos, que ellos buscaran por acá lo mejor que había
en tierras al sur de Villarrica’.
El segundo evento importante reportado en la historia oral de Añilco fue la pérdida de una
parte significativa de sus tierras a través de un arriendo que después se convirtió en venta. En este
punto de memoria histórica, nuevamente hay dos versiones:
Tropán ‘grandes’: “La tierra estaba dividida entre los hermanos José Manuel y Fermín. José
Manuel engañó a Fermín, que no sabía leer, y le hizo firmar con el pulgar, vendiendo 50 hás. de su
tierra en los años 30, en tiempos de Ibáñez del Campo, pero el comprador, Montory, ocupó mucho
más.”
En la otra versión de los Tropán chicos, “Alberto Montory adjudicó el fundo en el ‘38. No
hubo engaño: José Manuel tuvo la idea pero se pusieron de acuerdo con Fermín y con Cañilef
(Lonko de la comunidad vecina de Curilelfu, que también vendió).
En general los ‘Tropán grandes’, descendientes de Fermín grande, conservan más el uso del
idioma y sus versiones de la historia comunintaria son menos favorables a los wingkas.23 Los
‘Tropán chicos’, descendientes de José Manuel cuentan versiones de historia oral que tienden a ser
23
Denominación mapuche a los extranjeros o "no mapuches".
51
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
menos anti-wingka. También han integrado más no-indígenas como esposas y esposos que los
Tropán ‘grandes’.
2. Identidad étnica compartida
Añilco es una comunidad predominantemente mapuche, con cinco o seis familias de origen
“chileno”. Aunque la mayoría de éstas se han casado con descendientes del linaje fundador
(Tropán), hay dos o tres familias “wingkas” que no lo han hecho. Aunque varios mapuches que se
han casado con wingkas han integrado a éstos con identidad indígena formal (frente a la ley
Indígena), el conocimiento cultural y lingüístico de estos nuevos miembros es limitado.
Estos hechos tienen consecuencias para el sentido de identidad local y también para la
integralidad del sistema cultural. Otros factores disolutorios han sido la educación pública, la
emigración cíclica, y el cristianismo, particularmente el proselitismo evangélico. Los evangélicos,
que son alrededor de la mitad de los habitantes en tres principales sectas, no sólo desacreditan la
cosmovisión mapuche tradicional sino también otras instituciones como el compadrazgo y las
fiestas con alcohol. Sin embargo, ellos también se identifican como mapuches y participan en la
Comunidad Mapuche.
Actualmente en Añilco no hay Lonko desde la muerte de Francisco Tropán en 1983. No hay
machi, aunque las creencias en sus poderes persisten y se recurre a un machi (hombre) en la
comunidad aledaña de Chaura (en la parte alta de los cerros). No ha habido nguillatún en Añilco “en
muchos años”, posiblemente desde la muerte de José Manuel y Fermín grande, que desempeñaban
papeles claves en la organización de esas ceremonias esenciales. El lugar sagrado del rehue (altar)
de Añilco se perdió con la venta fraudulenta de tierra en 1938 (Ver arriba).
Sin embargo, se sigue asistiendo a nguillatunes en comunidades aledañas y se sigue hablando
mapudungún en muchos hogares, incluso entre migrantes retornados. Esta y otras supervivencias
culturales parecen deberse, entre otros factores, a los matrimonios con personas de comunidades
mapuches culturalmente más íntegras y al renacimiento de un orgullo por la identidad mapuche,
asociado al movimiento mapuche (ver abajo) y a los esfuerzos de la CONADI por fomentar la
creación de Comunidades Indígenas.
La identidad mapuche compartida ha sido afectada en Añilco por diversas influencias
externas: sobre todo, por el racismo de la cultura dominante que trata a los mapuches como
‘incivilizados’, valoración transmitida por la escuela y los medios de comunicación y por las
normas de prestigio asociados al consumo. En una alta proporción, sin embargo, los cónyuges nomapuches se han adaptado a la cultura local y han adoptado las normas matrimoniales y de
reciprocidad mapuches. Muchos han asumido la identidad mapuche, mediante trámites ante
CONADI. Distinto es el caso de las familias wingkas en la periferia de la ex reducción, no casadas
con mapuches, pero que de todas maneras son consideradas parte de la comunidad.
3. Normas tradicionales de alianza matrimonial
Los principios mapuches que gobiernan las relaciones entre parientes subyacen a la gran
mayoría de las relaciones de confianza y cooperación en Añilco. Esta preeminencia del parentesco
está asociado con la historia colectiva de cuatro generaciones en que todos recuerdan a los dos
hermanos fundadores. Esta tradición ha llevado a mantener la herencia de la tierra en el linaje
principal y a producir ligazones de parentesco múltiples entre la población de Añilco en general.
La práctica de matrimonio de “primos cruzados”, con hijos/hijas de un hermano de la madre
(nunca por el lado paterno24) comienza en la genealogía de Añilco con los primeros caciques
24
52
En Añilco no hay nadie con los mismos apellidos paterno y materno; no hay ningún “Tropán Tropán”. El tabú del incesto se extiende
a todos los miembros del mismo patrilinaje, por lejano que sea la relación.
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
fundadores, José Manuel y Fermín Tropán Antimilla, que se casaron con cuatro hermanas (dos cada
uno), de la comunidad Mapuche de Voipir (cerca de Villarrica). En la generación siguiente, se
volvió a producir un matrimonio entre un Tropán y su prima Antimilla de Voipir. Pero dos otros
varones Tropanes de esa segunda generación se casaron con mujeres de Lumalla (entre Voipir y
Añilco), de apellidos Alcapán y Neculhueque. Además, un varón Neculhueque, hijo de cacique de
Lumalla, se casó con dos hermanas Tropán, y vino a vivir con ellas en Añilco, “porque acá había
más tierra”.
En la siguiente generación se casó un Tropán con una mujer Neculhueque, de Lumalla; y un
Neculhueque de Lumalla, Alberto, se casó con dos hermanas Tropán. Esta es una expresión de la
práctica que se conoce como “chaukintún”. Chaukín significa intercambiar y es probablemente una
variante dialectual de trafkín (ver Cuadro 3).
Las explicaciones que dan los habitantes de Añilco sobre los matrimonios entre primos
cruzados varían, al igual que el juicio sobre la conveniencia de esta práctica:
“Si la mamá era comprobada de buena familia, se conocía que las personas jóvenes de esa
familia iban a ser buenas. Y todo hijo de cacique tenía que casarse con hija de cacique de otra
comunidad, llevarla a donde él vive. Entonces ella deja de ser de donde viene, y ya es de aquí”. En
el caso de los lonkos o ‘caciques’, arreglar un matrimonio entre sus hijos era y es, en la práctica,
una alianza a nivel de comunidades.
Otros Tropán, más jóvenes o influidos por conceptos cristianos, ven de otra manera la norma
de matrimonio de primos cruzados: “La gente se casa por interés con primos, para quedarse con la
tierra. Cree que manteniéndose así la raza va a ser mas fuerte, que la raza no vaya a extinguirse de
a poco...Casarse con primo tendrá castigo de Dios para nosotros. Es la misma sangre, es malo y
pecado”.
La lógica en el matrimonio de primos maternos rige desde la perspectiva del patrilinaje más
que de la los individuos que se casan. Está claro que con frecuencia los matrimonios arreglados por
los padres de los novios tienen mucho que ver con alianzas, de carácter económico y político, entre
Lonkos, linajes y comunidades diferentes. Es de notarse, además, que las alianzas matrimoniales
con otras comunidades hacen aumentar fuertemente el “pool” potencial del cual un individuo puede
reclutar “socios” (Stucklik 1976).
Muchos informantes insisten que la base de estas alianzas –la autoridad de los padres sobre la
decisión de quien elegir como marido o esposa- ya no corre en Añilco: “Mi hijo no se casó como
antes, que toda la familia decidía, padres, tíos, sin que la muchacha supiera; ahora se casa la
pareja que quiere casarse”. Sin embargo, es de notarse que en la generación actual de parejas
adultas de apellido Tropán, sigue habiendo un porcentaje importante de matrimonios entre primos
maternos, tanto con los linajes que ya residían en Añilco como con linajes de aldeas vecinas.
Existen aún matrimonios de primos cruzados, sororatos (por deceso de la prima esposa) y por lo
menos un caso en la actual generación joven de dos hermanos (hombre y mujer) Tropán con dos
hermanos de la comunidad vecina de Quetroco. Implícitamente, es un intercambio simétrico25 entre
los padres de los novios, en este caso dos hombres en posiciones de prestigio y liderazgo en sus
respectivas comunidades.
Que sólo una minoría de número total de matrimonios muestre estas características culturales
tradicionales no significa que éstas estén en vías de desaparición. Los sistemas tradicionales de
matrimonio y parentesco nunca han constituido una receta obligatoria para todos: son opciones
preferidas dentro de la lógica del sistema sociocultural en cuestión. Estas formas matrimoniales son
elegidas cuando las oportunidades se presentan en forma clara (cf. Stuchlik 1976).
25
El trafkín o chaukín es una excepción al principio general de que la reciprocidad imprecisa, en valor y tiempo, es la esencia de una
relación social de afecto que se prolonga en el tiempo porque no sigue principios de mercado. En este caso la simetría del
intercambio tiene aspectos rituales y de igualdad que fortalece el capital social diádico horizontal.
53
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
En resumidas cuentas, el principio cultural del patrilinaje se mantiene en Añilco en las
prácticas actuales, aunque en forma algo difusa. No ha desaparecido como se ha especulado para las
comunidades mapuches en general (Salas 1999). Esto significa que hay ‘un solo grupo residencial
de parentesco’ (Faron 1969) en Añilco (con algunas otras pequeñas familias anexas), facilitando la
confianza y la cooperación interna.
4. El matrimonio como base de los vínculos territoriales entre
comunidades mapuches cercanas
La densa red de parentesco patrilineal y agnático en Añilco es también base de las alianzas
entre los Tropán y otros patrilinajes de comunidades cercanas “dadoras de esposas” del punto de
vista de Añilco. La mantención de estas alianzas entre hijos se ha expresado en la práctica de
matrimonio entre primos hermanos (cross-cousin marriage).
Se mantienen lazos de parentesco que también son vínculos intercomunitarios con otras
comunidades mapuches de la microrregión Ver Mapa 7). La reciprocidad y la confianza entre
parientes en comunidades ligadas por múltiples matrimonios se refuerzan a través de visitas y
comidas entre parientes políticos. Son reforzados también por eventos deportivos como carreras de
caballos, fútbol rural y palín (ver abajo), y son movilizadas para emprendimientos económicos
grupales y estrategias políticas comunitarias. Estos temas se analizarán en las secciones sobre el
deporte como capital social de puente y en el análisis de las organizaciones mapuche
intercomunitarias.
