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SALMO 23 SALMO 23: EL GRAN PASTOR Y El GRAN ANFITRIÓN Por Adán Hartley, PhD Editado por STEPHANIE LEONOR BARBA AZABACHE 2023 1 SALMO 23 @ Adam Parish Hartley Todos los derechos reservados. Sin permiso escrito, ninguna parte de este libro puede ser reproducida ni procesada en forma alguna o por medio alguno. Las cursivas que se encuentren dentro citas bíblicas indican que fueron añadidas por el autor. La mayoría de las citas bíblicas fueron tomadas de la Reina Valera 1960. Las otras son traducidas por el autor. @2023 IB “Casa de Oración” Post Office Box 158 Vardaman, MS 38878 2 SALMO 23 Por mi esposa y amiga Ana 3 SALMO 23 PREFACIO Estas meditaciones fueron en el inicio mensajes que prediqué en iglesias de los Estados Unidos. Dios me ha dado a mí y a la congregación muchas bendiciones por las verdades contenidas en este capítulo. Después de muchos años nuestro Padre Celestial puso en mí un deseo para escribir un libro expresando estas preciosas enseñanzas." Primeramente, escribí un libro en ingles titulado Psalm 23: The Great Shepherd And All-Gracious Host publicado en 2021. Lo recibió con mucha emoción y agradecimiento; la reacción positiva fue una sorpresa para mí. Yo había predicado en 2020 una serie de mensajes en español en IB “Casa de Oración” y había publicado meditaciones en línea usando Salmo 23. Este libro es el fruto de esos impulsos. Es mi oración y anhelo que Dios lo usa para Su gloria y honra. Que el lector crezca en su devoción y amor por Cristo. A través de la lectura, que el Espíritu Santo lo use para crear adentro el no creyente un deseo por Cristo y adentro el creyente un desea para andar más cerca del Pastor de nuestros almas. Quiero expresar mí agradecimiento a STEPHANIE LEONOR BARBA AZABACHE por su trabajo. Sin sus cambios and sus recomendaciones el texto fuese casi imposible a entender. Encima de todo, quiero decir gracias a nuestro Señor Jesucristo quien es el Gran Pastor y el Gran Anfitrión. -- Adán Hartley (2023) 4 SALMO 23 ESTUDIO ESPECIAL DE SALMO 23 INTRODUCCIÓN Salmo 23 es un capitulo muy conocido y contiene una dulce miel espiritual. Es un capítulo preferida y muy usado en las salas de los hospitales y para dar consuelo a una familia que ha perdido a un ser querido. En este salmo descubrimos el secreto de la felicidad. Este salmo es uno de un trío que apunta a Jesucristo. El Salmo 22 habla del Buen Pastor que da Su vida por las ovejas (Juan 10:11). El Salmo 24 habla del Príncipe de los Pastores que viene a gobernar y reinar (1 Pedro 5:4). Ubicado entre estos dos poderosos pilares está el Salmo 23 que revela al Gran Pastor que provee y protege (Hebreos 13:20). Como Buen Pastor, Jesús da Su vida en la Cruz; como el Gran Pastor Él siempre vive para proveer para Sus ovejas; y como el Príncipe de los Pastores, Él viene de nuevo para desechar para siempre a aquellos que acosan y molestan a Su pequeño rebaño. ¡Este triunvirato nos recuerda la pasión (sufrimiento), la provisión (día tras día) y la parusía (segunda venida) de nuestro maravilloso Salvador, Jesús nuestro Señor! Mirando el Salmo 23 más de cerca, los versículos 1-4 hablan del cuidado del Gran Pastor y los versículos 4-6 revelan la provisión de la Misericordiosa Hueste. Como Pastor del rebaño corrige y consuela. Como el Misericordioso Anfitrión, Él nos invita a venir a Su mesa para disfrutar de los beneficios de Su gracia. 5 SALMO 23 Un bosquejo del capítulo: I. El secreto de una vida feliz: toda necesidad es suplida. (23:1-3) «Jehová es mi pastor; nada me faltará». II. El secreto de una muerte feliz: todo temor es quitado. (23:4-5) «Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo». III. El secreto de una eternidad feliz: todo deseo es cumplido. (23:6) «Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días». El salmo veintitrés expone claramente las cuatro características fundamentales de la manera en que Dios, como Pastor, cuida de nosotros sus ovejas, proporcionándonos:     PROVISIÓN: “Nada me faltará” (23:1,2); DIRECCIÓN: “Me guiará por sendas de justicia” (23:3); PROTECCIÓN: “Tu vara y tu cayado me infundirán aliento” (23:4); y ESPERANZA: “En la casa de Jehová moraré para siempre” (23:5,6). 6 SALMO 23 En Salmo 23 Jehovah es nuestro: 1. GUIADOR. Yahvé Ra’ah. El Señor es mi pastor. (v.1a). 2. PROVEEDOR. Yahvé Yireh. Nada me faltará. (v.1b). 3. PROTECTOR. Yahvé Shalom. Me hará descansar (v.2) 4. SANADOR. Yahvé Rafa. Confortará mi alma. (v.3). 5. DEFENSOR. Yahvé Tsidkenu. Por sendas de justicia. (v.3) 6. ESTANDARTE. Yahvé Nissi. Tu vara y tu cayado. (v.4) 7. SANTIFICADOR. Yahvé M’Kaddesh. Unges mi cabeza con aceite. (v.5) 8. ESPERANZA. Yahvé Shama. Todos los días de mi vida. (v.6) Reflexión: ¿Dónde están las fuentes de su felicidad y seguridad? Si no están en Yahvé Todopoderoso, entonces las perderá usted en el fin; pero si están en Dios eterno, entonces puede usted a declarar “nada me faltará” Oremos: Padre celestial, gracias te damos por Cristo Jesús quien es nuestro Buen Pastor. Encontramos todas las necesidades de la vida en Él. Amén. (Adaptado de libro Salmo 23 por C. H. Spurgeon) 7 SALMO 23 8 SALMO 23 1. Salmo 23:1ª dice: “El Señor es mi pastor.” ¡Qué hermosa expresión es ésta, saber que el Señor asume hacia su pueblo el oficio y carácter de un Pastor! Debería ser en nosotros un motivo de gran admiración que el Dios inmenso y eterno elija una imagen tan tierna para describir su amor y cuidado para con su pueblo – Pastor. David mismo fue un pastor de ovejas, por eso entendía a la perfección sus necesidades y el cuidado que el pastor debe prestar a sus ovejas; por ello, se compara él mismo a una oveja, una criatura débil, indefensa y boba; y asume que 9 SALMO 23 Dios es su Proveedor, Preservador, Director; en una palabra, su Todo. Nadie tiene el derecho de considerarse a sí mismo una oveja del Señor a menos que su naturaleza haya sido regenerada, pues la Escritura no describe a los inconversos como ovejas, sino como lobos o machos cabríos. En el capítulo diez del evangelio de Juan, encontramos los seis distintivos de las ovejas de Cristo. Lo dice, “Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. 3) A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. 4) Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5) Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. … Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10) El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 11) Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. 12) Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 13) Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 14) Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15) así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. . . . “25) Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; 26) pero 10 SALMO 23 vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. 27) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28) y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29) Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30) Yo y el Padre uno somos.” (vv. 3-5; 9-15, 25-30)       “Las mías me conocen” – Conocen a su Pastor. “Oirán mi voz” y “Mis ovejas oyen mi voz” – Reconocen su voz. “A sus ovejas llama por nombre” – Le escuchan cuando las llama por su nombre. “El buen pastor su vida da por las ovejas” – Lo aman. “Las ovejas le siguen, porque conocen su voz” – Confían en él. “me siguen” – Lo siguen. La primera frase del salmo expresa un nivel tan elevado de confianza, que no hay en ella un solo “si”, un “pero”, ni tampoco un “espero”; David afirma con una seguridad total y absoluta que: “El Señor es mi pastor”. ¿Ha aceptado usted por fe que lo hizo el Buen Pastor por ti en la cruz? ¿Es una oveja usted del Señor? Juan 3:16 nos dice, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Una ilustración muy conocida y usada muchas veces se llama “Él conoce al Pastor”. Me gustaría incluirla en esta introducción: 11 SALMO 23 Había un actor en una sala de teatro a quien le pidieron recitar algo para el público. Se levantó y siendo amable con su público dijo: «Recitaré lo que ustedes me pidan». Al principio, nadie hizo sugerencia alguna, pero un anciano predicador que por casualidad estaba allí sentado al final de la sala, se levantó y dijo: «Me gustaría escucharle recitar el Salmo 23». Pues bien, el actor se sorprendió un poco con esto, pero como había manifestado su disposición de recitar lo que le pidieran, aceptó lo que el hombre le sugirió. Casualmente, conocía el salmo, así que dijo que lo recitaría. Repitió el Salmo 23 con perfecta elocuencia. Fue una interpretación magistral. Su dicción fue estupenda. Cuando terminó, toda la audiencia estalló en una ovación espontánea. El actor, imaginando que se desquitaría con el anciano por sugerirle recitar algo de la Biblia, le dijo: «Bueno señor, ahora me gustaría oírlo a usted recitarlo». El anciano no regateó el pedido. Sino que por su amor a Cristo se levantó y repitió el Salmo 23. Su voz se quebró, se entrecortó y no fue muy hermosa. La interpretación tampoco fue muy buena. Cuando terminó no hubo aplausos, pero no quedó nadie que no llorara en la sala. El actor, percibiendo su propia emoción, se puso de pie y dijo: «Señoras y señores, yo llegué a sus ojos y oídos, él llegó a sus corazones. Ésta es la diferencia: Yo conozco el salmo; él conoce al Pastor del salmo». 12 SALMO 23 Reflexión: ¿Conoce usted el Señor Jesucristo como Salvador personal? ¿Es usted una oveja de Él? Oremos: Padre Celestial y Creador de todo el universo, confeso que soy pecador y no merezco tu perdón ni misericordia. Confeso que Jesús murió en la cruz por mis pecados, fue sepultado y resucitó para darme justicia y vida eterna. Con toda mi alma, mente y corazón acepto Cristo como mi Salvador personal. Quiero seguirte y glorificarte por el resto de mi vida. En el Nombre de Jesús, Amén. 13 SALMO 23 2. Salmo 23:1, “…Nada me faltará.” En diversas circunstancias podríamos sentirnos necesitados de muchas cosas; pero cuando el Señor es muestro pastor, Él es capaz de proveer para todas nuestras necesidades; y ciertamente, está dispuesto y deseoso de hacerlo, porque su corazón rebosa de amor. En lo que respecta a cosas temporales, no me siento escaso de nada: Lucas 12:24-27 dice: “Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? 25) ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? 26) Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? 27) Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.” ¿Acaso no alimenta a los cuervos y hace crecer los lirios del campo? ¿Cómo, pues, permitirá que sus hijos pasen hambre o sufran necesidad? Y en lo que refiere a las cosas espirituales, sé que su gracia me será más que suficiente. Descansando en él, estoy seguro de que me dirá: “Como tus días serán tus fuerzas” o sea “que dure su fuerza tanto como su vida” (Deuteronomio 33:25). Mucha gente no puede alcanzar a poseer todo aquello que desea, pero las ovejas de Jehovah pueden declarar “a mí ‘nada me falta’”. Salmo 34:10 dice: 14 SALMO 23 “Los leoncillos necesitan y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.” Y no tan solo hoy, sino que nada nos faltará tampoco en el futuro. Sea lo que sea que nos pueda sobrevenir, aunque toca la vaca flaca y los saltamontes devaste las cosecha o un virus ataque, a mí “nada me faltará”. ¿Puedes decir eso? Me fascina lo que dice en Habacuc 3:16 – 19 “Al oír todo esto tuve miedo. Mis labios se pusieron a temblar, mis piernas dejaron de sostenerme y todo mi cuerpo perdió sus fuerzas. Aun así, esperaré tranquilo el día en que Dios ponga en angustia al ejército de nuestros opresores. Entonces me llenaré de alegría a causa del Señor mi salvador. Le alabaré, aunque no florezcan las higueras ni den fruto los viñedos y los olivares; aunque los campos no den su cosecha; aunque se acaben los rebaños de ovejas y no haya reses en los establos. Porque el Señor me da fuerzas; da a mis piernas la ligereza del ciervo y me lleva a alturas donde estaré a salvo.” 15 SALMO 23 Reflexión: ¿Jehová es Pastor usted? Seguro que cree usted que Jehová es el Pastor. ¿Pero Él es Pastor USTED? ¿Está escuchando usted Su voz y le sigues cada día? Oremos: Padre celestial, te damos gracias por Cristo quien es el Buen Pastor. Que le sigamos y obedezcamos de todo corazón hoy y para siempre. En su Nombre oramos. Amén. 16 SALMO 23 3. “En lugares de delicados pastos me hará descansar…” (Salmo 23:2ª). “Me hará descansar” o “Me hace recostar”, es decir, reclinar o yacer. El Señor es quien nos capacita para percibir y asimilar las verdades preciosas de su Palabra, y alimentarnos de ellas. ¡Cuán agradecidos hemos de estar por estas promesas, pues nos pertenece! Hay muchas almas turbadas que darían cualquier cosa, el mundo entero, para conseguir paz y descanso. Conocen la bendición, pero no están en posición de decir que les pertenece; saben dónde están los “delicados verdes pastos”, pero no tienen oportunidad de pastar y recostarse en ellos. 17 SALMO 23 Cristo dice en Mateo 11:28-30, “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Hay varios yugos en la Palabra de Dios: 1. “El yugo de mis rebeliones ha sido atado por su mano” (Lam. 1:14). Existe el yugo del castigo por causa de rebelión contra Dios. 2. “No se unan ustedes en un mismo yugo con los que no creen. Porque ¿qué tienen en común la justicia y la injusticia? ¿O cómo puede la luz ser compañera de la oscuridad?” dice 2 Corintios 6:14. Creyente se casa con no creyente se llama un “yugo equivocado.” 