MEDICINA Y PERSONA
REV MED UNIV
NAVARRA/VOL
49, aNº
2005, 69-79
Psicopatología
asociada
la 3,
homosexualidad
Psicopatología asociada a la homosexualidad
J. Schlatter1, J. Irala2, I. Escamilla1
Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica. Clínica Universitaria. 2Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública.
Facultad de Medicina. Universidad de Navarra.
1
Correspondencia:
J Schlatter
Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica
Clínica Universitaria. Universidad de Navarra
Avda. Pío XII, 36. 31080 Pamplona
(schlatter@unav.es)
Introducción
parecido, en una muestra de población general en Gran Bretaña, se vio que los varones homosexuales acudían más a estos
servicios de salud que los heterosexuales (58% / 38%), y lo
mismo las lesbianas en comparación con las mujeres heterosexuales (68% / 43%), de manera significativa (p<0,001)5.
Por último, en el NHSDA (National Household Survey of Drug
Abuse), realizado en Estados Unidos, a finales de los años noventa, se vio que las posibilidades de que un varón o una mujer
acudieran a un servicio de salud mental se multiplicaban por 3
si eran homosexual o lesbiana6.
En los últimos años se han publicado estudios epidemiológicos con muestras, en ocasiones amplias, que permiten conocer la asociación entre homosexualidad y diversas psicopatologías
(Tabla 1). La mayoría de los estudios sitúan la prevalencia de
personas homosexuales en occidente entre el 1 y el 3% de la
población general adulta (Tabla 2). Aunque las cifras son más
elevadas en los varones, se sugiere un aumento de las mujeres
con esta orientación sexual1.
La visión de la asociación entre la homosexualidad y diversos trastornos psiquiátricos ha cambiado en los últimos cincuenta años. Los estudios iniciales mostraron que no se daban
más trastornos psiquiátricos entre las personas homosexuales,
aunque posteriormente fueron criticados por sus limitaciones
metodológicas2,3.
De hecho, inicialmente la homosexualidad estaba clasificada como una enfermedad psiquiátrica hasta 1973, en que la
Asociación Americana de Psiquiatría la retiró de su listado de
enfermedades mentales.
Los objetivos de nuestra revisión son: 1. mostrar los datos
más recientes sobre la posible asociación de diversos trastornos
mentales con las diferentes orientaciones sexuales; 2. aportar y
valorar las diferencias que pueden plantearse en los distintos
trastornos mentales entre homosexuales, bisexuales y
heterosexuales, así como entre varones y mujeres; 3. recoger y
contrastar algunos de los puntos de discusión más frecuentes
aparecidos en la literatura sobre estas asociaciones.
Para conseguir estos objetivos hemos realizado una búsqueda bibliográfica en diversas bases de datos de los estudios
publicados en revistas de impacto internacional entre 1999 y
2004, haciendo especial hincapié en aquellos estudios de tipo
poblacional, y en los de mayor tamaño muestral.
En el estudio realizado por Fergusson en Nueva Zelanda,
el 78,6% de los homosexuales y bisexuales que tenían un trastorno psiquiátrico, acumulaban dos ó más enfermedades distintas, mientras que este porcentaje era del 38,2% en los
heterosexuales, lo que supone una odds-ratio (OR) de 5,9
(p<0,001)7. Es decir, el hecho de ser homosexual-bisexual
multiplicaba casi por 6 veces la posibilidad de tener dos o más
trastornos psiquiátricos a la vez. También, el NEMESIS
(Netherlands Mental Health Survey and Incidence Study)8 y
el MIDUS4 encontraron que los homosexuales tenían más del
doble de posibilidades de tener dos ó más trastornos psiquiátricos a lo largo de su vida que los heterosexuales. Por último, el
metaanálisis de Meyer sitúa la OR de presentar varios trastornos psiquiátricos a la vez entre 2 y 2,5 en los homosexuales,
según nos estemos refiriendo a la prevalencia en un año o a lo
largo de la vida9.
Todos estos datos orientan, por tanto, a una mayor comorbilidad psiquiátrica en las personas homosexuales y bisexuales;
no queda claro si este fenómeno se da más en los varones o en
las mujeres homosexuales4,10 (Tabla 3).
Atención en servicios de salud mental
Trastornos de la afectividad
El estudio MIDUS (Midlife Development in the United
States), encontró que el 7% de los adultos que acudían a los
servicios de salud mental eran homosexuales o bisexuales, mientras que la población general no superaba el 3%4. De modo
En el estudio ya mencionado realizado en Gran Bretaña,
los homosexuales presentaban más del doble de problemas
emocionales que los heterosexuales, y acudían con más frecuencia por estos problemas a los centros de salud5. En una
169
Comorbilidad psiquiátrica
REV MED UNIV NAVARRA/VOL 49, Nº 3, 2005, 69-79
69
Schlatter J, Irala J, Escamilla I
Tabla 1. Datos metodológicos de los estudios revisados por orden alfabético
Autor,
fecha
Estudio
Tamaño
muestra
Cochran,
15
2004
NHSDA (USA, 1996) Estudio transversal
9908
de una muestra poblacional representativa (sexualmente
multiestratificada de mayores de 18 años
activos)
Recogida
de datos
Pregunta planteada
Control de factores
de confusión
Presión social
Cuestionario
autoadministrado
Si las relaciones sexuales
mantenidas en el último año
han sido sólo con hombres,
sólo con mujeres o con
ambos sexos
Regresión logística para
edad, raza, y nivel
académico
No mide ni ajusta
Cochran
MIDUS (USA, 1995)
4
et al, 2003 Estudio transversal de una muestra
representativa en una población de
personas entre 25 y 74 años
2917
Cuestionario
autoadministrado
Se le pregunta por cómo se
define sexualmente:
heterosexual, homosexual
o bisexual
Regresión logística para
edad, raza, nivel
académico y estado
civil
No ajusta.