54
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
MAPA 7
VÍNCULOS DE AÑILCO CON OTRAS COMUNIDADES MAPUCHES
5. Principios de reciprocidad entre dos personas
El principio de reciprocidad entre dos personas subyace prácticas de mediería en agricultura y
cría de ganado. En Añilco como en otras comunidades mapuches, la mediería es una relación
simétrica entre dos ‘socios’ pares (Stuchlik 1974). Está reflejado y fortalecido en el lenguaje (hay
una forma de verbo correspondiente a ‘nosotros dos’) y en rituales como el chaukintún.
55
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
6. Principios culturales y prácticas de capital social
Las tres formas de capital cultural mapuche reseñadas aquí refuerzan y orientan prácticas que
constituyen capital social en Añilco. Los matrimonios tradicionales mantienen vigente el patrilinaje
Tropán, el cual constituye un capital social de propiedad tanto individual como comunitaria. La
memoria histórica de un común ancestro Tropán, y de los dos hermanos fundadores hacen que
Añilco sea, más que una localidad, la tierra de los Tropanes. Por otro lado, el parentesco es a la vez
capital social en potencia -una matriz de los posibles ‘socios’ de cada individuo- y simultáneamente
la expresión efectiva de alianzas entre los Tropán de Añilco y otros linajes locales y de
comunidades vecinas.
F.
Historia reciente de organizaciones
La historia organizacional “moderna” de Añilco es una historia de programas del Estado que
han promovido las organizaciones locales: el Comité de Pequeños Agricultores; la Sociedad de
Responsabilidad Limitada de Apicultores; la Junta de Vecinos; y la Comunidad Indígena. Pero
también es la historia de la interacción entre Añilco y otros actores sociales en el territorio más
amplio. En esta sección se narra (desde el punto de vista del investigador, consolidando los relatos
de diversos entrevistados) estas historias en orden temático y cronológico, en un intento de dar
cuenta de la manera en que eventos en un campo influyeron en posteriores decisiones en otro.26
1. 1966: Creación del Comité de Pequeños Agricultores
Francisco Tropán Antimilla fundó el Comité de Pequeños Agricultores en los años 60,
probablemente en 1966, con unos 50 socios. Consiguió de INDAP abono para trigo, semillas,
arados de disco, animales, tejuelas y zinc para techos. También con el apoyo de INDAP, se
consiguió a través del Comité, la construcción de la Posta en Añilco.
El Comité fue además la principal instancia de gestión comunitaria en diversos ámbitos más
allá de la agricultura. Construyeron una sede comunitaria, y gestionaron exitosamente su uso como
una posta de servicios médicos. También se puede hablar de un ciclo de auge y caída en el Comité
de Pequeños Agricultores, y su reemplazo como institución global comunitaria.
Desde los años 80, el Comité fue atendido por el Instituto de Educación Rural (IER), que
adjudicó en licitación los servicios ‘externalizados’ de INDAP. Los participantes recuerdan esto
como una organización local diferente: “Al Grupo IER nos enseñaron a sembrar papas y pasto; no
les hicimos caso, algunos sólo querían pedir.” Pero en Añilco como en otras comunidades
campesinas, la organización de inspiración externa "de turno", es frecuentemente apropiada por la
comunidad como su única institución social de toma de decisiones, en torno a su líder:
“Cuando llegó la Junta de Vecinos, el Comité de Pequeños Agricultores se aplastó. Se formó
la Junta cuando se supo que venía la luz. La gente que participaba en el Comité empezó a
cambiarse a la Junta de Vecinos”.
2. Percepción de relaciones con el INDAP
Los pequeños agricultores de Añilco en 1999 tenían solamente relaciones de crédito
individual con INDAP, del más tradicional “extensionismo”. INDAP tiene registrados en el “sector
Añilco” a 31 usuarios con créditos recientes, pero la gran mayoría son de otras comunidades. Sólo 4
son de apellido Tropán.
26
56
Sobre narrativa, relato y punto de vista, ver Richardson (1990), Maines (1993) y Simmonet (2002).
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
Las relaciones con los funcionarios de INDAP siempre han sido personalizadas; los
campesinos de Añilco recuerdan los nombres de cada uno, particularmente de décadas anteriores,
de la misma manera que recuerdan a sus “socios” en mediería. En los 80 hubo miedo de embargo de
tierra por créditos INDAP “Pagaban en el año porque temían al embargo, les leían la sentencia de
confiscar tierra o animales. Aquí nunca pasó, pero se asustaban.” También hubo sospechas de
malversación en esa época: “Los funcionarios de INDAP cobraban igual a los que figuraban como
condonados; esa plata quedaba para ellos; al poco tiempo andaban en auto propio….algo quedaba
en sus bolsillos. También mandaban a los campesinos a comprar semilla y abono donde un rico
con el cual tenían arreglo”.
Hacia finales de los 80s INDAP empezó a trabajar con IER; el Alcalde los presentó en
Añilco. Después del IER, muchos socios se retiraron. “Quedaron todos morosos; INDAP ya no
quiso atender a chicos. No había más plata. “No hay hasta marzo” nos dijeron. La gente de Añilco
ya no pagó más a INDAP”.
La comparación entre la relación de mediería y de crédito de INDAP es frecuente entre los
entrevistados. Algunos asocian la disminución de la mediería con el auge de crédito ofrecido por
INDAP, como una alternativa del “préstamo” implícito en la mediería. A pesar de que tienen que
pagar la mitad de la cosecha o la crianza al “socio”, ven ventajas en la mediería: “se paga más por
una oveja si es con crédito que con un socio a medias”. En mediería, el riesgo es compartido según
la inversión de cada uno. Lo mismo para la siembra. Para un socio de afuera, esto se puede prestar
para algún tipo de engaño, en teoría. Contrasta con el trato de INDAP: si hay mala cosecha o muerte
de animales, el "socio" campesino carga con la deuda igual. Tiene que probar que fue fuerza mayor
para que se haga una "excepción" a esta dura regla. La mediería puede tener desventajas en relación
al crédito, pero las consecuencias del riesgo son menores (cf. Stuchlik 1976). En algunos casos se
combinaba la tradicional mediería con el crédito INDAP, de forma bastante heterodoxa: un
agricultor pedía crédito a INDAP y daba insumos a socios para que ellos cultivaran sus tierras con
los insumos obtenidos.
Por su lado, los funcionarios públicos tienen claras percepciones formadas sobre las
limitaciones de los campesinos mapuches para beneficiarse de los apoyos que ofrece el Estado:
“Siempre trabajan los mismos; el resto se deja llevar por ellos, pero después se caen en el
camino. ...No quieren compartir el trabajo ni sus frutos.”(Funcionario de INDAP)
Las distantes y tirantes relaciones de INDAP con Añilco empezaron a cambiar en torno al
nuevo milenio. INDAP empezó a desarrollar líneas de trabajo hacia los agricultores mapuches y
abandonaron la política de créditos para privilegiar subsidios y transferencias. Varios programas,
como los de construcción de galpones y bodegas, requerían un mínimo aporte en dinero, especie o
trabajo por parte de los beneficiarios, y otros, como el ‘Bono medioambiental’ eran transferencias
netas de fondos para comprar insumos y mejorar prácticas de cultivo. A partir del 2001 un número
creciente de vecinos de Añilco volvieron a relacionarse con INDAP en torno a estos claros
beneficios sin endeudamiento.
Otro cambio en la relación de INDAP con Añilco en años recientes ha sido el creciente papel
de las organizaciones de segundo nivel para promocionar y negociar estos beneficios, reemplazando
parte del tradicional papel del INDAP de reclutar clientes uno por uno. Sobre este tema de cambio
reciente, ver más abajo en las secciones sobre las Asociaciones de Comunidades Mapuches.
3. 1992: Junta de vecinos de seis comunidades y la electrificación
La Junta de Vecinos fue formada con el apoyo de la Municipalidad de Villarrica con el
propósito explícito de conseguir el tendido de electricidad en la zona. De hecho, fue formada por
todas las comunidades que podían beneficiarse del proyecto: desde Chesque al norte, pasando por
57
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
Curilelfú, Quetroco, Añilco, hasta Chaura y Nalcahue al sur, estos dos en la comuna de Panguipulli
en la X Región.
Juntaron 3.000.000 de pesos, principalmente con plata que se ganó anunciando, por Radio
“Parque Nacional” de Villarica, carreras a la chilena, torneos de tejo, campeonatos de fútbol,
ramadas de 18 de septiembre, etc. En las competencias se invitaba a unos 20 Clubes Deportivos de
la región, y las personas con buenos caballos iban a todas las carreras y ganaban mucho dinero en
apuestas. En los torneos llegaban 20 equipos de fútbol; el premio era una vaquilla.
En 1997 se dividieron las juntas, en parte por descontento con la gestión del presidente, en
parte por distancias para llegar desde las otras comunidades a la Posta de Añilco, a reunirse.
Octavio entregó su plata a cada nueva junta. Pero las comunidades originales de la Junta grande –
Chesque, Curilelfú, Añilco- recibieron la luz. Quetroco quiso el subsidio que no se consiguió al
llegar a un acuerdo privado con la empresa, y se retiró. Nalcahue tampoco consiguió luz porque su
nueva Junta es de Panguipulli.
Por la sospecha de desfalco y porque en 7 años el presidente nunca presentó los papeles a la
empresa (en Osorno), lo destituyeron como presidente de la nueva Junta de Añilco en marzo de
1998, oficialmente por ser de otra comuna y región. Un funcionario de la Municipalidad fue
Ministro de Fe de la destitución del antiguo presidente y la elección de Tomás Tropán como nuevo
presidente de una nueva Junta de Vecinos de Añilco exclusivamente. En 1999 la Junta de Vecinos
celebró tardíamente la llegada de la electricidad con una comida en la escuela, preparada con los
aportes de todos los vecinos.
4. 1993-1999: capacitación de jóvenes y creación de la Sociedad
De Responsabilidad Limitada de Apicultura27
Este proyecto se desarrolló en forma simultánea con el de electrificación, pero con resultados
finales menos favorables. En 1993, ya se tenía abejas rústicas, de baja productividad, en el lugar.
Cuando se dio la convocatoria para la capacitación juvenil del CTI,28 entre los técnicos del IER y
los líderes locales se generó entusiasmo para optar a una capacitación en apicultura. El liderazgo
principal fue de un no-mapuche, Jorge V., de edad algo mayor de 40 años en el momento del curso,
venido como niño de la pequeña ciudad local de Villarrica. Pertenecía a una de varias familias noindígenas que habían comprado tierras en la zona, juntándose con familias mapuches.
Este líder juntó a amigos, parientes y amigos de parientes para postular a la capacitación.
Para llegar al total de 2029 alumnos que exigía el IER, convencieron a algunos a asistir sólo por la
beca de 25 000 pesos (US $50). El curso se realizó desde noviembre de 1993 a enero de 1994. El
capacitador, Carlos Gárnica de Temuco, tiene años de experiencia en organización comunitaria y en
apicultura. Tuvieron mucha capacitación técnica pero sólo tres días de clase sobre nociones de
gestión, administración, estructura de proyecto, trámites y leyes comerciales, etc.