3. Hechos 15:10 habla acerca el yugo de la religión falsa, diciendo, “Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?” Gálatas 5:1 eso yugo se llamaba, “yugo de esclavitud.” En Mateo 11:28-30 Cristo nos invita a cargar Su yugo. Esta gran invitación, extendida a todos, a servir en yugo con el Señor. El yugo implica instrucción bajo disciplina. Sin embargo, en contraste con la enseñanza de las autoridades religiosas de la época de Jesús y hoy, el yugo de Señor Jesucristo es fácil. A través de los siglos estos versículos han sido entre los más amados en toda la Palabra de Dios. 18 SALMO 23 Reflexión: ¿Tiene usted hambre que no puedes satisfacer? ¿Tiene usted una sed muy fuerte que no puedes quitar? El Buen Pastor sabe dónde hay pastos verdes y aguas dulces. Cuando, por fe, obtenemos descanso en las promesas de Dios, somos como ovejas que yacen en el prado, donde encontramos a la vez alimento y tranquilidad, descanso y refrigerio, serenidad y satisfacción. Podremos decir, “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado” (Sal. 4:8). Oremos: Padre Celestial y Dios Eterno, nos cansamos en el camino del mundo y estamos sin fuerza. O, Dios Santo, nos guía hacia los delicados pastos y nos hará descansar. Guíanos hacia Sus aguas de reposo espiritual. En el Nombre de Cristo oramos. Amén. 19 SALMO 23 4. Salmo 23:2 dice, “…junto a aguas de reposo me pastoreará.” Las ovejas por naturaleza se asustan fácilmente. Debido a su naturaleza asustadiza, no les gusta beber del agua que se mueve demasiado rápido. Si una oveja tiene sed, se inquieta y se va buscando agua. Una oveja en busca de agua a veces bebe de agujeros estancados llenos de parásitos y enfermedades. Esto hace que las ovejas se enfermen. Entonces el pastor debe conocer la ubicación de los manantiales y pozos. Lleva a su rebaño al agua quieta y pura para que las ovejas puedan beber, estar satisfechas y estar sanas. Muchas veces el pastor debe trabajar para proporcionar el agua. Elimina escombros y contaminantes. Incluso puede necesitar sumergir el agua de un pozo para 20 SALMO 23 que el rebaño pueda beber. El pastor sabe cómo satisfacer la sed de las ovejas. Esta es la imagen que nos dieron: “Junto a aguas de reposo me pastoreará.” La Biblia nos invita a beber y estar satisfechos. Apocalipsis 22:17 dice: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” Isaías 55: 1 dice: “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche." Como comenzamos nuestras vidas espirituales tanto continuaremos. "Tomar” o “beber" significa creer o poner tu fe. En Juan 7:37-39 Jesús dijo: " En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él…” Jesús define "beber" y “creer” que son sinónimos en los versículos 37 y 38. Continuamos nuestra vida espiritual de la misma manera que comenzamos creyendo en la verdad de la Biblia y de Jesús. La Biblia es la Palabra inspirada de Dios y Jesús es Su Palabra encarnada. Isaías 12:3 declara: "Por lo tanto, con gozo sacaréis agua de los pozos de salvación". El Pastor nos lleva al agua que nos refresca y vigoriza. ¡Cuando confías de todo corazón en el Señor Jesucristo, bebes del pozo de la salvación! En la Biblia, la palabra "agua" se usa literal y metafóricamente. En Juan 7, Jesús usa el agua como metáfora para describir al Espíritu Santo en la vida de un 21 SALMO 23 creyente. En la mentalidad hebrea, las aguas que fluían estaban vivas. Las aguas estancadas estaban muertas. Ezequiel escribe sobre aguas que curan y aguas que matan. “Sus pantanos y sus lagunas no se sanearán; quedarán para salinas. Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.” (Ezequiel 47:11-12). “Junto a aguas de reposo me pastoreará.” Aguas de reposo, es decir, lo opuesto a los grandes ríos y torrentes que asustan a las ovejas con la fuerza de sus corrientes violentas, y ponen en peligro su vida cuando se acercan a ellas para beber. ¿Cuáles son estas aguas de reposo sino las influencias y gracias que recibimos por medio del Espíritu Santo? ¿No? Su Espíritu es como el agua que purifica, refresca, abona y satisface; y nos ayuda en nuestras diversas actividades. Esas son las fuentes tranquilas. Apocalipsis 22:17, la última invitación en la biblia, declara, “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” En el evangelio de Juan 7:37-38 dicen: “El último día de la fiesta era el más importante. Aquel día Jesús, puesto de pie, dijo con voz fuerte: —Si alguien tiene sed, venga a mí, y el que cree en mí, que beba. Como dice la Escritura, del interior de aquél correrán ríos de agua viva.” (Énfasis mío) 22 SALMO 23 Nuestro Buen Pastor nos lleva a las tranquilas aguas de la verdad. No nos obligue ni nos lleva con fuerza al agua refrescante y dulce. Él nos conduce. Esta extenderá hasta la eternidad. Apocalipsis 7 describe como “los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” no tendrán hambre ni sed ni calor alguno. Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida (vv. 14-17). ¡Qué maravilloso es nuestro Buen Pastor! Reflexión: ¿De qué fuente de agua está usted bebiendo: el agua sucia y muerta del mundo o el agua pura y viva del Señor? Oremos: Padre celestial, te damos gracias por tu cuida de nuestras almas. Eres el Pastor por excelencia. Gracias por todo. En el Nombre de Cristo. Amén. 23 SALMO 23 5. “El secreto de estar contento” Salmo 23:2 dice, “En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.” Tenemos un cuadro de una oveja contenta…muy contenta. ¿Cómo podríamos experimentar este nivel de contentamente diario? Lo primero que debemos hacer es armarnos con las claras enseñanzas de la Palabra de Dios. El miedo y todos sus accesorios no pertenecen a la vida del pueblo de Dios. 24 SALMO 23 Cuando nos damos miedo tenemos que recordar lo que la Palabra enseña: 1. “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmos 27: 1) Ningún lobo o cazador furtivo se atreve a acercarse cuando nuestro Pastor está vigilando. 2. “Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores” (Salmos 34:4). Liberarse del miedo no significa liberarse de la dificultad. Significa que podemos invocar el nombre del Señor y nuestro Pastor nos ayuda instantáneamente. 3. “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1: 7). Poder para vivir, amar, servir y para pensar son los dones de Dios para nosotros. El espíritu del miedo paraliza y confina. Las ovejas del Señor nunca deben temer. El Pastor nos dice: "No temas, yo estoy contigo.” Lo segundo que hay que hacer es cultivar nuestra conciencia de la presencia del Señor. Cuando conocemos su presencia, entonces sabemos su satisfacción. Isaías 57:21 dice que “No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.” Sin embargo, a veces nosotros, como pueblo de Dios, faltamos la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento. Cuando ponemos todo en las manos de Dios, entonces, la promesa de Dios es, “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo 25 SALMO 23 entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7). ¿Por qué faltamos la experiencia de paz? La razón número uno es la desobediencia. Necesitamos creer en Dios y confiar en Él. Mateo 11: 28-30 ilustra perfectamente esto. En este texto, Jesús dice: Este es el llamado al discipulado. El "yugo" era una de las expresiones figurativas más comunes para someterse a una obligación u ocupación. Jesús llama a aquellos que están agobiados por el pecado y sus consecuencias para que vengan a Él. Al convertirnos en su aprendiz o discípulo, tomamos el yugo del maestro. Su yugo es "fácil" en el sentido de que es "saludable, servicial, amable". Así es como