Sí mide
prevalencia de
distrés psicológico
Cochran
& Mays,
12
2000a
NHANES-III (USA, 1994)
Estudio transversal de una muestra
poblacional representativa
multiestratificada de varones
entre 17 y 39 años
3503
(sexualmente
activos)
Entrevista personal
estructurada
Si las relaciones sexuales
Regresión logística para
mantenidas durante la vida
edad, raza, y familia
han sido con personas de su
mismo sexo o del otro sexo:
heterosexual, y homo-bisexuales
No mide ni ajusta
Cochran
& Mays,
6
2000b
NHSDA (USA, 1996)
Estudio transversal de una muestra
poblacional representativa
multiestratificada de mayores de 18 años
9908
(sexualmente
activos)
Entrevista personal
estructurada
Si las relaciones sexuales
mantenidas durante el último
año han sido con personas de
su mismo sexo o del otro sexo:
heterosexual, y homo-bisexual
No mide ni ajusta
Dickson
et al,
36
2003
Cohorte Dunedin (N. Zelanda)
Análisis transversal de un estudio
prospectivo de cohortes a los 26 años
de edad
958
Respondieron
el 92%
de mujeres y
el 96%
de varones
Cuestionario
informatizado
En qué proporción se siente
(Sólo mide prevalencias) No mide ni ajusta
atraído últimamente y
habitualmente por su propio sexo
o por el otro sexo (seis opciones)
Si ha tenido algún contacto sexual
con otro/a hombre/mujer
Eisenberg College Alcohol Study -CAS- (USA, 1999)
& Wechsler, Estudio transversal de una muestra
20
2003
poblacional estratificada representativa
de universitarios
10301
(sexualmente
activos)
Respondieron
el 60%
Cuestionario
autoadministrado
Si las relaciones sexuales
mantenidas han sido sólo con
hombres, sólo con mujeres o con
ambos sexos
Regresión logística
No mide ni ajusta
ajustando por edad, raza,
estado civil y
características
académicas
Fergusson
et al,
7
1999
Análisis transversal de un estudio
longitudinal de cohortes a los 21 años
de edad (Christchurch, Nueva Zelanda)
1007
Entrevista personal
Primero cómo se definen
sexualmente, y después se
añaden los que han tenido
relaciones homosexuales desde
los 16 años
Modelo de regresión
No mide ni ajusta
logística ajustando por
estado civil de los padres
y antecedentes penales
en los padres
Gilman
et al,
10
2001
NCS (USA, 1990-2)
Estudio transversal de una muestra
poblacional representativa de personas
entre 15 y 54 años
5877
(sexualmente
activos)
Respondieron
el 82%
Entrevista
estructurada
Si las relaciones sexuales
Regresión logística por
mantenidas durante los últimos edad, raza, estado civil
5 años han sido con personas e ingresos familiares
de su mismo sexo o del otro sexo:
heterosexual, y homo-bisexuales
No mide ni ajusta
Herrell
et al,
26
1999
Análisis emparejado de una muestra de
parejas de gemelos del Vietnam Era
Twin Registry (USA)
103 pareja
de gemelos
varones
Entrevista telefónica
Si ha tenido alguna relación
sexual con otro varón después
de los 18 años
No mide ni ajusta
Jorm et al,
11
2002
PATH (Canberra-Australia, 2000)
Análisis transversal de un estudio
longitudinal
4824
Respondieron
59% (20-24
años) y 65%
(40-44 años)
Cuestionario
informático
autoadministrado
Si se considera predominante- Modelo de regresión por No mide ni ajusta
mente heterosexual, homosexual, edad, factores familiares
bisexual, o no sabe
y nivel académico
King et al,
5
2003
Estudio transversal en una población de
homosexuales de Inglaterra y Gales (2002)
2179
Reclutados
por snowball
Cuestionario
informático
autoadministrado
Si se identifica como
heterosexual, homosexual
o bisexual
Regresión logística para
ajustar por edad, raza,
nivel académico
e ingresos
Regresión logística por
edad, raza, nivel
académico, ingresos
familiares, creencias,
abuso de sustancias
y zigosidad
Regresión logística por
edad, raza, situación
laboral y estado civil
Ajusta por
violencia física o
verbal
(Continúa)
70 REV MED UNIV NAVARRA/VOL 49, Nº 3, 2005, 69-79
170
Psicopatología asociada a la homosexualidad
Tabla 1. Datos metodológicos de los estudios revisados por orden alfabético (Continuación)
Autor,
fecha
Estudio
McCabe
et al,
21
2003
Tamaño
muestra
Recogida
de datos
Pregunta planteada
Control de factores
de confusión
SLS, Student Life Survey (Illinois-USA, 2001) 7000
Estudio transversal en muestra de
Respondieron
universitarios de Michigan
3607 (52%)
Cuestionario por
correo postal y por
internet
Si se identifica como
heterosexual, homosexual
o bisexual
Regresión logística por
No mide ni ajusta
edad, raza, nivel académico, tipo de domicilio
y expediente académico
Remafedy,
24
2002
(Minnesota-USA, 1999)
Estudio transversal de una muestra
de gays entre 15 y 25 años, obtenida
en sitios frecuentados por gays
255
Respondieron
el 86%
Entrevista personal
estructurada
Número y sexo de las parejas
sexuales en el último año
Regresión logística por
edad, raza y factores
familiares
No mide ni ajusta
Russell
& Joyner,
32
2001
Add Health Study (USA)
Estudio transversal en una muestra
poblacional estratificada representativa
de adolescentes
11940
Cuestionario
informático
autoadministrado
Si ha sentido usted alguna vez
atracción por alguien de su
mismo sexo, y si ha tenido
relaciones sexuales con alguien
de su mismo sexo
Regresión logística por
edad, historia de
autolisis en la familia,
depresión y abuso de
alcohol
Ajusta por
violencia física
o verbal, y
por daños a los
bienes y rechazo
en el trabajo
Sandfort
NEMESIS (Holanda, 1996)
8
et al, 2001 Estudio transversal en una muestra
poblacional representativa entre
18-64 años
7076
Respondieron
7046
(5998 activos
sexualmente)
Entrevista personal
Si las relaciones sexuales
mantenidas en el último año
han sido sólo con hombres,
sólo con mujeres o con ambos
sexos
Ajuste por edad, estado
civil, nivel académico y
tipo de residencia
No mide ni ajusta
Skegg et al, Cohorte Dunedin (N. Zelanda)
31
2003
Análisis transversal de un estudio
prospectivo de cohortes a los 26 años
1019
Respondieron
946 (92,8%)
Cuestionario
informatizado
En qué proporción se siente
atraído últimamente y
habitualmente por su propio
sexo o por el otro sexo, con
seis opciones de respuesta.
Regresión logística por
No mide ni ajusta
edad, raza, estado civil,
nivel académico, situación
laboral, nivel económico,
padecer depresión o
abuso sustancias
muestra de población australiana se encontró que las personas
bisexuales presentaban mayor puntuación en una escala de síntomas depresivos (Escala de Goldberg para la depresión) y en
otra de afectos negativos (Escala de afectos negativos y positivos) que las homosexuales, y estos a su vez mayor que las
heterosexuales, con una significación p<0,00111.
Por lo que respecta a los trastornos del ánimo, la tendencia es similar, pero con algunos matices. Según el estudio
NEMESIS, la población de varones homosexuales tiene una prevalencia tres veces mayor de cuadros depresivos en un año, y a
lo largo de la vida, que los varones heterosexuales. Las lesbianas
tienen una mayor prevalencia a lo largo de la vida, pero es
similar en un año8. También la muestra de Christchurch (Nueva Zelanda), presentaba una OR de 4 (p<0,001) para padecer
depresión mayor en el grupo de bisexuales y homosexuales,
frente a los heterosexuales7. Por último, los datos del National
Comorbidity Survey (NCS), en Estados Unidos, reflejan más
casos de trastornos depresivos en la población homosexual, tanto
en un año como a lo largo de la vida, con cifras más elevadas
en el caso de las lesbianas10.