Las evaluaciones consultadas son unánimes en que el curso fue muy bueno. El capacitador
logró entusiasmar con la materia, y los líderes (no-mapuches) desarrollaron un discurso de
desarrollo local y de un futuro generacional compartido. Se generó un excelente espíritu de grupo y
se formaron nuevas amistades y parejas, en un ambiente de esperanza y un proyecto generacional
compartido.
Desde agosto de 1994 a mayo de 1995 INDAP e IER instaron y apoyaron a los alumnos a
integrar un proyecto asociativo con créditos individuales. Se optó por la creación de una Sociedad
27
28
29
58
Esta sección se basa en Durston (2000).
Modalidad del Programa “Chile Joven”, de capacitación de jóvenes para trabajo independiente, ofrecido por SENSE.
Según algunos observadores, las normas formales permiten un mínimo de 15 alumnos. Son las OTI’s (Organismos técnicos
intermedios de capacitación, reconocidos por SENSE) que insisten en una regla fija de 20 para hacer la capacitación rentable, aunque
los resultados no sean óptimos por la poca selectividad.
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
de Responsabilidad Limitada (SRL), porque permitía ser sujeto de crédito, propietario de los bienes,
y emitir facturas. Los créditos fueron individuales porque el SRL tuvo que pasar muchos trámites
hasta constituirse e iniciar actividades. Las abejas, sin embargo, junto con las colmenas, la bodega y
la centrífuga, eran propiedad de la SRL. La razón era técnica: sólo en la práctica se sabe cuáles
abejas son buenas productoras y se seleccionarían éstas para ser entregadas para su gestión privada
a los diferentes socios. No se compraron trampas de polen, aunque fueron parte de la propuesta de
Proyecto no estaban en el presupuesto del préstamo; costaban 11 000 pesos cada una.
Hubo dificultades para tener autorización de pago de INDAP nacional en 1995, año de
desactivación del convenio INDAP-SENCE. La oficina de área del INDAP en Villarrica pidió una
prolongación del apoyo a esta asociación en dificultades, pero las prioridades nacionales habían
cambiado con la llegada de nuevos mandos medios, y la solicitud fue denegada. Los jóvenes socios
empezaron a emigrar a Santiago, decepcionados, para juntar ahorros de trabajo o para pagar sus
deudas y escapar de la cobranza de éstas por INDAP. En 1998 el principal líder del grupo, Jorge V.,
entró en la bodega la SRL para limpiar colmenas guardadas allí. Se contagió del virus Hanta y
murió. Con su muerte prácticamente terminó la actividad asociativa, a pesar de los esfuerzos de otro
socio por mantenerla viva.
Los vecinos de Añilco opinan que los jóvenes no tuvieron mucho apoyo en dinámicas de
asociatividad ni seguimiento técnico después del primer año del proyecto. El recuerdo de esta
experiencia asociativa en Añilco es de un sueño que entusiasmó al principio, pero dejó finalmente
una lección amarga relativa al crédito y al fracaso de la asociatividad propiciada.
G. Comunidad mapuche, partidos políticos y agencias públicas
1. De la Junta de vecinos a la Comunidad mapuche
Tomás Tropán30 fue presidente de la Junta de vecinos creada por la Muncipalidad, y cuyo Alcalde
era de una familia terrateniente de renombre. Tomás tenía una menor capacidad discursiva y
movilizadora que su hermano Eugenio y sus intentos por organizar eventos deportivos y ventas de
comida para recaudar fondos comunitarios para el ahorro previo del agua potable tuvieron pobres
resultados.
Ya para 2000 la Junta quedó inoperante. La gente de Añilco empezó a participar más en la
Comunidad, y cuando se terminó el período de la mesa directiva de la Junta no se eligió una nueva
hasta que el Alcalde la reactivó, el año siguiente.
Eugenio Tropán, hermano de Tomás, fue presidente de la Comunidad Indígena “José Manuel
Tropán Antimilla” desde que terminó de formalizarse en 1999, hasta 2002. Unas treinta personas
firmaron la solicitud para formar la Comunidad Indígena. Eugenio demostró un fuerte espíritu de
servicio a la comunidad y las nuevas relaciones con CONADI despertaron interés en los posibles
proyectos.
Eugenio es una de las personas más pobres de Añilco. De este comienzo poco auspicioso, sin
propiedad clara de ningún pedazo de tierra y con un precario ingreso criando animales a medias con
socios forasteros, Eugenio se dedicó al servicio comunitario en una organización incipiente, con la
oposición de su hermano en este ámbito también. Tenía poco conocimiento, en 1999 y 2000, de las
diversas instancias de gobierno y de los procedimientos de postulación a beneficios. Pero su
dedicación a la Comunidad organizada, basada en el ejemplo de su padre y de la necesidad de
apoyo comunitario para resistir los esfuerzos de su hermano por expulsarle de las tierras familiares
en sucesión, llevaron a Eugenio a dedicar tanto o más tiempo a servir la comunidad que a trabajo
remunerado en lo que se puede llamar un ‘liderazgo servicial’.
30
En este estudio se han cambiado los nombres de las personas entrevistadas.
59
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
Este servicio resultó exitoso en términos de su estrategia personal de mejorar su calidad de
vida, ya que la Comunidad terminó expulsando de la organización a su hermano Tomás a principios
de 2002, mientras que las habilidades innatas de Eugenio de orador y negociador y su vocación de
servicio le aportaron vínculos personales con políticos, funcionarios y técnicos. Recibió insumos
productivos y materiales de vivienda de los candidatos para él y para los demás miembros de la
comunidad en tiempos de campaña y también desarrolló relaciones de mediería de animales y se
hizo ‘socio’ de construcción con un pariente Tropán retornado de Argentina, para implementar los
bonos de INDAP para galpones y bodegas para sus vecinos.
La Comunidad y Eugenio establecieron, en los dos años y medio de esta investigación,
mejores relaciones y entendimientos con el INDAP y la CONADI, con el Diputado y la Concejal de
centro-izquierda. Aprendió a negociar cuando correspondía y también a cumplir cabalmente con
condiciones técnicas en las postulaciones a proyectos. A la vez, su ejemplo y su discurso
movilizador hicieron resurgir a Añilco, ahora con la identidad formal de Comunidad Indígena, y
facilitaron el surgimiento de una institucionalidad interna más compleja y capaz de
emprendimientos colectivos de cada vez mayor envergadura.
2. Participación de Añilco en el movimiento étnico territorial:
transformación de la Asociación Comunal de Comunidades
Mapuche“Poyenhue”
En 1999 la Asociación Comunal Mapuche, formada varios años antes, vivía un proceso de
crisis interna porque las autoridades o dirigentes eran designados por el alcalde y había un gran
sector al que no le gustaba eso. Para organizarse según la ley indígena es necesario tener un
Ministro de Fe, y ese Ministro de Fe es el secretario municipal.
‘Y cuando se juntan los peñi (hermanos) y decidieron formar una organización ese Ministro
de Fe influyó, y prácticamente designó al presidente de la organización que era de la misma
tendencia que ellos, que el alcalde’.
‘El primer presidente era dirigente de una junta de vecinos rural, entonces por ahí se
conocieron con el alcalde y por eso que influyeron para que él fuera designado presidente. Después
hubo una lucha por ocupar los cargos, también por parte de gente de organizaciones mapuche de
Santiago de tendencia comunista. Entonces la organización no avanzaba, no tenía objetivos claros,
no tenía ninguna meta y además que no se crecía ni se fomentaba la participación de las
comunidades.’
El presidente durante el período de este estudio era el werkén31 de una comunidad mapuche,
con experiencia anterior (desde los ochenta) en organizaciones mapuches universitarias en la
Universidad de la Frontera, y en el Consejo de Todas las Tierras. Él y otros jóvenes empezaron a
exigir a la directiva de la Asociación un trabajo más comprometido, y estas presiones llevaron a su
renuncia y a la elección de una nueva directiva. Después de las elecciones presidenciales de 19902000, los dirigentes de la Asociación decidieron que ‘era necesario avanzar de otra manera y era
necesario darle otro ritmo a la asociación comunal. Se decidió que la Asociación llevara un
candidato mapuche en las elecciones del Concejo Municipal de 2000...La idea de llevar un
candidato perseguía dos objetivos, uno era consolidar la organización y ver de qué manera
nuestros peñi de campo, nuestros dirigentes de base eran disciplinados. Entonces se toma la
determinación de no aceptar otros candidatos dentro de nuestras comunidades. Y ahí nos dimos
cuenta que la gente nuestra participó disciplinadamente... la idea era medir fuerzas al interior de la
comuna... queríamos hacer el ejercicio de votación mapuche’.
31
60
“Mensajero” en mapudungun, representa el rol de vocero al interior y entre las comunidades o agrupaciones de familias mapuches.
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
En las conversaciones del presidente de la Asociación con los presidentes y lonkos de las
comunidades mapuches de la comuna resurge el concepto de un movimiento militante, con cuadros
disciplinados: ‘Yo diría que un 80% de los dirigentes son disciplinados, y va de acuerdo al proceso
que han llevado. Los dirigentes más antiguos son más disciplinados, y los más nuevos, bueno, hay
que hacer un trabajo distinto con ellos’.
Eugenio fue uno de los presidentes comunitarios que más participó en esta etapa de la
Asociación y en la primera parte de la campaña del Presidente de la Asociación y surgió una
relación de ´socios´ cercanos, en lo político, lo deportivo (palín) y en la revaloración de la identidad
Mapuche. Otros miembros de Añilco, especialmente jóvenes, se integraron a este movimiento
comunal.
La Asociación Poyenhue recibió el apoyo del Fondo de las Américas a un proyecto de
gestión ambiental cuyos recursos contribuyeron a fortalecerla como movimiento y actor social. Se
realizaron congresos, seminarios sobre identidad mapuche y acciones de desobediencia civil, y se
ganó cierto respeto como una fuerza política que canalizaba el descontento mapuche relativo a la
discriminación racial en Villarrica y que había que tomar en cuenta en negociaciones políticas.
Poyenhue publicó varios números de un periódico confrontacional, y negociaron con la
municipalidad algunos derechos y apoyos a iniciativas educacionales.
La campaña de Poyenhue fue denunciatoria de represión y discriminación, confrontacional y
de exigencia de derechos del pueblo mapuche. Esto amplió el panorama tradicional de clientelismo
en el contexto electoral mapuche en la Comuna. Eugenio, como presidente de Añilco, se alió
firmemente con el presidente de la Asociación hasta mediados de esta campaña. Su entusiasmo
empezó a flaquear porque este dirigente joven exigía ‘disciplina’ organizacional a los lonkos y
presidentes de Comunidades que adherían a la Asociación que el dirigía. Esta indisciplina percibida
de los dirigentes mayores le llevó al presidente de la Asociación a declarar que sólo trabajaría con
jóvenes (que se plegaban con mayor entusiasmo a sus propuestas de lucha). Hacia el final de la
campaña Eugenio volvió más ambivalente en su postura, manteniendo una relación afectiva
personal estrecha con el presidente de la Asociación pero colocando un enorme cartel (según
algunos, pagado) de otro candidato en el techo de su casa.