llegamos a conocer a Jesús, pero también es la forma en que crecemos en Jesús. Solo por sumisión puede uno ser verdaderamente llamado su discípulo. La tercera cosa es cultivar una apreciación de los "pastos verdes". Quienes conocen el pastoreo escriben que un pasto verde significa que alguien ha trabajado para prepararlo. Todo lo que necesitamos en la vida nos lo proporciona el Buen Pastor. ¡TODO! Tenemos su palabra y el dulce Espíritu Santo. Poseemos la vida eterna y la esperanza del cielo. Cristo provee una iglesia con la cual tener comunión. Nos da amigos en los que nos apoyan y que nos cuidan. El Salmo 4:8 dice: “Me acostaré en paz y dormiré; Solo por ti, oh Señor, hazme vivir con seguridad.” Una persona 26 SALMO 23 sostenida en el búnker más fuerte y profundo del mundo no es tan segura como el creyente en el redil del Buen Pastor. Recuerde: "Me hace acostarme en pastos verdes". Escucha al Pastor y disfruta satisfacción verdadera y eterna. Reflexión: ¿Tiene usted ansiedad o temor? ¿Por qué? Pon todo en la mano poderosa y soberana de Jehovah, el Buen Pastor. Oremos: Gracias te damos, Padre celestial, por tu provisión perfecta. No solamente la provisión de salvación por media de la cruz del Calvario, más por la provisión día de día. En el Nombre de Cristo oramos. Amén. 27 SALMO 23 6. Salmo 23:3 dice, “Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.” “Confortar” en hebreo es shuv que significa “volver atrás, para volver, regresar o dar nueva fuerza.” Isaías 53:6 nos recuerda quiénes somos sin Cristo y el precio que pagó: “Todos nosotros nos descarriamos [nos perdimos] como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros." 1 Pedro 2:25 nos da el comentario de Dios sobre las palabras de Isaías y nuestra posición en la gracia, "Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas." ¿Dónde estaríamos sin nuestro Pastor? La respuesta es simple: en el camino del infierno eterno. ¿Qué medios de gracia usa el Buen Pastor para hacer volver a las ovejas que se rebelan? Él disciplina a sus ovejas. Hebreos 12:6 dice: “Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.” Pastor Adrián Rogers escribió: “Cuando era niño(a), ¿alguna vez le dieron una paliza inmerecida? Quizás en ocasiones su mamá o su papá andaban con ganas de dar palizas, y le daban a todo el que le pudiesen poner la mano encima. ¡Qué ofensa! No hay nada peor para un niño(a) que darse cuenta: ‘Me pegaron y no lo merecía.’ ¿No es algo chistoso? En aquellos tiempos nunca nos detuvimos para pensar en todas las otras ocasiones que sí merecíamos la 28 SALMO 23 paliza y no la recibimos.” Nuestro Pastor es misericordiosamente amoroso y bondadosamente sabio para darnos siempre lo que necesitamos en nuestras vidas. A veces una oveja necesita su mano amorosa de consuelo y a veces su mano de disciplina. ¿Cuáles son algunas de las herramientas restaurativas del Pastor? 1. La Palabra: Jesús dijo que seríamos santificados por la verdad de Dios, que es la Biblia (Juan 17:17). Salmos 119: 9 “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu Palabra.” 2. La Iglesia: la disciplina de la Iglesia no debe ser punitiva. Algunas personas lo usan para castigar o para humillar, pero esto está mal. La disciplina de la iglesia busca la restauración o salvación de las ovejas fundidas. 3. El Espíritu Santo: El Espíritu obra en nuestros corazones convenciéndonos de nuestra necesidad de restauración. Cuando una oveja se aleja del Pastor, el Señor permite problemas en la vida de la oveja, perturba el sueño de la oveja e inquieta la vida interior de la oveja. Esto es constructivo, no destructivo. Reflexión: El Salmo 119:176 resume el deseo del corazón de cada oveja que está afuera la voluntad y cuida del Pastor: “Yo 29 SALMO 23 anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos.” Oremos: Te damos gracias, Padre celestial, por tu obra restaurativa de las ovejas se alejan de ti. Gracias por tu compasión y amor hacia nosotros. En tu disciplina santa siempre hay gracia hacia tus hijitos. En el Nombre de Cristo, nuestro Buen Pastor. Amén. 30 SALMO 23 7. “Los caminos de la justicia” Salmo 23:3 dice: “…Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.” Este salmo primero debe aplicarse a Israel, luego a los cristianos de hoy. La Biblia a menudo representa a Israel como un rebaño de ovejas. Jeremías 31:10 es un maravilloso ejemplo del Antiguo Testamento: “El que esparció a Israel lo reunirá y guardará, como el pastor a su rebaño." En el Nuevo Testamento, Jesús se relaciona con los judíos de la misma manera. La Biblia dice: “Entonces Jesús recorrió todas las ciudades y pueblos, enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y sanando cada enfermedad entre la gente. Pero cuando vio a las multitudes [los judíos], se conmovió por ellos, porque estaban cansados y dispersos, como ovejas que no tienen pastor” (Mateo 9: 35-36). El fracaso de Israel en seguir al Señor les trajo miseria. Isaías 53:3 dice, “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino…” “Nos descarriamos” significa, a la luz del Salmo 23, ir por el camino fácil de la injusticia. Al igual que con Israel y los judíos durante la Dispensación de la Ley, así es con nosotros en la Dispensación de la Gracia. El Señor conduce por caminos correctos, mientras que la carne nos conduce por caminos equivocados. Mateo 6:1314 nos dan una ilustración de esta verdad: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el 31 SALMO 23 camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” El Señor siempre nos guía por caminos que conducen a una vida justa. Esta vida le trae gloria a Él. La razón por la que puede hacer esto es por el Calvario. 2 Corintios 5:21 declara: " Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él." No tenemos nuestra propia justicia, así como Jesús no tuvo un pecado propio. Él asumió nuestro pecado y nosotros asumimos su justicia. Dios trató a Jesús como un pecador para tratarnos como personas justas. En la escuela, los niños a menudo se mueven de un lugar a otro. El maestro o asistente sale y los niños a veces lo siguen de cerca. Si los niños son disruptivos y juegan mientras están en línea o retrasados, esto se refleja mal en el maestro. Cuando no seguimos obedientemente en los caminos correctos que el Señor conduce, entonces se refleja mal en nuestro Pastor. El himno precioso “Me guía Él” lleva la verdad de Salmo 23:3. Lo refleja el consuelo y paz en el corazón de las ovejas de Cristo. El himno dice: 1. Me guía Él, con cuánto amor Me guía siempre mi Señor; En todo tiempo puedo ver Con cuánto amor me guía Él. 32 SALMO 23 2. En el abismo del dolor O donde intenso brilla el sol, En dulce paz o en lucha cruel, Con gran bondad me guía Él. 3. La mano quiero yo tomar De Cristo y nunca vacilar, Cumpliendo con fidelidad Su sabia y santa voluntad. 