Otros estudios encuentran una mayor presencia de cuadros depresivos en los varones homosexuales que en las lesbianas.
Así, el NHSDA6, encontró una mayor prevalencia de depresión
mayor en los varones homosexuales (OR = 2,9) que en las
lesbianas (OR = 1,8) en el año previo al estudio; y el estudio
MIDUS4, en que la OR era de 3,6 y 1,9 respectivamente. Por el
contrario, una muestra de varones del NHANES-III (3th National
Health and Nutrition Examination Survey) no apreció diferen169
171
Presión social
cias en la prevalencia de trastornos afectivos entre varones homosexuales y heterosexuales12.
En el metaanálisis realizado por Meyer la OR para padecer
un trastorno afectivo a lo largo de la vida en los varones homosexuales frente a los heterosexuales era de 2,6, mientras que
en las lesbianas era de 2,5 frente a las mujeres heterosexuales9.
Por último, dos estudios muestran una mayor prevalencia
de trastornos bipolares en los homosexuales, especialmente en
los varones8,12.
En resumen, salvo excepciones12, la mayoría de los estudios hablan de una asociación entre los trastornos afectivos y la
orientación homosexual. Los datos orientan también a una mayor
prevalencia en la población bisexual que en la homosexual, y en
los varones homosexuales que en las lesbianas, aunque con
menos consenso (Tabla 4).
Trastornos de ansiedad
En los trastornos de ansiedad se repiten las mismas tendencias que en los trastornos afectivos (Tabla 5). Así, el estudio
de Jorm recoge una mayor puntuación en la Escala de Goldberg
para la ansiedad en la población bisexual que en la homosexual,
y en ésta que en la heterosexual (p<0,001)11.
En lo referente a los trastornos de ansiedad propiamente,
también aparece una mayor prevalencia en las personas homosexuales, con una mayor tendencia en los varones que en las
mujeres. Según diversos estudios, el trastorno de ansiedad geREV MED UNIV NAVARRA/VOL 49, Nº 3, 2005, 69-79
71
Schlatter J, Irala J, Escamilla I
Tabla 2. Prevalencia de homosexualidad y bisexualidad en estudios de población adulta
Autor,
fecha
15
Cochran & Mays, 2004 ,
6
2000b
Cochran et al, 2003
4
36
Dickson et al, 2003
Eisenberg & Wechsler, 2003
McCabe et al, 2003
20
21
11
Jorm et al, 2002
Gilman et al, 2001
10
Sandfort et al, 2001
8
Cochran & Mays, 2000a
12
Fergusson et al, 19997
Estudio
Edad
Criterio sexual
Heterosexuales
Recuento absoluto por sexo
Homo-bisexuales homo-bisexuales
Porcentaje
NHSDA (USA)
>18 años
Relaciones sexuales en el último año
%= 3922
&= 5792
G+B% = 98
L+B& = 96
G+L+B= 1,6
MIDUS (USA)
25-74 años
Orientación sexual
%= 1382
&= 1462
G+B% = 41
L+B& = 32
G+L+B= 2,5
G+L= 1,4; B= 1,1
Dunedin
(N. Zelanda)
26 años
Orientación sexual exclusiva
879
Orientación sexual predominante
871
Alguna relación homosexual el último año
857
G=6
L=4
G=8
L = 10
G = 17
L = 15
G= 1,2
L= 0,8
G+B= 1,6
L+B= 2,1
G= 3,5
L= 3,2
CAS (USA)
Universitarios
Alguna relación sexual
9671
G+L= 246
B= 384
G+L= 2
B= 4
SLS
(Michigan
Illinois USA)
Universitarios
Orientación sexual
3488
G = 40; B% = 14
L = 16; B& = 49
PATH
(Canberra,
Australia)
20-24 años
40-44 años
Orientación sexual
20-24 años
2331
40-44 años
2493
G+L=78
B= 71
NCS (USA)
15-54 años
Relaciones sexuales en los
últimos 5 años
%= 2310
&= 2475
G+B%= 74
L+B&= 51
G+L+B= 1,8
G+B= 2,1; L+B= 1,5
NEMESIS
(Holanda)
18-64 años
Relaciones sexuales en
el último año
%= 2796
&= 3077
G+B%= 82
L+B&= 43
G+B= 2,8
L+B= 1,4
NHANES-III
(USA)
Varones de
17-39 años
Alguna relación homosexual
en su vida
3208
G+L+B= 108
G+B= 2,2
Christchurch
(N. Zelanda)
21 años
Orientación sexual y relaciones
sexuales en los últimos 5 años
979
G+B%= 11
L+B&= 17
G+L+B= 3,3
20-24 años
G= 1,0; L= 1,8
B%= 1,8; B&=2,7
40-44 años
G= 1,6; L= 2,0
B%= 0,8; B&= 0,8
G+L+B= 2,8
Hetsx: Heterosexual; G: gay; L: lesbiana; B: bisexual; B%: bisexual varón; B&: bisexual mujer; *p<0.05; **p<0.01; ***p<0.001
Tabla 3. Asociación entre trastornos psiquiátricos múltiples y homosexualidad
Autor, fecha
Estudio
Cochran
4
et al, 2003
MIDUS
Un año
(Estados Unidos)
Gilman
10
et al, 2001
NCS
Vida
(Estados Unidos)
Sandfort
8
et al, 2001
NEMESIS
(Holanda)
Fergusson
7
et al, 1999
Meyer, 2003
9
Prevalencia Orientación
sexual
OR
IC95%
G
L
2,7*
1,9
1,3 - 5,5
0,8 - 4,6
G
L
1,4
1,8*
0,8 - 2,4
1,1 - 2,9
Un año
G
L
1,5
2,6*
0,9 - 2,4
1,4 - 4,7
Vida
G
L
1,3*
2,6*
0,8 - 2,1
1,3 - 5,2
Un año
G
L
1,5*
1,7
0,9 - 2,5
0,8 - 3,3
Christchurch
(N. Zelanda)
Vida
Metaanálisis
Vida
Un año
G+L+B
G+L
G+L
5,9*** 2,4 -14,8
2,4
2,0
G: gay; L: lesbiana; B: bisexual; *p<0.05; ***p<0.001
72 REV MED UNIV NAVARRA/VOL 49, Nº 3, 2005, 69-79
1,9 - 3,0
1,7 - 2,5
neralizada se da más en la población homosexual que en la
heterosexual4,6-8,10. La fobia simple y el trastorno por estrés
postraumático también son significativamente más prevalentes
entre los homosexuales10.
El estudio MIDUS encuentra algunas diferencias en función del sexo; el trastorno de pánico es más frecuente en los
varones homosexuales que en los heterosexuales, mientras que
el trastorno de ansiedad generalizada es más frecuente en las
lesbianas que en las mujeres heterosexuales4.