De hecho, Añilco liderado por Eugenio sacó el máximo provecho inmediato de la
oportunidad que significó la competencia entre candidatos a Concejal. En los tres o cuatro meses
previos a la elección, recibieron los siguientes beneficios: frazadas, víveres, invernaderos, fardos de
pasto, ripiado del camino, vacunas para animales, alimentos para pollos, etc.
El presidente de la Asociación obtuvo menos votos de lo esperado y quedó fuera del Concejo.
Su falta de apoyo entre los votantes mapuche fue atribuido por él y por Eugenio a la falta de
madurez y conciencia políticas, a la persistencia de actitudes clientelistas. El concepto de lealtad y
reciprocidad de largo plazo es, efectivamente, fuerte, y muchas personas en Añilco recuerdan que el
Alcalde reelecto (que parece haber sacado mayoría relativa en Añilco) ayudó mucho a conseguir la
electrificación. Estos vínculos son también personales, ya que el Alcalde conoce a muchos vecinos.
La irrupción de Poyenhue como fuerza política confrontacional, dispuesta a tomarse oficinas
públicas, cambió la configuración de actores, poderes y oportunidades en el escenario cívico
comunal, afectando positivamente la capacidad de regateo de Añilco como comunidad ya
organizada. Así, un resultado de estas elecciones fue una alianza informal entre la Comunidad
Indígena de Añilco y el ala progresista del partido de centro-izquierda. El tenor de esta alianza fue
un trato crecientemente respetuoso del derecho de decisión y negociación de la comunidad, un
proceso empoderador en que el desafío presentado por la candidatura alternativa y confrontacional
del presidente de la Asociación claramente influyó.
61
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
3. El sueño colectivo del agua en la interfaz entre comunidad,
sistema electoral y agencias públicas
Añilco identificó hace varios años la necesidad de un sistema de agua entubada para riego y
uso doméstico como un emprendimiento colectivo y un sueño de primera prioridad. Sin embargo,
tres sucesivos esfuerzos asociativos realizados con este fin no habían tenido éxito. De hecho, a
mediados de los años 90, Añilco era parte de la mencionada Junta de vecinos grande que abarcaba
cuatro comunidades mapuches, y el presidente de la Junta consiguió la implementación de un
proyecto de agua potable -pero para su propia aldea, no para Añilco.
Tomás, el siguiente presidente de la Junta de Vecinos exclusivamente de Añilco, hizo
gestiones para el subsidio al agua potable rural ante la Municipalidad en 1998 y 1999. Se hicieron
estudios pero nunca fue aprobado el proyecto para subsidio público. Eugenio presentó una solicitud
similar por parte de la Comunidad y la Municipalidad intentó aunar estas dos propuestas rivales.
La rivalidad entre hermanos se expresó también en diferentes clientelismos partidarios, ya
que Tomás apoyó a la derecha en la elección presidencial y Eugenio al candidato de centroizquierda. En una dependencia del Gobierno indicaron durante la campaña que Añilco recibiría
bombas de agua de un programa de riego, y en base a ese compromiso Eugenio animó a más de 20
familias a cavar los pozos, a mediados de 2000 para recibir las bombas eléctricas que venían.
Villarrica en general, y probablemente Añilco también, apoyó mayoritariamente a la derecha
en la segunda vuelta en enero de 2000. Quedaron tildados como comunidades conservadoras,
‘domesticadas’, que no apoyaban ni al movimiento mapuche ni al Gobierno nacional. Según
algunos vecinos de Añilco, en CONADI habrían dicho que mientras siguiera un alcalde de
oposición en Villarrica, no iban a llegar programas como las bombas de agua para allá.
Esta advertencia se repitió después de las elecciones de Concejo municipal y alcalde, a
finales de 2000. Eugenio creyó que el hecho de haber votado repetidamente la oposición (derecha)
determinó el anterior incumplimiento de la promesa electoral de entregar bombas de agua. Sin
embargo el tema del agua entubada no figuró fuertemente en la campaña del Concejo municipal. La
comunidad de Añilco postuló en el 2000 a un concurso CONADI-INDAP para riego productivo,
aunque su interés principal era agua para uso doméstico. Recibieron un relativamente buen puntaje,
pero no fue suficiente para ser seleccionado su proyecto para financiamiento. Para Eugenio, el
aprendizaje fue de seguir una doble estrategia: combinar el "lobby" político con el apoyo de
técnicos para mejorar el diseño del proyecto.
Las tres fuerzas políticas presentes en las elecciones municipales volvieron a medirse en las
elecciones a diputados y senadores, el año siguiente. El senador de centro-izquierda fue re-electo,
pero el diputado, marido de la concejal electa, fue derrotado sorpresivamente por el candidato del
Partido Radical que contó con el apoyo de la Asociación Poyenhue.
En esta campaña se consolidó la capacidad interna de Añilco de toma de decisiones y
también sus vínculos externos tanto verticales como horizontales. Nuevamente aumentaron los
beneficios para los habitantes en materiales de construcción, bonos y subsidios de INDAP,
presencia de Vialidad, ayuda de fundaciones, etc. Pero más duradera fue la activación de la
cooperación interna (en torno a compartir estos beneficios y a cumplir con los aportes en trabajo y
dinero de subsidios públicos); la creación de una nueva Asociación Comunal Mapuche de seis
comunidades liderada por Eugenio y contraria a la Poyenhue; y la negociación de una mayor cuota
de poder en relación con el partido de centro-izquierda. En la acumulación de estos tres tipos de
capital social fueron claves, por un lado, el gradual desarrollo de las capacidades de interlocución
del líder, Eugenio, y por el otro, la emergencia de una institucionalidad informal de autogestión y
control en la comunidad y por parte de las otras 5 comunidades organizadas bajo su dirección. Se
analizará algunos de estos procesos más abajo.
62
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
El ala progresista del partido de centroizquierda, en las personas del senador, el diputado y la
concejal municipal, establecieron una alianza con Eugenio. Él y la comunidad esperaron que estos
´socios´ poderosos podrían hacer 'lobby' para que la postulación a las bombas de agua resulte, esta
vez.
La postulación fue exitosa, después de los tres intentos frustrados a partir del primer esfuerzo
de Tomás en 1998-1999. Unas 20 bombas fueron instaladas en febrero de 2002. Sin embargo, en el
análisis ex post, el posible "lobby" no influyó más que las gestiones directas realizadas por Eugenio
y los vínculos afectivos resultantes de la Comunidad con funcionarios de CONADI. El éxito en la
postulación se debe a que Eugenio aprendió bien las reglas del juego para lograr un buen puntaje
con la propuesta de proyecto e insistió en su correcta tramitación. Dice un funcionario de CONADI:
"Eugenio estuvo muchas veces con nosotros, nos pidió que le asesoráramos, y nosotros le
mandamos buenos asesores."
De los cientos de comunidades indígenas atendidos por la CONADI, la mayoría se limita a
llenar los formularios para postular. Eugenio empezó a interactuar con los técnicos con
confrontaciones y exigencias, basadas en su percepción de que las conexiones políticas
determinaban el éxito en la tramitación burocrática. Pero, rápidamente desarrolló una buena
relación con estos funcionarios comprometidos y comenzó un proceso de aprendizaje cuando
entendió, ya con mayores matices, los límites de lo político frente a lo técnico. Los funcionarios,
por su parte, valoraron estas buenas respuestas de Eugenio y fueron a reuniones en la comunidad y
en la vecina Chaura para darles su ayuda en el mejoramiento de los proyectos.
Mejoró el puntaje de la postulación de Añilco sobre la presentada originalmente, diseñada por
un técnico en riego y potencial licitador de su implementación en el 99, porque aumentaron el
número de familias y de superficie a regar y bajaron el costo. Fue fácil que saliera este año también
porque hubo un aumento de 300% del presupuesto para proyectos de riego.
La Municipalidad (todavía con un alcalde de oposición pero ahora con una concejal aliada y
defensora de Añilco) aportó con el uso de una motobomba de gasolina para vaciar los pozos para
poder profundizarlos y con arena y ripio para hacer sus tapas de cemento. Los vecinos se ayudaron
entre sí en este trabajo final, sin distinción de facciones familiares ni étnicas. En una reunión de la
Comunidad, el análisis del éxito de esta postulación identificó como factores contribuyentes el
apoyo de la concejal y del diputado y el empeño constante de Eugenio. Una vez inaugurado
oficialmente el proyecto de riego productivo, algunos vecinos de Añilco conectaron tuberías a sus
casas para uso doméstico.
4. Sueños colectivos pasados y proyectos de un futuro posible
En mayo de 2000 los investigadores solicitaron una reunión comunitaria para chequear y
profundizar la información recogida. Al igual que en Huimpil, se concluyó la reunión con una
discusión de los sueños de futuro comunitario (aunque en este caso por falta de tiempo no se realizó
un análisis completo). Los sueños, compartidos unánimemente por los participantes, fueron tanto
específicos como generales:
•
Arreglo de caminos de tierra
•
Sede comunitaria
•
Agua potable en casas
•
Fuentes de empleo para evitar emigración juvenil
•
Más tierra; recuperación de lo perdido
•
Una comunidad unida
A dos años de distancia, es posible ver un grado de realización de estos sueños. No han
mejorado mucho los caminos en Añilco aunque sí en el entorno, por obra de Vialidad nacional y de
63
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
la Municipalidad. Tampoco hay sede, pero se libró una campaña comunitaria exitosa para tener el
derecho de usar la Posta como sede. Hay proyectos postulados para tener ambas independientes y
mejoradas.
El agua potable y de riego es el logro concreto más importante de un sueño comunitario, y
promete consolidar la cooperación en la institución de la Comunidad Indígena. Fuentes de empleo
siguen escasas, aunque unos pocos jóvenes consiguen empleo en Villarrica. Los mismos ‘bonos’ de
INDAP y CONADI han creado oportunidades de un mínimo de empleo local en la construcción de
bodegas, cercos, pozos, etc., como servicio a los mismos vecinos, y se espera abrirán posibilidades
de mayor autoempleo productivo en la agricultura intensiva y en la cría de animales.
La demanda de tierra, tan central al movimiento mapuche en general, es patente en el caso de
Añilco con su historia de pérdida, usurpación y deterioro de suelos. La posibilidad de ‘tomar’ algún
fundo ha sido barajada, por algunos residentes y visitantes del movimiento. Pero el consenso es de
mantenerse dentro de la ley y la buena vecindad, y postular al programa de tierras de la CONADI.
Finalmente, parecía haber habido un avance notable en el sueño de una comunidad unida.