4. Y la carrera al terminar, El alba eterna al vislumbrar, No habrá ni dudas ni temor, Pues me guiará mi buen Pastor. Coro Me guía Él, me guía Él, Con cuánto amor me guía Él; No abrigo dudas ni temor, Pues me conduce el buen Pastor Reflexión: Estos caminos (observe el plural) son individuales y personales. ¿En qué camino está usted? ¿Está usted en el camino espacioso del pecado o el camino angosto que lleva a la vida? Permite el Señor le quía usted. Todos estamos en uno u otro camino. 33 SALMO 23 Oremos: Padre celestial, gracias por tu Palabra que refresca el alma. Cierto que hay una senda que el mundo no conoce porque no lo siga el Pastor. Pero, la oveja fiel y obediente pueda a declarar: " Con cuánto amor me guía Él; no abrigo dudas ni temor, pues me conduce el Buen Pastor.” En el Nombre de Cristo. Amén. 34 SALMO 23 8. Salmo 23:4 dice: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.” El salmista confía en el Señor para satisfacer sus necesidades. En los pastos verdes y al lado de las aguas tranquilas, las ovejas y el pastor se juntan. La oveja siente el liderazgo del Pastor mientras sigue los caminos de la justicia. ¿Pero qué pasa cuando surgen problemas? ¿Qué hacen las ovejas cuando se juntan las oscuras nubes de tormentas? ¿Qué hace la oveja cuando los dedos fríos y esqueléticos de la muerte alcanzan para atraparla? La 35 SALMO 23 respuesta es simple. Ya sea en pastos verdes o en el valle oscuro de la muerte, Jesús cuida a sus ovejas. Si se debe confiar en el Pastor en la luz, entonces se debe confiar en Él en la oscuridad. En los versículos anteriores, las referencias al Pastor han estado en tercera persona. Cuando el salmista se mueve hacia el oscuro valle de la sombra de la muerte, se refiere al Pastor en segunda persona “Tú”. Esto revela la relación personal entre las ovejas y el pastor. Sin una relación personal e íntima, la oveja podría salir corriendo. La relación crea confianza. Él deja de hablar sobre el Pastor y comienza a hablar con el Pastor mientras la sombra oscura se avecina. Mi bisabuelo, Santiago Franklin Hartley (1890-1976) fue un pastor bautista. Predicó muchas veces del texto Salmo 23. Una vez él dijo: No, amigo, te he dicho muchas veces que tenía miedo. Tenía miedo de tomar un trago de agua. Mis padres guardaban el agua del porche en un balde. Mi familia tenía un cucharón y yo salía a tomar un trago. Tan pronto como pude tomar un sorbo de agua, tiré el cucharón al balde y corrí hacia la casa. ¡Tenía miedo! Papá no tenía miedo. Él dijo: “No hay nada que pueda lastimarte. Ve y tráete un trago de agua si lo quieres”. 36 SALMO 23 Mi madre tenía miedo. Sabía lo que significaba tener miedo. Ella decía: “Ven y te acompaño”. Ella pesaba menos de cien libras. Sólo una pequeña mujer. Sin embargo, cuando ella fue conmigo, no tuve ni un poco de miedo. Ella estaba conmigo. Podemos ser conscientes de la presencia del Señor. Sí, sí, si Él está con nosotros; “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31) Sabes que Pablo dijo: “Estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa criatura, nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:38-39). Nuevamente, “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” ¡Sí, no tendré miedo porque Él está conmigo! ¡Es lo cierto! La pregunta ¿Por qué el pastor conduce a través de los valles? Philip Keller sugiere tres razones: 1. Cada montaña tiene un valle. Para llegar a un terreno más alto debes atravesar el valle. 2. Estanques de agua están en el valle, no en la montaña. Las aguas tranquilas provienen de las experiencias de vida del valle. 3. El forraje más rico crece en el valle. Los pastos verdes no crecen en la ladera de la montaña. En los “valles” de la vida, el Pastor lleva las ovejas donde crece la mejor hierba. 37 SALMO 23 En el valle crecemos y somos guiados hacia las experiencias de vida de la cima de la montaña. Miremos el salmo y notemos la confianza de las ovejas en el Pastor. La perspectiva del salmista fue eterna y no fue temporal. Observe su manera a pensar: 1. “Aunque ande”: este significa que le sintió seguro. No corre con miedo. 2. Significa que el valle no es nuestro destino. En cambio, el valle marca una etapa en el proceso de trasladarnos de un lugar a otro. Los “valles” marcan transiciones no ubicaciones permanentes. 3. “El valle de la sombra de la muerte” significa que la muerte nos asusta pero no puede tocarnos. Nadie ha sido noqueado por una sombra. La sombra de un perro no puede morder. El “valle de la sombra” parece amenazante, cruel y maníaco, pero la apariencia puede ser engañosa. ¡La verdad es que el rey los espantos (Job 18:14) ha sido destronado por la muerte y resurrección del Rey de reyes! Encuentra seguridad de tres fuentes: 1. La presencia del pastor. “Estás conmigo” declara la presencia personal del Señor con sus ovejas en el valle. Ninguna persona o cosa puede reemplazar a nuestro Señor y Pastor, Jesucristo. Yo era el “niño de mamá”. No me avergüenzo de este hecho. Cuando era niño, cuando 38 SALMO 23 empezó a oscurecer, quería a mi mamá. Nadie más podría consolar como la presencia de mi madre. 2. La soberanía del pastor. “Tu vara” habla de la fuerza y el poder del Pastor. Con la vara cuenta las ovejas y las numera individualmente. Él usa la vara para corregir a esas ovejas que se alejan. Además, la vara protegía a las ovejas de sus numerosos enemigos. 3. El cuidado pastoral del pastor. “Tu cayado” recuerda a las ovejas el cuidado y la preocupación de los pastores. La vara es para las ovejas descarriadas y los enemigos malvados; el cayado era para el pastor y un símbolo de autoridad. En el valle, uno puede olvidar rápidamente el amor del Pastor y su cuidado durante las dificultades pasadas. El cayado constantemente recuerda a las ovejas que el Pastor está listo para defender y entregar la vida por Sus ovejas. Reflexión: ¿En quién o en qué se basa su confianza? La salud, la riqueza, la familia y los amigos algún día le abandonarán usted y yo. En ese día, ¿su corazón descansaría confiado en el Pastor? No permita usted que una sombra le atemorice. La vara y el cayado de Pastor nos dan seguridad eterna. Oremos: Padre celestial y Dios eterno, gracias te damos por tu cuidado y protección. Tu provisión es perfecta y amplia para nosotros. En el Nombre de Cristo. Amén. 39 SALMO 23 El GRAN ANFITRIÓN 9. “La mesa del Señor” “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores…” (Salmo 23:5ª). A medida que avanzamos en los últimos dos versículos de este maravilloso salmo, el escenario cambia. Los ricos pastos verdes y las tranquilas y frescas aguas se han ido. La escena del pastor termina y comienza la escena del 40 SALMO 23 maestro de una casa. Vemos, en lugar del pasto, una mesa de banquete preparada para el creyente donde los enemigos no pueden acosarnos. El Maestro de casa es tan grandioso como el Pastor. Es bueno ser la oveja de pasto verde; pero, es mejor ser un invitado en su mesa generosa. Poco después del 11 de septiembre de 2001, los medios noticiosos intensificaron su cobertura de la difícil situación de Martin y Gracia Burnham, la pareja misionera de las Nuevas Tribus capturada y retenida como prisioneros en la selva filipina por terroristas vinculados a Osama Bin Laden. Después de un año de cautiverio y un rescate violento que resultó en la muerte de Martin, el mundo vio a Gracia Burnham regresar a casa en junio de 2002 con una herida de bala en la pierna y una asombrosa actitud. Ella cuenta su historia en un libro titulado apropiadamente, “En presencia de mis enemigos.” Cuando ella y su esposo se enfrentaron a extremistas musulmanes, el Señor los acompañó y les proporcionó la fuerza que necesitaban. El salmista escribió: “Me has preparado un banquete." El salmista representa a Yahvé como un anfitrión. El Señor prepara una comida. Esta imagen no es inusual. El Señor proporcionó maná en el desierto para los hijos de Israel. De los peces y panes, proveyó alimento para las multitudes. Preparó una comida para los cansados discípulos junto al mar. Él tomó el lugar del anfitrión como era conocido por los discípulos en el partimiento del pan. El Señor se deleita en proveer para los suyos. Él, a diferencia de cualquier otro, exuda las características de los Graciosos. 