Por su parte, en el estudio NEMESIS la prevalencia de los
trastornos de ansiedad de los varones homosexuales era mayor, tanto en un año como a lo largo de la vida8. En el NHSDA,
la OR para el trastorno de pánico en los varones homosexuales
y bisexuales era de 4,3 (IC95%:1,5 - 12,1), mientras que
para la agorafobia fue de 4,9 (IC95%: 0,9 - 25,2)6. El único
estudio de los revisados que valora la presencia de trastorno
obsesivo compulsivo8 recoge una OR entre 6 y 7 para este
trastorno, tanto en un año como a lo largo de la vida, en los
varones homosexuales en comparación con varones
heterosexuales.
Por último, un reciente metaanálisis sitúa la OR para los
trastornos de ansiedad en 2,4 en los varones homosexuales, y
170
172
Psicopatología asociada a la homosexualidad
Tabla 4. Asociación entre trastornos afectivos y homosexualidad
Autor, fecha
Cochran et al, 2003
4
31
Skegg et al, 2003
Gilman et al, 2001
10
Estudio
Prevalencia
MIDUS (USA)
Un año
G
L
Dunedin
(N. Zelanda)
Un año
G+L+B
2,2* (1,2 - 4,3)
NCS (USA)
Vida
G
L
G
L
1,7 (0,9 - 3,0)
2,0* (1,1 - 3,5)
1,6 (0,7 - 3,4)
3,4 (1,8 - 6,3)
1,5 (0,7 - 3,0)
1,9* (1,0 - 3,3)
1,1 (0,4 - 2,8)
1,9 (0,8 - 4,4)
G
L
G
L
3,1* (1,9 - 5,1)
2,4* (1,3 - 4,6)
2,9* (1,5 - 5,6)
1,0 (0,4 - 2,6)
2,4* (1,4 - 4,0)
2,4* (1,3 - 4,7)
2,0* (0,9 - 4,4)
1,0 (0,4 - 2,9)
2,3 (0,9 - 5,8)
1,6 (0,7 - 4,0)
2,7 (0,8 - 9,9)
0,8 (0,1 - 5,7)
7,3* (2,9 - 18,5)
0,9 (0,1 - 7,0)
5,0* (1,5 - 16,8)
1,8 (0,2 - 14,2)
2,5 (0,9 - 7,2)
1,2 (0,4 - 3,6)
2,3 (0,3 - 18,7)
Un año
Sandfort et al, 2001
8
NEMESIS
(Holanda)
Vida
Un año
Cochran & Mays, 2000a
Cochran & Mays, 2000b
Fergusson et al, 1999
Meyer, 2003
9
7
12
6
Orientación
sexual
NHANES-III (USA)
Vida
G
NHSDA (USA)
Un año
G
L
Christchurch
(N. Zelanda)
Vida
G+L
Metaanálisis
Vida
G
L
G+L
G+L
Un año
Trastornos
afectivos #
Depresión
mayor #
Distimia #
Trastorno
bipolar #
3,6* (1,7 - 7,4)
1,9 (0,7 - 5,0)
2,9* (1,4 - 6,3)
1,8 (0,7 - 4,3)
4,0*** (1,8 - 9,3)
2,6 (2,1 - 3,6)
2,5 (1,7 - 3,7)
2,0 (1,8 - 3,0)
2,3 (1,7 - 3,0)
G: gay; L: lesbiana; B: bisexual; # Se presentan la OR y su intervalo de confianza al 95%; *p<0.05; ***p<0.001
en 1,6 en las mujeres homosexuales, en comparación con los
varones y mujeres heterosexuales9.
Problemas relacionados con el alcohol
Un estudio realizado sobre parámetros de salud mental y
calidad de vida en el Reino Unido, mostró más problemas relacionados con el alcohol en lesbianas que entre las mujeres
heterosexuales (p<0,001), pero no entre los varones5. Conclusiones semejantes obtienen el NHSDA6 y el NEMESIS8. En este
último, las prevalencias, tanto en un año como a lo largo de la
vida son tres veces mayores en las mujeres lesbianas que en los
varones homosexuales. De los datos del NHSDA, se desprende
la misma realidad aunque con menor intensidad.
En varias ciudades de Estados Unidos se entrevistó
telefónicamente a unos 2.000 varones, homosexuales y bisexuales, sobre el grado de consumo de alcohol y de drogas de
diseño. Los porcentajes de consumo de drogas (52%) y de
alcohol (85%) fueron superiores en los homosexuales13. Otro
estudio realizado en Chicago, con una muestra reducida (57
mujeres heterosexuales y 63 lesbianas), recogía una mayor
frecuencia de casos de problemas relacionados con el alcohol
(18% / 2%; p<0,01); de grandes bebedoras (5% / 2%); y de
deshabituación alcohólica (16% / 2%; p<0,05) en las lesbianas
que entre las mujeres heterosexuales14. Hay que señalar otros
dos estudios que, aunque encuentran diferencias entre homosexuales y heterosexuales, no alcanzan significación estadística10,11.
169
173
Por lo tanto, según estos estudios parece existir una asociación entre tener una orientación homosexual y padecer problemas relacionados con el consumo de alcohol, más marcado
en las lesbianas (Tabla 6).
Trastornos por abuso de sustancias tóxicas
Al igual que el consumo de alcohol, los trastornos por
abuso de sustancias, parecen ser más frecuentes en las personas homosexuales que en las heterosexuales, con un aumento
más pronunciado en el caso de las mujeres (Tabla 6).
El estudio sobre salud mental efectuado en el Reino Unido, muestra una mayor prevalencia del consumo de sustancias
tóxicas en las mujeres lesbianas que en las heterosexuales el
año anterior a la encuesta (44% / 33%; p<0,001), y a lo largo
de la vida (79% / 60%; p<0,001). En el caso de los varones
homosexuales sólo es significativa la mayor prevalencia en un
año (52% / 45%; p<0,05)5. También el estudio NEMESIS encuentra una prevalencia para todos los cuadros por consumo de
sustancias tóxicas cuatro veces mayor durante un año, y ocho
veces mayor a lo largo de la vida en las lesbianas frente a las
mujeres heterosexuales. Estas diferencias fueron menores o no
se dieron en el caso de los varones8.