Desde el consenso de un alto grado de desconfianza en 1999 y 2000, se llegó a una situación en
2002 de sentido y acción comunitarias. El centro de este aparente círculo virtuoso fue la Comunidad
Indígena, y algunas de las razones han sido esbozadas en líneas anteriores. Sin embargo, el conflicto
por tierra y liderazgo entre Eugenio y Tomás persistió y se agravó durante este período.
H.
Interacción entre seis formas de capital social, capital cultural
mapuche y agencias externas
CAPITAL SOCIAL INDIVIDUAL: no es posible, sin un estudio mucho más detallado en
terreno, determinar si ha aumentado o disminuido el capital social poseído por la totalidad de
individuos en Añilco. En forma indirecta, sin embargo, se puede concluir que los cambios a nivel
comunitario y comunal han estimulado actividades cooperativas y recíprocas cuya iteración
probablemente fortaleció los lazos diádicos de los vecinos participantes, como individuos.
Lo que sí es posible analizar cualitativamente es el capital social personal del líder emergente
de Añilco, quien desde una situación original de aislamiento y rechazo por parte de sus propios
hermanos y la ausencia de vínculos locales como consecuencia de una prolongada emigración
(situación que aún le afectaba en 1999), en 2002 no sólo ostentaba una serie de contratos diádicos
con características verticales, propias de su rol del líder, sino también varias relaciones de socio de
carácter económico horizontal. Además, había desarrollado vínculos socio-emocionales con líderes
de otras comunidades, con figuras políticas de la zona y con funcionarios públicos de agencias de
desarrollo indígena. Las agencias externas responsables en parte de esta mejoría son la CONADI, el
partido de centro-izquierda, y las dos asociaciones comunales mapuches.
CAPITAL SOCIAL GRUPAL: se han visto pocas formas nuevas de capital social de
pequeños grupos en Añilco. Una es la directiva de la comunidad mapuche; otra es generacional, en
el equipo deportivo de la juventud. Los grupos de cinco o seis personas que trabajaron en la
profundización de pozos de agua no parecen constituir equipos orgánicos estables. El rotundo
fracaso traumático de la asociación de apicultores a mediados de los años 90 parece haber influido
en la ausencia de micro empresas asociativas.
CAPITAL SOCIAL COMUNITARIO: el capital social comunitario de Añilco fue fortalecido
durante 1999-2002. Mientras que en 1999, además de no existir ninguna organización que
convocara a la mayoría de los vecinos de Añilco, el ambiente era de conflicto, rivalidades y
rencores. A partir de 2000 la comunidad mapuche oficial había unido las familias de las dos
principales ramas de la familia Tropán en torno al liderazgo y servicio de su presidente. Se había
complejizado positivamente la institucionalidad informal al interior de la organización, a partir de
64
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
actividades deportivos, de recaudación de fondos y de postulación a subsidios públicos. Había un
equilibrio entre facciones parentales y mecanismos de control social del liderazgo en la toma de
decisiones y en el manejo de recursos. Esta institucionalización informal más compleja estaba
aumentando la capacidad de la comunidad de emprender proyectos comunes de mayor envergadura.
Deporte y capital social comunitario en Añilco. Las actividades deportivas organizadas, en la
forma de clubes, ligas y asociaciones, han sido mencionadas en la literatura sobre capital social
como un importante mecanismo para crear y estrechar los lazos interpersonales y las instituciones
locales informales que hacen posible una efectiva cooperación en asuntos económicos y cívicos
(Putnam 1993). Regularmente, a lo largo de dos o tres años, a finales de los años noventa, la Junta
de vecinos de Añilco realizó torneos de fútbol en una porción de terreno proporcionada por uno de
los vecinos. Los torneos eran anunciados previamente por la radio regional de la ciudad de
Villarrica, aprovechando su amplia cobertura y audiencia rural. De este modo, más de veinte
equipos, representantes de las localidades del área, pagaron cuotas y compitieron por el gran premio
(usualmente un cordero o un ternero). Numerosos contingentes de parientes y vecinos de los
jugadores llegaron a alentar a los equipos de sus comunidades -y a comprar bebidas, cerveza, vino y
empanadas preparadas y vendidas por los miembros de la Junta de vecinos-.
Y no sólo fútbol: la misma fórmula fue aplicada por la Junta de vecinos a las tradicionales
carreras de caballos “a la chilena” ( donde se realizan muchas apuestas ) y a los torneos de tejos32,
con similares resultados lucrativos. En las carreras a la chilena, corridas de a dos caballos por vez a
lo largo de una soga de 100 metros que los separa, las entradas a la comunidad son similares a las
del fútbol, pero las apuestas son también una fuente de ingreso personal. Llegan a montos de
100.000 pesos en una sola carrera, de manera que un buen jinete con un buen caballo puede ganar
mucho dinero en una jornada de varias carreras. Como nadie se atreve a apostar contra un caballo
campeón muy superior a sus rivales, los jinetes buscan buenos caballos de otras zonas, que son
desconocidos localmente, para estimular apuestas más altas. El tradicional deporte mapuche de
palín (o ‘chueca’) es un caso aparte de una competencia que vincula ritualmente comunidades, y
será tratado en la discusión de capital social ‘de puente’.
Pero la acumulación de fondos comunitarios no es el único elemento del capital social
presente en los torneos de Añilco. Los miembros de la comunidad, individualmente, tuvieron una
doble motivación para trabajar juntos: el interés de tener electricidad y agua en cada hogar, y el
interés por tener un momento recreativo en los eventos deportivos (lo cual ofrecía la oportunidad de
salir de los cultivos, hacer nuevos amigos y conocer miembros del sexo opuesto). Al reunirse para
disfrutar y preparar los eventos deportivos se crearon lazos de amistad, lo que contribuyó a crear
una autoimagen positiva de la comunidad. Las actividades deportivas rurales en Añilco
contribuyeron a fortalecer la debilitada integración social de la comunidad y las redes
interpersonales de cooperación, a la vez que reforzaron la institucionalidad de la Comunidad formal
a través de su repetida activación. Esta repetición, en la práctica reforzó igualmente las habilidades
de los líderes y los mecanismos de sanción social de su desempeño.
Aunque la Comunidad organizada había desarrollado una institucionalidad informal con
crecientes capacidades de autogestión, toma de decisiones y emprendimiento, éstas se habían
limitado a la generación de fondos comunitarios y la postulación a beneficios y subsidios de
programas anti-pobreza, no a actividades productivas asociativas. La instalación de las bombas de
agua, y la posibilidad de postular a más en las seis comunidades asociadas a Añilco, abrieron dos
nuevas posibilidades: praderas artificiales para engordar vaquillas y ovejas, con apoyo de INDAP; y
la iniciativa propia de vender hortalizas en una feria callejera en el pueblo de Villarrica.
CAPITAL SOCIAL DE PUENTE: el surgimiento, durante el período de estudio, de dos
asociaciones comunales mapuches es la principal señal del aumento del capital social de puente
32
Esta competencia involucra a dos equipos de hombres y consiste en el lanzamiento de discos pesados. Es un juego comparable a las
bochas italianas.
65
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
entre comunidades campesinas en el territorio comunal en Villarrica. La irrupción en el año 2000 de
la asociación Poyenhue, de carácter denunciatorio y confrontacional, al principio involucró a Añilco
mediante una fuerte alianza entre sus respectivos líderes y a nivel comunal sacudió a la élite política
local conservadora con la presencia de un nuevo actor social. Conflictos intergeneracionales e
interpersonales aportaron a la emergencia del presidente de Añilco como un líder de escala
territorial intermedia, dirigiendo una nueva asociación de las seis comunidades del corredor
Chesque-Nalcahue. Esta asociación más pequeña, de carácter semi clientelista y ligada a las
campañas electorales demócrata cristianas, puede negociar mayores beneficios materiales y una
mayor voz política gracias en gran parte a la existencia de Poyenhue, más grande y más dada a
amenazas de movilización y desobediencia civil. Las cinco comunidades que transfirieron su apoyo
al presidente de Añilco cobran también reciprocidad para poder obtener los mismos beneficios
materiales que Añilco.
En el análisis del fútbol rural se ha puesto énfasis en su papel en los emprendimientos
económicos comunitarios. El palín, en cambio, no se juega con propósitos económicos pero
tampoco sólo deportivos, sino también religiosos, de fortalecimiento de vínculos intercomunitarios
e interpersonales y hasta políticos. En Villarrica el auge de los partidos de palín en 2000 coincidió
con una mayor toma de conciencia del valor de la identidad mapuche y con la emergencia de la
Asociación Comunal Poyenhue y la campaña de su presidente al Concejo Municipal. Un artículo
reciente (Loncón y Martínez 2000) aclara este aspecto del palín:
“El Palin es un juego comunitario que tiene por objetivo fortalecer la amistad entre las
comunidades. ... Si bien el Palín es una competencia, lo más importante de él no es la competencia
en sí misma, sino el espacio de celebración que ella permite entre comunidades. Como un continuo
donde ambos se necesitan para que haya equilibrio, y por tanto encuentro, entre sus participantes”.
Añilco participó (con algunos jugadores de la vecina Chaura) exitosamente en partidos de
palín en Quetroco, Vega de Lessio, y otros durante 2000 y 2001, actividad estimulada por CONADI
y especialmente por la Asociación Comunal Mapuche Poyenhue. Con la menor presencia de ésta en
el año 2002, también disminuyó la frecuencia de partidos de palín. Eugenio expresa la importancia
del palín en las alianzas intercomunitarias: “Para un palín amistoso usted tiene que atender a su kon.
El kon es la persona que está jugando con usted, en contra suya. Somos amigos. ..Cada uno hace un
almuerzo a su kon... Entonces después nos invita a nosotros allá, a su territorio, entonces usted hace
lo mismo que nosotros hicimos acá.”
El aporte del palín, más que ningún otro deporte, para el capital social de puente, queda
patente en estos dos relatos. Sin embargo, emergen elementos mapuches de vinculación
intercomunitaria en el fútbol también, reflejados en el lenguaje de Eugenio al referirse a un futuro
partido de Añilco con la vecina Chaura: “Este domingo decidieron hacer un partido amistoso de
fútbol con Chaura, que se la deben. Chaura les hizo una atención con un amistoso seguido de un
almuerzo.”
CAPITAL SOCIAL DE ESCALERA: desde una situación inicial del clientelismo autoritario
pasivo con la élite económica y política local tradicional y mediatizada por figuras locales no
indígenas, Añilco tiene actualmente diversas formas de semi-clientelismo más democráticas y hasta
de sinergia con las agencias públicas relevantes.
En el caso de INDAP, el movimiento mapuche nacional creó los atisbos de un nuevo
reconocimiento de la relevancia de esta identidad para el trabajo de la agencia. Hubo nuevas líneas
de apoyo a iniciativas de jóvenes mapuches y el mencionado bono ambiental de 100 000 por
familia- si bien ambas inciativas eran programas nacionales rebautizados ‘mapuche’ en la Región
de la Araucanía.