41 SALMO 23 La oveja de los versículos anteriores, ahora se convierte en el invitado. Esta es una imagen adecuada. En la Biblia, el creyente es la oveja y el Señor es el Pastor. El creyente está perdido y el Señor es quien busca. El creyente está enfermo y el Señor el Gran Médico. Recibimos y el Señor provee. El Señor ofrece en gracia. No es algo raro a pensar que el creyente es un huésped que disfruta de la amable hospitalidad del Señor. El Anfitrión de la fiesta nos dio una calurosa bienvenida. ¡Encontramos la generosa abundancia de gracias para satisfacer cada hambre espiritual de mi vida! En eso pienso cuando contemplo en la mesa del Señor preparada para mí. Reflexión: ¿Qué hacemos cuando nuestros enemigos parecen estar acercándonos? ¿Huimos y corremos o nos sentamos y comemos? El Maestro de la casa no la permite al angustiador a atacar los huéspedes. Oremos: Padre, te damos gracias porque nos has preparado un banquete ante los ojos de nuestros enemigos. No tenemos nada de temor cuando estamos en tu casa, Señor TODOPODEROSO. En tu Nombre soberano, oramos. Amén. 42 SALMO 23 10. “Unges mi cabeza con aceite” (Salmo 23:5). En Salmo 23:5 estamos en la casa del Anfitrión disfrutando de Su privilegio, provisión y protección divina. La frase en consideración es muy judía en su significado. Refleja las normas culturales y la etiqueta social de los días bíblicos en los que se escribió el Salmo. La expresión indica abundancia y gozo. La alusión es a la costumbre de ungir 43 SALMO 23 la cabeza en ocasiones festivas, como una indicación de prosperidad y regocijo, y el todo es indicativo del favor divino, de la prosperidad y de la alegría. Necesitamos reconocer la abundancia del Señor y permitir que otros vean esto en nuestras vidas. ¿Qué significa esto para el creyente hoy? ¿Qué significa decir: "El Señor unge mi cabeza con aceite?" 1. Significa el servicio al Señor. Es el símbolo de la elección de Dios. Reyes y sacerdotes fueron ungidos para el servicio (1 Samuel 10:1; 6:13). 2. Es el símbolo del Espíritu Santo. Los creyentes son ungidos (1 Juan 2:26-27). 3. Es el símbolo de ser santificado. Por ejemplo, en Éxodo 40:9-13, el lugar de culto fue apartado mediante la unción de los muebles y sacerdote. Dios los mandó: Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que está en él; y lo santificarás con todos sus utensilios, y será santo. 10) Ungirás también el altar del holocausto y todos sus utensilios; y santificarás el altar, y será un altar santísimo. 11) Asimismo ungirás la fuente y su base, y la santificarás. 12) Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua. 13) Y harás vestir a Aarón las vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote.) 44 SALMO 23 Somos salvos para servir. Debemos tener cuidado de no olvidar la unción del Señor que nos separa del mundo y el juicio. Somos santificados o apartados para ser usados por el Señor para Su buena voluntad y Sus deseos. 4. Por último, significa la alegría en el Señor. El aceite es un símbolo de alegría. En hebreo, la frase significa "engordar". Mateo 6: 16-17 Cristo dice: “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro”. “Unge tu cabeza” simboliza alegría y celebración. Los fariseos creían que la vida religiosa de una persona debería ser solemne y seca. Hicieron esto externamente para intentar hacer que las personas creyeran que eran piadosas. Jesús dice lo contrario: el arrepentimiento en el interior es mejor que la ostentación en el exterior. La aplicación a nuestras vidas, a la luz del Salmo 23:5b, es que las personas deberían ver nuestro gozo en el Señor. En Lucas 7:46 Jesús reprende al anfitrión por condenar a la mujer, porque él no hizo lo menos que debería, mientras que la mujer hizo lo máximo que ella lo pudo. La costumbre era ungir a los invitados con un aceite fragante. Esto simboliza el deleite y la alegría de la comida y el tiempo juntos. La aplicación a nuestras vidas es que estamos en comunión con el Señor y nos deleitamos en Su palabra. Deberíamos 45 SALMO 23 tener la fragancia de la alegría en nuestras vidas. La alegría del Señor es uno de los elementos clave que faltan en tantas vidas hoy. El Señor juzgó a Israel porque ellos fallaron en eso (Deuteronomio 28:47). Es esencial (Nehemías 8:10) y una necesidad que está constantemente en nuestros corazones. La esencia del reino de Dios no son las formas y los rituales; el reino no está diciendo las frases correctas y no está haciendo las mímicas correctas. Romanos 14:17 describe el reino en los pronunciamientos negativos y positivos, “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.” Reflexión: ¿Puede usted decir junto con el salmista David: "Me unges la cabeza con aceite"? Esta es una confesión muy personal. La salvación es tanto un evento como un proceso. El evento ocurre en el momento en que recibe a Cristo como Aquel que murió en su lugar y resucitó. El proceso ocurre a medida que crecemos y aprendemos. La experiencia de la alegría y de dicha son partes del proceso. Que esta sea tu experiencia en el Señor hoy y para siempre. 46 SALMO 23 Oremos: Me gustaría usar la manera en que Pablo oró en el Espíritu por los creyentes en Roma: "Ahora que el Dios de la esperanza te llene de alegría y paz al creer, para que puedas abundar en esperanza por el poder del Espíritu Santo." En el Nombre de Cristo. Amén. (Referencia: Romanos 15:13) 47 SALMO 23 12. Salmo 23:5 “…mi copa está rebosando.” Una “copa” en las Escrituras a veces se refiere en sentido figurado a la explosión o bendición del Señor. Estas copas representan lo que el Señor sirve o sirve. 48 SALMO 23 1. Primero, la Biblia habla de la copa de la condenación. Salmos 75:8 dice: “Porque en la mano del Señor hay una copa…”. Esta copa está llena de los juicios de Dios contra los impíos de la tierra. Lo mismo se repite en la frase de Isaías “la copa de su furor” (Isaías 51:17). Dios es santo. “Muy limpio es de ojos para ver la iniquidad”, declara la Biblia. Aquellos que rechazan la invitación de Cristo de venir a Él y ser salvos deben beber la medida completa del santo juicio de Dios. Esta copa contiene ira pura (Juan 3:36), infierno de fuego (Apocalipsis 20:15) y separación eterna (Marcos 9:42). 