El NHSDA señala una mayor frecuencia de síndromes de
dependencia de sustancias tóxicas tanto en las lesbianas (OR =
3,3) como los homosexuales (OR = 2,1). El porcentaje de
consumo en el último año también es superior en las lesbianas
frente a las mujeres heterosexuales (78% / 42%), y en los
REV MED UNIV NAVARRA/VOL 49, Nº 3, 2005, 69-79
73
Schlatter J, Irala J, Escamilla I
Tabla 5. Asociación entre trastornos de ansiedad y homosexualidad
Autor,
fecha
Estudio
Cochran
MIDUS
4
et al, 2003 (USA)
Prevalencia Orientación
T. de
T. de ansiedad Agorafobia
T. de
sexual
ansiedad # generalizada #
#
pánico #
Un año
G
1,4
(0,2 - 9,3)
3,9*
(1,2 - 12,8)
L
Gilman
NCS
10
et al, 2001 (USA)
Vida
G
L
Sandfort
NEMESIS
8
et al, 2001 (Holanda)
Vida
G
L
Un año
G
L
Cochran & NHSDA
6
Mays, 2000b (USA)
Un año
Meyer,
9
2003
Metaanálisis Vida
5,1*
(2,0 - 13,0)
3,9*
(1,2 - 12,8)
2,8
(1,0 - 8,0)
3,2*
(1,4 - 7,3)
1,1
(0,3 - 3,9)
1,1
(0,2 - 5,9)
2,7*
(1,6 - 4,4)
1,0
(0,5 - 2,0)
2,6*
(1,4 - 4,7)
2,9
(0,8 - 10,2)
0,8
(0,1 - 6,3)
1,4
(0,2 - 11,6)
4,5*
4,2*
3,6*
2,3*
(1,8 - 11,5) (1,7 - 10,8) (1,9 - 6,7) (1,2 - 4,5)
1,4
0,8
1,3
1,8
(0,4 - 4,6) (0,2 - 3,2) (0,5 - 3,0) (0,8 - 4,1)
6,3*
2,7
3,8*
2,0
(2,0 - 20,1) (0,7 - 9,9) (1,7 - 8,1) (0,8 - 4,9)
1,0
(0,4 - 2,3)
G
1,9
(0,4 - 8,3)
2,3
(0,5 - 9,7)
1,5
(0,5 - 4,9)
G+L
1,2
(0,2 - 6,5)
2,6
(0,9 - 7,7)
0,7
(0,1 - 4,9)
1,0
1,6
(0,4 - 2,5) (0,7 - 3,5)
1,8*
1,5
(1,2 - 2,9) (0,7 - 3,3)
1,1
(0,5 - 2,5)
2,7*
(1,2 - 6,1)
6,2*
(2,0 - 19,0)
7,2*
(1,8 - 29,5)
1,0
1,0
(0,3 - 2,8) (0,3 - 3,4)
4,9
4,3*
(0,9 - 25,2) (1,5 - 12,1)
2,8*
(1,2 - 6,5)
G
L
G+L
Un año
Fobia
T. por estrés
T. obsesivo
social # postraumático # compulsivo #
1,3
(0,8 - 2,4)
1,8*
(1,2 - 2,8)
L
Fergusson Christchurch Vida
7
et al, 1999 (N. Zelanda)
Fobia
simple #
G+L
2,4
(1,8 - 3,3)
1,6
(1,1 - 2,5)
1,9
(1,5 - 2,4)
1,6
(1,2 - 2,2)
T: Trastornos: G=gay; L=lesbiana; B=bisexual; # Se presentan la OR y su intervalo de confianza al 95%; *p<0.05
varones homosexuales frente a los heterosexuales (73% / 55%);
estos consumos son especialmente elevados para la marihuana, y disminuyen en los consumos más recientes6,15. En el NCS
las diferencias se hacen significativas al comparar las prevalencias
a lo largo de la vida, en que la OR para los varones homosexuales es de 2,8 y en las lesbianas de 4,410.
Por otra parte, algunas sustancias como el éxtasis o la
ketamina parecen estar especialmente relacionadas con conductas sexuales de riesgo sobre todo entre los varones homosexuales16.
En un estudio realizado en 3.400 jóvenes australianos,
entre 10 y 12 años, aquellos que referían sentir atracción homosexual-bisexual tenían más problemas relacionados con el
abuso de alcohol, y sufrieron 3 ó 4 veces más casos de consumo de drogas por vía parenteral en el último año17. Más recientemente, una encuesta entre 23.000 estudiantes de enseñanza secundaria, de Vermont y Massachussets -EEUU-,
mostró porcentajes más elevados de conductas de alto riesgo
(consumo de sustancias tóxicas, intentos autolíticos, lesiones
por armas, etc.) entre los bisexuales en comparación con los
homosexuales y heterosexuales18. Los resultados del Add Health
74 REV MED UNIV NAVARRA/VOL 49, Nº 3, 2005, 69-79
Study, realizado en California, arrojan datos similares y vuelven a mostrar diferencias significativas en el consumo de sustancias tóxicas entre los jóvenes bisexuales frente a los homosexuales y heterosexuales; las lesbianas también tenían un mayor
porcentaje de consumo que las heterosexuales19. Por último,
otros dos trabajos (10.000 colegiales de Boston y 3.600 estudiantes de Michigan, EEUU), han registrado un mayor consumo de tabaco, éxtasis, alcohol y cannabis entre los homosexuales. En el primero, las jóvenes bisexuales eran las que
más sustancias tóxicas consumían. Ambos estudios coinciden
en situar a los mayores consumidores de alcohol entre los
heterosexuales20,21.
En el metaanálisis ya citado, la OR para trastornos por
abuso de sustancias es de 1,45 (IC95%:1,10 - 1,91) entre los
homosexuales y de 3,47 (IC95%:2,22 - 5,50), en las lesbianas9.
Conductas y pensamientos autolíticos
Prácticamente todos los estudios publicados hablan de
una mayor frecuencia de pensamientos y conductas autolíticos
en las personas de orientación homosexual5,22,23(Tabla 7). Me170
174
Psicopatología asociada a la homosexualidad
Tabla 6. Asociación entre trastornos por abuso de sustancias tóxicas y homosexualidad
Autor, fecha
15
Cochran & Mays, 2004 , 2000b
Cochran et al, 2003
4
Eisenberg & Wechsler, 2003
20
31
Skegg et al, 2003
Gilman et al, 2001
10
Sandfort et al, 2001
8
6
Estudio
Prevalencia
Orientación
Sexual
Abuso de
sustancias #
Dependencia de
sustancias #
NHSDA (USA)
Un año
G
L
2,4 (1,0 - 5,6)
3,9 (1,6 - 9,8)
2,1 (0,9 - 4,9)
3,3* (1,2 - 8,7)
1,3 (0,5- 3,2)
2,9* (1,2 - 7,0)
MIDUS (USA)
Un año
G
L
2,5 (0,6 - 11,1)
3,5 (0,4 - 30,6)
1,3 (0,4 - 4,2)
2,5 (0,6 - 10,5)
CAS (USA)
Un año
G
L
0,7 (0,4 - 1,1) b
1,0 (0,6 - 1,6) b
0,8 (0,5 - 1,3) b
0,8 (0,5 - 1,4) b
B%
B&
0,5* (0,3 - 0,9) b
1,4* (1,1 - 1,9) b
1,3 (0,8 - 2,0) b
2,8* (2,2 - 3,6) b
Dunedin
(N. Zelanda)
Un año
NCS (USA)
NEMESIS
(Holanda)
Fergusson et al, 1999
Meyer, 2003
9
3,0 a*** (1,6 - 5,5)
Vida
G
L
2,8* (1,6 - 5,1)
4,4* (2,4 - 8,1)
1,7 (0,5 - 5,5)
2,4* (1,2 - 4,8)
1,2 (0,7- 2,3)
1,8 (0,7- 4,5)
1,4 (0,6- 3,0)
2,2 (0,9- 5,6)
Vida
G
L
G
L
1,3 (0,5 - 4,0)
1,9 (0,2 - 15,3)
1,1 (0,1 - 9,4)
2,5 (0,8 - 7,5)
8,0* (2,5 - 26,0)
0,5* (0,2 - 1,0)
2,0 (0,6 - 6,8)
0,6 (0,2 - 1,6)
3,5* (0,8 - 15,7)
1,2 (0,6 - 2,4)
3,6* (1,2 - 11,2)
1,4 (0,7 - 3,0)
3,7 (1,0 - 14,1)
Christchurch
(N. Zelanda)
Vida
G+L
Metaanálisis
Vida
G
L
G+L
G+L
Un año
a
Dependencia de
alcohol #
G+L+B
Un año
7
Abuso de
alcohol #
4,4* (0,5 - 39,6)
1,9 (0,9 - 4,2)
1,5 (1,1 - 1,9)
3,5 (2,2 - 5,5)
2,1 (1,6 - 2,8)
2,1 (1,6 - 2,6)
b
: Incluye abuso de alcohol; : Sólo para marihuana; G: gay; L: lesbiana; B: bisexual; B%: bisexual varón; B&: bisexual mujer; # Se presentan la OR y su intervalo de confianza al 95%;
*p<0.05; ***p<0.001
nos consenso hay sobre si esta asociación es mayor en los
bisexuales que en los homosexuales, si hay diferencias entre
varones y mujeres, y si existe un aumento de la mortalidad por
este motivo.