Otro cambio significativo en la Oficina de Área de INDAP en Villarrica fue el procesamiento
de estos programas a través de organizaciones propias y no en forma individual. La toma de la
66
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
Oficina por Poyenhue (Añilco presente) fue para negociar beneficios mayores y más rápidos para
las comunidades miembros, mediante la representación colectiva. Añilco, después de su salida de
Poyenhue, estableció varios mecanismos de diálogo (como Comunidad Indígena y como parte de
una Asociación intercomunitaria) con INDAP, en que figuraba la intermediación de los
representantes elegidos a nivel comunal y regional. Esta vinculación colectiva, menos asimétrica y
clientelar que anteriormente, con un mayor poder de negociación de las comunidad, aseguró el
conocimiento de nuevos programas y ayuda en la formulación de postulaciones exitosas.
Por otra parte, se desarrolló una relación de sinergias y de vínculo personal entre la
Comunidad y su presidente con funcionarios de CONADI. En un aprendizaje mutuo, el presidente
de Añilco desarrolló un conocimiento de las normas y procedimientos de postulación a subsidios,
recibió capacitación en liderazgo y una matización de su percepción del lugar de la política
partidaria en su relación con el Estado. Los funcionarios de la CONADI, a pesar de un ambiente
laboral poco propicio, lograron satisfacciones personales en su trabajo en equipo con Añilco, a
partir de una vocación indigenista.
Pero cuando la Asociación liderada por Eugenio solicitó autorización para vender sus
verduras en el mercado, la Municipalidad de Villarica la rechazó. En este caso, la mayor capacidad
de negociaciones de Añilco frente al Estado central parece haber tenido un costo también.
I.
Etnicidad y liderazgo en Añilco
1. Relaciones interétnicas
En varios puntos de la historia oral hay una versión más favorable a los chilenos y otra
versión más denunciatoria. Hay dos versiones de la forma de llegada a Añilco a principios del siglo
XX: huyendo de tratos criminales o tomando posesión de buenas tierras (diferencia entre Tropán
grandes y chicos).
En el período post-golpe y hasta 1998, wingkas residentes fueron los líderes y nexos que
conectaban Añilco con agencias públicas y el mundo político comunal. Con la creación de la
Comunidad Indígena con personería jurídica y el auge de un líder mapuche, vuelve a aflorar la
identidad mapuche como refuerzo al capital social comunitario. Los líderes en la electrificación y en
el proyecto de apicultura fueron tres, todos no-indígenas, periféricos a la familia Tropán. No está
claro si fue por iniciativa propia, por selección de parte de las agencias, o por la percepción de los
mismos Tropán que les servía mejor un ‘broker’ (hombre-nexo) no mapuche con contactos en el
gobierno comunal; probablemente una combinación de estos tres factores, dada la visión
predominante de lo mapuche como sinónimo de atraso, y la inclinación de los mismos mapuches a
invisibilizarse, sobre todo durante el período de racismo apenas disimulado de la dictadura militar.
A partir de la creación de la Comunidad mapuche, el protagonismo es mapuche, en torno a un
discurso de identidad mapuche, pero no anti-wingka en Añilco donde las últimas dos generaciones
cuentan con varios matrimonios con no-indígenas.
2. El impacto del movimiento mapuche en el capital cultural de
Añilco
En 1999, al inicio de la investigación, muchos vecinos de Añilco parecían incómodos con la
identidad mapuche, frente a forasteros e incluso en términos de sus propios valores. Esto era
particularmente notable cuando las prácticas mapuches entraban en conflicto con los cristianos,
particularmente en casos de personas pertenecientes a iglesias evangélicas. Después de dos años de
interacción con los líderes de la Asociación Poyenhue y como impacto indirecto del rescate cultural
67
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
de la Fundación San Cristóbal en comunidades vecinas, la mejoría en el recurso identitario era
notable, particularmente en el caso del presidente de la Comunidad, Eugenio:
1999-‘Casi nadie aquí habla mapudungún; solo mi madre. [después resultó claro que
Eugenio mismo habla]. La juventud se avergüenza de nuestra raza’.
2001-‘Se puede hacer un colegio aquí para adulto mayor. Inclusive un colegio para
aprender a hablar nuestro propio idioma: el mapuche’ ‘Eso es lo más correcto’.
El mismo hecho es evidente en el cambio del discurso de 1999 de Eugenio, que califica el
matrimonio entre primos cruzados como ‘pecado’. Hacia finales de 2000, Eugenio ya aceptaba que
las alianzas matrimoniales entre primos de distintos linajes era algo más aceptable:
‘[Los primos de un mismo linaje] nunca se han casado....Oscar Neculhueque está casado con
una prima [de apellido Tropán], entonces no están mal.... Yo no me voy a ir a casar con una hija de
mi tío Tropán. Yo soy Tropán y ella es Tropán y no nos podemos casar’.
Además de satisfacer una necesidad de una identidad cultural positiva, estos elementos de
capital cultural refuerzan el capital social en cuanto mejoran la disposición a cooperar entre ‘peñi’
(hermanos de etnia). También refuerzan el papel del líder en función del prestigio asociado con la
figura tradicional del lonko que se dedica totalmente al bienestar y prestigio de su comunidad y su
linaje.
En Añilco, sin embargo, estos elementos propios se combinan con normas apropiadas de la
cultura occidental. Eugenio rechaza el autoritarismo del presidente de la Asociación Poyenhue y sus
palabras agresivas para con los wingkas; él y los miembros de la comunidad aceptan las elecciones
democráticas, los controles sobre su gestión e incluso la incorporación a vecinos wingkas
periféricos a la comunidad propiamente tal.
3. Tres tipos de discursos y desarrollo de liderazgo
Un elemento clave de liderazgo tradicional mapuche es la capacidad discursiva, de poder
expresar valores y normas, de poder vincularse afectivamente con personas y grupos y de poder
movilizar para las acción. Estos tres tipos de discurso – normativo, afectivo y movilizador- se
pueden detectar en entrevistas y reuniones en Añilco, y constituyen mecanismos de reproducción
del capital cultural y de cooperación en emprendimientos colectivos.
a)
Liderazgo servicial
En los discursos de Eugenio se destacan elementos como la herencia de liderazgo que le dejó
su padre, las llamadas a la unión para lograr beneficios a todos:
“Lo que yo ando haciendo es por la comunidad. Si la comunidad agradece, bien, si no
agradece, bien. Uno tiene que lograr hacer algo. Ese imagen va quedando. … Ningún otro
presidente hizo lo que mi papá. A mi finado padre le costó mucho, casi tanto como me está
costando a mí, para poder conseguir algo.
Lo que yo quiero es lograr algo por la comunidad, dejar algo para la comunidad y las otras
comunidades. Si uno toma un cargo, no es por ser visto, uno tiene que lograr algo, si a uno lo
ponen de cabeza aquí, uno tiene que ir dejando un ejemplo, un buen imagen, para los que vienen
atrás. Yo quiero dejar algo para que algún día mis hijos o mis nieto me miren con orgullo. Y no ser
egoísta.”
Los eventos deportivos realizados en 2000-2002 para juntar recursos colectivos son el
ejemplo más dramático de cómo la Comunidad ha resucitado sus capacidades colectivas de acción,
con comités para empanadas, encargados de avisar por radio, conseguir permisos de carabineros,
conseguir premios, recolectar inscripciones, y rendir cuentas o ejercer control social sobre estos
recursos. Pero no debe perderse de vista que el objetivo que moviliza a los participantes es el alivio
68
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
de su extrema pobreza, a través de ahorro y postulación a programas anti-pobreza. Como aclara
Eugenio:
‘Nosotros, aquí, las reuniones que hacemos no es política, es por el bienestar de la
comunidad, es para adquirir alguna cosa del gobierno que ofrece ayuda. Entonces nosotros para
eso nos reunimos, para presentar proyectos. Para poder conseguir alguna ayuda que llegue, algún
beneficio acá dentro de la comunidad para la gente, entonces esa es la reunión que hacemos’.
De hecho, además de los logros materiales principales destacados arriba, la Comunidad ha
logrado con INDAP y CONADI otros beneficios menores, como medición de terrenos previos a
regularización de títulos, malla para cercar, materiales para galpones para animales, para bodegas
con piso de cemento, etc., y en las campañas electorales desde fardos de pasto hasta media aguas.
Pero tampoco es un pasivo sometimiento al clientelismo partidario o burocrático:
‘Entonces yo ya con la gente la tengo más o menos encaminada a que tenemos que hacernos
valer nosotros mismos como paisanos que somos, que no nos dejemos atropellar. Lo cual hoy en
día todavía nos están atropellando... Porque uno es libre de pensar y de hacer lo que quiera porque
estamos en una democracia, no estamos en una dictadura... No puedo dejarme que cualquiera me
pase a llevar tampoco. Y no porque sea una persona del gobierno que venga a pedirme algo aquí,
como muchos lo han intentado ahora mismo, entonces yo no voy a permitir, no me voy a dejar
llevar por cualquier persona”. (Eugenio Tropán, noviembre de 2000.)
Y en la reunión de la Comunidad: “Si todos nos juntáramos y nos ayudáramos, sería
fantástico.”
Si bien estos discursos normativos son el capital cultural que alimenta la reciprocidad
interpersonal y la cooperación comunitaria, tanto o más determinante es el juego de poder –
competencia y alianza- que determina la institucionalidad real de decisión y control en la
organización. Un análisis de la dinámica de una reunión de la Comunidad, vista como un evento
‘dramático’ con conflicto, diálogo, desarrollo y desenlace, revela mucho sobre la relación entre
discurso y conducta de poder.
b)
Análisis de una reunión de la Comunidad
Hay tres temas de especial interés en este evento, una reunión plenaria realizada en
noviembre de 2001: equilibrio de fuerza entre facciones; sanciones positivas y negativas de
conductas de líder por rival y por mujeres; y búsqueda de consensos en torno a un ambiente de
unión.
Equilibrio de fuerza entre facciones. Eugenio es del sublinaje de ‘Tropán grandes’ y Ernesto
(el tesorero) de los “Tropán chicos’. Es esencial que ambas facciones familiares participen, y como
la mitad de la familia inmediata de Eugenio está en su contra, el surgimiento de la Comunidad
formal dependió de la activa participación de la otra facción. Más de la mitad de los participantes y
beneficiarios son Tropán ‘chicos’ no hay repartición de beneficios a cercanos al presidente, como
ocurre a menudo. En esta reunión se expresa el consenso de que el éxito de las bombas este año es
porque se trabajó más de cerca con los técnicos y políticos, pero sobre todo porque Añilco está más
organizado y unido. Las cuentas rendidas por varias personas sobre el torneo y la producción y
venta de comida revela este mayor grado de trabajo delegado y coordinado.