2. Afortunadamente, en la Biblia se describe una segunda copa llamada la Copa de la Salvación. Salmos 116:13 dice: “Tomaré la copa de la salvación e invocaré el nombre del Señor”. Esta copa contiene el “agua” que Jesús describió a la mujer junto al pozo. La provisión de esta copa es tal que nunca más se tendrá sed. Esta es la copa de la gracia (Efesios 2:8), la redención (Hebreos 9:14) y el perdón (Colosenses 1:14). Esta copa satisface eternamente la profunda sed y el anhelo del alma. Quien bebe de esta Copa de Salvación disfruta de una relación con Dios que se extiende hasta la eternidad. La razón por la cual los pecadores indignos puedan ser salvos es porque Jesús bebió la copa de la condenación de Dios. Dios no derramó Su ira sobre una cabra o un becerro. Suyo no lo derramó sobre Su Hijo; en cambio, Jesús lo bebió. Mateo describe el comienzo del sufrimiento de 49 SALMO 23 Cristo mientras oraba en el jardín. Angustiado, Jesús salió del círculo interior y cayó sobre Su rostro. Él oró: “Padre, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú” (Mateo 26:39). En la cruz, Jesús bebió hasta las heces la ira y la furia del Padre para que tú y yo, por la fe en Su sangre, pudiéramos ser salvos. 3. Esto nos lleva a la tercera copa llamada la Copa de la Abundancia. Sin duda, Cristo vino para que Sus ovejas pudieran experimentar la vida abundante. Jesús usó la imagen del Pastor del Antiguo Testamento cuando dijo que Él es la puerta y el camino de bendición. Declara que vino a dar vida en abundancia a sus ovejas (Juan 10:9-10). Para algunos, la copa de bendición rebosante parece innecesaria. En EE.UU. un popular comercial de café alentó a las personas a "Llénalo hasta el borde con el rico sabor de Brim". Esta es la forma en que vivimos nuestras vidas como cristianos – hasta el borde. Lleno, tal vez, pero no rebosante. Hemos cambiado la llanura del Espíritu por la satisfacción personal, la sobreabundancia por suficiencia y la vida más profunda por el statu quo. Dios nunca hace lo suficiente. ¡Él se deleita en el desbordamiento! Proporcionó una abundancia de peces (Lucas 5:4ss); Él proveyó sobreabundancia de comida (Juan 6:12-13); Proporcionó una sobreabundancia de paz (Marcos 4:39); Él provee abundante gracia (Romanos 5:20); Él provee “todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos,” (Efesios 3:20). Él nos salva hasta 50 SALMO 23 el final (hasta lo sumo). Satanás no quiere que usted lea o escuche esto, pero Dios quiere que experimente el desbordamiento de Sus bendiciones espirituales. Cuando pienso en la Copa de la Abundancia, pienso en la vida llena del Espíritu. A medida que nuestra copa se llena hasta rebosar, ¿qué sucede? Nuestras vidas rebosan del fruto del Espíritu. Gálatas 5:22-23 nos proporciona una lista completa de la obra de Dios en nuestras vidas: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio. Esta es una hermosa imagen del Señor Jesucristo. La vida desbordante sucede cuando nuestra vida anterior es crucificada y la vida de Cristo nos domina. “Con Cristo estoy crucificado, pero vivo yo” es la fórmula de la vida rebosante. Reflexión: ¿Qué nos impide experimentar la vida abundante? Primero, pienso en mis experiencias en los restaurantes en EE.UU. Cuando tomo asiento, mi taza está de invertido (abajo arriba). Si quiero de café, tengo que darle la vuelta a la taza. Si decido que no quiero taza de café entonces la dejo boca abajo. Demasiados cristianos tienen sus copas boca abajo y se preguntan por qué no experimentan la vida desbordante. ¡La obediencia y anticipación de la provisión de Dios pone nuestras tazas en la posición correcta para ser llenadas hasta rebosar y más! 51 SALMO 23 Oremos: “¡Llena mi copa, Señor! ¡La levanto, Señor! Ven y sacia esta sed de mi alma; ¡Pan del cielo, dame de comer hasta que me satisfecha, Llena mi copa, llénala y sáname!” Amén. 52 SALMO 23 13. “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días” (Salmo 23:6). El bien y la misericordia son las divinas compañeras de los creyentes. Cuando era niño recuerdo un cuadro que me cautivó. Colgaba en una pequeña iglesia donde papá servía como pastor. La pintura, bellamente detallada, 53 SALMO 23 representaba a dos niños pequeños cruzando un puente viejo y desmoronado. Los dos caminaron en un entorno oscuro. El mayor de los dos consoló al menor. Invisible a los niños, detrás de ellos, pasa un ayudante angélica. Siempre tomé esto como la interpretación del artista de un ángel guardián. Esta criatura alada se inclina sobre los niños con los brazos extendidos lista para atraparlos para que no caigan en el agua oscura de abajo. Pensé en esta imagen cuando meditaba en la frase “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida”. Los planes y propósitos de Dios se extienden desde la eternidad pasada hasta la eternidad futura. Lo que es más importante para nosotros aquí y ahora es que Sus propósitos eternos se desarrollan a tiempo. No somos robots que pasan por los movimientos sin tomar decisiones. No somos víctimas del destino; en cambio, somos vencedores por la fe. La soberanía de Dios y nuestra responsabilidad están unidas. Mirando los propósitos de Dios y nuestra respuesta juntos, podemos estar seguros de que Él no nos fallará. No importa cuán grande sea el desorden que hagamos o qué situaciones se nos presenten, estamos a salvo y seguros. Esto es lo que quiere decir el salmista cuando declara: "Ciertamente la bondad y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida". Como se mencionó en un estudio anterior, la declaración del salmista es personal. Escribe en términos de "yo" y 54 SALMO 23 "mí". El Anfitrión que prepara una fiesta para él, unge su cabeza y desborda su copa es el mismo que le brinda ayuda durante toda la vida y lo asegura a la eternidad. Confianza del salmista: “Ciertamente. . . todos los días." Lo pudo ser muy cierto. Esta palabra "ciertamente" se puede traducir como "solo". Él conoce a Yahvé como el Pastor y el Anfitrión. Como Pastor, el Señor gentilmente provee para las ovejas. Como Anfitrión, el Señor acomoda perfectamente al huésped. El conoce al Señor. La fidelidad del Señor nunca flaquea. A lo largo de todos los días de nuestras vidas el Señor continúa su provisión amable y su alojamiento perfecto. Experimentamos días de alegría y días de tristeza. En todos los días, el Señor permanece igual. Si confiamos en Él en la luz, pues debemos confiar en Él en la oscuridad. El salmista conoce el Carácter del Señor: "Bondad y misericordia." Las acciones de Dios y su carácter son iguales. La hipocresía y la duplicidad, comunes en la creación caída, no encuentran lugar en el Creador. Lo que el salmista anticipa de la mano del Señor es bondad y misericordia. Estos dos caminan junto con el salmista todos los días. La "bondad" habla de la provisión, bendición y provisión de Dios. Salmos 68:10 declara: “Los que son de tu grey han morado en ella; por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre. La bondad de Dios nos da alienta (Salmos 27:13). 