En dos estudios realizados en Australia11 y Nueva Zelanda7
el grupo de personas homosexuales y bisexuales tenían una mayor
prevalencia de pensamientos e intentos autolíticos que los
heterosexuales. En este último, los pensamientos autolíticos se
dieron en un 67,9% de estos casos frente a un 28% de los
heterosexuales (OR = 5,4; p<0,001), mientras que los intentos autolíticos se produjeron en un 32,1% frente a un 7,1% de
los heterosexuales (OR = 6,2; p<0,001).
Los datos del NCS encuentran una diferencia significativa
sólo para los pensamientos autolíticos a lo largo de la vida, de
manera que los varones homosexuales presentan una OR de
2,2, y las lesbianas de 2,0 (p<0,05). Los planes e intentos
autolíticos no fueron significativamente mayores en la población homosexual10.
Otro estudio, realizado entre 255 jóvenes homosexuales
(entre 15 y 25 años), de Minnesota, EEUU, señala que el 30%
habían realizado alguna vez un intento autolítico, y el 4,7% lo
habían intentado en el último año24. Estos porcentajes son claramente superiores a los que se dieron en la población general25.
Un punto de interés es la relación entre los síntomas
autolíticos y los trastornos depresivos. En este sentido, el estudio NHANES-III realizado en varones, muestra un aumento de
169
175
los síntomas autolíticos en los varones homosexuales y bisexuales, pero no halló diferencias en los síntomas afectivos12. Un
estudio especialmente interesante es el realizado en 103 parejas de gemelos varones, de los cuales uno de ellos había
tenido relaciones homosexuales, y el otro no. Preguntados por
la sintomatología autolítica se encontró una asociación significativa entre pensamientos sobre la muerte, deseos de morirse, ideación suicida, intentos autolíticos (OR = 6,5; IC95%:1,5
- 28,8), y en general cualquier síntoma autolítico, y haber
tenido relaciones homosexuales. Después de ajustar por
sintomatología depresiva y por abuso de sustancias, todos estos parámetros permanecían asociados a la orientación sexual,
a excepción de los deseos de muerte26. En un estudio realizado
en Chicago, vieron que la orientación homosexual estaba asociada a depresión y a conductas autolíticas, citando como factores de riesgo determinados estilos de afrontamiento, y experiencias traumáticas de diversa índole27. En cambio, otro trabajo
elaborado en Noruega no encontró que los intentos de autolisis
estuvieran asociados a determinados factores de riesgo como
la depresión, abuso de sustancias, intentos de suicidio previos,
falta de soporte social, aislamiento social, etc28.
Una investigación entre la población general belga encuentra que los homosexuales y bisexuales padecían el doble
de pensamientos autolíticos. En cambio, la mayor prevalencia
de intentos autolíticos sólo fue significativa en las mujeres
bisexuales y lesbianas. Independientemente de la orientación
sexual, la depresión fue identificada como un importante facREV MED UNIV NAVARRA/VOL 49, Nº 3, 2005, 69-79
75
Schlatter J, Irala J, Escamilla I
Tabla 7. Asociación entre autolisis y homosexualidad
Autor,
fecha
Estudio
Prevalencia
Skegg et al,
31
2003
Dunedin
(Nueva Zelanda)
Un año
Orientación
sexual
Pensamientos
autolíticos #
G
3,1**
(1,5 - 6,6)
2,9***
(1,6 - 5,3)
L
Vida
G
NCS
(USA)
Vida
G
L
Russell & Joyner,
32
2001
Add Health Study
(USA)
Un año
G
L
Plan
autolítico #
Pensamientos
de muerte #
Deseos de
muerte #
Algún síntoma
autolítico #
1,9
(1,0 - 3,6)
2,5*
(1,0 - 6,1)
2,2*
(1,2 - 3,9)
2,4
(1,2 - 4,6)
4,4
(1,4 - 11,6)
5,1
(2,4 - 10,9)
3,2**
(1,4 - 7,2)
1,4
(0,9 - 2,3)
L
Gilman et al,
10
2001
Intentos
autolíticos #
2,2*
(1,2 - 4,2)
2,0*
(1,0 - 3,9)
2,4
(1,0 - 5,8)
1,5
(0,7 - 3,4)
1,6
(1,3 - 2,0)
1,6
(1,1 - 2,2)
2,1
(1,4 - 3,3)
2,4
(1,7 - 3,5)
Cochran & Mays, NHANES-III
12
2000a
(USA)
Vida
G
3,1*
(1,6 - 6,2)
5,4*
(2,2 - 13,0)
Fergusson
7
et al, 1999
Christchurch
(Nueva Zelanda)
Vida
G+L
5,4***
(2,4 - 12,2)
6,2***
(2,7 - 14,3)
Herrell
26
et al, 1999
Vietnam Era Twin
Registry (USA)
Un año
G
4,1
(2,1 - 8,2)
6,5
(1,5 - 28,8)
1,6
(0,6 - 4,3)
2,6
(1,0 - 6,9)
G: gay; L: lesbiana; # Se presentan la OR y su intervalo de confianza al 95%; *p<0.05; **p<0.01; ***p<0.001
tor de riesgo de la ideación suicida, mientras que para los
intentos autolíticos fueron la baja autoestima, el nivel de desesperanza y las conductas autolíticas anteriores. Entre la población homosexual y bisexual, las relaciones sexuales insatisfactorias resultaron un factor de riesgo adicional para las
conductas suicidas29.