Sanciones positivos y negativos de conducta de líder. El principal contrincante de Eugenio en
la conducta de las reuniones es Ernesto, mucho más educado y con experiencia previa como
vicepresidente de la Junta de vecinos. Ernesto apoya a Eugenio en algunos puntos, pero en general
le cuestiona sutilmente. Frente a las ‘sanciones positivas’ de mujeres que dan a Eugenio el
reconocimiento que anhela, Ernesto insiste repetidamente que hay que elegir un vicepresidente
porque Eugenio no tiene suficiente tiempo (posiblemente él es un candidato). Es muy insistente en
leer el acta anterior para que Eugenio no logre aumentar el aporte de socios al proyecto bombas. Las
69
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
mujeres alaban la gestión de Eugenio como premio a su sacrificio y desempeño; pero también son
enfáticas en exigirle a) respetar lo acordado en cuanto a cuotas; b) rendición de cuentas y
transparencia en destino de fondos.
Búsqueda de consensos. La percepción de que efectivamente están logrando beneficios a
través de la organización y la cooperación está produciendo una dinámica positiva típica de los
procesos de cooperación basados en la iteración de eventos (Axelrod 1984). Pero también es cierto
que Eugenio tiene una personalidad no-autoritaria sino de servicio y figuración que ha contribuido a
este proceso en esta comunidad mapuche. Consulta sobre cuál técnico contratar33 para instalar las
bombas, cuando esto podría verse como un asunto ya arreglado. En este caso, Eugenio recuerda
repentinamente que Ernesto debe una cuota mayor por haber sido de los tardíos en integrarse al
proyecto; pero ambos transan en una suma intermedia. Al término de la reunión salen juntos para
realizar tareas de la Comunidad. La interacción positiva entre estas tres variables ayuda a entender
gran parte de la institucionalidad social comunitaria que emerge y se fortalece en el marco de la
Comunidad en Añilco.
c)
Epílogo para Añilco.
El fratricidio. En abril de 2002, poco antes de terminar esta investigación en terreno, la
policía detuvo momentáneamente a Tomás cuando se dirigía a la casa de Eugenio, armado con un
cuchillo. En septiembre de 2002, Eugenio fue detenido y acusado formalmente de la muerte de su
hermano Tomás en una riña. La cercanía de esta tragedia impide su análisis objetivo en este
momento.
33
70
La CONADI utiliza el mecanismo empoderador de dejar a la comunidad la selección de empresas para realizar el trabajo licitado. A
veces está previamente acordada, resultado del diseño de la propuesta original.
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
V. Conclusiones generales
A.
Casos contrastantes y principios comunes
Los dos casos analizados en este trabajo, Huimpil y Añilco,
presentan interesantes contrastes en cuanto a las estrategias de las dos
comunidades en relación al mundo político y el mundo del Estado.
Ambos poseen patrimonios ni muy altos ni muy bajos de capital social
mapuche y capital humano. Ambos son de una pobreza extrema en sus
patrimonios de recursos naturales y capitales económicos, y su
participación en el sistema económico como productores agropecuarios
es un elemento secundario de sus estrategias de supervivencia. El
capital social en sus formas individual y grupal cumple funciones
económicas importantes. Individual, en las redes de acceso a empleo
migratorio para suplementar el ingreso del hogar y en los contratos
diádicos entre socios de diversos emprendimientos. Grupal en
pequeños equipos para incorporar y vender ganado, ofrecer servicios
forestales, cavar pozos, etc. Los capitales sociales de puente y escalera
han traído mejoras palpables en la calidad material de vida, siempre
accediendo a subsidios estatales de electricidad, agua, etc. El Estado
también está económicamente presente en la forma de pensiones y
otras transferencias monetarias que aportan a las supervivencia en
Añilco y Huimpil.
La situación a mediados del año 2002 era claramente de un auge
del capital social de Añilco y de una baja en Huimpil. Esto no parece
deberse a diferencias intrínsecas entre las dos comunidades, sino a la
ocurrencia simultánea de un conjunto de factores favorables en forma
71
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
sinérgica, en el primer caso y no en el segundo. La presencia de conflictos internos no parece ser
una variable discriminante, ya que las confrontaciones entre líderes rivales están presentes en ambos
casos.
Una variable importante en la disposición de estas dos comunidades a entusiasmarse y a
confiar en un emprendimientos colectivo en un momento dado es la memoria social de experiencias
asociativas positivistas y/o negativas. Ambos tienen algunos recuerdos relativamente positivos de
colaboración con agencias públicas, y otros sumamente negativos. En los dos casos, la experiencia
del proyecto SENCE-INDAP de asociatividad juvenil fueron negativos, aunque por motivos
diferentes. Pero el caso de Añilco ocurrió algunos años antes, y es posible que el transcurso del
tiempo haya dado espacio a un nuevo ciclo de auge en la cooperación comunitaria.
Ambas comunidades también sufrieron las muertes de jóvenes líderes en años recientes. Pero
en Añilco esta pérdida coincidió con un cambio contextual que exigía que el nuevo líder fuera
mapuche, como presidente de la Comunidad Indígena, en una comunidad con un solo linaje (si bien
también tiene sus segmentos y oposiciones). Huimpil, en contraste, perdió un joven líder del linaje a
la vez más legitimado por la historia social del fundador y a la vez el más pobre: una situación de
división difícil de superar en un corto plazo. Además, el linaje del Lonko venía compitiendo hace
un tiempo con una nueva generación de dirigentes políticos, los Ñancupil, ligados al Centro
Cultural Mapuche y a un tipo de movilización más étnica, quienes aprovecharon la oportunidad
para llenar el vacío dejado por el Lonko y su hijo.
Uno de los contrastes más llamativos en el período 2001-2002 es entre la sinergia lograda en
el proyecto de bombas de agua entre Añilco y CONADI y el incumplimiento de promesas por parte
de funcionarios municipales y de agencias en relación a Huimpil. Esta experiencia no es ajena a la
decisión de esta comunidad de desentenderse de las campañas parlamentarias como una posible
oportunidad, en el mismo momento en que Añilco aprovechó al máximo la situación. En las
culturas campesinas y en especial en la mapuche, el principio de reciprocidad significa que asumir
un compromiso para no cumplirlo es romper el vínculo. En el caso de Huimpil se debilitó el capital
social ‘de escalera’ con el Estado.
En resumen, las dotaciones de capital social comunitario en estas dos comunidades, a pesar
de sus similitudes y de la influencia simultánea y compartida de procesos en el entorno mayor, han
mostrado fluctuaciones en direcciones contrarias y estas fluctuaciones han resultado, aunque sólo en
parte, de las actuaciones de agencias del Estado. Al inicio del período de estudio, Huimpil parecía
tener mucho mayor capacidad de autogestión y de propositividad frente al Estado. Interacciones
externas más favorables a la consolidación de su capital social podrían haber estimulado un proceso
sinérgico igualmente o más favorable que en Añilco.
Es de notar que la baja participación actual en Huimpil en organizaciones promovidas por las
agencias públicas no se debe exclusivamente a conflictos internos ni a una falta de información
sobre tales programas y subsidios. Este supuesto de algunos esfuerzos comunicacionales es, en este
caso, sólo parte de la falta de interés por participar con agencias que muchos miembros de la
comunidad rechazan porque las asocian con dolorosos fracasos pasados y con el pesado
endeudamiento. Llama la atención igualmente que gran parte de la participación actual en las dos
Comunidades mapuches formales se realiza en torno a subsidios al consumo (electricidad, agua,
vivienda). Las excepciones son también subsidios a la producción básica, como cercos y galpones
para la producción ganadera. Tantos del lado de los beneficiarios como del lado de las agencias se
ve una decisión de no repetir las experiencias con crédito y morosidad. Parece haberse abandonado
el objetivo de la producción rentable para el mercado, optándose por lograr una autosuficiencia
agrícola y por mejorar la calidad de vida material de manera directa.
Impresiona en ambos casos la volatilidad de surgimiento y de retraimiento de ciertas formas
de capital social. Esta volatilidad del capital social comunitario hace recordar el concepto de Salazar
(2001) de "capital social variable" en contraste con capital social constante, y la observación de
72
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
Guëll y Márquez (2001) de que el capital social parece más un flujo que un stock. Los dos
proyectos SENCE-INDAP aportaron a la formación de capital social grupal en alrededor de un año,
en ambos casos, para después contribuir a su destrucción en aproximadamente el mismo lapso. Las
dos Comunidades Indígenas y sendas Asociaciones Comunales de Comunidades Mapuches
emergieron cómo instancias formales de cooperación y como actores sociales en menos de dos
años, con apoyo de agencias externas que fueron sólo mínimos y esporádicos. El apoyo de base para
la Asociación, sin embargo, decayó fuertemente entre fines de 2000 y fines de 2001 como
consecuencia de las dinámicas descritas arriba.
Cabe notar que la volatilidad opera en las relaciones y conductas del capital social, mientras
que las normas culturales internalizadas perduran mucho más, algunas de manera 'subsidentes' o
subterráneas, otras contradictorias entre sí pero todas vigentes. El surgimiento del capital social
específicamente mapuche detectado en Añilco parece haberse dado también en varias otras
comunidades de la zona, y se espera que el análisis de estos dos casos contrastantes contribuya al
entendimiento de las condiciones que favorecen o desfavorecen los procesos de
autoempoderamiento mapuche.
B.
La conjugación de factores gatillantes de un círculo virtuoso
No se intentó en este trabajo aislar aquellos atributos de la acción estatal que hayan
impactado positiva o negativamente en la formación de capital social comunitaria en los dos casos.
Los resultados de ambos estudios apuntan a una compleja interacción de una multitud de variables
que se conjugaron, a veces en forma aleatoria y estocástica, para producir resultados que, desde el
punto de vista de nuestro interés en el empoderamiento de comunidades mapuche, tienen aspectos
predominantemente favorables en un caso y desfavorables en el otro.
En este artículo, por ende, se ha intentado detallar para cada caso el proceso central vivido
por la comunidad en toda su evolución; destacar los momentos críticos en cuanto positivos o
negativos para la acumulación de capital social comunitario o de la organización; y evaluar como
acertadas o desacertadas las acciones de las agencias en esos contextos. El ímpetu positivo del
capital social comunitario en Añilco, en contraste con el retraimiento en Huimpil, parece explicarse
en la asociación de siete factores en forma simultánea:
-la presencia de un líder altamente motivado al servicio comunitario; su participación en la
emergencia de nuevos y distintos actores políticos en el escenario municipal; los aprendizajes del
líder de capacidades mínimas tanto en el sistema político como en el tecnocrático; el contacto con
funcionarios con alta vocación de servicio; la consecución de beneficios materiales a corto plazo,
tanto para el líder como para sus seguidores; la complejización de las capacidades institucionales
comunitarias; y la presencia y el refuerzo de formas de capital cultural mapuche como el idioma,
principios de parentesco y normas de reciprocidad y cooperación.
C.