55 SALMO 23 La bondad de Dios es inconmensurable (Salmos 31:19; Salmos 33:5). La bondad de Dios es constante (Salmos 52: 1). La "misericordia" habla del perdón, la benevolencia y la salvación de Dios. Números 14:18-19 lee como, “Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos. Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.” La Biblia enseña que: La misericordia de Dios nos rodea (Salmos 32:10) y la misericordia de Dios es grande (Salmos 36:5-6). Dios posee misericordia en abundancia (Efesios 2:4). Dios es fiel en los contornos de la vida: "Todos los días de mi vida." David fue un gran santo y un gran pecador. Él sabía que todos los días la bondad de Dios llena cada momento. Igualmente, él conocía los días en que necesitaba el perdón misericordioso del Señor. Cualquiera que sea el día reservado, David sabía que la bondad y misericordia siempre estarían a sus espaldas. ¡Estos son los compañeros divinos del Señor enviados desde el cielo para acompañar al creyente pase lo que pase! La bondad del Señor nos recuerda los días de luz. La misericordia del Señor nos recuerda los días de oscuridad. La vida es una 56 SALMO 23 mezcla de ambos. Como David, todos necesitamos tanto la bondad como la misericordia del Señor; necesitamos tanto su provisión como su perdón. Oremos: Gracias te damos Padre que estás con nosotros. Grande es tu misericordia e inmenso es tu bondad. Gracias por salvarnos por medio del sacrificio de tu Hijo Amado. En Su Nombre oramos. Amén. 57 SALMO 23 14. “En la casa de Jehová moraré por largos días” (Salmo 23:6). A David le encantaba adorar al Señor. Él amaba la Casa del Señor. El Salmo 27:4 dice: “Una cosa que he deseado del Señor, que buscaré: que pueda habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, contemplar la belleza del Señor e investigar en Su templo." David entendió que la Casa del Señor era un lugar de santidad. Quería 58 SALMO 23 experimentar continuamente la santidad del Señor. Con gusto tomaría las posiciones más humildes en presencia del Señor, en lugar de ser el rey donde el Señor no era bienvenido. Estuvo de acuerdo con el salmista que escribió: “Porque un día en tus tribunales es mejor que mil afuera. Preferiría ser un portero en la casa de mi Dios que habitar en las tiendas de la maldad” (Salmos 84:10). En otro lugar, los Salmos enfatizan la santidad de la casa del Señor: “Tus testimonios son muy seguros; la santidad adorna tu casa, oh Señor, para siempre” (Salmos 93:5). El deseo de David de construir el Templo refleja su amor por la casa de Dios; sin embargo, Dios no permitió esto porque David era un hombre de guerra. Las actividades de David le impidieron realizar esta tarea. Para estar en la presencia de Dios le dio a David un gran placer. El Salmo 122:1 dice: "Me alegré cuando me dijeron: 'Entremos en la casa del Señor'". Cuando David llega al final de este Salmo 23, escribió: "Y habitaré en la casa del Señor para siempre." Esta es una declaración de alegría y seguridad. Esta última frase refleja el anhelo y el amor de David por la casa del Señor. La Biblia describe a un Padre amoroso y generoso que proporciona todo lo que necesitamos temporal y eternamente. Cuando Jesús nos enseñó acerca de la Casa del Padre. Jesús dijo: "En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no fuera así, te lo habría dicho. Voy a prepararte un lugar” (Juan 14:2). Nuestra anticipación debería ser mayor que la 59 SALMO 23 de David. Nuestro deseo de "La Casa del Señor" debe sobresalir al del salmista porque sabemos mucho más al respecto. ¡Jesús retiró el velo y nos permitió echar un vistazo al mundo venidero que los santos del Antiguo Testamento nunca disfrutaron! Una frase disipa cada sombra oscura que se cierne alrededor del lecho de muerte del creyente. Esa frase es "largos días". Se puede representar "para siempre". En el contexto del verso, esta palabra ve más allá del horizonte de este mundo hacia el mundo sin horizonte por venir. Un día feliz estaremos para siempre en presencia del Dios Todopoderoso. Comienza con seguridad y culmina con seguridad. Reflexión: ¿Pueda usted decir junto con el salmista: "Habitaré en la casa del Señor para siempre"? Algunos hoy solo pueden decir: "Tal vez que moraré en la casa del Señor por un tiempo". Este no es el espíritu o la intención del salmista. Tenemos confidencia en las promesas del Señor y Su Santa Biblia. La comunión y la seguridad que espera al Salmista pertenecen a todos los que confían en el trabajo de Jesús ha cumplido en la cruz y en Su resurrección para perdonarnos. 60 SALMO 23 Oremos: Padre celestial, te damos gracias por tu provisión perfecta y eterna. No hay fuego de castigo ni condenación por sus hijos. Hay habitaciones gloriosas preparadas por todos quienes han puesto fe en Cristo como Salvador personal. En el Nombre de Jesucristo. Amén. 61 SALMO 23 15. SALMO 23: UN RESUMEN I. EL GRAN PASTOR (vv. 1-4)  JEHOVÁ es mi pastor – La relación íntima  Nada me faltará – La provisión eterna  En lugares de delicados pastos me hará yacer – El alimento divino  Junto a aguas de reposo me pastoreará – El refresco espiritual  Confortará mi alma – La corrección tierna  Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre – El camino recto  Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo – La tranquilidad profunda  Tu vara y tu cayado me infundirán aliento – La disciplina y el cuidado del Señor II. EL GRAN ANFITRIÓN (vv.5-6)  Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores – La protección soberana  Ungiste mi cabeza con aceite – El gozo de la casa del Señor  Mi copa está rebosando – La vida en abundancia  Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida – Los compañeros piadosos 62 SALMO 23  Y en la casa de Jehová moraré por largos días – El destino perfecto Nadie tiene el derecho de considerarse a sí mismo una oveja del Señor a menos que su naturaleza haya sido regenerada, pues la Escritura no describe a los inconversos como ovejas, sino como lobos o machos cabríos. Otra vez, el capítulo diez del evangelio de Juan 10:3-5, 11, 26-30 encontramos los seis distintivos de las ovejas de Cristo: (Juan). Las ovejas del Señor:       Conocen a su Pastor. Reconocen su voz. Le escuchan cuando las llama por su nombre. Lo aman. Confían en él. Lo siguen. También, Dios envió a sus mensajeros a llamar a los invitados a la fiesta espiritual; mas éstos no quisieron venir (Mat. 22:2). ¡No faltes cuando el Anfitrión te llama a venir! Jesús dijo en Marcos 1:14, “El tiempo es cumplido, y el reino de Dios está cerca: arrepentíos, y creed al evangelio.” 63 SALMO 23 Oremos: Padre nuestro y Creador de todo, te demos gracias por tu perdón cuando confesamos nuestros delitos y pecados. Gracias por el Gran Pastor, Jesucristo, quien murió en la cruz del calvario y resucito para liberarnos de condenación eterna. Él ha prometido, “vendré otra vez.” ¡Ven Jesucristo! En su Nombre oramos. Amén. AΩ 64