En el estudio noruego con cerca de 3.000 jóvenes incluidos, se asocia la sintomatología autolítica no tanto al tipo de
atracción o de identidad sexual, como a las relaciones homosexuales. Además, encontraron que el mayor porcentaje de intentos autolíticos se producen alrededor o poco después del
inicio de tener relaciones homosexuales o de percibir que su
orientación sexual no era exclusivamente heterosexual. Estos
mismos autores sugieren que el dato recogido en otros estudios
de una mayor prevalencia de intentos autolíticos en los varones
o en las mujeres homosexuales depende de la edad a la que se
estudie esta conducta, teniendo en cuenta que el varón inicia
antes sus relaciones homosexuales y se adapta también antes a
este cambio tan importante28. Otro autor, encontró una mayor
proporción de síntomas autolíticos en los que daban a conocer
su condición homosexual (41%), frente a los que lo mantenían
oculto (12%)30.
Por el contrario, en un estudio realizado en 1000 adultos
jóvenes de Nueva Zelanda, se sugería que esta asociación se
justificaba sobre todo por el grado de atracción homosexual. La
OR para ideación suicida en el año anterior era en torno a 3 en
varones homosexuales y lesbianas, mientras que para los intentos autolíticos era tres veces superior solo en el caso de los
76 REV MED UNIV NAVARRA/VOL 49, Nº 3, 2005, 69-79
varones. Concluyeron que un cuarto de los varones y un sexto de
las mujeres que se autolesionaron fueron atribuibles a su orientación homosexual31.
En el Add Health Study, realizado entre 12.000 adolescentes norteamericanos, el riesgo autolítico (pensamientos e
intentos autolíticos) era el doble entre los que referían una orientación homosexual. La proporción era mayor en las lesbianas
para los pensamientos autolíticos, siendo similares entre homosexuales y lesbianas para los intentos autolíticos. Algunos
factores, como la depresión, consumo de substancias, conductas suicidas en personas cercanas y la percepción de presión
externa, además de la propia orientación sexual contribuían a
esta mayor proporción32. Otro estudio anterior realizado en 4000
jóvenes de Massachussets encontró una OR de 3,4 para los
intentos de autolisis en los jóvenes homosexuales y bisexuales
frente a los heterosexuales; en este estudio, la orientación sexual
aparecía como un factor de riesgo independiente de la raza, el
haber sufrido violencia física, o el abuso de sustancias tóxicas33.
Un extremo aún no confirmado es si existen más suicidios
consumados entre homosexuales y bisexuales, o si por el contrario el mayor número de pensamientos y comportamientos
autolíticos no se traduce en suicidios consumados9,34. Algún
autor ha señalado la posibilidad de que la asociación entre riesgo autolítico y homosexualidad sea sólo en un subgrupo de estas personas, caracterízado por altos niveles de estrés en relación con circunstancias generales de la vida o específicas de su
condición homosexual35.
170
176
Psicopatología asociada a la homosexualidad
Discusión
Es necesario realizar algunos comentarios previos sobre el
modo de reclutar los casos en los diferentes estudios, pues se
trata de uno de los puntos más contradictorios. En principio,
parece lógico pensar que los grandes estudios poblacionales
son más pertinentes no solo por su tamaño muestral, sino también porque los que recurren a determinados colectivos, anuncios en determinadas publicaciones, etc, podrían estar sesgando más fácilmente los resultados.
Un obstáculo añadido es la dificultad de algunas personas
para reconocer su homosexualidad, facilitada por la estigmatización social o por sentimientos de culpa o vergüenza. Lamentablemente, es muy difícil saber en qué medida se produce este
fenómeno al realizar un estudio. Algunos autores utilizan encuestas por ordenador para mejorar la fiabilidad en el caso de
las preguntas de contenido más sensible32,5, aunque esto no
solventa este obstáculo del todo. En cualquier caso, las cifras
de los estudios realizados en las últimas décadas no difieren
sensiblemente (Tabla 2).
Otro aspecto complejo es el criterio empleado para identificar los casos. En principio unos estudios optan por utilizar la
presencia o no de conductas homosexuales6,8,10,12, y otros se
inclinan por preguntar acerca de la orientación sexual4,7,11. El
empleo de cuestionarios más elaborados como el del British
National Survey of Sexual Attitudes and Lifestyles mejora pero
no resuelve del todo esta limitación36. De hecho, no siempre
coincide la orientación sexual con el tipo de relaciones sexuales, especialmente en los casos de orientación no exclusiva o
predominante, y, por otra parte, siempre existe un grupo de
personas sexualmente no activas. Es decir, la conducta sexual
no es, de forma aislada, un correlato totalmente fiable de la
orientación sexual6,37, especialmente en la población más joven, donde, además, es más frecuente la bisexualidad11. Algún
autor ha incluído inicialmente las personas que se definían homosexuales y luego les ha añadido las que sin definirse como
tal habían tenido relaciones homosexuales36. Por último, no
hay consenso al situar el punto de corte en la frecuencia y
proporción de las relaciones sexuales: alguna26, exclusivamente15, etc; y tiempo: en el último año6, los últimos cinco años10,
o a lo largo de la vida12.
Un punto de interés es la frontera entre homosexualidad y
bisexualidad11,36, y si, por tanto, se puede hablar de las personas bisexuales como un grupo independiente de los
heterosexuales y homosexuales, con las implicaciones que podría tener en la psicopatología asociada. Así, respecto a las
conductas autolíticas, hay autores que encuentran diferencias
significativas entre homosexuales y bisexuales18, mientras que
otros no7,33. Otro ejemplo es el de los trastornos por abuso de
sustancias, en que unos autores ven diferencias entre bisexuales por un lado y homosexuales y heterosexuales por otro18,19.
Por lo que se refiere propiamente a la asociación entre
psicopatología y orientación sexual, la mayoría de los estudios
señalan que las personas homosexuales padecen con mayor
frecuencia trastornos afectivos, trastornos de ansiedad, cuadros
de consumo de sustancias tóxicas incluido el alcohol, pensamientos y conductas autolíticas, situaciones de patologías múltiples psiquiátricas, y en general, un mayor uso de los servicios
de salud mental9. Las conductas de riesgo se encuentran tam-
169
177
bién elevadas en estas poblaciones, especialmente en los jóvenes17,20.
Por otro lado los estudios suelen limitar el número de trastornos psiquiátricos a identificar, por lo que la cifra de personas
con alguna psicopatología podría ser más elevada. En este sentido nos sorprende la poca atención prestada al trastorno por
estrés postraumático10 en personas que parecen estar más expuestas a situaciones estresantes.
Es posible que las personas que tienen menor dificultad
para revelar su homosexualidad coincidan con las que les cuesta menos reconocer que padecen una patología psiquiátrica,
por lo que esta proporción estaría quizá sobrerrepresentada6.