La comunidad junta los hilos
Gran parte de este círculo virtuoso parece estar asociado con la mencionada ‘complejización
institucional’: en otras palabras, la formación de capital social comunitario informal al interior de la
formal Comunidad Indígena. Es en este sentido también que el empoderamiento es un proceso
realizado por los propios empoderados (G. Sen 1997): no sólo porque son ellos los que tienen que
apropiarse de aprendizajes y capacidades, sino porque ninguna agencia externa puede manejar, en
su nombre, una estrategia que abarque todas las variables internas y externas que hay que evaluar y
ante las cuales hay que reaccionar oportunamente. Sólo el actor protagonista –en este caso, cada
comunidad, y en otros niveles la asociación de comunidades- puede asumir una tarea tan compleja;
siempre y cuando haya desarrollado y movilizado adecuadamente su capital social.
73
Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
En el caso positivo, estos círculos virtuosos han implicado un fortalecimiento recíproco entre
todos los capitales sociales. El capital social individual de contratos diádicos en redes egocentrados
aparece una y otra vez en los relatos, al punto de parecer el principio fundamental de formas más
complejas de capital social colectivo. Socios, kon, vínculos personales del líder local con el
regional, sinergia con agentes públicos y candidatos a puestos públicos, etc. contribuyen a formar
una red multipleja tanto interna como externa a la comunidad. En el primer caso, este tejido
centrado en el líder hace más fácil el desarrollo de una mayor complejidad positiva de la
comunidad; en el segundo, el clientelismo partidario evoluciona hacia una sinergia entre la
comunidad, por un lado, y agencias e incluso partidos, por el otro.
En la organización formal de la Comunidad mapuche de Añilco la función clave de control
social sobre el líder se hizo efectiva gracias a la estrategia de éste de buscar apoyo en ambas
mitades de la comunidad. Su rendición de cuentas fue estricta, gracias en gran parte a la presencia
de mujeres en los comités de compra y en la secretaría. Ellas cumplían allí el papel tradicional de
control y evaluación de conductas mediante la "copucha" (chisme), pero mediante su participación
asertiva en el debate en las reuniones formales de la comunidad. También la "copucha" cumple una
función de transparentar negociaciones entre diferentes actores, a nivel municipal y regional, ya que
las acciones y los acuerdos que no aparecen en informes y reuniones formales, son conocidas por
los interesados mediante sus fuentes ‘de confianza’.
En cambio, en Huimpil, a pesar de gozar de importantes capacidades y experiencia
organizacionales, un líder con un compromiso comunitario superficial generó envidias y
“copuchas” por parte de los líderes rivales y sus coaliciones, dificultando el establecimiento de
emprendimientos comunitarios. Además, una familia dirigente con una educación sobresaliente en
el entorno genera un proceso paralizador en las reuniones de la Comunidad Indígena,
obstaculizando la participación en vez de fomentarla. Habrá qué ver en los próximos meses qué
cambios en el liderazgo comunitario provocarán estas formas de control social y las
manifestaciones de disgusto por parte de los líderes rivales.
D.
Agentes y líderes en la interfaz: capacidades para potenciar
el capital social
En la compleja dinámica del capital social comunitario, no hay que menospreciar la
importancia que tienen los profesionales del desarrollo, tanto como catalizadores u obstaculizadores
de procesos de transformación. En casos como el de Huimpil, el Estado estaría constituyéndose en
un obstáculo para el desarrollo efectivo de los proyectos sociales propios de la comunidad, mientras
que en Añilco su impacto podría ser más positivo. Algunos agentes de terreno logran una empatía y
una sinergia con sus atendidos, pero muchos otros funcionarios estarían “ciegos” a las capacidades
locales, o no poseerían los métodos y actitudes necesarios para detectarlas.
La persistencia de ciertas actitudes y conductas parecieran ser el principal obstáculo, por lo
que investigaciones y capacitaciones en este ámbito parecen ser de vital importancia. Los cambios
de las relaciones en la interfaz implican por consiguiente cambios en el ambiente y ámbito
institucional. Incluso en las localidades mismas, la figura del dirigente local adquiere un rol similar
al del profesional del desarrollo: su rol de liderazgo lo convierte en un actor clave para impulsar
procesos de cambio y de empoderamiento, estrechando la sinergia Estado-comunidad; pero por otro
lado su posición de poder lo sitúa como la fuente de beneficios clientelares para sus familias y
grupos de amigos, debilitando el capital social comunitario al favorecer a una coalición o facción
por sobre otras, promoviendo la competencia por sobre la cooperación. Estas dinámicas en la
interfaz estarían a su vez ligadas con las mismas conductas y actitudes de los profesionales y
políticos locales (concejales, alcalde), paternalistas, autoritarias y clientelistas, reflejando un gran
“círculo vicioso”, el cual estaría obstaculizando un proceso de desarrollo más equitativo
74
CEPAL - SERIE Políticas sociales
N° 63
(concentrando los beneficios en unos pocos grupos privilegiados en vez de llegar a los más
necesitados), así como retardando el fortalecimiento del proceso democrático.
De este modo, la renovación de la vocación de servicio de los funcionarios y consultores
locales, así como de actores y dirigentes claves en las comunidades mismas, bajo el desarrollo de
nuevas capacidades, actitudes, conductas y destrezas que potencien la participación y el
empoderamiento, parece ser un elemento clave en la interfaz. También podría ser un medio para
fortalecer el capital social comunitario, el ámbito más debilitado de la comunidad a lo largo de la
década. Presentamos a continuación una serie de posibles líneas de acción para la capacitación de
los agentes de desarrollo y los actores o dirigentes locales:
•
•
•
•
•
•
•
E.
Capacitación en Liderazgo moral/transformacional(NUR/CARE, 1999)
Capacitación en Métodos de resolución de conflictos multiculturales basados en la
Psicoterapia Positiva (Hernández, 1999)
Métodos participativos de diagnóstico, evaluación y toma de decisiones (IDS 1996,
Chambers 1997)
Capacitación en Detección y fortalecimiento de capital social
Sistemas de “accountability” basados en el control de recursos por parte de la
comunidad local y la contratación directa de profesionales del desarrollo como
‘asesores’ (quienes rinden cuentas a la comunidad)
Aplicación de principios del control colectivo de recursos en las comunidades (Ostrom,
2000)
Desarrollo de una actitud de aprendizaje continuo en las instituciones estatales y
comunidades locales, permitiendo la adopción real de cambios frente a la experiencia
Del clientelismo a la sinergia: juegos de suma positiva
La capacitación en estas destrezas es un aporte clave, pero no garantiza el resultado de
fortalecimiento del capital social comunitario. Más de un agente de terreno motivado y capacitado
ha visto frustrado su trabajo en equipo con organizaciones de base cuando éstas chocan contra
estructuras burocráticas, máquinas clientelistas e intereses creados de las élites locales. Por ende, es
igualmente importante crear las reglas de juego y dar el apoyo necesarios para que las comunidades
‘capitalizadas’ también se constituyan en actores sociales y que pueden aumentar de escala su
asociatividad, participando en la toma de decisiones microregionales y regionales. Aunque los
obstáculos mencionados siguen presentes en Chile, hay también indicios de que se ha iniciado un
paulatino proceso de transformación que ya está favoreciendo la aplicación del capital social de
comunidades como Añilco y Huimpil al desafío de mejorar la calidad de vida y superar la exclusión
social de sus integrantes. Pero los logros son, al menos en estos dos casos, modestos tanto en
términos de logros concretos como en la ‘capacidad de desafío’ de la institucionalidad comunitaria
(Fukuyama 2000). Añilco, el caso más exitoso, no consiguió echar a andar un emprendimiento
colectivo propio, sino meramente mejorar el acceso de sus miembros a subsidios estatales.
Desde la perspectiva de la CONADI, lo que se pretendía era ampliar el universo de
beneficiarios, más que introducir mecanismos de competencia para seleccionar los mejores
proyectos. Por lo menos el bono de riego en 2001 alcanzó a casi todos los postulantes que
cumplieron las condiciones, con preferencia para los que habían postulado ya en años anteriores.
Este matiz descalifica la idea de un juego de suma cero: la comunidad que no gana este año entra en
una lista de espera que la beneficiará en un futuro mediato.
Aunque la política pública actual no parece dar máxima prioridad a la creación de actores
políticos potentes entre las comunidades rurales pobres (de la Maza 2001), las reglas existentes sí
dan lugar a un juego de suma positiva y de aumento de escala en el capital social de puente. La
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Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche
Asociación Poyenhue, con todos sus aciertos y desaciertos, ha negociado este tipo de beneficio para
sus comunidades asociadas, con mayor fuerza que las que postulan en forma individual, algo que
fortalece su propia institucionalidad en el territorio comunal. Otro factor que facilitó la
"horizontalización" de la relación semi-clientelar de Añilco con el partido de centro-izquierda era el
discurso de lucha de clases de su senador. Esto permitió a Eugenio ser más exigente del
cumplimiento de promesas, dando mayor capital social de escalera a Añilco. Y los discursos de los
demás dirigentes de la nueva asociación comunal liderado por Añilco enfatizaron que su presidente
debía cumplir con la reciprocidad trabajando para que todas consigan los beneficios logrados en
Añilco.
En Huimpil, por diversos motivos, no hay una persona dispuesta a jugar el papel de ‘servidor
de la comunidad’ e intermediar con agencias externas, aun en una perspectiva de acumular también
capital social individual y beneficios personales. Este hecho en conjunto con el receso en la
institucionalidad comunitaria han marginado –por un tiempo- a Huimpil de la constitución de un
actor social microregional, el movimiento comunitario mapuche en sus diversas manifestaciones.
Sin embargo, los vínculos y redes intercomunitarias que convergen alrededor del ex-presidente del
Comité de Electrificación tienen un potencial interesante que podría en algún momento movilizarse.
Este trabajo ha intentado presentar un análisis de los elementos que conjugaron en la
formación o el deterioro de capital social comunitario en una pequeña parte del mundo mapuche en
el período 1999-2002. Ello lleva a concluir que varios de los elementos para el empoderamiento y el
mejoramiento de las condiciones de vida rural estaban presentes en ambos casos, pero que las
lógicas propias de la burocracia y del clientelismo derivaron en avances reales demasiado modestos
(en el mejor de los casos). Los obstáculos a la acumulación de capital social comunitario también
han sido señalados, tanto en sus manifestaciones internas a las comunidades como las externas, y no
resultan insuperables en principio. Parte de la solución involucra reformas en las agencias para
hacerlas más potencializadoras y para promover más la sinergia con las capacidades de autogestión
que se vayan formando en las comunidades atendidas. Pero los relatos reunidos aquí sugieren que el
principal papel del capital social de cada comunidad es de fortalecerla, individual y
asociativamente, como un actor político que no tolera más ser beneficiario pasivo de regalías
clientelistas ni socios abandonados a medio camino en emprendimientos promovidos por agencias
que no se involucran en los resultados finales.
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