Además, el hecho de que en algunos estudios las diferencias no
sean significativas estadísticamente puede deberse a que las
cifras de homosexuales y bisexuales son proporcionalmente bajas, lo que disminuye la potencia estadística del análisis4.
Sin duda, el aspecto más discutido es la importancia que
tiene la presencia de estrés como causante de estas
psicopatologías. Los motivos que pueden generar ese estrés son
variados, desde el estrés secundario a la discriminación,
estigmatización, aislamiento y menor soporte social, entre
otros9,38. Aunque estas situaciones se dan, también, en los países que fueron pioneros en cambiar la visión y actitud ante la
homosexualidad, como Holanda, Gran Bretaña o Australia5,8,11.
El rechazo personal ante la propia orientación sexual puede ser fuente de un estrés que desencadene alguna
psicopatología. De hecho, la OMS mantiene el diagnóstico de
orientación sexual egodistónica para aquellas personas que al
percibir las alteraciones psicopatológicas que le produce su orientación sexual, desearían cambiarla.
Otro posible factor es la presencia de abusos (psicológicos, físicos o sexuales), y de episodios de violencia, especialmente durante la adolescencia, por su impacto sobre la autoestima, las relaciones interpersonales, la sensibilidad a la ansiedad,
la alexitimia, etc. A esto se añade que en esta población, especialmente la adolescencia, las conductas de riesgo son más
frecuentes.
En este apartado también podríamos hablar de la violencia doméstica, más presente en las parejas de homosexuales
que entre heterosexuales, especialmente en el caso de los varones homosexuales39,40. Estas conductas violentas y el estrés
acompañante serían un factor de riesgo para trastornos psiquiátricos reactivos. Las características del estilo de vida asumido
por los homosexuales también pueden causar esta mayor
psicopatología por exponerse a circunstancias de mayor estrés
por desadaptación, como la alta inestabilidad de las relaciones
afectivas de pareja. De modo análogo a como la mayor frecuencia de infecciones por VIH en los varones homosexuales no se
debe a una vulnerabilidad innata, sino a factores como la cópula anal y la promiscuidad38,41.
Los problemas de salud física que se han relacionado con
la homosexualidad, como el mayor riesgo de cáncer de mama
o de enfermedades cardiovasculares, señalados de nuevo recientemente, pueden ser otro factor desencadenante de cuadros psiquiátricos reactivos42.
La posibilidad que se planteó hace años de que la condición o el riesgo de ser seropositivo para el VIH justifique el
estrés causante de esta mayor asociación4 no se ha visto confirmada posteriormente8,10.
REV MED UNIV NAVARRA/VOL 49, Nº 3, 2005, 69-79
77
Schlatter J, Irala J, Escamilla I
Otro factor que ayuda a entender las diferencias encontradas en los estudios publicados podría ser la proporción entre
homosexuales y bisexuales. De hecho, algunos estudios encuentran una mayor psicopatología en los casos de bisexualidad
que en los de homosexualidad11,18,19. Así, cuando los estudios se
realizan en muestras de personas jóvenes, en los que se dan
más casos de bisexualidad, aparecen con más frecuencia algunos trastornos psiquiátricos como la disminución del control de
los impulsos o los trastornos de adaptación.
Hay estudios que señalan que en los varones homosexuales se da una psicopatología más propia de las mujeres
heterosexuales, como las autolesiones o los trastornos afectivos10,
y lo mismo en las lesbianas respecto a los varones heterosexuales
con los trastornos por abuso de sustancias8-10. Algunos autores
han sugerido que esto podría avalar la hipótesis de que la orientación homosexual se debe a cambios en el entorno hormonal
en que se desarrolla el embrión. De manera que un embrión
varón influido por hormonas sexuales femeninas desarrollaría
una orientación homosexual, y le predispondría para sufrir patologías más propias de mujeres. Además de tratarse de una hipótesis no contrastada, para ser coherente, los varones homosexuales deberían padecer con mayor frecuencia las patologías
prevalentes entre la población femenina general y lo mismo
debería ocurrir con las lesbianas38.
Otro aspecto que puede influir en los diferentes valores
encontrados de asociación entre orientación sexual y psicopatología es la edad y el tiempo transcurrido desde que se percibe
una orientación homosexual, por lo que pueda suponer, por ejemplo, de cara a las dificultades de adaptación. En un estudio
realizado en personas de edad avanzada aparece también una
mayor asociación con psicopatologías, que los autores relacionan con el soporte social, los sentimientos de aislamiento y la
homofobia internalizada43.
Algunos autores han señalado también la posibilidad de
que se dé una “causalidad inversa”, según la cuál las personas
con patologías psiquiátricas (como un trastorno obsesivo-compulsivo o un trastorno del control de los impulsos, o algún trastorno de la personalidad) podrían ser más susceptibles de desarrollar una orientación o conductas homosexuales7.
La mayor frecuencia de trastorno bipolar en personas homosexuales recogida en algunos estudios8 se podría encuadrar
en la hipótesis de la homosexualidad como una alteración del
neurodesarrollo. Esta hipótesis se reforzaría si coincidieran otros
indicadores como alteraciones anatómicas menores, cambios
en la lateralidad, etc. En todo caso, esta mayor presencia de
orientación y, sobre todo, de conductas homosexuales, también
puede ser consecuencia de las fases eufóricas de estos pacientes, o a las circunstancias propias de los frecuentes ingresos,
como se ha sugerido en personas con esquizofrenia44.
Por último, aunque la mayoría de los estudios realizan
ajustes para controlar factores de confusión, no se hace en
todos los casos, ni coinciden los mismos factores en todos los
estudios. Sólo dos estudios de los revisados presentan datos
después de ajuste por percepción de discriminación social5,19,
considerado como uno de los factores que más podría influir
sobre la aparición de psicopatología en estas personas. El primero señala que la discriminación percibida no atenua la asociación entre distrés psicológico y orientación sexual5. El segundo 19 , realizado en adolescentes, sí que señala la
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discriminación o el haber sufrido violencia como factor de riego
de la autolisis.
La mayoría de los estudios publicados muestran una asociación entre psicopatología y orientación homosexual, independientemente del diseño con que se han realizado. Los trastornos psiquiátricos más estudiados han sido los trastornos
afectivos y de ansiedad, el abuso de sustancias, y los pensamientos y conductas autolíticos. Existe menos consenso sobre
las frecuencias de cada trastorno psiquiátrico concreto, la mayor o menor presencia en los varones o en las mujeres homosexuales, y las posibles diferencias entre homosexuales y bisexuales. Son necesarios y encomiables nuevos estudios
científicos sobre prevalencia de psicopatología en las diferentes
orientaciones sexuales, que mejoren y unifiquen los métodos de
reclutamiento y criterios de inclusión, realizados siempre con el
análisis multivariante que valore la influencia de factores
estresantes negativos, como la percepción de rechazo o las
experiencias de cualquier tipo de violencia, con objeto de conocer mejor la asociación entre psicopatología y orientación sexual.
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